RIO DE LA PLATA, Ago 11 (alc). El placer sexual no tiene nada de malo ni de perverso, sin embargo existe una oposicin religiosa que lo estigmatiza partiendo de viejas tradiciones culturales que no corresponden a los textos bblicos, sostuvo Margarita Lais Tourn, pastora de la Iglesia Valdense del Ro de la Plata.
“La sexofobia responde a ‘un sistema de exclusin’ que perdura en los tiempos actuales en diversos conceptos, como sostener que el acto sexual es pecaminoso, que la mujer induce al pecado, que la virginidad es sinnimo de bondad e incluso restringir el sacerdocio a los varones”, dijo la pastora Lais Toun.
Asegur que esa cosmovisin no tiene sustento en los textos bblicos, cuyo Antiguo Testamento acepta la vida material y sensual sin ver nada malo en gozar sanamente de todas las alegras; celebra el erotismo y el amor sexual.
Cuestion que la salvacin se haya limitado a lo espiritual “como si la propuesta de Jess no hubiera sido integral, alcanzando a los cuerpos, las mentes, las almas, es decir a todo el ser humano. Hay muchos relatos bblicos en que como parte del plan salvfico Jess restablece la salud del cuerpo fsico y tambin restablece la integracin de personas excluidas al cuerpo social”, puntualiz.
“Ustedes han sido llamados a la libertad”, dijo a ms de 350 participantes del Coloquio Interdisciplinario “Educacin, sexualidades y relaciones de gnero”, desarrollado del 4 al 6 de agosto en la Facultad de Filosofa y Letras de la Universidad de Buenos Aires.
Lais Tourn fue una de las oradoras del evento que, desde el rea de las ciencias de la educacin, convoc a representantes de diversas disciplinas, teniendo a su cargo la perpectiva religiosa.
“El enfoque cristiano para abordar el tema de la educacin sexual debe tener como puntos centrales: la cosmovisin positiva y los conceptos de indivisibilidad de cuerpo y alma as como los de libertad y responsabilidad cristiana”, consider la ponente.
Tourn tiene a su cargo la pastoral juvenil de la Iglesia Valdense tanto en Argentina como en Uruguay, tiene una especializacin en temas de gnero y es coordinadora
del Foro de Mujeres del Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI) en Argentina.
En su intervencin sostuvo que para muchos cristianos resulta difcil asociar sus creencias con la libertad porque sus experiencias con la moral cristiana “ha estado signada por represiones de una doctrina legalista y autoritaria”. Sin embargo advirti que Jess no dej una lista de preceptos de lo permitido y lo prohibido. “No puedo entonces en el campo de la tica, deducir de la Biblia una moral prescriptiva”, dijo.“Es un ejercicio mucho ms complejo y fecundo el que el cristianismo nos invita a hacer”, agreg.
Afirm que ocuparse de la sexualidad humana significa afrontar un problema central de la vida. “No es una cuestin marginal sino constitutiva de nuestro ser” y advirti que el discurso sobre sexualidad tampoco es “uno ni inmutable, sino que est sujeto a cambios”.
La pastora afirm que la tradicin protestante ha considerado la sexualidad en la dimensin de libertad-responsabilidad de cada creyente y consider que hacer precisiones “ a cualquier costo” sobre un terreno tan discutible como la sexualidad humana “ es avasallar las conciencias”.
“Ms que reglas lo necesario es caminar sendas justas que no hagan lugar a imposiciones y exclusiones. Esta bsqueda en libertad debe mantener nuestra
capacidad crtica en medio de nuestra sociedad individualista, violenta, consumista, patriarcal, que desvirta al ser humano y por lo tanto a la sexualidad”, sostuvo.