Las semillas de la resistencia salvadoreña a los imperios…
Reflexión sobre Mateo 25:34-48
“Sin teorìa revolucionaria, no hay movimiento revolucionario…”
V.I. Lenin
Jesús de Nazaret en su lucha por la paz y la justicia nunca se rindiò. Sufriò derrotas pero nunca se rindiò.Cada momento de su vida estuvo dedicado a pensar las modalidades para conducir a su pueblo a la liberaciòn, a discernir los caminos para enfrentar la dominaciòn del imperio.
En cada època, los cristianos seguidores de Jesùs de Nazaret tenemos ese mismo compromiso. Y en nuestro caso, debemos buscar las raìces de nuestra resistencia, el espìritu glorioso de nuestras abuelas y abuelos caminando siempre con el corazòn iluminado por la lucha.
La construcciòn de una cultura de la resistencia pasa por la recuperaciòn de pasajes claves de nuestra memoria històrica, de los hechos y personajes que fueron marcando los momentos de protesta ante la opresiòn interna o la dominaciòn de los imperios o culturas hegemònicas. El rescate por Jesùs de la herencia antimperialista del profeta Isaìas es un ejemplo de este desafìo, que realiza cada pueblo y que Lenin calificò como parte de la teorìa revolucionaria.
Los callejones secretos de nuestra historia
Recientemente, en una lògica de partir desde abajo, realizamos una primera aproximaciòn a nuestras raìces. Expusimos la tesis de una historia de resistencia, de lucha de una naciòn frente a tres imperios, y dijimos los siguiente:
“En el caso salvadoreño, como territorio mesoamericano podemos registrar la aparición, presencia y dominación de tres imperios principales en los últimos catorce siglos, cada uno de los cuales dejó una huella profunda en nuestro proceso histórico de opresiòn y resistencia. Estos son el azteca, español y estadounidense.”(Pineda 2005 digital)
Esta tesis inicial si bien ayuda en tèrminos de una mirada abarcadora, es un esquema que debemos de superar, enriquecer y reconocer humildemente la complejidad de cualquier intento de periodizaciòn de este perìodo precolombino.
En una segunda aproximaciòn podemos plantear la tesis de seis grandes torrentes o capas culturales, que se derramaron sobre el territorio que hoy es El Salvador. Estos torrentes serìan el lenca, olmeca, maya, teotihuacano, tolteca y nahuat. Y en nuestro caso, la influencia tambièn pok-omame, ulua y chortì.
Debemos de reconocer que no existe uno sino varios orìgenes, no un desarrollo sino distintos tipos y grados, en diversos lugares y momentos, y en el marco de un mosaico geogràfico, ecològico, climàtico, ètnico, religioso, lingûìstico, y tambièn cultural.
Hay que buscar, descubrir, detectar, discernir el hilo de la resistencia en cada uno de estos momentos, y de cara a los diversos horizontes culturales, tarea que no resulta fàcil ya que las culturas dominantes nos destruyeron nuestros libros sagrados e històricos.
No podemos precisar con certeza el origen de los primeros pobladores de nuestro territorio, podemos deducir que se trataba de grupos de cazadores recolectores que se establecieron en las planicies costeras y de los cuales no existen ningun tipo de registro arqueologico.
Su establecimiento coincide con el inicio del llamado perìodo pre-clàsico que va del 1,200 antes de Cristo al 250 despues de Cristo. En este perìodo pre-clàsico nuestro territorio conoce la llegada de dos civilizaciones, la olmeca y la maya.
Los lencas, los primeros pobladores
La aldea màs antigua que registra la historia es Chalchuapa, cerca de la Laguna Cuscachapa que ya para el año 1,200 antes de Cristo es un importante centro econòmico, comercial, polìtico y religioso. Los olmecas obtenìan jade (para ornamentos) obsidiana (para la elaboraciòn de puntas y hojas cortantes) magnetita (para manufacturar espejos) plumas, textiles y cacao, a cambio de instumentos para los rituales religiosos y bienes de prestigio.
Estamos en el inicio de lo que se conoce como el perìodo preclàsico. Sus pobladores practicaban la agricultura, la caza y la recolecciòn. Chalchuapa significa en nahuat Rìo de Jadeitas o Rìo Verde (Rivas 1972) y se refiere al rìo Gueveapa, Pampe o Chalchuapa.
