SAN SALVADOR, 5 de mayo de 2010 (SIEP) “La breve Declaración Franco-Mexicana del 28 de agosto de 1981 fue la primera victoria política diplomática del ahora gobernante FMLN, que en enero de ese año había impulsado una ofensiva militar y se encontraba en el plano militar construyendo sus frentes guerrilleros en una estrategia de resistir, desarrollarse y avanzar…”afirmó el Lic. Roberto Pineda, del centro de estudios marxistas “Sarbelio Navarrete.”
“El hecho que los gobiernos de Francia y México públicamente reconocieran que la alianza FMLN-FDR “constituye una fuerza política representativa, dispuesta a asumir las obligaciones y los derechos que de ellas se derivan” fue una clara posición en contra de las políticas guerreristas intervencionistas, que se impulsaban en ese entonces desde la Administración Reagan en Washington” expresó el catedrático universitario.
“Es también significativo que la declaración Franco-mexicana estableciera como “legítimo que la alianza (FMLN-FDR) participe en la instauración de los mecanismos de acercamiento y negociación necesarios para una solución política de la crisis.”
“Corresponde al pueblo salvadoreño iniciar un proceso de solución política global en el que será establecido un nuevo orden interno, serán reestructuradas la fuerzas armadas y serán creadas las condiciones necesarias para el respeto de la voluntad popular, expresada mediante elecciones auténticamente libres y otros mecanismos propios de un sistema democrático.” Están aquí expresadas las coordenadas básicas que originaron después los Acuerdos de Paz de Chapultepec del 16 de enero de 1992.
Es por eso que “la Declaración Franco-Mexicana fue muy controversial, provocó una tormenta diplomática ya que incluso generó un manifiesto en contra de 14 gobiernos latinoamericanos llamado Declaración de Caracas, en el que se alineaban obedientemente con la posición del gobierno norteamericano y su línea de la “amenaza soviética.”
Finalmente reconoció el Lic. Pineda que “la firme y valiente decisión política de los gobiernos mexicano y francés de esa época contribuyeron decisivamente a abrirle al pueblo salvadoreño y su vanguardia, la alianza FMLN-FDR, un nuevo frente de lucha de gran importancia estratégica, la lucha diplomática que unida a la lucha armada, a la solidaridad internacional, y a la lucha popular, permitieron derrotar políticamente a la dictadura militar e iniciar una nueva época que hoy se expresa en un FMLN en el gobierno.”