SAN SALVADOR, 9 de marzo de 2010 (SIEP) “En 1957 convocamos como Fraternidad de Mujeres por primera vez para la celebración del 8 de marzo, y hoy es ya una tradición como lo puede ver por la marcha realizada ayer…” nos dice Berta Deras, de 76 años, dirigente histórica del movimiento feminista y revolucionario salvadoreño.
“Fíjese que yo adquirí conciencia política por mi mama Ángela Deras, ella era una trabajadora textil y siempre que había marchas, a mi me llevaba… empezó a trabajar en la fabrica Hilados y Tejidos de los Molins, y luego estos vendieron a la familia Safie con todo y telares y entonces se traslado a La Estrella, que quedaba donde esta hoy el CNR. Trabajo por 40 años, desde los 17 hasta los 57 años y era del sindicato. Una vez mi mama se encontró con Andrés Molins, a quien había conocido siendo niño, y este le pregunto que donde estaba trabajando y ella le contó que en La Estrella. La convenció para irse a Molins aunque después ella regreso a La Estrella junto con mi hermana Alicia, que es la mayor. Mi mama siempre iba a las marchas de los sindicatos pero mi papa no.”
“Nos contaba mi mama que el 2 de abril de 1944 ella se levanto y se fue a trabajar, quería ver que pasaba, se fue caminando porque no había transporte, camino hacia el centro, vio un muerto frente a la YSP que quedaba esquina opuesta del Telégrafo, y vidrios en la calle, recogió algunos para uno de sus hermanos que era zapatero, siguió caminando hacia el poniente, hasta llegar al Parque Cuscatlan, ahí encontró una compañera que le informo que la fabrica La Estrella estaba cerrada. El general Martínez estaba en el puerto de la Libertad precisamente para asistir como padrino de bodas a un casamiento de un Safie. Por eso estaba allá y allá lo agarro el golpe. Entonces regreso a la casa y mi papa estaba bien enojado porque había ido.
En 1955 al casarme con Rafael (Aguiñada Carranza) este empezó a estudiar en la Escuela de Dibujo Carlos Alberto Imery y ahí fue conociendo personas vinculadas al movimiento revolucionario y en 1956 en el INSFRAMEN Rafael conoció a Saúl Argueta, y empezó a asistir a reuniones en la casa de Raúl Castellanos Figueroa, y a veces me llevaba y ahí conocí a Rosita, la esposa de Raúl. Ellos vivían en la esquina de la 39 Calle Oriente y 4ta. o 6ta. Avenida.
Y por orientaciones del Partido, aunque en aquel momento yo no lo sabía porque no militaba todavía, se decide en 1956 crear Fraternidad de Mujeres Salvadoreñas y nos reunimos en casa de Rosita junto con Carmen Alemán, que era la esposa de José Vides, Lucila Torres, Rosa Amelia Barrientos, que era la esposa de Oscar Gilberto Martínez, y entonces trabajaba en el Almacén El Siglo y vivía en la 27 calle y 5ta. Avenida; y Ana Rosa Ochoa, dueña de la Librería Claridad. Esta es la primera generación de Fraternidad, luego se fueron integrando otras compañeras. Rosa Amelia después se separo de Oscar y se fue para Los Ángeles con otro compañero llamado Chito.
El año siguiente 1957 llego a la presidencia Chema Lemus y decidió permitir el regreso de los exilados. Se hizo una gran fiesta de recibimiento en el local de la CGTS que quedaba en la 5ta. Calle oriente y 10 Ave. Norte. Nosotros vivíamos a la par del local. Entonces regresaron de la Argentina Napoleón Guerrero y su compañera Angélica Trigueros, Fidelina Raimundo, Miguel Ángel Cea, el Dr. Antonio Díaz y su compañera Miriam Potinsky, comunista argentina. Ellas se incorporan a Fraternidad, que tenia pocos meses de haber sido creada. Ese año celebramos por vez primera en la historia de nuestro país el 8 de marzo. Lo celebramos en el Teatro de Cámara y también en el interior del país, en Chalchuapa, en Santa Ana.
Al año siguiente regreso Tula (Alvarenga) que había estado en la Republica Popular China con su esposo Salvador (Carpio). Después llegaron en el 60 de Mexico Liliam (Jiménez) y su mama, la Niña María, y también se incorporaron. El primer local lo tuvimos frente al antiguo Correo, en la Avenida España donde esta hoy un negocio llamado 1,000 llaves.
