HISTORIA.- 7 de agosto de 1931: se funda el Partido Trabajador de Nicaragua (PTN)
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Por Orson Mojica
El 7 de agosto de 1931, a las diez de la noche, en la casa del obrero Daniel Saballos, en la ciudad de Managua, en una reunión clandestina 52 trabajadores constituyeron el Partido Trabajador de Nicaragua (PTN), el primer partido obrero de Nicaragua. Teniendo como telón de fondo la intervención, de los marines yanquis, la lucha antimperialista encabezada por el General Augusto César Sandino y los valiosos antecedentes organizativos de la Federación Obrera Nicaragüense (FON) y el Obrerismo Organizado, el naciente PTN pretendió organizar políticamente a los trabajadores de Nicaragua en un partido independiente de los capitalistas y terratenientes agrupados en las “paralelas históricas”: los partidos liberal y conservador.
A 81 años de fundación del PTN es necesario rescatar la herencia de lucha de las generaciones anteriores de la clase obrera, estudiar cuales fueron sus principales aciertos, los obstáculos que enfrentaron, etc., para concluir la grandiosa tarea que ellos iniciaron.
Crisis e intervención norteamericana
A finales de la década de los años veinte, el mundo capitalista fue sacudido violentamente por la más grande recesión económica que arrastró a millones de trabajadores al hambre, la miseria y la desocupación. En los países atrasados esa crisis se hizo sentir de manera muy especial.
En Nicaragua, desde el derrocamiento del gobierno nacionalista del General José Santos Zelaya en 1909, se vivió una situación revolucionaría marcada por una prolongada guerra civil, por la ocupación militar de los marines yanquis, que se combinó a partir del año 1926 con la recesión mundial del capitalismo. La caída de los precios del café, principal producto de exportación de Nicaragua, profundizó la crisis económica y provocó la rebelión armada de las masas semi proletarias encabezadas por el General Augusto César Sandino.
En este contexto de lucha antimperialista, de una total quiebra de la economía capitalista, de la ruina de decenas de miles de artesanos en las ciudades, se formó el PTN.
Anteriormente se habían producido dos importantes intentos de organizar gremialmente a los primeros trabajadores asalariados de las ciudades de Nicaragua. La Federación Obrera Nicaragüense (FON) y el Obrerismo Organizado fueron los primeros intentos de los trabajadores y artesanos de organizarse como clase social. Aunque ambas organizaciones hicieron actividad política, estas recibieron influencia de los intelectuales liberales o conservadores, es decir, terminaron siendo apéndices de las “paralelas históricas”.
Con la fundación del PTN se dio el primer paso, a nivel consciente, de organizar políticamente a los trabajadores. Es necesario señalar que, dado el atraso de la economía capitalista en Nicaragua, la mayor parte de la población vivía en el campo. Sin embargo, producto de la recesión económica, en las ciudades se produjo una radicalización de los artesanos y de los pocos trabajadores asalariados, despertando un fuerte sentimiento de independencia política entre estos sectores sociales.
El periodista Onofre Guevara, en su libro “El Movimiento Obrero en Nicaragua”, nos señala que la lucha del General Sandino y el nacimiento del PTN son dos fenómenos coincidentes, producto de las mismas condiciones históricas, “aunque no identificados orgánicamente”. En efecto, el PTN reflejó distorsionadamente el fenómeno de despertar político que se operó en las ciudades, especialmente en Managua, mientras que la lucha del General Sandino reflejó más fielmente la radicalización de las masas semiproletarias del campo, arruinadas por la crisis y que constituyeron la base social del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional (EDSN).
Sandino y el PTN
Hasta el año 1932 se operó una coincidencia política entre el PTN y la lucha antimperialista del General Sandino, cuando aquel adoptó la táctica de boicotear las elecciones de ese año, la segunda “contienda electoral” que se producía en Nicaragua bajo la ocupación de los marines y en donde se disputaron la presidencia el liberal Juan Bautista Sacasa y el conservador Adolfo Benard.
En esa coyuntura, el PTN levantó la consigna “Contra las elecciones, a favor de Sandino”. Fue el primer y último intento de acercamiento con el General Sandino, porque después, en el año 1934, días antes de su asesinato, hubo un intento de entablar contacto directamente con él, entrevista que fracasó por la negativa de Sandino de llegar a un acuerdo político con el PTN.
En las difíciles condiciones políticas creadas por la represión de los marines contra el pueblo, el PTN se dio a la tarea de organizar sindicatos, convirtiéndose en una de las principales víctimas de la represión. Muchos de sus dirigentes fueron desterrados, otros encarcelados. Sin embargo, los heroicos militantes del PTN hicieron innumerables sacrificios financieros para sostener la prensa del partido. El primer periódico fue “El Germen”. Después salió el periódico mimeografiado “Adelante”, posteriormente salió a luz pública “Causa Obrera” y “El Proletario”.
