Participe en la campaña del PAR en 1967 Entrevista con Celia Pineda Dubon

Participe en la campaña del PAR en 1967 Entrevista con Celia Pineda Dubon

SANTA ANA, 21 de enero de 2018 (SIEP) “Desde muy pequeña me incorpore a la lucha revolucionaria por transformar a El Salvador, a la lucha por la justicia social y la paz…”nos comparte Celia Pineda Dubon, en la tranquilidad de su casa rodeada de sus pinturas y de su hermoso jardín lleno de orquídeas.

“Me influyeron principalmente las ideas y el sacrificio de mi hermana Eloísa, y también de mi hermano José Alfredo, dirigente magisterial, fundador de ANDES 21 de junio, de mi padre Pedro Pineda Alvarenga, que fue fundador del Partido Comunista y que falleció en 1976 a los 62 años….él fue transportista a nivel de Centroamérica, motorista y finalmente taxista del Parque Colón, casado con mi madre Teodora Dubon.”
“Y así pude conocer a muchos militantes y dirigentes comunistas como Virgilio Guerra y Daniel Castaneda, como Pedro Yan, como Eduardo Camporreales y Alfredo Acosta. Todos ellos fueron mis referentes de lucha. Mi papá iba a organizar a los pobladores de las comunidades de aquí del volcán de Santa Ana. Siempre fui muy apegada a él.”
Cuando tenía como siete años me acuerdo que iba con mi papá a los repartos de propaganda del Partido, las hojas volantes las llevábamos dentro de botes de leche Ceteco, mi papá nos llevaba al centro en el carro, y repartíamos en los mesones de ese entonces…
Cuando tenía como diez años viví una experiencia que me marcó profundamente, capturaron a mi hermana Eloísa. Ella falleció en Costa Rica en 1996. Bueno, la capturan y nos llegan a avisar a la casa que se la habían llevado. Esto fue allá por 1962 en las actividades del FUAR. Resulta que ella estaba asistiendo a una escuela de entrenamiento político-militar allá en San Salvador, en un lugar llamado La Campiña, y cayó la policía y capturaron a todos los participantes y a los maestros, incluyendo entre estos a Schafik (Handal) y Carlos Quijada, Nicolas Rivera, José Antonio…
Nomás supimos de la captura de Eloisa y de los demás compañeros iniciamos aquí en Santa Ana una campaña de denuncia para que fueran puestos en libertad. Había que sacarlos de la cárcel…y al final lo logramos, pero me golpeó fuertemente esta captura, estaba muy pequeña…
Estuve en la Vanguardia de la Juventud Salvadoreña
Ya siendo adolescente me organice en la Vanguardia de la Juventud Salvadoreña, la VJS. Venía Mario Aguiñada a atendernos políticamente. Y pasábamos tiempo con otros jóvenes en el local del PAR junto con Alfredo Acosta y Antonio Moran, al que mi papá le decía Morancito. Ya era para la campaña del doctor Fabio Castillo, finales del 66 y principios del 67.
Para ese tiempo estudiaba en el INSA, y me acuerdo que fui reina de los bachilleres de Occidente, pero eso no quitó el sueño.También jugué en el equipo de sofboll del INSA.
Me acuerdo también que nos llevaban a limpiar casas de seguridad para reuniones de la dirección política. Y había que tener un alto nivel de discrecionalidad, de compartimentación, esa fue mi escuela de clandestinidad…Virgilio nos contactaba por eso me afectó mucho cuando leí en los periódicos el “Yo renunció…” seguramente influenciado y presionado por su hijo, que siempre fue de derecha.
