1. En el artculo anterior decamos que una gran parte de la izquierda partidaria, en las ltimas dcadas, ha tenido muchas dificultades para trabajar con los movimientos sociales y acercarse a los nuevos actores sociales. Esto se ha debido, a mi entender, a varios factores.
2. Mientras la derecha ha demostrado una gran iniciativa poltica, la izquierda suele estar a la defensiva. Mientras la primera usa su control de las instituciones del estado y de los medios de comunicacin de masas, y su influencia econmica para imponer el nuevo modelo, servil al capital financiero y a los monopolios, precipitando las privatizaciones, la desregulacin laboral y todos los dems aspectos del programa econmico neoliberal; la fragmentacin social y el fomento del antipartidismo, la izquierda partidaria, en cambio, al limitar el trabajo poltico casi exclusivamente al uso de la institucionalidad vigente, sometindose a las reglas del juego del enemigo, casi nunca lo toma por sorpresa. Se cae en el absurdo de que el calendario de las luchas de la izquierda lo fija la derecha.
3. Cuntas veces no hemos escuchado quejas de la izquierda contra las condiciones adversas en las que tuvo que dar la contienda electoral, luego de constatar que no ha logrado los resultados electorales esperados en las urnas? Sin embargo, esa misma izquierda muy pocas veces denuncia en su campaa electoral las reglas del juego que se le imponen y plantea como parte de esa campaa una propuesta de reforma electoral. Por el contrario, suele ocurrir que en bsqueda de los votos en lugar de hacer una campaa educativa, pedaggica, que sirva para que el pueblo crezca en organizacin y conciencia utilice las mismas tcnicas para vender sus candidatos que las que usan las clases dominantes.
4. Por otra parte, las propias reglas del juego impuestas por las clases dominantes dificultan la unidad de la izquierda y fomentan el personalismo. Obligan en algunos pases a trabajar por el propio partido en lugar de por un frente ms amplio, porque si eso no se hace ese partido tiende a desaparecer del escenario poltico.
5. Y esto determina que, en caso de un fracaso electoral, adems de la frustracin, el desgaste y el endeudamiento productos de la campaa, el esfuerzo electoral no se traduzca en un crecimiento poltico de quienes fueron receptores y actores, dejando la amarga sensacin de que todo ha sido en vano. Muy distinta sera la situacin si la campaa se pensase fundamentalmente desde el ngulo pedaggico, usando el espacio electoral para fortalecer la conciencia y la organizacin popular. Entonces, aunque los resultados en las urnas no fuesen los mejores, el tiempo y los esfuerzos invertidos en la campaa no seran algo perdido.
6. Con razn algunos sostienen que el culto a la institucin ha sido el caballo de Troya que el sistema dominante logr introducir en la misma fortaleza de la izquierda transformadora logrando minarla por dentro.
7. El trabajo de la militancia se delega progresivamente en las personas que detentan cargos pblicos y administrativos. El esfuerzo prioritario deja de ser la accin colectiva para convertirse en la accin parlamentaria o en la presencia meditica.
8. La accin militante ha tendido a reducirse a la fecha electoral, pegadas de carteles y algn que otro acto pblico.
9. Y, lo que es peor an, el financiamiento de los partidos proviene cada vez ms de la participacin de sus cuadros en las instituciones del estado: parlamento, gobiernos locales, tribunales de control electoral, etctera; con todo lo que ello entraa de dependencia y de presiones.
10. La actividad poltica de la izquierda no puede reducirse a la conquista de las instituciones, debe estar dirigida a cambiar las instituciones para poder transformar la realidad. Debe crear nuevas correlaciones de fuerzas que permitan realizar los cambios requeridos. Debe entender que no puede construir fuerza poltica sin construir fuerza social.
11. Debe, asimismo, evitar “partidizar” todas las iniciativas y los movimientos sociales con los que se relaciona, por el contrario debe esforzarse por articular sus prcticas en un proyecto poltico nico.
12. Por otra parte, a la izquierda partidaria le ha costado mucho abrirse a las nuevas realidades Muchas veces se ha mantenido aferrada a esquemas conceptuales que le han impedido apreciar la potencialidad de los nuevos sujetos sociales, centrando su mirada exclusivamente en los actores que tradicionalmente se movilizaban como los sindicatos, hoy muy debilitados producto de diferentes factores.
13. Por ltimo, una de las mayores dificultades de la izquierda poltica para trabajar con la izquierda social ha sido la consideracin de los movimientos sociales como correas de transmisin del partido. La direccin del movimiento, los cargos en los organismos de direccin, la plataforma de lucha, en fin, todo, se resolva en las direcciones partidarias y luego se bajaba la lnea a seguir por el movimiento social en cuestin, sin que ste pudiese participar en la gestacin de ninguno de los asuntos que ms le ataan.
14. Sintetizando, para que la izquierda partidaria logre acercarse a la izquierda social, es necesario que se renueve ideolgicamente, cambie su cultura poltica y estilos de trabajo, e incorpore a su arsenal las formas de lucha y de resistencia innovadoras implementadas por la izquierda social.