Fui de las FAL en 1980… Entrevista con Iván Yash

SAN SALVADOR, 16 de febrero de 2010 (SIEP) “Nos estuvimos capacitando militarmente unos meses antes del 11 de enero de 1981, los entrenamientos los realizábamos en Quezaltepeque, por la noche, en donde esta la lava…” nos comparte Iván Yach, excombatiente de las Fuerzas Armadas de Liberación, FAL, brazo armado del PCS.

“En diciembre nos informaron que nos íbamos a encampar. A finales de diciembre del 80, después del 24 me convocan para San Marcos, fue como el 26 de diciembre y me fallo el contacto y tuve que quedarme ahí, vagando, le pedí a una gente que me diera donde dormir en el patio…ahí conozco después a la mara del primer campamento de las FAL. Ahí nos concentran. Había gente que había llegado de la Isla, estaba Mariano, que vive en Estados Unidos, y alguna gente del mismo San Marcos. Estaba el Lobito Daniel…

El Jicaron, primer campamento de las FAL

Nos llego a traer Chepon, hasta ahí lo conocí, nos vamos por el lado de Opico y nos lleva a un lugar de Atiocoyo y empezamos a caminar por un sitio conocido como El Jocote. Esa vez incluso creo que iba El Caballo. Íbamos seis en el carro. Al llegar nos regalaron unas boinas verdes. Llegamos a un lugar llamado El Jicaron, entre El Paisnal y Aguilares. Hace poco pase y pude identificar ese cerro…allí establecimos el primer campamento de las FAL. Éramos alrededor de 30 combatientes. Ahí pasamos el Año Nuevo 1981.

Por problemas de descoordinación no realizamos ninguna acción para el 11 de enero de 1981, sino que a la semana siguiente, como el 17 de enero hicimos un ataque nocturno a la Hacienda Las Marías, con resultado negativo. Esta fue una acción coordinada con fuerzas de las FPL. Hubo resistencia y cayo El Bollo, o sea Rafael que era de Santa Ana y logro meterse a la hacienda. Quedo herido en el combate y fue abandonado y luego acribillado por los soldados que estaban apostados en la hacienda y que tenían una .50 y eran un batallón. En la madrugada nos retiramos. Luego llego un avión Push and Pull a labores de hostigamiento. Y luego el ejército metió un operativo a la zona, Nos ubicaron y salimos en guinda. Días después nos avisaron que venia otro operativo…y salimos a enfrentarlo. Fuimos como 15 o 20 bajo el mando militar de Rene Armando. Aunque todavía estaba Chepon con nosotros. Pero era falsa alarma y nos regresamos al campamento.

Cuando veníamos de regreso, nos dividimos en dos columnas, una dirigida por Chepon y otra por el teniente Lito; una venia por la calle y otra por el monte paralelo a la calle, al pasar por el campamento de las FPL que estaba cerca del nuestro nos extraño que estuviera vacío. Nos metimos a un callejón y al irlo atravesarlo recibimos la orden de agacharnos y regresar. Y ahí mismo empezó la balacera…Habían emboscado a Chepon, estaba oscureciendo. Nos fuimos caminando, en la noche lo encontramos y logramos llegar a la carretera del cantón. Regresamos a los días y nos encontramos con que nos habían matado a 8 compañeros. Cayó Celia, de San Vicente; Bernardo, joven hondureño, que venia de San Marcos; Juan, joven de Ciudad Delgado, otro joven de Santiago Nonualco que olvido el nombre, Rodolfo, achinado, regordete, de lentes, de alrededor de 35 años, que era el Comisario Político; cayo en una emboscada, le dieron un balazo en la pierna; Rigo, que era de AES, alto, peludo, de bigotes, chistoso. Y dos días antes nos habían matado a otro compañero que salio para buscar contactos, le decíamos El Colocho era de Quezaltepeque. Con mucha tristeza abrimos una zanja y enterremos a nuestros compañeros. Nos habían dado un fuerte golpe. A la semana siguiente nos cayó otro operativo del ejército. Nos habían ubicado.

