Los desafos actuales de la izquierda brasilea

Joao Pedro Stdile

ALAI-AMLATINA 02/09/2004, Sao Paulo.- La sociedad brasilea
vive un perodo muy especial, por diversas razones. Una de ellas
es el largo perodo de crisis del modelo econmico. Siempre que
hay crisis, hay inestabilidad, pero al mismo tiempo se caracteriza
por ser un proceso de transicin, an cuando no sepamos hacia
donde iremos. Eso va a depender de la correlacin de las fuerzas
sociales.

Despus de 50 aos del llamado modelo de industrializacin
dependiente en la definicin de Florestan Fernndez, en la
dcada de los 80, ese modelo entr en crisis como patrn de
acumulacin del capital. En la dcada siguiente, la clase
dominante brasilea acept un papel de subalterno al capital
internacional y pas a implementar las polticas neoliberales, con
la "ilusin" de que constituira un nuevo modelo de desarrollo de la
economa nacional.

Las polticas neoliberales desnacionalizaron nuestra economa,
debilitaron el poder del Estado y dieron libertad total al capital
internacional. Pero esa subordinacin no condujo a un nuevo ciclo
de desarrollo. El capitalismo internacional haba entrado en una
fase de total hegemona del capital financiero, mezclado con los
grandes grupos monoplicos, que dominan el comercio, la
industria y los servicios.

Ahora, la forma principal de acumulacin es en la esfera financiera.
Se acumula por medio de los intereses y del lucro en la compra
de acciones de las empresas estatales o nacionales ya
instaladas; y se da total libertad al envo de remesas al exterior.
Nada de eso genera riqueza nacional, empleo, trabajo, distribucin
de renta.

En doce aos de esas polticas, la economa, como todo,
permanece inestable. Independientemente que el PIB crezca,
permanezca inestable o decrezca, las grandes transnacionales y
el capital financiero siempre ganan. O sea, el modelo no sirve para
las naciones, no sirve para que las poblaciones mejoren su vida,
pero sirve a las grandes empresas oligoplicas y al capital
financiero.

Cambios y contradicciones

Con resultados sociales cada vez peores, el pueblo entendi el
significado de esas polticas y, en las elecciones de 2002, vot
contra el modelo. No se saba, sin embargo, qu debera ser
colocado en su lugar, incluso por el bajo nivel del debate poltico
de la campaa de 2002. En la desesperacin de la amenaza de la
crisis Argentina, parte de las elites brasileas acept la posibilidad
de cambio e hizo una alianza con la alternativa Lula.

Del lado de ac, del PT y de las fuerzas sociales que apoyaron a
Lula, esa posibilidad era entendida como una alianza tctica entre
la clase trabajadora y sectores de la burguesa industrial, para
enfrentar al capital financiero, nacional e internacional. Pero de
parte de las elites no fue esa la lectura. Hicieron una alianza para
no perder los dedos, y para seguir influyendo en las polticas
pblicas en el rumbo del neoliberalismo.

Pasado casi la mitad del mandato, el resultado est ah. Se sigue
una poltica econmica neoliberal, hegemonizada por esos
sectores de la clase dominante brasilea que controlan toda el
rea econmica del gobierno, desde el Banco Central hasta el
Ministerio de Agricultura. La naturaleza y las consecuencias de
esa poltica todos ya conocemos desde hace 12 aos.
Representan la hegemona del capital financiero, que usa las
polticas pblicas para garantizar sus tasas de lucro, a travs de
los intereses, del poder de oligopolio y de la libertad total de
actuacin.

Y cul la contradiccin que acaba ayudndonos? Es que este
conjunto de polticas de corte neoliberal no se constituy en un
modelo slido de acumulacin de capital y de reimpulso de un
proceso de desarrollo nacional. Podremos tener hasta crecimiento
econmico, pero este ser hegemonizado por el capital financiero,
por el sector oligopolizado de la economa y por las exportaciones
de las empresas transnacionales, que usan el libre comercio para
aumentar sus tasas de lucro.

En esas polticas no hay espacio para la distribucin de la renta,
para la reforma agraria, para el mercado interno, para la elevacin
del consumo de bienes masivos y mucho menos para las polticas
sociales. Sin catastrofismo, con esa opcin los problemas
sociales solo se agravarn. Aqu, en la China o en cualquier pas
que fueran aplicadas.

