El Chile que queremos: el desafo de los trabajadores y del mundo social

I) NUESTRA VISION DEL PAIS:

Al iniciar un nuevo siglo, el que termina nos evoca una poca de grandes acontecimientos para la humanidad: importantes transformaciones sociales, dos guerras mundiales, la revolucin tecno-cientfica que reemplaz a la revolucin industrial. Slo en los ltimos 30 aos, los chilenos fuimos actores y testigos de la llegada del gobierno popular de Salvador Allende, sufrimos el golpe militar de 1973 y luchamos por recuperar la democracia y la libertad, para luego disponernos a ser parte de la reconstruccin democrtica del pas.

Sin embargo, a diez aos de iniciada la transicin democrtica, el pas es prisionero de un sistema que no permite avanzar en las transformaciones polticas, econmicas, sociales y culturales que nos permitan transitar a una sociedad justa y solidaria, donde el pilar fundamental del desarrollo sean los hombres y mujeres que habitamos el vasto territorio nacional.

Es urgente construir una fuerza poltico social de carcter nacional, democrtica, unitaria, solidaria. Que recoja las ms nobles tradiciones de nuestra vida republicana y se inspire en los principios y valores humanos que han caracterizado al movimiento social y sindical desde siempre.

Hace falta un movimiento que se replantee y que defina con claridad cul es El Chile que queremos, y lo convierta en el programa de una fuerza poltico social capaz de instalarse como una alternativa en medio de un bipolarismo que pretende avanzar en consagrar en la conciencia de nuestros hermanos el que no existe otra posibilidad, que la realidad es sta, que ya no es posible soar, que es el fin de la historia, que las utopas se acabaron y que ya no tiene sentido luchar.

Nosotros sostenemos que Chile tiene una alternativa: sta se incuba entre nosotros mismos y tiene como orientacin la esperanza de una vida mejor. Se trata de imaginar y construir el Chile que queremos los hombres y mujeres de nuestra patria, los que an tenemos esperanza y podemos soar.

No compartimos el Chile actual.

No nos gusta que nuestros hijos no tengan pleno acceso a la educacin si no cuentan con recursos y que muchos se deban conformar slo con saber leer y escribir.

No nos gusta que nuestras familias no tengan acceso a la salud mientras unos pocos tienen el privilegio de atenderse en excelentes centros privados.

No nos gusta que nuestros pensionados, jubilados y montepiadas tengan que vivir en la pobreza despus de haber entregado su vida para hacer grande a este pas.

No nos gusta un pas inseguro, con desproteccin laboral, con cesanta, con empleos precarios y sin dignidad.

No nos gusta un pas que no impulsa el desarrollo de su industria nacional y su propio desarrollo tecnolgico, entregando su riqueza a los grandes monopolios nacionales y transnacionales y que cierra las posibilidades a los micro, pequeos y medianos empresarios que generan ms del 80 % de la fuerza productiva del pas.

No nos gusta un pas donde las mujeres y jvenes viven una situacin laboral marcada por una fuerte segregacin, constituyndose en puestos de trabajo precarios, los peor remunerados y de menor jerarqua en la sociedad.

No nos gusta un pas en el que se niega la identidad de los pueblos indgenas y se reprime al pueblo mapuche en su lucha por conservar sus tierras ancestrales y preservar sus derechos.

No nos gusta un pas en que los profesionales, los artistas y los intelectuales se ven frustrados en sus aspiraciones de jugar un rol social importante en el desarrollo de nuestra sociedad.

No nos gusta un pas donde la libertad de expresin y el pluralismo informativo esten amordazados por la concentracin monoplica de la propiedad de los medios, convertidos en voceros de un pensamiento nico.

Es legtimo que no compartamos un pas que nos margina. Tenemos el derecho de querer una patria distinta, porque tambin somos chilenos. Es con nuestras manos, con nuestra inteligencia, que se construyen la riqueza y el crecimiento nacional y, por tanto, queremos ser parte de ese crecimiento.

