El balance del año político 1974 por las FPL

El balance del año político 1974 por las FPL Por Roberto Pineda 9 de diciembre de 2016

En el número 27, de enero de 1975, del periódico El Rebelde de las Fuerzas Populares de Liberación “Farabundo Martí”, FPL, se realiza un balance del año político 1974 y se considera que “han hecho avanzar la lucha revolucionaria del pueblo” así como se mantiene la polémica ideológica tanto contra los “revisionistas” del Partido Comunista, PCS, como en este caso, contra los “oportunistas” del Frente de Acción Popular Unificada, FAPU. Realizamos un resumen de estos contenidos, que incluyen también una reseña biográfica de Agustín Farabundo Martí.

Apunta en su balance que “la tarea que corresponde a una Organización Revolucionaria que aspira a convertirse en Vanguardia de los trabajadores en su marcha hacia la Revolución Socialista es compleja, ya que debe impulsar la lucha de clase revolucionaria en su conjunto.”

Indica que “las FPL han realizado serios esfuerzos por intensificar la correcta aplicación de su línea estratégica político-militar en el sentido de orientar y hacer avanzar las luchas de las masas populares por sus reivindicaciones inmediatas, como medio para promover la conciencia y disposición del pueblo a la lucha armada, que concretamente está impulsando nuestra organización.”

Añade que “guiándonos por la estrategia de Guerra Popular Prolongada enfilamos nuestro accionar al desarrollo de la lucha militar revolucionaria a un nivel de Lucha Armada Popular, es decir, buscamos organizar en toda forma al pueblo para lograr su incorporación a nivel de masas a las tareas de la luchar armada revolucionaria, tarea que desde ya es el elemento central de nuestra estrategia.”
Considera que en 1974 “en el terreno de la lucha de masas por las necesidades económico-sociales, se ha notado el despertar de las clases trabajadoras del campo a la lucha por sus intereses inmediatos, lucha que dada la estructura de poder burgués que vive el país, altamente represiva, tiende a saltar casi de manera espontánea a la instancia de la lucha política revolucionaria.”

“En el área del trabajo político clandestino en el pueblo los resultados fueron exitosos ya que, en el periodo que analizamos, crecientes sectores del pueblo en forma organizada se han incorporado a las distintas tareas de las FPL a lo largo y ancho del país para impulsar la estrategia de Guerra Popular Prolongada.”
En “el terreno militar revolucionario el accionar popular materializado en las operaciones que ejecutaron los comandos armados (unidades militares) de las FPL, han estado orientadas a impulsar la lucha de clase proletaria en su conjunto y, por ende, son el embrión en creciente desarrollo que, a determinado nivel, le dará a nuestra sociedad las características de una sociedad en plena guerra civil.”

Posteriormente se hace un listado de las principales acciones militares realizadas entre recuperaciones de armas, ajusticiamientos, asalto y ocupación del Consejo Central de Elecciones en marzo, asaltos a bancos, reparto armado de propaganda, ataque con explosivos a la embajada de Chile, sabotaje con explosivos en comandancia local de Oratorio de Concepción; quema de buses, sabotajes con explosivos a puestos de la Guardia Nacional, PCN, FOCCO, OMCOM, etc., en protesta por la masacre de campesinos en cantón La Cayetana, San Vicente.

Asimismo, señala que “en el terreno de la comunicación con el pueblo para impulsar las tareas político-militares, los órganos clandestinos han aumentado e intensificado su labor, y nuevos periódicos clandestinos de las FPL llegan a distintos sectores. La Prensa Revolucionaria de las FPL la integran:“EL REBELDE”, “PRENSA OBRERA”, “JUVENTUD REBELDE”, “EL CAMPESINO REBELDE”, “GUERRILLERO”, “EL MAGISTERIO REBELDE”, y “ESTRELLA ROJA.”

Y plantea que para 1975 “el pueblo tiene ante sí las siguientes tareas:
lº) Desarrollar al máximo la lucha reivindicativa de masas.
2º) Ampliar la base política orgánica clandestina de la Revolución.
3º) Elevar a nuevos escalones la Lucha Armada Revolucionaria. Todo ello para hacer avanzar la estrategia de Guerra Popular hasta la Victoria Final.”

El servilismo de los oportunistas: “El gobierno de Molina “punto intermedio” entre la democracia y la tiranía.”
En una acida crítica al PCS y a su principal dirigente Schafik Handal, este artículo sostiene que “el último descubrimiento de los oportunistas criollos en sus serviles halagos al régimen, es que el actual gobierno encabezado por Molina ya no es una tiranía sangrienta, continuación del régimen militar que se instaló desde hace más de 40 años sobre una montaña de cadáveres y que se sostiene a base de crímenes, fraudes, imposiciones y atropellos de todo género; sino que ahora está en “un punto intermedio” entre los regímenes tiránicos y los gobiernos “democráticos.”

Enfatiza que “tal “caracterización” que busca adormecer al pueblo para que este no continúe con el curso de la lucha decidida que ha emprendido, es un regalo de año nuevo que los serviles oportunistas le obsequian al régimen tiránico de turno y es música muy del agrado del mismo.”

