NUESTRO SOCIALISMO

La concentracin del capital sigue avanzando a pasos acelerados, como bien lo seal ya hace ms de 150 aos Carlos Marx. El desarrollo de las fuerzas productivas a travs de la revolucin tecnolgico-cientfica de las dcadas del 80 y 90 imprimi una mayor fuerza en esa direccin. Como consecuencia de ello, poderosas empresas multinacionales incrementaron su poder, se fusionaron con otras o las absorbieron, llegando a la cifra escandalosa de que las 200 empresas oligoplicas ms importantes manejan el 26 por ciento de la produccin mundial.

En sntesis, conjuntamente con esa tremenda concentracin del capital y las riquezas en pocas manos, el mundo actual padece guerras, hambre y desolacin, es el mundo regido por las leyes del capitalismo, por su lgica intrnseca y por su ms feroz expresin, el imperialismo global hegemnico nazifascista.

Pero el capitalismo de hoy atraviesa por una etapa de profundas contradicciones, irresueltas desde su nacimiento y de imposible resolucin en el marco del propio sistema. El intelectual hngaro Istzn Mszros, en su libro Socialismo o Barbarie, seala, entre las principales contradicciones que son insuperables dentro del capitalismo: 1) la produccin y su control; 2) la produccin y el consumo; 3) la competencia y los monopolios; 4) el desarrollo y el subdesarrollo (centro y periferia); 5) la expansin econmica mundial y la rivalidad intercapitalista; 6) la acumulacin y la crisis; 7) la produccin y la destruccin; 8) la dominacin del trabajo y la dependencia del trabajo; 9) el empleo y el desempleo; 10) el crecimiento de la produccin a cualquier precio y la destruccin del medio ambiente.

Este cmulo de contradicciones insuperables por el sistema capitalista se traduce hoy en pobreza para las grandes mayoras, guerras, hambrunas, explotacin y deterioro del medio ambiente. Nunca antes en la historia, la supervivencia de la especie humana estuvo tan amenazada por el poder destructivo del capital. Es por lo tanto vital para la humanidad toda superar, trascender el capitalismo en el menor tiempo posible; porque la alternativa que se nos presenta en el futuro cercano se reduce a la simple contradiccin “vida o muerte”.

“Es necesario trascender el capitalismo, pero agrego yo, el capitalismo no se va a trascender por dentro del mismo capitalismo, no”, seal el comandante Hugo Chvez en el gimnasio Gigantinho en el Foro Social Mundial de Porto Alegre en enero de este ao. Y agreg: “Al capitalismo hay que trascenderlo por la va del socialismo, por esa va es que hay que trascender el modelo capitalista, el verdadero socialismo La igualdad, la justicia!”.

Ahora, de qu socialismo hablamos cuando nos referimos al socialismo que trascender el sistema capitalista? “Es posible trascender el capitalismo por la va del socialismo y ms all, en democracia En democracia!”, afirm Chvez en el mismo discurso.

Pero vale aclarar que, socialismo y democracia, no es lo mismo que socialdemocracia. Si los viejos socialdemcratas de fines del siglo XIX y principios del siglo XX defendan la tesis de que el capitalismo poda ser superado a travs de la lucha parlamentaria, la imposicin de leyes ms justas y una suerte de reformas que “cambiaran” el capitalismo hasta transformarlo en un modelo de corte socialista, la realidad demostr que esa tesis era errnea. Ese socialismo reformista, que hoy pulula con diferentes rostros, con casas matrices en el norte y filiales en todo el planeta, fue aquel que defendi “la carga del hombre blanco” contra dos tercios de la poblacin mundial. Bajo la excusa de que el capitalismo “siempre significaba un avance contra las economas atrasadas de los pases perifricos”, no dud&oac ute; en defender el colonialista y el imperialista en su criminal accionar en todo el planeta. La primera y segunda guerra mundial, confrontacin entre los pases capitalistas por obtener la hegemona planetaria, encontr a los socialdemcratas encolumnados con la burguesa de los pases en pugna. Ese “socialismo” claudicante; nacionalista en los pases imperialistas, cipayo en los pases dominados, negociador y reformista, seudo democrtico, censor de los movimientos nacionales de liberacin del Tercer Mundo, racista y eurocentrista, no puede ser modelo para ningn pas que pretenda avanzar en el siglo XXI hacia la liberacin y la justicia social. El proyecto socialdemcrata entonces, no es otra cosa que una variante, por “izquierda”, de “trascender el capitalismo dentro del propio capitalismo”; “capitalismo humanizado” com! o alternativa al “capitalismo salvaje”. El socialismo “a la espaola”, “a la francesa” o a”a la alemana” lejos estn de ser ejemplo para nuestros pases y pueblos.