Las vinculaciones internacionales
Los pocos historiadores que han desenterrado la historia del primer partido obrero de Nicaragua, no nos dicen nada sobre las vinculaciones internacionales del PTN. Onofre Guevara insinúa que hubo una influencia indirecta de Agustín Farabundo Martí, cuando este se reunió en la mina San Albino, con quienes posteriormente fundarían el PTN. Sin embargo, no existe ni un solo documento al respecto que nos indique que Farabundo Martí, responsable del Secretariado Rojo Internacional, organismo adscrito a la Tercera Internacional, estuviese dirigiendo o asesorando a los futuros dirigentes del PTN. Gustavo Gutiérrez Mayorga, en su trabajo “Historia del Movimiento Obrero en Nicaragua”, nos informa que Roberto González, dirigente del PTN, había militado en el Partido Comunista de El Salvador. Estos son los débiles hilos de las vinculaciones internacionales del PTN.
En base a lo anterior resulta mucho más fácil caracterizar a posteriori al PTN como un partido con una dirección nacionalista revolucionaria. La dirección del PTN se identificó muchísimo con el Partido Nacional Revolucionario (PNR) de México, que posteriormente se convirtió en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que en ésa época estaba dirigido por Lázaro Cárdenas, quien encabezó la campaña por la nacionalización del petróleo mexicano e inició una profunda Reforma Agraria. Los contactos se realizaron a través del embajador mexicano en Managua, Reyes Spindola,
El programa del PTN
El 1o. de Mayo de 1953, en un editorial! del periódico “Causa Obrera”, el PTN se autoproclamó como “socialista”. En la segunda reunión del Comité Central del PTN se definió, por primera vez, el programa del partido. Fue una mezcla de reivindicaciones democráticas mínimas, con concepciones verdaderamente socialistas. El punto No. 8 de dicho programa estableció la lucha “por la socialización de todas las empresas industriales y agrícolas, controladas por el Estado”. Lo que para Onofre Guevara es un “ultraizquierdismo inocente”, en realidad fue el más importante avance teórico y político de la dirección del PTN.
Sin embargo, es necesario señalar que la dirección del PTN no luchó a fondo por implantar su programa político por el socialismo.
El PTN siempre estuvo dividido en dos corrientes políticas: una colaboracionista que tuvo a sus principales dirigentes en Emilio Quintana y Maravilla Almendárez, y la otra independiente que, pese a su visión nacionalista, siempre trató de desarrollar la independencia política de los trabajadores. Entre esta última corriente estaban el poeta Manolo Cuadra, Carlos Pérez Bermúdez, Augusto Lorío, etc.
Ya hemos explicado cómo el programa del PTN fue una mezcla de reivindicaciones democráticas mínimas con concepciones verdaderamente socialistas. La influencia del PTN en la vida política nacional fue creciendo después del asesinato de Sandino, al grado tal que Somoza García, ya en el poder, se dio una táctica para ganarse a este pujante partido para su proyecto político personal; se apropió del programa mínimo democrático del PTN, haciendo la promesa de promulgar un Código del trabajo y un capítulo de garantías sociales en la Constitución, siempre y cuando el PTN lo apoyara
Somoza García se apropió de las reivindicaciones mínimas
En 1936 se dio el primer intento por parte de Somoza para utilizar al PTN en sus contradicciones con el Presidente Juan Bautista Sacasa, al apoyar y promover la huelga de choferes en protesta por el aumento de precios de la gasolina. Onofre Guevara nos dice que la dirección del PTN se negó participar en la maniobra. Sin embargo, Gustavo Gutiérrez cita las declaraciones del dirigente del PTN, Augusto Lorío, que nos dice “(…) entonces el PTN se lanzó a la calle a dirigir la huelga, pero los petenistas eran inocentes de que se trataba de una maniobra política de Somoza (…) sus consignas eran divertidas, se hablaba del establecimiento del soviet de Managua, de todo el poder soviético. Ellos creían que era el primer paso para la insurrección armada de la clase obrera, pero el dirigente de la huelga era Somoza”.
Poco a poco, debido a la inconsistencia política del programa del PTN, a su visión nacionalista, Somoza García fue abriendo una brecha dentro del PTN, a través de sus agentes a sueldo. Hubo un período en que el periódico del PTN se editó en el diario Novedades, propiedad de la familia Somoza.
El 3 de julio de 1938, oficialmente la dirección del PTN con la oposición del sector independiente apoyó la convocatoria a una Constituyente mediante la cual Somoza García podía relegirse como Presidente de la República.
Producto de este coqueteo entre Somoza y la dirección del PTN, el primer congreso del PTN se realizó en el Palacio del Ayuntamiento de Managua, en plena legalidad. Aunque los elementos prosomocistas no lograron copar totalmente la dirección, la elección de Eduardo Narváez como Secretario General del PTN, fue la derrota práctica del sector independiente. En febrero de 1939, Narváez disolvió al PTN.