Es muy probable que amplias zonas del territorio salvadoreño estuvieran inicialmente pobladas por tribus guerreras de origen lenca, que hablaban el idioma poton con su dialecto el taulepa. El poton tiene la singularidad de contar con raìces de origen maya y a la vez chibcha.
Los lencas son en la actualidad el pueblo indígena más grande de Honduras. Se calcula que existen alrededor de 100 mil personas que pertenecen a este pueblo ubicado en los departamentos de Intibucá, Lempira y La Paz. En la actualidad es el pueblo indígena que más conserva su cultura y costumbres, a pesar que su lengua desapareció y ahora su idioma es el español.
El tèrmino lenca significa “señores de las rocas”.Eran pueblos guerreros y tambièn agricolas que cultivaban el maìz, el frijol y habìan domesticado al guaxolote o pavo comùn. Su numeraciòn era vigesimal y posiblemente tenìan un sistema de escritura geroglìfica, aun cuando ningun còdice haya llegado hasta nosotros.Una de sus leyendas màs bellas es la de Comizahual. (Larde y Larin 1975)
La presencia ya en el 900 aC de Jayaque, Talnique y Tamanique en el departamento central de La Libertad dan testimonio de esta presencia. Asimismo estuvieron en Cabañas, y en Chalatenango, en las poblaciones de Arcatao y Potonico. (Larde y Larin 1975)
La toponimia lenca se reconoce facilmente por una serie de prefijos y sufijos locativos como tique (cerro) era (sierra) pala (montaña) yagua (valle) teca (valle) laca (planicie) que (piedra, altar) quin (camino) guera (ciudad) y colo (pueblo, lugar habitado)
Los lencas de Sesori tenìan como dios principal a Iselaca, y rendìan culto a la pareja divina y procreadora Itanipuca (El gran Padre) de donde viene el nombre de la poblaciòn Intipuca e Ilanguipuca (la Gran Madre).
Es claro que resistieron a las acometidas de diversas tribus, ya que nunca los obligaron a cambiar el nombre de sus poblaciones como acostumbran hacerlo los conquistadores. Y las montañas les ayudaron bastante para esta proeza històrica y lingûìstica. Al visitar Jayaque esto resulta evidente. Es probable que los primeros habitantes de Chalchuapa llamados mesoamericanos o autòctonos hayan sido lencas. Aquí hay semillas de resistencia.
Chalchuapa de los olmecas, nuestra primer ciudad.
En esta primer fase, años 1,200 aC, Chalchuapa recibe la influencia de la cultura olmeca. Los olmecas eran originarios de la zona del golfo de Mèxico y fueron la primera civilizaciòn mesoamericana. Se especializaron en abrir grandes rutas comerciales que los llevò al contacto con esta ciudad sureña.
Los olmecas, o “habitantes del país del hule”, formaron la primera gran cultura mesoamericana y alcanzaron un gran desarrollo; llevaban y traían diferentes mercancías para intercambiar, entre ellas el hule de Tabasco y Veracruz. A partir del comercio y las expediciones, muchos avances de los olmecas se extendieron por toda Mesoamérica.
Sus centros polìticos fueron Laguna de los Cerros, Tres Zapotes, San Lorenzo y La Venta. Eran grandes constructores y edificaron centros ceremoniales con altares, estelas y cabezas gigantezcas que simbolizaban a sus dioses. Eran tambièn grandes ceramistas y escultores.
Es muy significativo que en determinado momento estos monumentos fueron destruidos o dañados, en una clara señal de protesta frente al caràcter elitista de las cupulas religiosas, que obligaban al pueblo a trabajar para sostener el lujo de esta clase dominante. Esta es una semilla, una señal de resistencia.
Trescientos años despues, circa 900 aC , en una segunda fase, observamos en nuestro territorio una fuerte expansiòn demogràfica y el surgimiento de otras poblaciones que se vuelven tributarias de Chalchuapa, que se desplaza de Cuscachapa hacia la regiòn conocida como El Trapiche. Entre estos nuevos asentamientos se encontraban Jayaque, ( claro nombre lenca) Valle de El Paraiso en el àrea de la presa Cerròn Grande y Los Naranjos en la sierra de Apaneca.