Por otro lado, y como ejemplo de socialismo del siglo XX, aparece el modelo sovitico, aquel que imper en la URSS y los pases del este europeo, durante ms de medio siglo, y que demostr su inviabilidad al implosionar impregnado de corrupcin, burocratismo, autoritarismo y diferentes variables de capitalismo con disfraz socialista. La genial obra de Lenin y las masas obreras rusas, sucumbi ante los embates contrarrevolucionarios de adentro y de afuera.

Modelo sovitico, socialdemocracia, socialismo chino, va vietnamita, “juche” coreano, socialismo albans, socialismo autogestionario yugoslavo, socialismo de democracia directa de la Gran Jamahiriya rabe Libia, etctera; son o han sido manifestaciones concretas de socialismo en el mundo entero. Bsquedas originales, experiencias, ideas materializadas en condiciones especficas y momentos histricos determinados. Todas vlidas a la hora de ser analizadas, estudiadas y observadas, pero ninguna apta para imitar o tomar como modelo. No porque sean malas experiencias, muchas de ellas, al contrario, valiosas y trascendentes, que brindan aportes sustanciales para determinadas reas, pero inimitables por su condicin nica e irrepetible. El socialismo es una idea general, un horizonte alcanzable, no abstracto sino concreto, una alternativa real al modo de produccin capitalista, en condiciones histricas determinadas, espacios fsicos singulares y culturas especficas.

Qu socialismo entonces necesitamos los latinoamericanos caribeos? Cul es el socialismo del siglo XXI que debe llevarnos definitivamente a una sociedad justa e igualitaria? No caben dudas de que ser el socialismo que logremos inventar, desde el aqu y ahora. Un socialismo nacional, popular y democrtico: el Socialismo Latinoamericano Caribeo, nuestro socialismo!

En principio, deberemos construir un socialismo sin desconocer los aportes de los grandes forjadores: Carlos Marx, Federico Engels, Rosa Luxemburgo, Antonio Gramsci, Lenin, Mao Ts Tung, Ho Chi Ming, etctera. Pero fundamentalmente y esencialmente, con el aporte de todos aquellos que desde nuestra Amrica bregaron por un socialismo no enajenado, criollo, enraizado con las luchas histricas populares, enfrentado al imperialismo y transitando el camino de la liberacin nacional. Deca el peruano Jos Carlos Maritegui: “no queremos que el socialismo sea, en nuestro continente, un calco; tampoco queremos que sea copia. Tiene que ser una creacin heroica”. Y all estn las figuras y las obras de Manuel Ugarte, Carlos Prestes, Jos Carlos Maritegui, Vivian Tras, Ren Zabaleta Mercado, Salvador de la Plaza, Carlos Delgado, Ser gio Almarz, Jorge Abelardo Ramos, Juan Jos Hernndez Arregui, Alfredo Maneiro, Rodolfo Puigross, Rafael Nuez Tenorio, Gerard Pierre Charles, Antonio Garca, Ernesto “Che” Guevara, Carlos Fonseca, Eduardo Astesano, Fidel Castro, Julio Antonio Mella, John William Cooke, Ral Sendic, Miguel Enrquez, Gregorio Selser, Hctor Recabarren, Agustn Tosco, Farabundo Mart, Patricio Icaza, Francisco Bilbao, Jacobo Arenas, Jaime Hurtado, Salvador Allende, entre otros. Esas deben de ser las bases esenciales para tener presente a la hora de plantear el socialismo del siglo XXI.

