RCTV o la dictadura del mercado
Dagoberto Gutierrez
13 junio 2007.
En ningún momento como éste, la Revolución Venezolana ha estado tan cerca de la realidad política del país y así, lo que en Venezuela es un acontecimiento, el fin de la concesión estatal a una televisora, en El Salvador es un proceso político, es decir la erosión del poder hegemónico de los dueños del Estado.
Todo Estado tiene en su estructura íntima un aparato represivo y varios aparatos ideológicos, ambos aparatos son parte del Estado y puede decirse que están situados en el terreno público porque si bien es cierto que el Estado no es ni publico ni privado es, sin embargo, el punto de partida para establecer la diferencia entre lo publico y lo privado.
El aparato represivo estatal, de todo Estado, comprende el ejército, la policía, el gobierno y sus tres poderes, los partidos políticos, la ley, tribunales y cárceles. Este aparato usa preponderantemente la violencia pero también la ideología aunque no de forma principal.
Los aparatos ideológicos de Estado comprenden la escuela, la familia, la información, la religión, el deporte, etc., éstos aparecen en el mundo privado pero en realidad, por su funcionamiento, corresponden al área pública estatal y todos se encargan de asegurar el control ideológico de la población, de modo que la ideología de los sectores que controlan el Estado, la ideología dominante, sea la preponderante en la cabeza de los seres humanos.
La ideología es como un filtro a través del cual la persona entra en relación con la realidad y está constituida por las ideas, opiniones, pareceres, puntos de vista, sentido común, que son los factores que determinan el comportamiento de los seres humanos.
En realidad, no puede haber ninguna persona sin ideología, puede haber personas sin fe, pero nadie prescinde de eso que se llama ideología, ni la misma ciencia, en este punto conviene no olvidar que nosotros no miramos con los ojos sino con el cerebro y de allí surge la forma diversa de opiniones que funcionan sobre una misma realidad y esto es lo que explica el porque una persona que vive como pobre, come como pobre, bebe como pobre, duerme como pobre, piensa, sin embargo, como rico.
En El Salvador y durante el Estado Oligárquico Cafetalero, el aparato ideológico preponderante era la Iglesia y de allí se aseguraba el funcionamiento de los otros aparatos; pero después, al cambiar el Estado Cafetalero por el actual Estado Financiero, el aparato ideológico fundamental pasó a estar constituido, por los llamados Medios de Comunicación. No hay que olvidar, en esta línea de razonamiento, que la Fuerza Armada desempeñó un fuerte papel ideológico desde 1932 hasta el fin de la Guerra Popular aunque sea la violencia su principal naturaleza.
El actual Estado Financiero se ha deshecho de la mítica figura del Estado de Derecho y ha organizado lo que puede llamarse, con certeza, Estado de Mercado, éste es, precisamente, el que asegura la dictadura de mercado.
Hablamos de un mercado globalizado y globalizante que convierte todo en mercancía, que cosifica al ser humano y personifica a las cosas, que le pone precio a todo y trabaja con la mercancía de la información.
Hemos de distinguir el mercado del comercio porque el primero es una construcción teórica, ideológica, económica, política y militar, en tanto que el comercio es el intercambio sempiterno de la humanidad con la humanidad; por cierto que en el mundo globalizado, el mercado llega a prohibir el comercio.