SAN SALVADOR, 20 DE AGOSTO DE 2005 (SIEP) “La Organización Mundial del Comercio, OMC, es obra del demonio ya que unicamente perjudica, causa sufrimiento a millones de personas alrededor del mundo” aseguró el Rev. Roberto Pineda, del Bloque Popular Social de El Salvador.
Añadió que “en la próxima Conferencia Ministerial que se realizará en Hong Kong en diciembre de este año, los países del G-8 intentaran de nuevo imponer su estrategia de un mundo dominado por el mercado al servicio de las grandes corporaciones de esos países ricos.”
Explicó que “pero de nuevo vamos a darles batalla, en el espíritu de Seattle, cuando en noviembre del año 1999, al final del siglo, logramos que la reunión fracasara, colapsara, por la protesta multitudinaria y creativa, de sindicatos y ambientalistas, iglesias y gobiernos de países pobres, ese es de nuevo el desafío, descarrilar la reunión en Hong Kong.”
Planteo que “la creación de un mundo nuevo, más justo y democrático, pasa ineludiblemente por modificar las reglas comerciales vigentes establecidas y aseguradas por la OMC, pasa porque los ciudadanos alrededor del mundo rechacemos este organismo diabólico y construyamos nuevas modalidades de comercio.”
“Nos vendieron la idea que la creación –enfatizó-de la OMC vendría a beneficiar a toda la humanidad y en realidad unicamente ha servido para una mayor concentración de la riqueza mundial en pocas corporaciones, además de incrementar la pobreza y la amenaza de destrucción del planeta. Lo mismo nos ha sucedido con los tratados de libre comercio. Son estrategias para despojarnos de conquistas sociales realizadas en el pasado.”
“En nuestro caso –sostuvo-destruyeron la agricultura y la industria para beneficiar a sectores importadores y bancarios locales vinculados a corporaciones multinacionales, y hoy abren nuestra economía a los TLC, sabiendo que los perjudicados seran nuestros agricultores, pequeños y medianos empresarios, indígenas, mujeres, jovenes, medio ambiente. No tienen sentido de nación.”
“La doctrina, las reglas, -argumentó-los procedimientos, el espíritu mismo de la OMC es obra del demonio ya que pretende justificar procesos en los cuales los países grandes sin consulta, sin rendirle cuentas a nadie toman decisiones que afectan la vida de millones de personas.”
“La globalización corporativa, este nuevo mundo de los poderosos, esta conduciendo al planeta y a la humanidad al borde de su destrucción. Las corporaciones estan destruyendo la vida de la gente y de la tierra. Es un proceso que debemos detener y para esto tenemos que unirnos en el Espíritu combativo de Seattle que es el espíritu de Dios. Hay que detener al lobo que esta matando a las ovejas.”
“Los responsables de esta crisis generalizada son los gobiernos que controlan la OMC, los Estados Unidos, Canada, la Unión Europea y Japón. Para vergüenza nuestra son la mayoría gobiernos que se declaran cristianos y que con la Biblia en la mano promueven el libre comercio que es en realidad un sistema inmoral, injusto, inhumano. Son Herodes que asesinan niños en Irak para defender sus podridas ganancias.”
“No podemos continuar callados frente a la OMC, debemos de salir a las calles y protestar, como lo hicimos ante el sistema esclavista, ante el nazismo, ante las dictaduras militares. La amenaza es hoy mayor. Debemos defender la vida. Construir un nuevo mundo, nuevas relaciones comerciales. Una economía mundial diferente. Y esto solo se logra con lucha, con mucha lucha, con mucha coordinación, firmeza, principios…”
“Debemos discutir y promover un programa global de transformaciones que nos permita proteger la diversidad étnica, lingüística, biológica, social, religiosa, económica, cultural de nuestros pueblos. Esa es nuestra riqueza que debemos de defender ante el ataque neoliberal. Esas son nuestras banderas, rojas, verdes y moradas, azules, amarillas y negras.”
“Ante el gobierno servil de Antonio Saca debemos como movimiento social salvadoreño ser enérgicos en nuestras demandas con respecto al TLC, exigirle el respeto a las conquistas sociales y laborales establecidas en nuestra Constitución; no queremos, no nos da la gana, ser una colonia norteamericana. Hay que vincular nuestra lucha a la de otros pueblos.”
“Y frente a la OMC oponernos, manifestarnos en contra de una nueva ronda comercial o que se amplíe la competencia de la OMC a nuevas situaciones, como la biotecnología. No podemos permitir que sea la OMC la que determine la vida del planeta. No puede tener derechos sobre nuestra agua, alimentación, educación, salud. No podemos permitírselo.”
“Nos preocupa el Acuerdo General sobre Servicios (GATS) porque nos van a destruir nuestra seguridad social, vamos a tener inversión extranjera en nuestros servicios básicos, sometidos a las reglamentaciones internacionales del libre comercio, regido por la OMC.”
“Nos preocupa el Acuerdo sobre Derechos de Propiedad Intelectual (TRIPS) ya que golpea nuestras comunidades campesinas y beneficia a las grandes corporaciones, nos bloquea el acceso a la medicina genérica, amenaza nuestra biodiversidad, promueve la biopiratería, nos van a robar nuestros conocimientos ancestrales y van a patentar nuestros seres vivos, es un pecado contra el Espíritu el que van a realizar.”
“En defensa de la vida, de la integridad de la Creación que realizo nuestro Padre celestial y que no puede ser patentada, no puede ser sometida a las leyes de la oferta y la demanda, rechazamos con todas nuestras fuerzas que realicen patentes de cualquier forma de vida. La vida es un don de Dios que no puede ser comercializado por las corporaciones.”
“Debemos como iglesias promover la soberanía alimentaria, el derecho de nuestros pueblos a producir lo que consumen. Debemos de rechazar la destrucción de las economías agrícolas para beneficiar las exportaciones de alimentos de las grandes corporaciones.”
“Tambien nos preocupa el Acuerdo para Impulsar Inversiones (TRIMS) ya que sabemos que va a resultar en medidas que debiliten a nuestros estados nacionales frente a las corporaciones. Se pretende destruir a los sectores productivos nacionales para beneficiar al “libre comercio.” Es en realidad una nueva colonización, una nueva conquista de nuestros países.”
“Cada uno de estos acuerdos de la OMC son cuchillos clavados en el corazón de nuestras economías, de nuestros productores, de nuestros campesinos. Y la OMC no actúa sola sino que cuenta con otros organismos como el FMI y el Banco Mundial que endeudan a nuestros países para someterlos. Es un sistema global financiero que produce muerte y pobreza para nuestros pueblos pobres.”
Finalmente el pastor de la Iglesia Luterana Popular de El Salvador y dirigente del BPS concluyó que “la batalla de Hong Kong es una batalla estratégica contra la bestia de la globalización neoliberal y nos ponemos en oración para que el reino del Padre Nuestro venga a nosotros y podamos derrotar esta obra del demonio que es la OMC y podamos construir nuevos cielos y nueva tierra, nuevas formas de comercio en las cuales la gente y no las ganancias sea lo principal. Amén.”