Ahora, como es bien conocido por todos, la lucha contra el imperialismo, la lucha por la liberacin nacional es la primera tarea que los socialistas debemos enfrentar. Y esto implica un profundo conocimiento y compromiso con las banderas patriticas, democrticas y de liberacin. Un socialismo desvinculado de las races histricas de nuestros pueblos ser un socialismo abstracto, inconsistente, alienado, invertebrado y meramente testimonial. Las luchas por la independencia no se agotaron aquel 9 de diciembre de 1824 en la pampa de Ayacucho, sino que continan en las luchas del presente. Bolvar, Sucre, “hicieron algo grande –seala Hugo Chvez-, cumplieron la primera etapa de la jornada. Luego vino el fro, se congel todo, y luego la resurreccin y aqu estamos nosotros, pero en la misma larga batalla”.

Ah esta la gran clave para el desarrollo de un socialismo vigoroso y vital, trascendente y militante, ser concientes de que a las banderas histricas del patriotismo revolucionario le sumamos hoy las banderas del socialismo; que estamos en “la misma larga batalla” del Bolvar histrico. Un socialismo nuestro, concebido como necesidad para alcanzar la justicia, la igualdad y la libertad. El socialismo nuestro, el latinoamericano caribeo, ser bolivariano o no ser; ser “creacin heroica”, al decir de Maritegui, o se perder en los atajos de la copia y el calco.

El intelectual y revolucionario venezolano, Haiman El Trudi, en su libro El salto adelante, la nueva etapa de la revolucin, nos ofrece algunas claves para aproximarnos al socialismo que se est construyendo en la Venezuela bolivariana de cara al siglo XXI y que trasciende el capitalismo: “ 1) Se trata de un socialismo de nuevo tipo, que en nada se parece al capitalismo de Estado ni menos a las lgicas totalitarias que en otras latitudes se reprodujeron en otros tiempos; 2) es un socialismo originario que se est inventando a partir de la interpretacin de la realidad venezolana y sus lazos histricos y socioculturales con los dems pueblos latinoamericanos caribeos; 3) es un socialismo que reivindica los aciertos de otras experiencias del mundo y que contextualiza sus contenidos; 4) es un socialismo que centra su fuerza y empuje en nuestras propias races libertaria s, 5) es un socialismo humanista, ambientalista, pleno de energa espiritual, que reivindica el amor, la paz, la solidaridad, la justicia y la libertad; 6) es un socialismo desmitificado, que no trasgrede las libertades y derechos humanos y que enfoca en el bien comn toda su atencin; 7) es un socialismo consustanciado con los tiempos de la historia que se va escribiendo a ritmos acelerados; 8) es un socialismo que se parece poco a los socialismos del siglo XX; 9) es un socialismo construido en colectivo y alimentado por diversas vertientes del pensamiento; 10) es un socialismo que no aplica recetas ni frmulas doctrinarias elaboradas por preclaros intelectuales; 11) es filosofa de la praxis animada por el bloque histrico Estado-Sociedad, y; 12) es la quietud en el ojo del huracn revolucionario. Es el centro de accin transformadora”.

Nuestro socialismo del siglo XXI entonces, caminar al ritmo de la conciencia de los pueblos, llevando adelante una profunda batalla ideolgica contra el pensamiento capitalista dominante, continuando las histricas luchas por la unidad, la libertad y la justicia de los pueblo latinoamericano caribeo, confraternizando con todos los pueblos del mundo, sin perder de vista el objetivo central la felicidad del pueblo y forjando, en la marcha, al hombre y mujer nuevo que salvar a la humanidad de la autodestruccin.

  • Periodista. Director de Cuadernos para la Emancipacin, Presidente de la Fundacin Emancipacin para la Unidad y Soberana de Amrica latina y el Caribe y miembro de la Secretara de Organizacin del Congreso Bolivariano de los Pueblos.

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