Agrega que “tal aspecto (sobre el “punto intermedio”) fue subrayado por conocido personero del partido pseudo-comunista al refutar algunas afirmaciones aparecidas recientemente en el reaccionario Diario de Hoy, refiriéndose a declaraciones hechas fuera del país por la misma persona. En las explicaciones, dadas a conocer por noticieros radiales de esta capital, refuta cuestiones secundarias tales como “que no es estudiante fósil”, que no se ha referido a diputados, que no dijo que el gobierno de Molina debe ser como los de Panamá y Costa Rica, pero deja en pie, recalcándola, su caracterización del gobierno de Molina como “punto intermedio.”

Afirma que “desde hace varios años, los sectores avanzados del pueblo, ven con asco la política que despliegan los oportunistas, revisionistas y reformistas burgueses que, para llevar a cabo su labor, tratan de encubrirse tras los honrosos nombres de revolucionarios y comunistas.”

Sostiene que “todo el pueblo se da cuenta, porque lo experimenta en carne propia, que el actual gobierno ( así como sus antecesores) es una feroz tiranía militar al servicio de la oligarquía criolla y del imperialismo yanqui, que mantiene un cerrado estado de represión sobre todos los sectores populares y que trata de aplastar a sangre y fuego todo intento de nuestro pueblo por liberarse de la opresión política y de la explotación económica, que lanza sus fuerzas represivas cargadas de bombas lacrimógenas contra los obreros huelguistas, que acrecienta el aparato de represión contra el campesinado, que le asesina masivamente cuando estos exigen tierra donde trabajar, que desaloja por millares a los campesinos de sus tierras (Cerrón Grande, Comalapa, El Litoral, etc.)…”
El FAPU trata de desacreditar acciones guerrilleras

Denuncia que “en publicaci6n fechada el 16 del presente y responsabilizada
por el FAPU a través de un “sector” del mismo, se ha incluido entre una serie de hechos criminales realizados por el gobierno, nada menos que una de las operaciones revolucionarias de las FPL.”

Agrega que “al enumerar diversos actos del gobierno y de la reacción: a) el asesinato de campesinos de “La Cayetana” c) el atentado con bomba explosiva perpetrado por fuerzas reaccionarias en casa de un maestro (enero’5); d) los ataques del “Diario de Hoy” a Monseñor Aparicio; y E) la escasez artificial del azúcar; se ha incluido en el literal B) como “uno de los hechos que repugnan a la conciencia de todo hombre”, la operación revolucionaria
(“Héroes Campesinos de La Cayetana”) realizada por las FPL el 26 de diciembre en la madrugada por medio de la cual Comando Armados de nuestra organización detonaron simultáneamente en distintas zonas del país, explosivos en locales de la Guardia Nacional, del PCN, de FOCCO y OMCOM, organismo estos últimos creados en el marco de la guerra contrarrevolucionaria para restar base social a las fuerzas revolucionarias del pueblo.”

Considera El Rebelde que “las acciones realizadas por los Comandos Armados de las FPL dentro de la “Operación Héroes Campesinos de La Cayetana” como lo puntualizo el comunicado de nuestra Organización fueron un potente llamado de atención a todo el pueblo sobre los crímenes cometidos por el gobierno en el campo y especialmente en “La Cayetana”; sobre el vital problema de la tierra que sufre el campesinado…”

Analiza que “lo verdaderamente lamentable que evidencia esa publicación
es la situación ideológico-política en que ha venido a caer el FAPU. Este frente, creado como un medio de alianza basado en el trabajo conjunto con los dirigentes oportunistas de los organismos tradicionales de masas, proclamó la necesidad de unirse en un solo canal orgánico con diversos sectores, incluyendo a los revisionistas, para la lucha por reivindicaciones económicas y
democráticas, considerando necesario hacer concesiones ideológicas a los mismos como medio para “llegar a las masas”.

Sostiene que “tales cálculos que no están basados en una evaluación realista de la situación en las fuerzas populares, en un periodo en que ya la guerra
prolongada del pueblo ha iniciado su marcha, pronto fracasaron estrepitosamente: los oportunistas, con su doble juego favorable a la burguesía, con su deshonestidad política y deslealtad característica hacia sus aliados, siguieron sus propios planes y dejaron plantado al “nuevo frente”: ni sirvieron de vehículo para que elementos más avanzados llegaran a las masas,
ni pudieron ser desenmascarados ideológicamente en el seno de las mismas como proclamaban estos. Como siempre, los oportunistas jugaron su propia carta marrullera frente a sus pretendidos “aliados” y, el aspirado frente “amplio” se estrechó y estancó.”

Asegura que “las FPL que desde un principio cuestionaron tal esquema de alianzas, seguirán insistiendo con paciencia pero con determinación:
ES NECESARIO CONSTRUIR LA MAS SOLIDA UNIDAD A NIVEL REVOLUCIONARIO PARA IMPULSAR SIN VACILACIONES LA GUERRA REVOLUCIONARIA DEL PUEBLO QUE TIENE COMO EJE FUNDAMENTAL LA LUCHA ARMADA POPULAR INDISOLUBLEMENTE UNIDA A LA LUCHA DE MASAS POR
LAS REIVINDICACIONES ECONOMICO, SOCIALES Y POLITICAS URGENTES.

Y concluye que “en esa alianza de calidad superior, es necesario garantizar que el pensamiento y la práctica proletaria revolucionaria sea el elemento determinante y no el pensamiento clasista burgués o pequeño-burgués.”

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