Tras diez aos de transicin democrtica, no aceptamos que se mantenga:
– La brecha entre ricos y pobres y se profundice una injusta distribucin de la riqueza.
– Una forma de hacer poltica al margen de los anhelos, intereses y participacin de las grandes mayoras.
– El peso de los poderes fcticos y del dinero en la definicin de nuestras polticas nacionales.
– Un sistema de representacin poltica en el Parlamento que no abre sus puertas a todos los sectores, en particular a los trabajadores y representantes del mundo social.
– Un Chile regido por una Constitucin Poltica aprobada en los marcos de un rgimen opresor y dictatorial.
– Una poltica econmica que despoja a nuestra patria de sus principales riquezas naturales, que ha entregado las empresas del Estado a los grandes consorcios, los que siguen liquidando nuestras fuentes laborales y sojuzgan a sus trabajadores imponindoles jornadas laborales excesivas, sin proteccin social y en la ms absoluta inestabilidad.

II) EL CHILE QUE QUEREMOS:

El Movimiento Social Organizado, con una alta vocacin progresista, desde siempre ha tenido la aspiracin de un Chile con justicia social, democrtico, solidario; que ponga al centro de su quehacer poltico, econmico, social y cultural al ser humano como inspiracin principal.

Un pas donde la distribucin de la riqueza sea pensando en todo Chile y en todo chileno, lo que implica una pronta y adecuada reforma tributaria.

Un pas con democracia, donde todos tengan cabida en los organismos de representacin poltica, lo que debe traducirse en una sana y necesaria superacin del sistema binominal para pasar a uno representativo.

Un pas en que el ciudadano, a travs de organizaciones reales y coordinadas, se convierta en el actor que determine las polticas sociales, econmicas y culturales.

Un pas donde nadie que viole los derechos humanos goce de impunidad, donde impere el pleno derecho y la igualdad ante la ley y donde la soberana del pueblo est por sobre los poderes fcticos.

Un pas industrializado, con empresas nacionales, que haga de nuestras riquezas naturales una inagotable fuente de empleos estables, de calidad y justamente remunerados.

Un pas con relaciones laborales democrticas, que permita que los trabajadores tengamos una negociacin colectiva real y en igualdad de condiciones.

Un pas que d seguridad a su gente, donde el trabajador pueda salir tranquilo a trabajar, sabiendo que tiene asegurada su fuente laboral, que a fin de mes podr cubrir sus necesidades econmicas bsicas.

Un pas que asegure salud, educacin y vivienda a todos los chilenos.

Un pas seguro, sin miedo, no slo respecto de la delincuencia, que no es otra cosa que el fruto insano de una sociedad enferma.

Este pas que queremos an no cristaliza.

A lo que estamos convocados hoy, todos aquellos que soamos un Chile distinto, que tenemos la esperanza de dejar a nuestros hijos una patria justa y solidaria, es a reconstruir una fuerza poltica que surja desde el mundo social para dar respuesta a la urgente necesidad de una clara alternativa.

III) NUESTRA INVITACION A HACER POLITICA DESDE LO SOCIAL.

Despus de un siglo de vida poltica en nuestro pas, para muchos, la sola militancia partidaria no da el ancho ni el espacio para la construccin de una sociedad mejor. Pareciera que en Chile estn prohibidos los sueos, anhelos y esperanzas.

Constatado esto, invitamos a todos quienes viven en medio del movimiento social la dura realidad de Chile, a imaginarse un pas distinto, a sentirlo y a trabajar por l.

Queremos construir un gran movimiento poltico social amplio, que se plantee rescatar y dignificar la poltica como un servicio social ciudadano, cuyo fundamento principal sea fortalecer la expresin social en lo poltico. Por lo que una gran tarea ser la de ayudar a reconstruir el movimiento sindical y social desde una visin autnoma y democrtica.

Esta es una interpelacin a todos aquellos que creen en la posibilidad de un Chile distinto. Es un llamado a los independientes, a las trabajadoras y trabajadores, a los pobladores, a los jubilados, a los jvenes y estudiantes, a los pequeos y medianos empresarios, a los intelectuales; en definitiva, a todos los que creen que puede existir un Chile mejor y estn dispuestos a entregar lo mejor de s para que ello sea realidad. Un espacio donde la nica condicin es compartir y trabajar por cambiar el actual estado de cosas.

Nos une la sublime aspiracin de una democracia de verdad.

En Chile somos muchos y tenemos la fuerza y la razn. Es tiempo de convertirlas en una verdadera Fuerza Social y Democrtica, que legitime al mbito social como un actor necesario para construir El Chile Que Queremos.

FUERZA SOCIAL

Santiago, Abril del 2001

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