Ante la mirada desesperada de los poderosos, cada día que pasa más y más sectores populares se incorporan a la protesta y resistencia ciudadana, para exigir pan, tierra, trabajo, seguridad y regreso del colón. Exigen sus derechos pisoteados por el oficialismo arenero. Es por sus derechos que bloquean calles, hacen marchas, realizan huelgas.
Incluso los policías de las agencias de seguridad privada realizaron esta semana una movilización para exigir mejores condiciones salariales y de trabajo. Las bases de la Policía Nacional Civil se nos acercan para manifestarnos sus críticas condiciones laborales, y hasta los mismos agentes de la UMO expresan su rechazo a la dolarización.
En todo el país crece la protesta social. Las comunidades afectadas por la tormenta Stan exigen la ayuda recibida, otras comunidades urbanas demandan agua, vendedores de CD y DVD rechazan el TLC, operarias de maquilas exigen estabilidad laboral, los sindicatos claman por un aumento salarial, los estudiantes de la UES rechazan un préstamo del BID, familiares de reos exigen mejores condiciones en las cárceles, organizaciones de mujeres protestan por el feminicidio, la gente denuncia el próximo fraude electoral. Y siga y sume…
La protesta social es el rostro de El Salvador. El modelo neoliberal ha fracasado. Este hecho no puede ser ya ocultado por la millonaria propaganda del oficialismo arenero. Cada plaza y cada calle se vuelven trincheras de lucha por la vida. El pueblo sale a las calles a protestar y esto es justo, porque ya no aguanta la situación pero además es constitucional. Son derechos conquistados por nuestro pueblo.
La protesta social masiva y diversificada significa que ARENA ha fracasado en su estrategia de “pacificar” El Salvador. Todos sus recursos mediáticos y sus estrategias de división no han tenido éxito. Y esto les preocupa. Saben lo que viene. Lucha y más lucha social. Antes, durante y después de las elecciones. La lucha social crece como espuma en una olla caliente.
Y frente a esta situación de lucha social y de cara tanto a un proceso electoral en marcha como a la entrada en vigencia del TLC, los sectores fascistas del oficialismo arenero, le apuestan a la represión del movimiento popular. Y es por esto que aprueban sin debate, la Escuela Internacional de Policía (ILEA) para “capacitar” a jueces, fiscales y policías en técnicas de contrainsurgencia, entiéndase torturas y ejecuciones sumarias.
Y es por esto que el presidente Antonio Saca ha ordenado aprobar la Ley Antiterrorista, para criminalizar la lucha y el movimiento social. Pretenden detener la lucha social con represión. Lo mismo hizo el general Romero en 1978. Lo mismo hizo el general Martínez en 1944. Ambas fracasaron porque cuando el pueblo decide lanzarse a la lucha nada ni nadie puede detenerlo.
Les decimos desde ya que no lograran detener las movilizaciones populares. Les decimos desde ya que no lograran parar el ansia de liberación de este heroico pueblo. Pueden violar la Constitución pero no podran nunca poner de rodillas a nuestras organizaciones populares.
Como Bloque Popular Social manifestamos que a más represión, más lucha. La amenazas, la persecución, los desaparecimientos, la cárcel, la tortura que se planifiquen desde la ILEA y desde Casa Presidencial no van a contener el empuje de este pueblo combativo, el pueblo de Prudencia Ayala y de Monseñor Romero.
Ante cada golpe vamos a responder con más organización y movilización popular. Estamos seguros que la aprobación de esta Ley Antiterrorista es un signo de debilidad, la gente ya esta dejando de creer en sus mentiras, y tenemos la certeza que marcará el inicio del fin de esta dictadura terrorista del capital financiero.
¡El presente es de lucha, el futuro es nuestro!
Coordinación Nacional del Bloque Popular Social de El Salvador.
San Salvador, 8 de diciembre de 2005