Cuatrocientos años despues, circa 500 aC, en una tercera fase, nos encontramos con un nuevo empuje urbanìstico que amplìa la cobertura geogràfica y que se extiende hasta Santa Leticia en las faldas del cerro de Apaneca, Cara Sucia, en la costa, Tacuscalco en Sonsonate, Atiquizaya y Acajutla, en el occidente. Los Flores, Rìo Grande y El Campanario en el Valle del Paraìso, y el Valle de Copan, en Honduras.
Tambièn El Cambio en el Valle de Zapotitan, Cerro del Zapote y Loma del Tacuazin en el Valle de Cuscatlàn. Y en el oriente, en Quelepa, en el Valle del Rìo Grande de San Miguel. En esta fase se crean sistemas o esferas culturales regionales que reflejaban altos niveles de intercambio entre comunidades. Por esta misma època, años 500 aC, surge en Veracruz la naciòn totonaca, que erige diversas ciudades y templos ceremoniales.
La llegada de los mayas, los maestros de las estrellas
Los mayas surgen como expresiòn polìtica y cultural alrededor del año 200 antes de Cristo. La civilización maya se extendió por el sur de Yucatán, parte de Guatemala y Honduras. entre los siglos III y XV. Los mayas no constituían un estado unificado, sino que se organizaban en varias ciudades-estado independientes entre si que controlaban un territorio más o menos amplio. Tampoco hablaban una única lengua.
Construyeron piramides que eran centros astronomicos. Fueron los arquitectos de Palenque, Tikal, Copan, Piedras Negras, Uxamal entre otros. En determinado momento, el acentuado elitismo de sus clases dominantes los condujo a convertirse en sabios sin servidores, por lo que tuvieron que abandonar sus grandes construcciones. Hubo resistencia popular.
Los mayas aprovecharon las rutas comerciales abiertas por los olmecas y establecieron una fuerte relaciòn comercial con Chalchuapa, en especial de la ceramica conocida como “Usulutàn”que se convirtiò rapidamente en uno de los principales artìculos de comercio en la zona mayence.
Asimismo se controlò el comercio de la llamada obsidiana de Iztepeque. Chalchuapa se convirtiò en un gran centro cultural y religioso de fuerte influencia maya, con un gran mercado y con un gran templo, con mercaderes y sacerdotes. Y seguramente con guerreros.
El volcan de Ilopango impone su furia y provoca un nuevo comienzo
Todo este desarrollo cultural y econòmico alcanzado en cerca de mil años de civilizaciòn fue borrado por la gigantesca erupciòn de volcan de Ilopango alrededor del año 250 despuès de Cristo. Este hecho marcò el inicio de un nuevo desarrollo històrico que coincide con lo que se conoce como el perìodo clàsico que va del año 250 al año 900 despues de Cristo.
Chalchuapa fue abandonada y la poblaciòn buscò refugio en las laderas del cerro de Apaneca, con el tiempo regresaron a su lugar de origen, a las localidades de Casa Blanca y Tazumal, pero ya no logrò alcanzar una situaciòn como la del perìodo preclàsico.
El Cambio fue abandonado completamente y se volviò a poblar hasta 200 años despues distribuyendose en una serie de poblados como Joya de Cerèn de donde emergiò como cabecera San Andres. En el Valle del Paraìso surge Cihuatan. Y lo mismo sucediò con los demàs centros poblacionales del occidente y centro del paìs. Solo Quelepa se salvò de esta catastrofe.
La catastrofe provocò que el comercio maya se desplazara de la costa del Pacìfico hacia las tierras altas centrales y la costa noroocidental de Caribe. Les tomo cerca de doscientos años a estos nuevos centros poblacionales reorganizarse y al lograrlo enfrentaron una nueva amenaza, esta vez de tribus que venìan del norte, los nahuas.
Las migraciones nahuas
Existieron dos grandes migraciones nahuas en Mèxico. La de pueblos de diàlecto nahuat que es la antigua ya que comenzò antes del año 500 dC y siguiò la ruta desde el ocidente de Mèxico, por la costa del oceano Pacifico, correspondiente a los actuales estados de Colima, Michoacan y Guerrero.
