SAN SALVADOR, 14 de enero de 2013 (SIEP). La música contagiosa de El Indio acompañó las luchas combativas de los sectores populares urbanos salvadoreños de finales de los ochenta del siglo pasado. En los momentos de mayor represión de la dictadura militar, la música se convirtió en la alegre certeza de la victoria popular. Íbamos a vencer.
Y no era la nostálgica música andina ni la ranchera mejicana, era el pulún-pulún de la ciudad enfrentada a la tiranía, era el cumbión, el ritmo de los luchadores que desafiaban la represión y bailaban en los sindicatos y en las calles proclamando abiertamente las victorias guerrilleras del FMLN de esos años.
El baile se transformó en combate. En reto al imperio y sus sirvientes. “Y la hierba se movía…se movía… y Duarte se cagaba…se cagaba…igual que la oligarquía…”
Y uno de sus fundadores fue el legendario Chiri, nacido Jaime Cerna en 1953, que luego de exaltar en la plaza a la guerrilla tenía que regresar a su casa, clandestino, escondiendo el bajo y los timbales, hasta la próxima presentación.
Fueron tiempos heroicos en los que la vida se ofrecía generosa para el triunfo de los ideales revolucionarios. No había mezquindad. A continuación El Chiri, con su característica humildad y fraternidad, nos cuente su historia que es la historia de El Indio y mucho más.
“Ah, imagínate, te voy a explicar cómo es que surgimos, fue por necesidad, como tarea revolucionaria, había que proyectarnos…y surgimos como expresión sindical revolucionaria, en el sindicato de ANDA, yo trabajaba como programador de computadoras, en aquellos tiempos con el lenguaje COBOL…éramos gente organizada, militantes de la Resistencia Nacional…”
“Aunque te voy a contar, venimos de una misma familia… –sus ojos azules irradian luces de complicidad- yo estuve antes organizado con el Partido Comunista, fui de la Juventud Comunista en 1971. ¡Imagínate, hace 42 años!
“Soy originario de Santa Ana, ingresé allá al Centro Universitario de Occidente, a Áreas Comunes, y empecé a reunirme, pero mi responsable era alguien ya mayor, Rafael Quinteros, Don Lito, que era empresario, atendía con su hermana la agencia de granos básicos llamada Tienda Rosita, en la Avenida Jaime Moran. Vivíamos en el mismo barrio, el Barrio Santa Lucía, que entonces estaba lleno de pinos. Me acuerdo que también era del PC, Carlos Olmedo, que era de la escuela de paracaidistas, del Cuerpo de Bomberos y voluntario de la Cruz Roja.
Estudie bachillerato en el INSA, entonces no estaba organizado, era el año 66, pero cuando entre a la U a Áreas Comunes ya estaba organizado. Y logre conseguir una beca clase B, que significaban 150 bolas en 1971. Me acuerdo de esa época del Cacho, que hoy anda con la TR, que ya estudiaba ahí, y con él y otros amigos pasábamos fumando monte en el redondel del Palmar, nos poníamos bien pedo. Elevados…
Ahí participe en mi primer Desfile Bufo, era todo un espectáculo de creatividad artística y de contenido erótico contra el gobierno y la oligarquía, y nadie se salvaba, mucho menos las queridas de los militares, y los gringos imperialistas. Entonábamos orgullosos el himno estudiantil obligado de aquello época. “Gorilas hijos de puta, los estudiante somos vergones…” y al final pinpirinpiripin… ¿te acordás?
En el 72 nos cayó la Jura, mi primera captura, nos dieron una gran verguiada, el siguiente día nos sacaron a la calle amarrados a todos, y ya en la calle nos dejaron libres, esto me hizo perder mi beca en la U…para ese tiempo mi papá era motorista de la ANDA y él se rebuscó…El le manejaba el jeep al Ing. Francisco José Gómez, que era el jefe de la Zona Occidental. El mismo que acaba de verguear el Batallón Presidencial. Mi papá hablo conmigo y me dijo: mire ya no puedo mantenerlo, lo que puede hacer es irse a trabajar a San Salvador. Acepte y me vine. Alquile un cuarto.
Me consiguieron trabajo en el Ministerio de Salud. Como instructor de salud. Mi jefe era Jaime Rodolfo Morales Ehrlich, el hermano de Toño Morales Ehrlich. El de la Junta de Gobierno cuando Duarte. Me correspondía impulsar una campaña financiada por la OPS contra el Mosquito Aedes Aegiptis. Me tocaba andar inspeccionando domicilios y vigilar que las recomendaciones se cumplieran.