Esta también fue casa de seguridad, esta es la casa histórica donde siempre vivíamos con mi papá y mi mamá. Aquí estuvieron reunidos Schafik Handal, Raúl Castellanos Figueroa, Roberto Castellanos Calvo, Salvador Cayetano Carpio, Roque Dalton y muchos más…
Me acuerdo que una vez nos mantuvieron encerrados durante como tres días, en una bodega que antes teníamos donde este ese jardín, porque ellos estaban reunidos, y nosotros desde pequeños aprendimos a entender ese tipo de reuniones que eran importantes, y lo más interesante es que nadie nunca se enteraba, porque nos hubieran preguntado, ellos entraban y salían de la casa en horarios diferentes…
Como VJS hacíamos muchas actividades, mezclábamos la labor política con la labor cultural. Hacíamos bailes, yucadas, rifas, caminatas. Hacíamos pintas y poníamos mantas, en esa época una favorita era: “Cuba Sí, Yankees No.” Usábamos unas crayonas de esterina roja. Me acuerdo que una vez me equivoque y puse Cuba con ve pequeña, o sea Cuva, y me empezaron a bromear y de atrevida regrese al lugar que era público y discretamente, mi padre me mando a corregir el error.
Participamos en la campaña del PAR que llevaba de candidato al doctor Fabio Castillo. Fue una campaña muy agitada. A veces me ponía a vender bonos, otras veces iba repartiendo volantes en un carro Chevrolet descapotado que tenía Farid Handal, que era el orador estrella de la campaña, ya que con su oratoria levantaba a las masas populares…También estaba el Dr. Noyola y Quijada. Una vez fuimos al Cuco y era el día de mi cumpleaños. Y se lo dijeron al Dr. Castillo pero como no tenía los audífonos no entendió. Luego que se los puso le volvieron a decir y ordenó: Postre a Celia, por favor.
Me acuerdo que una vez fuimos a Chalatenango, con una amiga de nombre Rosa Melida, que era dirigente del sindicato de panaderos, del mismo que era Carpio…También fue esa vez una compañera de nombre Rosada, que era la compañera de Alfredo Acosta.
Allá en Chalatenango cuando llegamos me impactó que en el centro del parque estaba un cuadro de la tierra que prometíamos como PAR, porque nosotros fuimos los primeros que después de 1932 hablamos de reforma agraria, pero las tierras estaban cubiertas de cruces, ese era el mensaje que nos estaba mandando la derecha, los militares de ese entonces que nos iban a matar como efectivamente lo hicieron después…pero en ese momento, al terminar el mitin, la Guardia Nacional nos disparó, en las puertas de las casas quedaron los hoyos de los balazos que tiraron…
Pero antes de eso cuando estábamos iniciando el mitin el cura del pueblo empezó a repicar las campanas para que no se oyera en el pueblo lo que decíamos, nuestros mensajes antimilitaristas…y como esto no les funcionó llevaron los pecenistas a la banda de guerra, y entonces a Farid se le ocurrió mandarnos a comprar limones al mercado y nos pusimos a pelar y comer limones y entonces los de la Banda ya no pudieron seguir tocando, porque se les hizo agua la boca…
Farid era un excelente improvisador, se las inventaba en el momento…Y también bailamos para la audiencia, me acuerdo bailamos El Mar de Ray Coniff, que estaba muy de moda en ese tiempo…A mí me miraban y decía la gente : ahí está La Zarquita.
Lo que no le he contado es que mis papas se oponían a que fuera a Chalatenango, incluso mi hermano y mis hermanas se oponían, decía que iba a ser muy peligroso, porque Chalate era muy reaccionario, de derecha, pero yo en mis adentros me decía: “yo tengo que ir.” Era una cuestión de honor. Y siendo todavía una muchacha de 15 años desafié a mi familia y me fui a cumplir mi compromiso revolucionario… y ¿no ellos mismos me habían enseñado esas ideas? Me acuerdo que hable con Farid y me llegó a traer desde Usulután para que fuera.
Luego de la campaña del PAR, participe en el año 68 en la primera huelga de ANDES 21 de Junio, y luego en la campaña electoral de la Unión Nacional Opositora, UNO, que llevó como candidato al ingeniero José Napoleón Duarte. En el 72 intervienen a la U y capturan a mi hermano Alfredo y lo envían exilado a Costa Rica. Lo vinieron a capturar a esta casa, y se lo llevaron golpeándolo, sin zapatos…allá reside todavía.
