GUAYMANGO; Ahuachapan, 24 de abril de 2005 (SIEP) “La tierra es propiedad de Dios y ha sido arrebatada por terratenientes, Dios cre los cielos y la tierra, y los capitalistas se la han adueado y han expulsado a los campesinos, esta no es la voluntad de Dios…es obra del demonio” dijo el Rev. Ricardo Cornejo, pastor de la Iglesia Luterana Popular de El Salvador.
Agreg que “a nuestros indgenas, a nuestros abuelos, los invasores europeos les arrebataron, le robaron la tierra hace quinientos aos, vinieron con la espada y tambin con la cruz, como iglesias debemos de pedir perdn por esto, los imperios europeos usaron la cruz para justificar su genocidio.”
Denunci que “todava hay iglesias colonizadas que se dedican a adormecer a la gente con mensajes de resignacin frente a la pobreza, no, no podemos aceptar que Dios nos impone la pobreza. La pobreza de nuestra gente es el resultado de la riqueza de un grupito de familias de este pas.”
Explic que “es por eso que debemos de organizarnos para exigir crditos, organizarnos para exigir que no se apruebe el TLC con Estados Unidos, organizarnos para no permitir que nos inunden con semillas y alimentos transgnicos, organizarnos para no permitir que los areneros regresen al control de este municipio.”
Por su parte, el Rev. Efran Cerna, pastor luterano local, agradeci al Alcalde Domingo Mendoza “por el apoyo recibido para realizar esta actividad religiosa, en el marco de este cuarto domingo de Pascua, domingo de reflexin sobre el compromiso que tenemos como cristianos con nuestro prjimo.”
Subray el pastor luterano que “nos sentimos alegres de haber convocado a todos nuestros pastores luteranos de la regin para que nos acompaen en este encuentro y podamos orar juntos para que en nuestro pas y en nuestro Guaymango haya paz y haya justicia social.”
“En nuestro municipio –contino- la justicia social se manifiesta en seguridad ciudadana, en agua potable en nuestros cantones, en fuentes de empleo en los caminos vecinales, acordemonos que somos uno de los municipios ms pobre del pas, en pilas para que laven nuestras compaeras, en abono para nuestras cosechas, en transporte para sacar enfermos de nuestros caseros, en atades para nuestros muertos, en cuadernos para nuestros hijos.”
Finaliz haciendo un llamado a “que nos unamos todas las iglesias para impulsar una agenda social en este municipio, para apoyar la propuesta social de nuestro hermano Domingo Mendoza, para hacer de nuestro municipio un hogar, un pueblo digno y limpio, seguro y prspero, del cual podamos sentirnos orgullosos.”