Así pase cuatro años, del 72 al 76 y ya no estaba organizado, porque el contacto lo perdí, y en Salud no había sindicato. En el 76 terminó el proyecto. Y me quede sin chamba. Luego conseguí ubicarme en la Droguería Centro Americana, DROCASA, haciendo medicamentos en laboratorio, ahí se hacían las Mejoral, el colirio Eyemo, etc.
En el 78 trasladan al Ing. Gómez a San Salvador como jefe de la Zona Central de ANDA. Fui a verlo y me atendió. Era abril del 78. Me mandó donde el jefe de personal. En mayo ya estaba trabajando. Me tocaba andar repartiendo recibos de agua en las colonias. Y por la noche me dedique a estudiar, hasta me gradué de contador.
Luego conseguí que me pasaran al departamento de procesamiento de datos. Y me gustó. Hice varios cursos, de sistemas numéricos binarios, de programar en RPG-1, Basic Fort, COBOL, etc. Todo esto me sirvió para conocer sobre diferentes generaciones de computadoras. Después me volví digitador…
Con el PRTC…
En el 78 al regresar a ANDA regrese también a la U y entre en contacto con el Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos, el PRTC. Conocí a Humberto Mendoza, que usaba el pseudónimo de José Lorenzana, el se convirtió en mi Responsable. Fíjate que Humberto fue un amigo muy querido y muy respetado, fue el dirigente principal del Movimiento de Liberación Popular.
Y una hija de él, Tatiana Mendoza murió decapitada, el bombazo en Fenastras en el 89 le voló la cabeza…Humberto era un excelente camarada, cherada, jovial, alegre, humilde, fraternal, muy sensible…además muy disciplinado, ordenado, aprendí mucho de él…en esa época mi pseudónimo era Máximo. En la RN fui Max Enrique.
Reingrese a la U en la facultad de Economía, que en ese entonces se encontraba en la Corte de Cuentas, por donde esta ANDES. Ahí alquilaban. Me metí en administración de Empresas. Me acuerdo del número del carnet: ED 71008.
Con el contacto establecido en la U organice en ANDA el Comité de Bases Obreras, CBO, vinculado al PRTC. Durante la semana era empleado de ANDA pero los sábados y domingo visitaba San Esteban Catarina y Cerros de San Pedro en San Vicente para adiestramiento militar. En una de esas visitas me jodí la rodilla. De esa época me acuerdo de Ricardo Cestoni, que era de oficina, de corbata, pero estaba organizado y participaba en acciones. Me acuerdo de Cazaca, que era el responsable de nuestro colectivo, era alto. Otro de apellido Guevara.
Del 79 al 80 nos declaramos en huelga. Y hasta pusimos una bomba en el Edificio Pacífico. Te aclaró que para esa época no era del sindicato, me refiero a la directiva sino solo afiliado, nosotros como CBO éramos clandestinos, y nuestras actividades eran político-militares, acciones de milicias, sabotajes, propaganda armada…
Y tuve la dicha de participar en la gloriosa marcha del 22 de enero de 1980, junto con las Ligas para la Liberación, que era el frente universitario del PRTC. Mi responsable era José, otro José, sequito, daba clase de arme y desarme en Las Cabañas de la U. Ya entonces había trasladado mi residencia para la UES, aquí vivíamos, aquí comíamos, hacíamos política y todo lo que te podas imaginar. A este José lo matan en diciembre de 1980. Un fuerte golpe para todos nosotros.
Y entonces quede sin contacto. En ese momento todos se replegaron, el colectivo se disolvió, todos estaban chiveados, hasta una compañera sequita de nombre Rita se fue y quede en el aire, aislado…esto hace que no participe en la Ofensiva “final” de enero del 81.
Con la RN…
En el 81 me eligen como secretario para el Comité de Recreación y Deporte de ANDA, cargo institucional. Al año siguiente, me eligen para la directiva del sindicato, del SETA, encargado de relaciones. El secretario general era Carlos Zometa. Ya murió, militante de la RN.
En la primera reunión asiste un asesor de Fenastras, de nombre Mario Cabrera, que en ese entonces militaba en la RN y luego se pasó para el ERP. Le pregunto que como está la jugada ahí. Y me responde: -mirá aquí ya están organizados, metéte a un colectivo de la RN. Le respondo: -cachimbón. Y quedo conectado de nuevo.
Me integro a un colectivo. Era un trabajo muy amplio, había varios colectivos. Y en ese momento me ayuda mucho los conocimientos adquiridos con Don Lito porque de lo que se trataba era de instruir ya no en lo militar sino políticamente a decenas de militantes nuevos, darles a conocer la teoría revolucionaria, el marxismo. Don Lito como buen PC me hizo que estudiara filosofía, economía, historia, sociología, nos preparó en el marco teórico y esto me sirvió mucho en este nuevo desafío, para salir adelante.