El mando decide que nos trasladábamos para Guazapa. Iniciamos la lenta marcha hacia un cerro que se veía envuelto en llamas. Nos detenemos. No sabíamos que pasaba en el cerro y decidimos esperar una semana más. Y nos cae otro operativo. En realidad no estábamos operando, no teníamos control de territorio, solo pasábamos escondidos en charrales. En esos trajines de ir de un lado a otro perdí mi mochila con mi ropa. Luego cayó Celia, la enterramos y tomamos rumbo a Guazapa, era el 1 de febrero de 1981, habíamos pasado en el campamento del Jicaron desde finales de diciembre y todo enero. Nos mencionaban a Guazapa como territorio bajo control nuestro, del FMLN.

Rumbo al Cerro de Guazapa.

Como dato curioso cuando llegamos a Guazapa nos encontramos con una fuerza militar llamada Comandos de Liberación Nacional, CLN, que no pertenecían al FMLN. Se les explico la necesidad que se incorporaran al proceso unitario y decidieron integrarse al ERP.

Cruzamos el río Guaza de madrugada, nos bañamos y al salir nos dan la noticia que tropas del ejercito se están acercando, algunos de nosotros cargamos hasta tres fusiles debido a los compañeros que han caído; alcanzamos a llegar a 3 Ceibas, a un campamento de las FPL donde nos dieron comida, y luego empezamos a subir el cerro rumbo al Roblar, que quedaba como a mil metros. Fue entonces que comenzó una ofensiva que duro 44 días, termino hasta el 14 de marzo cuando salio Duarte por televisión ofreciendo amnistía a los “alzados en armas.”

Llegamos a El Roblar, exhaustos, era la punta del cerro, un sitio extraño. Había un cafetal enorme. Y había un nacimiento de agua. Pasamos allí 15 días. Vimos a Renato, que en ese momento era de las RN y luego se hizo de las FAL. Era el hermano mayor de Mao Mao. Luego logramos bajar el cerro, llegamos a Palo Grande, y allí surgieron operativos enemigos por todos lodos, que nos obligaron a irnos para El Franco. Paso siete días atrincherado en la parte baja de El Franco hasta que llegan a relevarme. Bajamos a la casa de Lito Melara, un hacendado de la zona. Y allí llega el ejército, y se inicia enfrentamiento.

Decimos subir de nuevo el cerro. Esta fue una época que pasamos a la defensiva, huyendo, escondiéndonos. Y luego salimos para El Salitre. Descubro que nos habían dado paja, aquí en Guazapa había gente, pero desarmada. Ya para ese entonces en los últimos días de esa ofensiva enemiga, andaba un G3. En una de esas caminatas, veo que de unos montes empieza a salir un montón de gente, de masas campesinas, como 200 personas. Incluyendo niños, ancianas, etc. Nunca había visto tanta gente. Allá en El Jicaron era despoblado.

El cielo se veía lleno de fuego, el enemigo se había tomado El Roblar. Y ya no quedaban cerros, acordate que Guazapa es una hilera de pequeños cerros, y ya solo quedaba el nuestro que ya iba ser tomado, me preguntaba para donde podíamos huir. Estábamos en el cerro El Zapote conocido también como Los Jarros. Odir que estaba herido plantea que habia que llegar al centro del cerro. O sea ir de El Zapote hasta el otro lado, con masa, lo hicimos, bajamos el cerro y subimos de nuevo, y ya estaba amaneciendo, se veían las luces del enemigo, bajamos por Las Pacayas, bordeamos y saltamos a El Ishcanal, allí la población nos dio de comer.

Dieron la orden de tomar posiciones en el cerco de piedra, entre La Campana y Los Jarros, que son cerros gemelos. El enemigo no sabia cuanta fuerza teníamos. Era la Guardia Nacional y al final no pudieron subir. Todos estábamos allí en Los Jarros, era nuestro último baluarte. Nos dieron 60 tiros, 60 cartuchos y nos dijeron que esto era patria o muerte, o sea que vencíamos o moríamos. Paso un helicóptero rafagueando, se deslizo hasta la zona baja del Lago Suchitlan, y me emociono ver como en todo ese trayecto de cerca de 200 o 300 metros le seguíamos rafagueando, estábamos presentes en la zona, habia presencia guerrillera…

