SAN SALVADOR; 13 de octubre de 2007 (SIEP) El legendario revolucionario salvadoreño Blas Escamilla, de 95 años, ha estado hospitalizado en las últimas dos semanas para recuperarse de una neumonía.
Los pastores de la Iglesia Luterana Popular Ricardo Cornejo y Roberto Pineda realizaron una visita pastoral a este luchador social que durante su vida ha sufrido exilios, cárceles, torturas, persecuciones, y que inicio su militancia política en 1946 en Costa Rica, con el Partido Vanguardia Popular.
En 1956 regresó a El Salvador para incorporarse a la lucha que realizaba el Partido Comunista de El Salvador, capturado al salir del Aeropuerto de Ilopango y torturado en las celdas subterráneas de la Policía Nacional, junto con José Celestino Castro y otros revolucionarios de esa época.
Al ser liberado se incorporo a la lucha sindical y luchó junto con Salvador Cayetano Carpio desde el Sindicato de Panficadores, el cual había ayudado a crear en agosto de 1944.
“Fíjense que luego de los Acuerdos de Paz el Partido me envió para hacer trabajo político en San Marcos. Fui el primer coordinador del FMLN en San Marcos y tengo el honor, lo digo sin jactancia, de haber logrado el primer gobierno municipal. Buscamos al Doctor Guzmán y este nos aceptó la candidatura y ganamos…”
“Antes había estado en Managua y antes había estado en Mariona, estuve preso junto con Lucio, que hoy es Concejal de San Salvador y con el Dr. Ibarra, ¿vos lo conoces verdad? Fui del COPPES. Y cuando salgo de la cárcel yo feliz que me iban a mandar a la montaña para poner en práctica los conocimientos que adquirí, porque hice un curso de guerra de guerrillas, en Cuba, fue duro, atravesamos toda la Sierra Maestra, pero mi desilusión fue que me dijeron que mejor me iban a poner en la solidaridad internacional y desde allí hicimos también bastante trabajo.”
“Desde cualquier parte uno puede trabajar por la revolución. Lo importante es no perder el rumbo, mantenerse fiel a los principios, yo si volviera a vivir volvería a ser revolucionario, revolucionario comunista…Y no creas que me voy a morir, no me voy a morir todavía…Algún día será, pero esta vez no…”
“Salúdenme a todos los que estén mañana en la Plaza, lastima que no puedo llegar, salúdenme a Tania. Díganle que venga a verme, quiero platicar con ella, porque yo conocí mucho a Schafik, por años, por décadas, y también conocí a Raúl, a salvador, bueno ¿a quien no he conocido? Si siempre he andado donde esta la lucha del pueblo. Y lo volvería a hacer…Me siento feliz de haberlo hecho.”
“Y ustedes ¿cómo están? ¿Cómo esta el Bloque Popular Social? ¿Qué me cuentan? Fíjense que antes nos instalábamos e el Parque libertad, allí llegábamos y desde allí saliam a apoyar cuanta lucha surgiera, de los estudiantes, de as vendedoras del mercado, de los empleados…lo importante es no perder ese espíritu de lucha, estar siempre ala ofensiva, no darle agua al enemigo….”