Me dedicaba exclusivamente al trabajo político, sin responsabilidades militares. Aunque reclutábamos combatientes en el sindicato. La directiva estaba conducida por un colectivo de cuatro compañeros: Zometa ya mencionado, Eduardo, Chanchan y mi persona. Zometa era el responsable, tenía el pseudónimo de Milton. Te aclaro que hay dos Julio Zometa. El asesor era un compañero de apellido Vanegas.
A mí me tocaba atender a cinco colectivos. Hacíamos análisis de la situación política a la luz de documentos bajados por la entonces Comandancia General del FMLN. En los años más peliagudos de la represión, me refiero a los años 82 al 84, le hicimos huevo en la directiva del SETA.
Nace el Grupo El Indio.
En el año 84, platicando con Rodrigo, que era responsable del FMLN y junto con Joaquín, un zarco, le dije: mirá, toquemos en las asambleas del sindicato. Y me respondió: cachimbón, solo los dos. Acordate que yo era responsable de relaciones, y empezamos a tocar los dos con guitarra y a la gente le gustó. Y luego se fueron incorporando otros instrumentos como la Chanchona (con Gerardo Rivas). Empezamos a tocar sin ponernos nombre. Tocábamos los tres.
Desde cipote aprendí a tocar instrumentos musicales. A los 13, 14, 15 años tocaba en el barrio Santa Lucía y en El Palmar. Y pertenecí a la orquesta American Mazariego. Bueno empezamos a tocar en las actividades del sindicato, Joaquín la guitarra y yo la flauta. Tocamos música popular, de los Guaraguao, de Víctor Jara y empiezan a invitarnos para amenizar huelgas, marchas, actos políticos…
Estuvimos acompañando cuanta huelga hubo en ese tiempo: Etiquetas y elásticos, CIRCA, la Búfalo, que ahí trabajó Febe Velásquez…y también una hermana mía. Quedaba en Cuscatancingo. En huelgas de la misma ANDA, del ISSS. Además de grupo musical El Indio era un colectivo político de militantes de la RN.
En las reuniones hacíamos las canciones de manera colectiva o recibíamos colaboraciones, por ejemplo de Juan José Mejía, de la CEL; llegó y nos dijo: aquí les dejo esta canción…era La suavecita…una cumbia…pero nosotros le pusimos otro ritmo y pegó…era de las favoritas…báilala suavecita…o La hierba se movía…o El Guayabo revolucionario.
Otto Guevara nos regaló Canción para ahuyentar a los malos espíritus…hasta estudiantes del centro Universitario de Oriente, en San Miguel nos daban colaboraciones…en realidad era un trabajo de producción artística colectiva cachimbón…aprovecho para agradecerte porque ustedes también en Comunicaciones de la U nos echaron la mano, me acuerdo de la grabación del cassette. Y te acordas que fue el propio Raúl Beltrán el que hizo la grabación, fue su aporte a la revolución. Fíjate que la primera semana sin paja vendimos 1,000 cassettes, en el 87.
En el 85 me echan de ANDA por subversivo. Echan a toda la directiva del sindicato. Echan a todo el sindicato, completo. Perdomo, el actual jefe de la OIE era el presidente de ANDA y decidió “deshacerse” del sindicato. Perdomo nos acusó a 137 afiliados de pertenecer al FMLN. Para ese entonces mi responsable político era Doroteo Gómez Arias.
Me fui a buscarlo, todo triste y al verlo le dije: me echaron a la mierda de ANDA. Y el saltó de alegría, me abrazó y me dijo: vergón…hoy te quedas a tiempo completo para la revolución…de lo que a mí me dan te voy a dar la mitad. A él le decían El Indio por su aspecto.
El fue capturado el 9 de agosto de 1985. A los días lo mataron. Y apareció “muerto” en la Policía Nacional. Me dolió mucho su asesinato. Y así empecé mi trabajo como funcionario de la revolución. A tiempo completo. 24 horas al día pensando, cantando, escribiendo, luchando por la revolución. Tenía estipendio para mi familia. A la casa ya ni llegaba, aunque ya vivía en el cantón El Cabañal, en Colón.
Entonces me pusieron otro responsable para atender mi trabajo, como se estilaba en ese tiempo. En eso consistía estar organizado. Éramos como un eslabón de una gran cadena, la cadena de la revolución. En realidad fueron dos, uno de pseudónimo Braulio que se llamaba Ronald y Rubén Rojas (Roberto Cañas). Después tuvimos a Fidelina, la de Filosofía, como responsable.
Para ese entonces ya éramos cinco: Joaquín, Gerardo, Carlos Morataya, Rafael Zepeda y este servidor. Y entonces en una reunión les dije: en homenaje pongámonos Grupo El Indio. Y empezamos a presentarnos con este nombre. Fíjate que íbamos a los frentes guerrilleros y armábamos tremendos bailongos.
