La resurreccin de Jess de Nazaret, es en su misterio ms profundo, la resistencia e insurreccin de los pueblos oprimidos de ayer, de hoy y del futuro. Imperio y resistencia son los dos polos principales en que se mueve en nuestro mundo el mensaje de Jess y de las iglesias.
Cada uno de nosotros, en determinado momento de nuestras vidas, es sorprendido por Jess. Jess de Nazaret nos sale al encuentro y nos convoca a la lucha y como en la parbola del sembrador (Mateo 13: 1-23) algunos aceptamos su mensaje y lo seguimos, otros decimos aceptarlo pero no tenemos races fuertes que nos sostengan y habemos otros que nos ciega la riqueza y el poder.
En este texto se describe el temor y la alegra que vivieron los primeros cristianos, al enterarse que Jess haba resucitado y los convocaba a Galilea, a los montaas, a reanudar el compromiso popular y continuar la lucha por la paz y la justicia.
Las calles se conquistan con lucha organizada
Lo primero que llama nuestra atencin en el texto de Mateo es que son dos mujeres, Mara Magdalena y la otra Mara, las que desafiando el clima de represin y persecucin, de amenazas y prohibiciones, que se viva, impuesta por el imperio, toman la audaz decisin de ir a visitar el sepulcro. Era un acto de mucha valenta. Ellas se organizaron para hacerlo. Las calles se conquistan con lucha organizada.
Recuerdo que en 1984, en uno de los perodos ms intensos de represin durante la guerra, fueron las madres de los desaparecidos las que tomaron la decisin de salir a la calle a protestar, bajo Estado de Sitio, por la violencia del regimen, fueron las Comadres con pauelos negros en sus cabezas que recorrieron las calles de San Salvador exigiendo la libertad de los presos polticos. Era un acto de mucha valenta, similar al de Mara Magdalena y la otra Mara.
Cuando se pierde el miedo se recupera la dignidad
Otro pasaje que nos impacta es la aparicin del ngel del Seor en toda su gloria, nos dice el texto que su aspecto era como el relmpago y sus ropas blancas como la nieve. Y nos estremece el mensaje que les dirige a las dos mujeres: “Ustedes, no teman…”El Angel saba que la presencia de las mujeres era expresin concreta que haban vencido el temor.
En julio de 1975, hace treinta aos, miles de estudiantes universitarios y de secundaria nos lanzamos a las calles para exigir el respeto a la autonoma universitaria, el gobierno respondi con la represin. Hubieron estudiantes capturados, asesinados y desaparecidos. Pero al siguiente da estabamos de nuevo en las calles marchando y gritando:gobierno asesino! De la misma forma que las mujeres que fueron al sepulcro, nosotros habamos perdido el miedo. Cuando se pierde el miedo se recupera la dignidad.
La lucha por la justicia es la invitacin a la fiesta de Jess
Un ultimo pasaje que deseo sealar es cuando Jess les sale al encuentro a estas dos mujeres y les dice: paz a ustedes y luego les repite ya Jess el Resucitado: no teman, vayan a anunciarlo a mis hermanos para que se hagan presentes en Galilea y ah me vern. Galilea es sinnimo de montaas, de lucha, de compromiso, de tomar partido. Jess los esta convocando de nuevo a la lucha, a la organizacin, a la rebelda contra el imperio, a la resistencia. La lucha por la justicia es la invitacin a la fiesta de Jess.
El prximo sbado 2 de abril, como Bloque Popular Social vamos a conmemorar en la Plaza Cvica el 25 aniversario de Monseor Romero, con el lema: Monseor Romero Vive, la lucha sigue. Hace 25 aos fue asesinado Monseor Romero por el fundador del partido ARENA, por Roberto DAubuisson. El pueblo salvadoreo a Monseor Romero lo ha convertido en santo. DAubuisson seguir siendo un asesino.
Si tambin el Vaticano, quiere convertir a Monseor Romero en santo , bienvenido sea. Y hasta peridicos que en su momento lo denunciaron, como El Diario de Hoy pretenden presentarlo como alguien “moderado.” Monseor Romero fue el rebelde que desafi a la oligarqua y fue asesinado y hoy resucita en los corazones de los salvadoreos y salvadoreas.
Monseor Romero es y seguir siendo para nuestro pueblo semilla de liberacin, ideal de rebelda, voz de los sin voz, pilar de dignidad, escudo de justicia, bloque de resistencia. Los que lo asesinaron no podran matar su mensaje de denuncia. Como no pudieron hacerlo con Jess de Nazaret. Monseor Romero nos sigue convocando a galilea, a Guazapa, a Chalatenango, a Morazn. En todo lugar donde exista la lucha por la justicia all lo veremos, porque all vemos a Jess de Nazaret, el rebelde que desafi al imperio y fue crucificado.
Rev. Roberto Pineda (Iglesia Luterana Popular de El Salvador)
San Salvador, 30 de marzo de 2005