Luego pasamos tres meses sin establecer contacto con el Mando, hasta que Rene Armando lo restableció. En esa época incluso tuvimos la visita de El Pajarito, del Comandante Miguel que después cayo, te estoy hablando de Lito Aguiñada. Esos tres meses me los pase en harapos, no tenia ropa y mis zapatos estaban rotos, andaba en camiseta. Luego mejoro la logística. La RN fue muy solidaria, nos regalaron comida. Hacíamos postas hasta de tres días sin comer ni dormir. En mayo restablecimos contacto. Nos visito Chepon, llego logística que tanto necesitábamos, hasta nos llego gente de la Metro que venia huyendo de la represión gubernamental. O gente que empezó a enviar el Partido. Venia gente que habia sobrevivido a la represión de Montecarmelo en Soyapango, donde mataron a muchos jóvenes organizados.

En junio de ese año el ejército desplegó una nueva ofensiva de tres días que logramos derrotar, se la desbaratamos. Incluso quedo en Guazapa el jefe de ese operativo, un coronel que olvido su nombre. Y luego de esa derrota ya no llegaron, nos dejaron tranquilos hasta diciembre de ese año, el cerro fue nuestro, solo nuestro. Esa fue la primera vez que oí y vi a un avión Fouga Magíster, era espantoso, insoportable el ruido que producía, daba vueltas y vueltas y así paso una semana. Metieron hasta un tanque hechizo, lo metieron por Aguacayo y venia serpenteando cuando Misael Gallardo, de las RN, apunta con una 57 mm. Y le pone a la tanqueta, y todavía le dispara otro para asegurarse. Y la tanqueta queda boca abajo…llevaba hasta una ametralladora eléctrica que fue para nosotros una novedad que habia que experimentar y lo que mas nos gusto es que llevaban pollo frito, mucho pollo frito, que ni lentos ni perezosos empezamos a devorar allí mismo…en el Museo de la Palabra esta una foto donde aparezco encima de esta tanqueta. Anda vela…

La Navidad de 1981 me toco asistir a una recepción. Camine 23 horas hasta San José las Flores. Salí a mediodía. Habia primero que llegar a El Salitre, que tomaba tres horas, luego bajar hasta Piedras Pachas y luego a Las Flores. Hacer la recepción y luego de regreso.
El siguiente año, 1982, fui trasladado a Cinquera, al campamento La Escopeta. Era una vida tranquila. El enemigo llegaba pero de vez en cuando, no era tanta la actividad militar. Una vez atacamos al pueblo de Cinquera, penetramos pero perdimos a cinco compas que cayeron. A finales de este año llegaron nuevos compañeros. A ese campamento lo conocíamos como la Escoputa porque era un lugar maldito, árido, donde no se encontraba comida y abastecerse era una odisea, era un sitio plano, pequeño, en un hoyo. Solo para conseguir agua habia que ir al lago.

Guazapa 10

Y en diciembre del 82 nos fuimos para Guazapa para un congreso del partido. En realidad era una reunión de la dirección del FMLN. Estaba Schafik y gente del comité central del PCS, y también de las otras fuerzas, solo Joaquín (Villalobos) faltaba. Allí celebramos la Navidad y el Año Nuevo.

Y allí nos agarro en enero del 83 el Guazapa 10, el operativo enemigo más grande de la guerra. Miles de tropas, 11 mil efectivos y apoyo aéreo, bombardeos, etc. Habían llevado de todo. Nos querían sacar del cerro. Nos quedamos con Damian, aunque el Chele Locadio era nuestro jefe, aquel allí vive todavía en la Ungo…Logramos evadir el cerco enemigo. Nos ordenan bajar y tomar punto sobre Calle Nueva para garantizar el paso de nuestros compañeros. Me dan un FAP, que es un fusil ametralladora de la Segunda Guerra Mundial, casi una reliquia. Después el ejercito lanzo una contraofensiva. Y fue aquí donde murió la Lic. Marianella Garcia Villas, que habia sido diputada del PDC y trabajaba con organismos de derechos humanos. Las RN se movilizaron hacia Copapayo, las FPL y el PRTC hacia Pepeshtenango.