Ese es el desafo de orden econmico. No hay salida para el
pueblo con las polticas econmicas neoliberales. Ellas solo
interesan al gran capital. Mantenindose en ellas, solo se
agravarn los problemas del pueblo, incluso con el PIB creciendo y
con algunos sectores, en especial vinculados al mercado externo,
aumentando el nmero de empleos.

El desafo de la izquierda social

Y como enfrentar esta realidad? Hay una tendencia natural de
las fuerzas sociales y polticas tener como referencia solo lo que el
gobierno hace. Empero, como se dice en el pueblo , "el agujero
est ms abajo". La sociedad brasilea precisa debatir y construir
un nuevo proyecto de desarrollo, pensando que modelo puede hoy
organizar la produccin y la economa apuntando a encontrar
solucin a los problemas de la poblacin, y no solamente a la
acumulacin del capital. Es preciso una verdadera minga social,
que lleve ese debate a todos los espacios sociales, de las
escuelas, colegios, universidades, sindicatos, iglesias y
movimientos sociales. Y esto extrapola la tendencia simplista de
solo hablar mal del gobierno o defenderlo.

El segundo desafo. En la lucha de clases todo se resuelve por la
correlacin de fuerzas. No basta un ejercicio de retrica, por ms
combativo que sea. Quien no tiene pueblo organizado, no tiene
fuerza para defender sus ideas. Quien tiene apenas ideas buenas,
y no se preocupa en organizar a los trabajadores, a los pobres,
cae fcilmente en el sectarismo, en el izquierdismo o en el
"amarillismo".

La correlacin de fuerzas sociales actual es desfavorable para la
clase trabajadora, por el largo perodo histrico de reflujo del
movimiento de masas. Eso no quiere decir que no hayan luchas
sociales. Pero no existe un movimiento creciente y masivo, que
construya orgnicamente una unidad popular en torno a un
proyecto unificado de cambios. Es preciso estimular las luchas
sociales y la construccin de un amplio movimiento de masas,
unitario, que consiga contraponerse a la hegemona del capital
financiero, que se expresa en las ms diversas esferas de la
sociedad y, a veces, hasta en el movimiento sindical.

Aqu cabe una reflexin autocrtica de todos nosotros. Para
estimular y organizar las luchas sociales es necesario hacer un
trabajo de base, lo que significa para la militancia social dedicarse
prioritariamente a hacer el trabajo de convencimiento y de
organizacin nuclear del pueblo. Precisamos colocar nuestras
energas all donde el pueblo vive, trabaja, y organizarlo.

Es preciso llevar nuestras ideas, nuestros materiales, hacer
pequeas reuniones, ir aglutinando, construyendo fuerza social
organizada. Desgraciadamente, parte de la militancia no percibe
que sin organizar al pueblo no se va a ningn lugar, y muchas
veces se elude con eternas reuniones de cpula o meros
discursos evaluativos de la coyuntura.

Disputa ideolgica

El tercer desafo que la izquierda social tiene se da en el campo de
la disputa ideolgica. Precisamos organizar la disputa de la
hegemona en la sociedad, como nos alertaba Gramsci. No solo
hacer luchas econmicas, corporativas, que pueden resultar en
pequeas conquistas sociales para la clase, pero que no
organizan a la clase para transformaciones sustantivas ni disputan
proyectos en la sociedad.

En este campo ideolgico tenemos varios frentes y tareas
pendientes. Tenemos el trabajo de formacin poltica de nuestra
militancia, de nuestros cuadros, actualmente muy raro. Tenemos
la tarea de construir nuestros propios medios de comunicacin
social: radios comunitarias, televisoras comunitarias y pblicas,
peridicos y boletines. Hasta cuando vamos a estar ilusionados
con conquistar pequeos espacios en la televisin, en los
peridicos y en las radios de la burguesa? Ellos siempre van a
estar al servicio de los intereses de su clase, la clase dominante,
como nos adverta el entraable Perseu Abramo.

Debemos tambin utilizar las ms variadas formas de expresin
cultural. El teatro, la msica, la danza, las artes plsticas y las
fiestas populares representan una excelente forma de
comunicacin social y de ideas con nuestro pueblo.

Como ven, tenemos muchas tareas por delante, si queremos salir
de esa crisis econmica e ideolgica que la sociedad brasilea
vive. Las izquierdas precisan hacer una buena autocrtica y
comenzar a trabajar mirando a largo plazo.

Joao Pedro Stdile es miembro de la direccin del MST, participa
en la CMS.

Agencia Latinoamericana de Informacin ALAI

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