ILPES lamenta asesinato de jóvenes en Comunidad Monseñor Romero de San Martín

SAN MARTIN, 23 de agosto de 2011 (SIEP) “Con mucho dolor hemos recibido la noticia del asesinato de esta pareja de jóvenes, casi niños, asesinados cruelmente en esta nuestra Comunidad Monseñor Romero…” expresó esta mañana el Rev. Ricardo Cornejo, de la Iglesia Luterana Popular.

Añadió que “expresamos a nuestra hermana Dora, madre de Miguel, nuestro pésame por la muerte de su hijo y de su nuera, de 16 y 13 años, en las ya usuales circunstancias de violencia fratricida e irracional que nos caracteriza, ya que fueron sacados de su humilde vivienda y asesinados salvajemente…”

Concluyó que “la perdida de un hijo es un dolor inmenso y es el dolor que se esta volviendo cotidiano para miles de familias a lo largo del país, y nos preocupa como Iglesia que las medidas que se adoptan no solucionan el problema, sino solo lo prolongan, y la sangre sigue enlutando más y más hogares de nuestro pueblo.”

Por su parte, el Rev. Roberto Pineda, explicó que “el pasado domingo estuvimos celebrando culto y participó la hermana Dora con su hijo y su nuera, y estuvimos reflexionando sobre Mateo 16:13-20. Fue un momento muy especial…”

“Ante la pregunta de cómo miraba el mundo, que decía la gente de fuera sobre nuestra comunidad, allá en San Martín, respondieron que los calificaban de usurpadores, ladrones, inmundos, mareros, sucios y otras palabras ofensivas. Y entonces les preguntamos, que como se miraban ellos y respondieron que se miraban como gente pobre, necesitada, oprimida, aplastada…”

“Y terminamos orando para que nuestro Señor Jesucristo nos diera la fuerza y la sabiduría para construir una Comunidad fuerte, segura, que se preocupara por los más débiles, por los ancianos, por los enfermos, por los niños y las niñas, incluso hicimos una colecta para una joven que había tenido gemelitos y se la dimos al esposo, y no sabíamos que la muerte rondaba a nuestra Comunidad…hasta aplaudimos la visita de un hermano de Argentina, de nuestro compañero Santiago Hoert. Sabemos que desde este dolor surge la esperanza…”

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