Y la de pueblos de diàlecto nahuatl que inicio circa el año 1000 dC, es la moderna y siguiò la ruta, tambièn desde el occidente de Mèxico , por el norte del actual estado de Jalisco, Guanajuato y Querètaro hasta el Valle de Mèxico. O sea que ambas migraciones estuvieron separadas en el tiempo por màs de medio milenio. (Jimenez Moreno 1958)
Entre los pueblos de diàlecto nahuat pueden mencionarse los cohuixcas de los actuales estados de Guerrero y Morelos, que participaron en el desarrollo de la cultura teotihuacana, los toltecas,tanto los de Tula como los que despues participaron en la cultura de quichès y cakchiqueles en Guatemala.
Los pueblos de diàlecto nahuatl son principalmente los llamados chichimecas, acolhuas y tepenacas, los conquistadores de Tlaxcallan y Huexotzinco, y sobre todo los mexica, que ocuparon regiones centrales del Mèxico de hoy en dìa y desde ellas lograron extender su dominaciòn econòmica y polìtica, especialmente en la etapa mexica imperial o azteca.
El idioma nahuat
Jorge A. Vivo Escoto escribio en 1973 un ensayo El Poblamiento Nahuat en El Salvador y otros paìses de Centro Amèrica en el que “trata de relacionar los nombres de lugar a fin de conocer la vinculaciòn existente entre los mismos en aquellos en que se sabe que hubo una migraciòn de pueblos.”
Explica Vivo Escoto que el idioma nahua pertenece a una divisiòn de la familia lingûìstica yuto-nahua que se extiende desde el oeste de Estados Unidos hasta la Amèrica Central. Las migraciones de pueblos nahuas corresponden a los portadores de los dos diàlectos del idioma: el nahuat antiguo y el nahuatl moderno. La distinsiòn entre los fonemas t antiguo y tl moderno , es solo una de las diferencias dialectales, pero desde luego la màs notoria.
Dentro de la toponimia nahuat los principales sufijos locativos son los siguientes: c, co (dentro de, lugar) huic (hacia, desde) tan, titan (entre,debajo de ) apan (rìo) can (lugar) cuyuc (cueva) chan (hogar, casa) huacan (lugar que posee) tenango(lugar defendido) tepec ( cerro). (Rivas 1961)
La primera invasiòn de tribus desde la lejana Teotihuacan
Teotihuacan, la Ciudad de los Dioses, tenía en su época de mayor florecimiento una extensión de más de 20 kilómetros cuadrados y una población de alrededor de 100 mil habitantes. El desarrollo de la cultura teotihuacana abarca un largo periodo de nueve siglos, desde su inicio hacia el año 200 antes de Cristo, hasta su decadencia, ocurrida entre los años 700 y 750 dC.
La llamada Calle de los Muertos, con una extensión de cerca de cuatro kilómetros, quedó trazada desde sus primeras fases con una orientación sur-norte que norma la de toda la ciudad. Se construyó primero la Pirámide del Sol y después la (Pirámide) de la Luna.
En esta época se construyó el gran conjunto urbano conocido como la Ciudadela, ubicado en un espacio de 160 mil metros cuadrados y en cuyo centro destaca el Templo de Quetzalcoatl, uno de los más fastuosos edificios de Teotihuacan, recubierto en sus cuatro fachadas con más de 366 cabezas de serpiente y de otra deidad del agua.
Y fueron precisamente los nahuat los que desde los inicios de la civilizaciòn teotihuacana, circa 400 dC, en pleno perìodo clàsico, iniciaron corrientes migratorias hacia el sur, que llegaron a estas tierras. Entre las màs antiguas de estas sobresalen las tribus nahuas vinculadas al toponimo Cihuat. De esas toponimias perduran en Mèxico Cihuatlan, pueblo de Jalisco, Zihuatanejo, poblaciòn de Guerrero, entre muchas otras.
Adoraban a una deidad femenina, ya que sabiamente relacionaban la fecundidad de la mujer con la fertilidad de la tierra. Estas tribus fueron expulsados de la urbe del norte por lo que llegaron de forma pacìfica o violenta, a diversos pueblos del sur del Pacìfico.
