El Pentecosts de la solidaridad

NOS DECLARAMOS IGLESIA SANTUARIO"Ustedes, pues, amen al extranjero, porque tambin ustedes fueron extranjeros en Egipto."Dt. 10:19Sobre la conciencia de nuestra nacin y de nuestras iglesias pesa una fuerte culpa: el maltrato al que diariamente sometemos a nuestros hermanos y hermanas emigrantes, por el nico delito de buscar una vida mejor, un trabajo, la educacin para sus hijos e hijas, una oportunidad para superarse, etc. Diariamente se golpea, abusa, dispara y expulsa a nuestros hermanos y hermanas emigrantes latinoamericanos, asiticos y africanos. Esta situacin debe finalizar y nos corresponde a las iglesias elevar nuestra voz de protesta frente a estas injusticias y este clamor de los emigrantes que sube hasta los cielos.Frente a esta situacin, como iglesias estamos llamadas a practicar el Pentecosts de la Solidaridad, a permitir la llegada del Espritu Santo para que establezca la verdad y la justicia sobre esta tierra. Significado de Pentecosts."Mantnganse despiertos y firmes en la fe. Tengan mucho valor y firmeza. Y todo lo que hagan, hganlo con amor."1 Cor.16:13El tiempo de Pentecosts nos impulsa a defender la integridad de nuestros hermanos y hermanas emigrantes y a proclamar la solidaridad y la misericordia como los valores supremos de nuestra fe cristiana. Debemos abrir nuestros corazones a la solidaridad.El tiempo de Pentecosts orienta a nuestras iglesias a la defensa de los derechos humanos, a proclamar que nadie es ilegal en nuestro planeta porque todos y todas somos hijos e hijas de nuestro Padre Celestial.El tiempo de Pentecosts nos convoca a compartir los sueos y la esperanza. A abrir nuestras mentes, nuestros hogares, nuestras iglesias, nuestras fronteras a todos aquellos que sufren y son maltratados, incluso violados, torturados y asesinados por no renunciar al sueo de una vida mejor.Los emigrantes, extranjeros, refugiados, forasteros son hijos e hijas preferidos de Dios. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento existe una clara inclinacin de Dios hacia los que sufren. Los que sufren son los que luchan. Los que luchan son los que tienen esperanza.Los extranjeros, los hurfanos y las viudas son el centro del amor de Dios en el Antiguo Testamento.Siempre Yahv se encuentra vigilante de que no se les oprima ni maltrate y envaprofetas para asegurarse de su bienestar. Isaas lo proclama con fuerza: "El ayuno que a m me agrada consiste en esto: en que rompas las cadenas de la injusticia, y desates los nudos que aprietan el yugo; en que dejes libres a los oprimidos y acabes, en fin, con toda tirana, en que compartas tu pan con el hambriento y recibas en tu casa al pobre sin techo…" Is 58:6-7En el Nuevo Testamento Jess de Nazaret nos convoca a la solidaridad, al amor a nuestro projimo. En la parbola del Buen Samaritano queda reflejada la necesidad del compromiso con los que sufren, as como el amor de Dios con los necesitados. Jesus nos dice:"Dichosos ustedes los pobres, pues el reino de Diosles pertenece: dichosos ustedes los que ahora tienen hambre pues quedaran satisfechos." Lc. 6:20-21Los emigrantes latinoamericanos, asiticos, africanos."No maltrates ni oprimas al extranjero,porque ustedes tambin fueron extranjeros en Egipto."Ex. 22:21El impacto de los programas de ajuste estructural en Amrica Latina,. Asia y frica han convertido a nuestro pas en un puente hacia los Estados Unidos.Son miles los que ao tras ao cruzan nuestras fronteras con direccin al norte. Los pobres caminan hacia el norte porque no existen en el sur ni las oportunidades de empleo ni de educacin. Nuestros pobres salvadoreos tambin caminan hacia el norte y mueren en el desierto, en la ruta hacia el norte se encuentran con sus hermanos mexicanos, guatemaltecos, nicaragenses, ecuatorianos, colombianos, etc.El Norte desarrollado empobreci nuestras economas, nos condena al pago de deudas injustas, y hoy responde con medidas represivas cuando nuestros emigrantes llegan a sus fronteras. Nos cierran las puertas en la cara, cuando lo nico que pedimos es un pedazo de pan y un pedazo de sueo.Somos un pueblo de refugiados.El Salvador es un pueblo de migrantes. La pobreza nos ha obligado siempre a buscar nuevos cielos y nuevas tierras para vivir. Estamos diseminados por todo el planeta. Y cuando viajamos al Norte nos maltratan y humillan. Es por esto un escndalo que nosotros maltratemos a los que pasan por nuestro territorio rumbo al Norte.Los ojos del mundo se encuentran focalizados en nuestra conducta y legislacin migratoria. Cmo podemos exigir un trato justo y humano a los gobiernos de Guatemala, Mxico y Estados Unidos con nuestros compatriotas si nosotros encarcelamos y maltratamos a ecuatorianos, colombianos, peruanos, nicaragenses, chinos, hindues, etc.? Lc. 11:42Nuestro compromisoDichosos ms bien quienes escuchan lo que Dios dice, y le obedecen!Lc. 11:28Los ojos de nuestro Seor Jesucristo se encuentran dirigidos hacia nosotros como Pueblo de Dios. Por qu no reaccionamos? Por qu no actuamos? El llamado de Jess de Nazaret es que defendamos a nuestros hermanos ms dbiles y necesitados, que les visitemos en las crceles, que los reconfortemos. Mat.25: 35-42Es en este espritu, que con temor y temblor, como iglesia luterana salvadorea, hemos decidido declararnos una Iglesia Santuario, una Iglesia de puertas abiertas para los que sufren y suean, para los que caminan y tropiezan en nuestro territorio, para los angustiados y perseguidos, para los indocumentados pero nunca ilegales ante nuestro Padre Santo. Amn.Rev. Roberto PinedaCuscatlan, Pentecostes del Ao del Seor 2001 (13 de junio)

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