El amor de mi vida fue Toño Sandoval
Me enamore del que fue candidato a Alcalde en 1963. Me llevaba 20 años pero me enamora locamente de él, fue el amor de mi vida, padre de mis tres hijas…progresista, simpatizante en esa época del PCS y ya para la guerra anduvo con el ERP. Yo no sabía que le gustaba a Toño desde los 13 años, él era amigo de mi hermano alfredo. Me ganó con sus atenciones, así me enamoro. Una vez me trajo una oveja bebe con un lazo rosado en el cuello, muy linda.
Lamentablemente nos separamos, luego que regresó de un exilio político en Guatemala 1973, ya regresó cambiado con una mujer de derecha. Ya tenía yo a Celia Ester. Pero fuimos novios eternos, no quisimos mucho, pero no pudimos vivir juntos. La última hija nació en Costa Rica en 1982. A sus hijas y mis hijas las eduque en el amor a la justicia, con los pies en el suelo, hoy son profesionales , las crie con amor a los pobres porque soy revolucionaria y moriré siendo revolucionaria, orgullosa de luchar por los demás sin nada a cambio. Ah y en 1971 hicimos con Toño un viaje maravilloso.
Un viaje en moto desde Nicaragua hasta Argentina. Y de ahí en moto de regreso de Argentina viajamos a Chile. Y en el transatlántico Donizzetti de Valparaíso a Panamá. Tres meses estuvimos viajando y amándonos.
En los años 80 me vi obligada a abandonar el país por la persecución política y porque intervinieron de nuevo la U, y ametrallan a mi hermano Manuel Pineda Dubon, que andaba con el FAPU y tenían tomada las instalaciones de la U. Le dio el tiro de gracia un militar de la segunda brigada de infantería de apellido Pineda, hermano de Aniceto Porsisoca. Entonces un militar nos avisó que nos iban a llegar a matar y me fui para Nicaragua, nos fuimos huyendo, dejamos abandonada esta casa.
Me incorpore allá a la solidaridad con las luchas del pueblo salvadoreño, me acuerdo trabaje con la esposa de Chanti Ruiz, una compañera chilena que ya murió, Blanqui… Recibíamos educación revolucionaria de Miguel Mármol que me acuerdo que siempre aconsejaba que “un revolucionario debe de andar siempre ordenado” porque la gente se fija como nos vestimos, como hablamos, como nos comportamos y debemos ser siempre ejemplo.
Hacíamos actividades, y vendíamos artesanías salvadoreña, me acuerdo que mi hija Celia Ester, bien chiquita, pero me ayudaba a vender…Una vez pasó Daniel Ortega a una de nuestras ferias y se interesó, se le quedo viendo a un pirograbado del Che, y con mi hija, pensamos y nos dijimos: ¿se lo damos? Y así lo hicimos y él lo agradeció. A ella le gustaba mucho como hablaba y como era Tomas Borge, el Ministro del Interior. También los sábados hacíamos y vendíamos pupusas en la UNAN.
También me incorpore en Nicaragua a las Milicias Populares Sandinistas y llegue a ser oficial. También pertenecí a los Comités de Defensa Sandinista. Cuando en 1981 llega Fidel Castro a Nicaragua, con mucho orgullo puedo contarte que participe de su seguridad como miliciana…
Luego de los Acuerdos de Paz regrese a mi patria, Santa Ana. Soy una apasionada de recuperar la memoria histórica de las luchas populares. Y rescatar la memoria histórica de héroes y heroínas, y mártires y martirezas de la guerra en El Salvador , incluso soy responsable aquí de la Memoria Histórica en el FMLN. Concluyo diciéndole que en mi vida siempre ha sido fundamental la revolución, la justicia social, la verdad, mi familia, la música, el arte.

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