La creación del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional fue el Acuerdo Político más significante alcanzado nunca en nuestra historia, en esos años 80 del siglo pasado todo conducía a la guerra y la acumulación histórica venía avanzando desde 1932. Pero sólo 50 años después se crearon las condiciones adecuadas para que las organizaciones del pueblo se pusieron de acuerdo políticamente; esto supuso entendimiento sobre el enemigo, la forma de lucha principal, la etapa histórica, la clase de dictadura a enfrentar y la naturaleza de la guerra en desarrollo.
El FMLN no fue nunca una organización sino un Acuerdo de naturaleza política y no ideológica. De modo tal, que funcionó un diapasón que iba desde los comunistas hasta los anticomunistas; este enjambre fue el que se enfrentó a la dictadura sin concesiones ideológicas de ningún tipo pero adentro de una alianza que se llamó Unidad, no hay que olvidar que todo Acuerdo político con cemento político constituye una alianza y todo Acuerdo político con cemento ideológico constituye una unidad, así las cosas, logramos unificar las posiciones frente a la dictadura, las formas de lucha sin alterar los necesarios protagonismos ni las decisiones políticas partidarias internas, dicho de otro modo, el factor antidictadura se encargó de soldar los espacios ideológicos que nunca se juntaron durante la guerra; pero que no impidieron un desarrollo exitoso en el terreno político militar. En la guerra funcionaron, por eso, cinco lógicas diferentes, pero una sola racionalidad movida, como las turbinas de una central, por el mismo torrente represivo y criminal de la dictadura. Ni ésta ni sus aliados imperialistas fueron capaces de distinguir y diferenciar los grandes matices que actuaban al interior de nuestras fuerzas y cuando calificó Ronald Reagan de comunista al FMLN construyó un tejido corporal irreal pero útil a todo el cuerpo guerrillero del Frente.
El fenómeno de la guerra no empieza con la generalización de la lucha armada sino mucho antes de los primeros disparos del pueblo hacia sus opresores ni termina con unos Acuerdos de Paz, hemos de hablar y pensar en un proceso político de antes, durante y después del estallido bélico.
Durante la guerra se construyó la mayor fuerza política popular de nuestra historia, en los frentes, fuera de ellos, y en el exterior del país. Esta historia requiere ser pensada distinguiéndola de la que se inicia cuando el régimen político de derechas decide crear el partido FMLN, porque aquí se inicia un proceso político diferente.
Aquel Acuerdo político que caracterizó al FMLN había muerto, posiblemente antes del fin de la guerra, la institucionalización, que caracteriza todo partido, ya no pudo ser en relación con ese Frente desaparecido sino más bien, con un desacuerdo desaparecido. Veamos esto con atención: Los Acuerdos de Paz llevaron, entre otras cosas, a la autodisolución de las organizaciones políticas que constituyeron el FMLN y este paso no dio lugar al nacimiento de nuevos Acuerdos, de tal manera, que el partido creado, no fue más que una criatura institucional, decidida por el régimen político y contando con la ausencia total de Acuerdo alguno.
Aquí se rompe la continuidad del proceso político aunque se mantiene la continuidad del proceso histórico del país; pero la historia del partido FMLN no es ni remotamente la historia del FMLN: El continente del partido FMLN es el aparato del Estado y él es uno de sus contenidos, el continente del FMLN fue el pueblo salvadoreño y el fue su instrumento político más importante; para el partido FMLN la legalidad es un marco adecuado; para el FMLN la legitimidad fue su recurso mayor ; para el partido FMLN no existe posguerra sino que Paz; para el FMLN la continuidad es postguerra; para el partido FMLN lo político se subsume en lo electoral, para el FMLN lo político comprende lo militar y lo electoral; para el partido FMLN desaparecen las diferencias y se establece la uniformidad; para el FMLN las diferencias fundamentaron su fuerza y sabiduría; para el partido FMLN desaparece la producción del pensamiento político y el afán intelectual; para el FMLN producir pensamiento a través del debate permanente fue la savia de todos los días, el partido FMLN es objeto del sistema político y el FMLN fue el sujeto popular.
La historia del partido FMLN es el discurrir en un mundo áulico, de funcionarios y de gobiernos; la historia del FMLN es, finalmente, la de la lucha por el poder. La historia del partido FMLN es la misma del régimen. La del FMLN fue y es la del pueblo.
Los 25 años deben conmemorarse, es decir, deben verse con memoria, pero a la hora de celebrarse conviene, si se quiere mezclar dos historias diferentes, organizar una fiesta pero también un velorio.