Tres aos despus de la derrota electoral de la derecha liberal, el balance del gobierno social-liberal polaco es catastrfico. Frente a la grave crisis poltica y a la ausencia de una alternativa creble en la izquierda, la esperanza solo puede venir de la construccin paciente de una izquierda anticapitalista.
En 2001, por segunda vez, un amplio electorado de izquierda expuls a la derecha del gobierno para instalar en l a la Alianza de la Izquierda Democrtica (SLD), un partido socialdemcrata salido del POUP, partido en el poder bajo el antiguo rgimen burocrtico. No solo una parte del pueblo polaco suficiente para imponer su voluntad en las elecciones parlamentarias prefiri ser gobernado por una fuerza llamada “poscomunista” que por una mezcla de fuerzas de derechas reagrupadas en la Alianza electoral Solidarnosc (AWS) y apoyada por el sindicato del mismo nombre; adems, elimin del parlamento a la gran mayora de los componentes de esta alianza, en particular, la Unin por la Libertad (UW) salida de la antigua “oposicin democrtica”.
El ajuste de cuentas de las masas polacas con los vencedores de 1989 convertidos en restauradores del capitalismo y promotores del liberalismo econmico no poda ser ms implacable. Hoy, Polonia parece un barco sin rumbo que deriva inexorablemente hacia una montaa de hielo. Miembro de la Unin Europea (UE) desde el 1 de mayo, es el estado ms corrompido de la Unin, dando, al mismo tiempo, una tasa de paro del 20% y el nivel de salarios reales, con Eslovaquia, ms bajo. Corrupcin febril e insolente, poltica econmica liberal sin reparos a pesar de su fachada “social”, proteccin impdica de los intereses del ms poderoso magnate econmico del pas, Jan Kulczyk, utilizacin de los servicios secretos para ello y con otros fines polticos, sumisin completa de la poltica internacional a los intereses del imperialismo estadounidense y participacin en la ocupacin militar de Irak, contra la voluntad de la inmensa mayora de los polacos: este es el resumen del balance del go!
bierno socialdemcrata.
Ostentosamente machista, Leszek Miller, el hombre de hierro de la SLD, deca que “el hombre es apreciado no por la forma de empezar sino por la de terminar”. El 2 de mayo, ha dimitido del puesto de Primer ministro, desacreditado y abandonado por su propio partido. Hundida en una grave crisis poltica y moral, la SLD se ha dividido en dos partidos socialdemcratas cuyas diferencias polticas son difciles de situar. El estado est paralizado en gran medida. Desde hace un mes y medio, hay un gobierno nombrado por el presidente Kwasniewski pero incapaz de obtener el apoyo de una mayora parlamentaria. La composicin actual de la Dieta no permite formar gobierno, pero Kwasniewski se obstina en rechazar elecciones anticipadas. Tras dos reformas liberales propiamente desastrosas, el Sistema nacional de salud corre el riesgo de hundirse a corto plazo, pero la parlisis gubernamental no permite tomar medidas de salvamento.
Frente a una socialdemocracia dividida, a punto de perder las elecciones, no queda ms que la derecha liberal (la Plataforma Ciudadana, PO), el populismo rural y provincial oscilante entre la izquierda y la derecha (Samoobrona o Autodefensa), la derecha conservadora (Ley y Justicia, PIS) y la derecha radical y extrema (la Liga de las familias polacas, LPR). Ninguna alternativa parece dibujarse a la izquierda: marginal, dividida e influyendo muy poco en las relaciones de fuerza, la izquierda radical sigue siendo algo ficticio. Un ejemplo: se ha anunciado a la izquierda anticapitalista europea que se presentara una lista comn de la izquierda anticapitalista polaca para las elecciones europeas. Se ha visto que era una operacin sin fundamento. Los trabajadores, por su parte, paralizados por el paro masivo, desorientados, desprovistos de una referencia poltica de clase y desmoralizados, tienen muchas dificultades para movilizarse. En el mejor de los casos, llevan a cabo luchas defensivas aisladas y a menudo desesperadas. El fondo de esta gran crisis poltica, es la formacin en Polonia, en el interior de la UE imperialista misma, de un capitalismo dependiente y perifrico. Es por ello fundamental, en la reflexin y en la accin, construir una izquierda anticapitalista.