Estos grupos de emigrantes llegan en un perìodo en el que se iniciaba una nueva era, luego de la destrucciòn ocasionada por la erupciòn del volcan de Ilopango. El principal sitio de asentamiento fue la ciudad de Sihuatehuacan, ubicada en la actual ciudad de Santa Ana. Asimismo se establecen en Sonsonate en Sihuanango, en Cihuatan cerca de Aguilares, en Sihuatepeque en San Vicente y Siguapilapa en La Libertad. El vocablo sihuat identifica a este grupo de emigrantes de origen teotihuacano.
Las migraciones cohuixca
Durante este mismo periodo clàsico, del 500 al 650 dC, a la vez que resurgìan ciudades en todo el paìs, llegò una segunda ola migratoria nahuat huyendo de los conflictos desatados en Teotihuacan, donde se sustituye el regimen teocràtico con el culto a Quetzalcoatl por el militarista con el culto a Xipe Totec y que como urbe imperial cae el año 650. En Laguna Seca, Chalchuapa se encontro una efigie del dios Xipe Totec en barro que se exhibe en el Museo de Tazumal. O sea hubieron dos migraciones desde Teotihuacan.
Y los que llegan son nahuat hablantes de origen cohuixca, originarios de Morelos y Guerrero, y se asientan en diversas poblaciones del paìs, en especial en Chinameca, en territorio lenca. Existe Chinameca en Morelos, Mèxico y Chinameca, en San Miguel, El Salvador.
Considera Vivo Escoto que existen otros nombre de lugar que pueden indicar relaciones entre los pueblos de diversas regiones de Mèxico y de El Salvador aunque no es posible para ellos señalar uan cronologìa justificable. Entre estos se encuentran Amatitan (Jalisco) y Amatitan (San Vicente). Colima poblado y cerro en Mèxico y tambièn en El Salvador. Asimismo Tenancingo.
Alrededor del año 650 dC surge en Cholula (Puebla) el imperio de los mixtecos, que dura nueve siglos y se considera la cuna del mito de la Serpiente Emplumada, que luego fue asumido por otros pueblos. Eran tambièn conocidos porque habìan descubierto el papel. Por otra parte,
con la caida de Teotihuacan quedan los mayas como la ùnica potencia regional.
La disputa entre Quetzalcoatl y Tescatlipoca
Tanto en Teotihuacan como en Tula se desplegò un agudo conflicto polìtico, militar y religioso alrededor del control del poder. Un sector, vinculado a la casta militar se inclinaba por la captura de prisioneros para sacrificarlos al dios Tescatlipoca que era la deidad principal, con su ayudante Xipe Totec mientras que otro sector adoraba al dios Quetzalcoatl que aborrecìa los sacrificios humanos. Era un conflicto entre la guerra y la paz.
Es muy interesante teològicamente la propuesta de Quetzalcoatl ya que ademàs de ser una divinidad fue tambièn un rey historico que se enfrentò a los sectores militaristas y reivindico el derecho de los pueblos a vivir en paz.
La llegada de los toltecas
Contemporánea a la caída de Teotihuacan comenzó a crecer la aldea que posteriormente sería Tula en el horizonte Posclásico. Las fuentes etnohistóricas nos hablan que grupos llamados chichimecas vinieron del norte de Mesoamérica comandados por su jefe guerrero, Mixcoatl “Serpiente de Nubes” el cual conquistó el Valle de México, Morelos e Hidalgo.
Al morir Mixcoatl, su hijo Ce Acatl Topiltzin, educado como sacerdote, asume el nombre de Quetzalcoatl. El será el gran fundador de Tula y habrá de personificar la gran leyenda mesoamericana de Quetzalcoatl. Se convierte en una gran ciudad imperio.
Y es de esta tradiciòn que surge la tercera corriente migratoria nahuat, vinculada a pueblos que huyeron de la caida de Tula, capital del imperio tolteca.Abarcò casi todo el territorio y sucediò circa 900 dC y se derramò en ocho direcciones principales: àrea de Chalchuapa, Cuscatancingo, Loma China, regiòn de San Lorenzo en la zona baja del rìo Lempa; Sihuatàn y Santa Marìa en la parte superior del rìo Acelhuate, Metapan-Lago de Gûija, Sonsonate, Acajutla y Costa del Balsamo. Es el inicio del perìodo post-clàsico.