Por esos años viaje a México a una Escuela Política de la RN. Una capacitación sobre comunicaciones y propaganda. Me acuerdo que allá estaba exilado Eliseo Ortiz, que trabajaba en el CECARI. Y estaba el Chino Quan. Estuve también en Nicaragua en una capacitación de manejo de armas y explosivos. Usábamos un polígono de tiro del EPS.
En el 87 me sacan del trabajo del Grupo El Indio. Me clandestinizan, y me sacan para Nicaragua. Ya como parte del Plan Calentamiento, de generar actividades de masas para lo que se llamaba el Momento Insurreccional. Se crea la Comandancia del Frente Metropolitano. Ahí están Gerson, Roberto Cañas. Lo que después fue la Ofensiva de Noviembre del 89. Regreso de Nicaragua en el 88.
Presos en la Guardia Nacional
Y al nomas regresar me caen a la casa. Fue un claro dedazo. Nos llegan a sacar chulones a la Vilma y a mí. Nos secuestra la Guardia Nacional. Vivíamos en El Modelo, en la calle 15 de septiembre.
Y fue la noche del 24 de diciembre de 1988. Pasamos la Navidad bien vergueados…los dos, nos entubaron hasta el año 89. Me tocó recorrer las cárceles de Mariona, Santa Ana y Sonsonate. Tenían miedo los vigilantes, me acuerdo, que se atacaran los penales.
Gracias a los esfuerzos de Félix Ulloa, Omar Pastore y otros logre salir. Fue Omar el que me sacó con un recurso de habeas corpus. Por cierto hoy lo he visto acompañando a Dago en este esfuerzo del MNP. Salí en abril del 89. De la cárcel me fui para el monte. Estuve en Ciudad Barrios, en Texistepeque, en Comasagua, hasta que llegó la Ofensiva de Noviembre del 89.
Alquilamos una casa en la Colonia Santa Marta y empezamos a llenarla con armas, dos barriles de pólvora, 10 mil detonantes, y el mero día 11 hicimos una fiesta, un pachangón y de la fiesta salimos armados a tomarnos la colonia y así incorporarnos a la ofensiva en todo el país.
Lo que no esperábamos y nos sorprendió es que nos hiciera mierda el enemigo, nos dieron con todo, y ya para matarnos logramos que nos sacaran los de la Cruz Roja, y nos llevaron al Sagrado Corazón, allá en la Escalón, con la hermana Hilda. Y para terminar de joder la Vilma andaba preñada. Imagínate. Pero cuando la monjita me vio llegar al refugio me dijo: ay no usted es muy conocido. Y mejor llamó al embajador mexicano.
Al rato apareció el embajador. Don Hermilio López Bassol. Hablamos y esa misma tarde llegó a traernos. Él personalmente nos llevó al aeropuerto y se aseguró que abordáramos el avión y saliéramos del país hacia México. En México nos llevan a un hotel. Dios días después nos está visitando Oscar Fernández y su mujer Ligia.
Nos incorporamos al trabajo de solidaridad. Todo el 90 nos recorrimos la república mexicana. Hicimos un programa llamado “Poemas y canciones” en el que incluíamos canciones nuestras, y poemas de Escobar Velado, de Roque…estuvimos en Puebla, Colima, Cuernavaca, etc.
En el 91 regreso a la patria…trabaje en la secretaría de relaciones internacionales de Fenastras. Junto con Gerardo Díaz, fuimos nosotros los que hicimos las gestiones Para la construcción del edificio del que luego se apodero y lucró Huezo.
En el 92 me incorporo a un proyecto radial, a la radio Cabal, con un programa de radio junto con Mario Maida. Y luego a la radio Clave. Hicimos un programa llamado El Cabal, el luchador de la radio Cabal. Luchador Social, me refiero.
Eso que me preguntas es otro gran rollo…en síntesis: existe a nivel mundial la Colectiva de la Media Luna y su misión es infiltrar las organizaciones y reclutar mujeres así fue que cayó la Colocha…Otro día te lo cuento.
Del 92 al 95 regreso a estudiar en la UES. En el Plan de Filosofía. Nos graduamos en el local de Fenastras. O sea que soy filósofo dicen. Del 98 al 2000 estuve en Fenastras. Luego me dedique a hacer investigaciones sociales. Fíjate que en el 2005 quede ciego…sí, ciego. Me cayó la diabetes. Y ya no pude trabajar. Y me dedique al comercio y a cantar en chupaderos…
En la actualidad colaboro con los programas artísticos que realiza la facultad de derecho de la UES. He regresado a la fuente…y sigo soñando y luchando por los mismos ideales.