Logramos regresar a nuestro querido hogar La Escopeta. Y cuando me disponía echar un merecido descanso descubro que mi hamaca estaba siendo ocupada por nada más y nada menos que por el Comandante Simon. Habían llegado otros compañeros como Marcelo, Sabino, el mismo Chele Merino (Ramiro).

Me nombran para equipo de guardaespaldas de Schafik, que va en caballo. Llevo una radio naranja. Paso monitoreando. El ejército aplica persecución. Pasan helicópteros. Pasamos Quezalapa. Hay explosiones. Llegamos al lago. Iba a pasar el Estado Mayor al otro lado, a Chalate…y lo hizo, se quedaba de este lado el Chele Merino. Íbamos acompañando las FAL en pleno, unos 200 hombres. Pasamos por Pepeshtenango, y luego bajamos al lago, a Copapayo. Y por allí se veía circular los más variados uniformes y banderas, parecía una feria subversiva, pregunte si no íbamos a hacer una línea de fuego.

El Chele Merino indico: vamos a tener que romper el cerco. Aquí ya la cagamos, nos quieren cercar, por lo general se retiran luego de un operativo pero esta vez están improvisando, nos vamos a tener que enfrentar con el Batallón Atlacatl en plena retirada…se oyen los aviones bombardeando Santa Bárbara. Un pelotón de las FAL se quedo para detener el movimiento enemigo y lo logro.

Logramos llegar a Copapayo cuando estaba amaneciendo, llegamos rendidos, exhaustos. Venia Arnulfo que nos informo que ya habían pasado todos. Pasamos el cerro el Tigre y nos regresamos a La Escopeta. El enemigo ya se habia ido. Pasamos varios meses sin pena ni gloria. Nunca habíamos tenido una victoria militar hasta que se planifico una operación conjunta entre FPL y nosotros. Nos tomamos Cinquera. El grueso de las fuerzas era de las FPL.

Después nos tomamos Tenancingo en dos ocasiones. Era radista. Iba con la radio. Combatimos hasta la madrugada, nos bombardearon, asaltamos el puesto de la Guardia Nacional, ellos se habían establecido en una casa que también se tomo por asalto, recuperamos varios fusiles. Detrás venia el Atlacatl que nos aplico persecución, estuvimos como jugando mica con ellos en esa zona del Guiliguishte, nos retirábamos y nos acercábamos, y luego pasamos cuatro días sin comer hasta que logramos subir el cerro El Coyote, allí devoramos unos elotes crudos…

Entramos a Tejutepeque por atrás, desde un cerro se ve la carretera que va a Ilobasco, y en la noche no se veía. Colocamos nuestras ametralladoras en posición. Alas 2 de la mañana ya estaba tomada la plaza. Recuperamos un arsenal enorme. Los de las F lo primero que hicieron fue requisar 2 morteros de 120 m.m. y se los llevaron para Chalatenango. Les cayeron como anillo al dedo para un ataque al final del año.

La Navidad de 1983 lo pase en Chalatenango, preparándonos para la toma de la IV Brigada de Infantería, del Cuartel El Paraíso. Estábamos acampando en el cantón El Limón, arriba de las Vueltas. Hicimos una fiesta para el Año Nuevo. El 31 de diciembre nos dirigimos a El Paraíso.

En marzo abril del 84 fui trasladado a San Vicente, a cerros de San Pedro y al Volcán. Un día bajamos a Santa Clara e hicimos un mitin en la plaza. Llegaron varios jóvenes. Vengan, se van con nosotros, les dijimos. Nos llevamos a 20 jóvenes. Era el reclutamiento forzoso. Para mi fue un fuerte golpe a mi conciencia revolucionaria. Era actuar como lo hace el ejército enemigo. Nosotros habíamos ido a la guerra por convicción, por principios y siempre condenamos esta forma de actuar del enemigo. Incluso en esa ocasión nos llevamos a un joven que había sido del Belloso.

Luego a mediados de ese año me enviaron para San Salvador a buscar contactos, fui a buscar a Neto Panzón y a la Mari a la Iglesia Luterana, me dijeron que la ayuda ya la habían enviado. Trate de regresar y ya no pude, me fallo el contacto, Edgar mi hermano estaba en México y me fui a buscarlo…había pasado tres años y medio en la montaña.

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