El misterio del abandono de los templos y las ciudades
En un hecho aun sin explicaciòn entre los años 900 y 1000 fueron abandonados los diversos templos de las diversas ciudades construidos por los mayas, teotihuacanos y toltecas. Este abandono clausurò el periodo clàsico y marcò el desmoronamiento del imperio maya.
Es probable que el abandono de los templos estuvo vinculado a la apariciòn de tribus guerreras que los asediaron hasta derrotarlos, a una profunda crisis econòmica y ecològica que los hizo colpasar o a revueltas generalizadas contra el sistema de tributos y de explotaciòn por parte de la elite sacerdotal gobernante. Lo màs probable es que hubieron semillas de resistencia.
La llegada de los nonoalcos
La cuarta corriente migratoria nahuat es la de los nonoalcos, que son grupos que huyen tambièn de la caida del imperio tolteca, de la ciudad de Tula en el 1160. Los nonoalca le rendìan culto a Tezcatlipoca y era un grupo nahuatizado, que descendìa de la antigua poblaciòn nahuat de Teotihuacàn. Ellos se apoderaron del poder en Tula y lo sostuvieron por muchos años hasta que inicia una migraciòn hacia el sur.
Llegan a Quezaltepeque, Antiguo Cuscatlan, al departamento de la Paz (zona nonualca). Son tribus guerreras que imponen su dominaciòn. Su llegada transcurre del 1200 al 1350.
Los aztecas de Tenochtitlan
Tenochtitlan, la capital del Imperio Azteca se creó sobre una isla, que fue ampliada artificialmente hasta incluir la ciudad gemela de Tlatelolco. Otras pequeñas isletas, el cultivo por el sistema de chinampas y operaciones de transformación del lago dieron su fisonomía definitiva a la ciudad.
Pero Tenochtitlan no estuvo aislada, sino que en torno al sistema lacustre se alzaban otras como Xochimilco, Tlapacoya, Iztapalapa, Chalco, y Texcoco que estaban unidas a la capital mediante una tupida red de calzadas. El centro de la ciudad consistió en dos grandes recintos ceremoniales y el mercado de Tlatelolco.
En el año 1300 los aztecas establecen las redes comerciales del Pacifico utilizadas previamente por los olmecas y los mayas para imponer su dominaciòn econòmica. Los aztecas habìan construido un gran imperio. Los aztecas establecieron relaciones comerciales con los pok-omames en Ahuachapan, Atiquizaya y Chalchuapa, que son pueblos de la familia maya-quiche y con los chortìs en Metapan.
En cada uno de estos diferentes momentos se desarrollaron luchas. Tanto reivindicativas como politicas. Luchas que terminan a veces en derrotas y a veces en victorias.Luchas contra diferentes grupos hegemònicos o dominantes. Luchas que fueron tiñendo de sangre y de memoria nuestra historia. Luchas que son escuela y bandera, caracol que convoca a la marcha popular.
Celebrar los levantamientos indìgenas
Anoche realizamos en conmemoraciòn del levantamiento de enero de 1932 una Ceremonia Religiosa Indìgena en el cementerio de Nahuizalco. Estuvo presidida por la Revda. Sihuat Tutut. Recuperamos el silencio y la palabra para rendir homenaje a nuestros màrtires y heroes.
Dejamos que flotarà en nuestras mentes la presencia de Feliciano Ama y de Francisco Sanchez. El tabaco milenario nos trajo la presencia subversiva de Atonal y de Anastacio Aquino. Las oraciones convocaron a Agustin Farabundo Martì. Saludamos la victoria del aymara Evo Morales en Bolivia. Estuvimos inundados por el Espìritu de la resistencia que es el espìritu de Jesùs de Nazaret.
Como Jesùs nunca rendirnos
Y nos descubrimos y nos identificamos como luchadores sociales, seguidores de Jesùs de Nazaret, comprometidos con la defensa de la vida del planeta, internacionalistas y a la vez patriotas, de la iglesia del camino de la lucha, recuperando la memoria històrica, siempre soñando y peleando por el reino de Dios. Amèn.
Rev. Roberto Pineda
Iglesia Luterana Popular de El Salvador
San Salvador, 22 de enero de 2006