Ese año 1957 fui elegida como secretaria general de Fraternidad. El siguiente año fue electa Mercedes López, la mama del Ing. Guillermo Lara, en ese entonces de la Juventud Comunista. No quería aceptar porque consideraba que tenía poca experiencia, pero tuve que hacerlo como responsabilidad partidaria. Y es después y solo después que me reclutan al PCS, que llego a secretaria general de Fraternidad.
Rosita fue quien me recluto, teníamos un círculo de estudios con Lucila Torres, una compañera de apellido Santamaría, Lidia Escobar Ríos, la mama de Yolanda Ríos que durante la guerra vivieron en Panamá, Rosa Amelia Barrientos, Carmen Alemán. Y es con ellas que constituimos la Célula Clara Zetkin, en homenaje a la revolucionaria y feminista alemana. Mi primer pseudónimo fue Zoreyda. Y así como a Fraternidad, a medida que llegaban del exilio, se fueron integrando a esta célula Tulita, Liliam…era una célula de mujeres. La Clara Zetkin era la que le daba conducción política a Fraternidad.
Dirigían el Partido en esa época Daniel Castaneda que era el secretario general. Y estaba Raúl Castellanos, Roberto Castellanos Calvo, Jorge Arias Gómez, que era la generación que venia del 44, una generación anterior representada por Miguel Mármol y Virgilio Guerra y el mismo Daniel.
Como Fraternidad nos incorporamos a las jornadas del 59 para derrocar a Lemus, fuimos del FNOC. Nos fuimos extendiendo por todo el país, visitábamos Usulután y San Miguel. Una vez fuimos a Usulután y como hacia un gran calor le pedimos al motorista pararnos y nos bañamos en un río. Luego formamos parte del FUAR, de su Columna de Mujeres, porque así estaba organizado en columnas. Y estuve también en el Comité Departamental de San Salvador del PCS junto con Julio Salazar y Domingo Santacruz.
En 1970 desaparece Fraternidad al irse Tulita con Carpio y también se fue Lety de Castro, que había entrado después y Julia Pino, hermana de Beto López…y también desapareció nuestra célula Clara Zetkin, luego de muchas batallas…
Ya en la FUSS junto con Josefina Guirola, la mayor de las hermanas, Norma era la última, organizamos el Comité de Mujeres Sindicalistas y hacíamos muchas actividades educativas, culturales y de orientación política. Josefina, fue a estudiar a la URSS y allá se enamoro y se caso con un joven hondureño y se lo trajo. Lo malo fue que en 1969 luego de la guerra con Honduras lo expulsaron violentamente, tenían una niña pequeña y todavía me estremece recordar que siendo niña le salieron canas, quizás por la tensión vivida, y ella se fue para Honduras pero estando allá la denunciaron y las regresaron a madre e hija.
Al final se separaron y ella se fue para Venezuela y ya no regreso, allá vive…con Josefina hacíamos muchas actividades, en comunidades y con las mujeres de los sindicatos. Me acuerdo que una vez una mujer en Colon nos dijo: ustedes hablando de organizarse y la lucha armada ahí esta enfrente. Y le dijimos: no habrá lucha armada sin organización popular. Dábamos charlas a mujeres de los diversos sindicatos y garantizábamos el cuidado de los niños, mientras estaba la actividad. Me acuerdo que organizamos a las mujeres de una de las primeras maquilas, la Wang _ ye, dábamos charlas políticas y enseñábamos crochet, al principio solo llegaban a las clases de crochet, así que tuvimos que mezclar y se daba la charla mientras se practicaba el crochet. Nos dio mucha alegría que cuando se eligió la directiva tres de nuestras alumnas quedaran en esta, lo sentimos como fruto de nuestro esfuerzo. Y eran muy activas, vendían Voz Popular, iban a las marchas, etc.
Luego creamos en 1974 la Asociación de Mujeres Progresistas de El Salvador, AMPES. Estaba Camelia Cartagena, Noisy, que era la esposa de Leo Arguello del Sol del Río, Teresita Olmedo, Dalila de Valle Inclán, Mediante este esfuerzo restablecimos lazos con la FDIM y pudimos asistir a un congreso.
En 1982 salí para Managua y allá también estuve en una célula de mujeres del PCS. Estaba Norma Guevara, Haydee Perla, allí ingreso Delmy que esta en el CRD, estaba Carmen de Minero, Rosita Castellanos, Nora, la esposa de Chicas y organizamos una Cooperativa de Consumo que la coordinaba Elsa, la esposa de Mario López, y Esperanza Villeda, que son de Santa Ana. Teníamos hasta casa propia…