Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia,
porque ellos sern saciados.
(Mateo 5:6)
Como representantes de las Iglesias en el Cono Sur de Amrica Latina, afiliadas a la Federacin Luterana Mundial (FLM), reunidos en la ciudad de Via del Mar (Chile), entre los das 21-24 de septiembre de 2004, y en obediencia a una escucha fiel de la Palabra de Dios, que nos llama a una defensa incondicional de la vida y de la dignidad de toda persona, es que queremos compartir con todos ustedes este mensaje.
1. Hemos continuado y profundizado la reflexin que venimos haciendo en torno a la globalizacin econmica excluyente, con sus nefastas consecuencias para la vida de nuestros pueblos. En particular, hemos constatado una vez ms que la deuda externa es uno de los instrumentos ms eficaces para imponer el modelo neoliberal que incrementa cada da la pobreza, la desigualdad y la dependencia de nuestro continente. Por eso nos hemos comprometido a intensificar nuestras acciones en el marco del Programa de Incidencia sobre Deuda Externa Ilegtima en Amrica Latina y el Caribe. Esto significa un proceso continuado de reflexin y capacitacin hacia adentro de nuestras iglesias y acciones en medios nacionales e internacionales para lograr el efectivo reconocimiento de la ilegitimidad de la deuda externa.
2. Durante nuestra reunin hemos tomado conocimiento de pronunciamientos de presidentes latinoamericanos ante la Asamblea de las Naciones Unidas. Concordamos con ellos en que la ONU debe ser respetada como nica instancia que confiere legitimidad a los esfuerzos por el mantenimiento de la paz y la seguridad mundial. Asimismo, en conjunto con los organismos multilaterales asociados, la ONU es un espacio institucional e instrumento privilegiado en la lucha contra el hambre y la desigualdad econmica. Consideramos que, para alcanzar con ms eficacia estos objetivos, es indispensable ampliar los mecanismos de representatividad en la ONU, incluso en su Consejo de Seguridad.
3. Uno de los desafos ms urgentes de hoy es superar la miseria y el hambre. El proceso de globalizacin ha venido acompaado de una profunda agudizacin de las desigualdades en el mundo, llevando a miles de millones de habitantes de la tierra a sufrir el hambre endmica. Es un escndalo totalmente inaceptable desde el punto de vista tico y moral. Adems, es absolutamente incongruente con el incremento de recursos tcnicos, cientficos y de produccin en el mundo de hoy, lamentablemente concentrados en manos de unos pocos. El Presidente Lula, en su discurso ante la Asamblea de las Naciones Unidas, ha llamado la atencin al hecho de que en 1820, la diferencia de ingreso per capita entre el pas ms rico y el pas ms pobre del planeta era inferior a cinco veces, mientras hoy esa diferencia es de 80 veces. Esto por s slo demuestra que nos encontramos ante el reto de alcanzar una radical transformacin del sistema.
4. Considerando el sufrimiento de nuestros pueblos y la necesidad de abrir caminos de transformacin, es urgente enfrentar de manera eficaz y resolver el problema del hambre en el mundo. Por eso, apoyamos las propuestas de constitucin de un fondo para combatirlo. En este sentido, aunque no podemos de manera alguna validar el flujo de capitales especulativos y el comercio internacional de armas, adherimos a la sugerencia de que al menos sean gravados con tasas fiscales cuyos recursos sean destinados a combatir el hambre.
5. Instamos al mismo tiempo a nuestros gobiernos a elaborar e implementar polticas socio-econmicas que tengan como objetivo prioritario atender las necesidades bsicas de todos aquellos que han sido marginados y excluidos del sistema.
6. Finalmente, nos hemos comprometido como iglesias a participar activamente, como en ocasiones anteriores, en el Foro Social Mundial (Porto Alegre, enero 2005), que se rene bajo el lema otro mundo es posible. Compartimos la conviccin de que es posible y necesario buscar alternativas eficaces a la globalizacin excluyente y desde nuestra fe unimos nuestras oraciones, voces y acciones con las de todas las personas y movimientos de buena voluntad que trabajan en pos de un mundo ms justo y solidario.
Ciertamente cercana est su salvacin a los que le temen,
Para que habite la gloria en nuestra tierra.
La misericordia y la verdad se encontraron;
La justicia y la paz se besaron.
(Salmo 85:9-10)
Via del Mar, 24 de septiembre de 2004.
Iglesia Evanglica Luterana en Chile IELCH (Chile)
Iglesia Evanglica Luterana Unida IELU (Argentina)
Iglesia Evanglica Ro de la Plata IERP (Argentina, Paraguay, Uruguay)
Iglesia Luterana en Chile ILCH (Chile)
Igreja Evanglica de Confisso Luterana no Brasil IECLB (Brasil)