1932: heroica y dolorosa pagina de nuestra historia…Síntesis de Ponencia de Francisco Jovel en Foro sobre el 32

SAN SALVADOR, 25 de enero de 2011 (SIEP) “Los sucesos de 1932 constituyen una heroica y dolorosa pagina de la historia de nuestro país de principios del siglo XX” expresó esta tarde Francisco Jovel, de la Comandancia general del FMLN de 1980 a 1993, en Foro sobre el 32, organizado por COFEVI.

Agregó que “necesitamos recuperar y mantener viva la memoria histórica en la población salvadoreña, especialmente entre los jóvenes, y no hay mejor recurso que este tipo de actividades…”

“En 1968-1969 un grupo de jóvenes estudiantes universitarios tuvimos un encuentro con estos acontecimientos de 1932 por medio de platicas con Miguel Mármol y se nos abrió la cabeza a toda una etapa la historia que desconocíamos, veníamos de estudiar la secundaria y nunca nos mencionaron estos sucesos, nada sobre el 1932…la dictadura militar había logrado meter en la más absoluta oscuridad esos acontecimientos.”

¿Quién ayudo a esa recordación? Uno de los que continuaron siendo artífices de la historia de El Salvador, que había sobrevivido, era Miguel Mármol, y cuando empezó de nuevo a ser perseguido por la dictadura, se refugió en la Universidad Nacional, en la Residencia Estudiantil Universitaria, que la dirigía Abner Díaz Salazar, que luego se incorpora a las FAR de Guatemala, y ahí escuchábamos sus historias, y algunos nos incorporamos a la lucha revolucionaria…

En pláticas, en círculos de estudio, tomamos conciencia del significado del 32, nos enfrentamos a ese hecho y tomamos la decisión que había que dar a conocer esos acontecimientos, y l hicimos desde las organizaciones estudiantiles, desde la AGEUS, la SECE, la SECH, la AED, etc. realizamos conferencias donde Miguel Mármol contaba y contaba, relataba hechos y acontecimientos, personajes, las causas por las que fue derrotado aquel esfuerzo insurreccional.

Ese esfuerzo de Miguel Mármol con ayuda de estudiantes universitarios, de divulgar los hechos del 32 hizo que surgieran grandes cantidad de universitarios convencidos de la firme necesidad de exponer la vida en la lucha contra la dictadura militar. Eso nos lleno de una gran indignación y respeto ante aquella sangre derramada por artesanos, indígenas y estudiantes, masacrados por el ejército gubernamental. Uno de los represores fue el Comandante Calderón, abuelo del expresidente Calderón Sol, tiene raíces en esa veta de la derecha. Y quien capturó a Farabundo fue Osmin Aguirre y salinas, quien fue luego ajusticiado ya en los años ochenta.

El 32 nos dejó muchos personajes que son símbolo de lucha, que derramaron su sangre como Farabundo Martí, Feliciano Ama, el artesano Francisco Sánchez, (que sobrevivió y vivía sabemos en Usulután). Y asumimos el compromiso de esta memoria a nivel de sociedad, y llevamos esa memoria a sectores del campo, a lugares donde el desconocimiento era total, como era el oriente del país, la zona paracentral, Guazapa, porque en el Occidente si se recordaba. Hoy todo el país conoce de aquel gran acontecimiento, y nuestro respeto para los mártires y héroes de esa gesta.

Y nuestra generación hizo una maravillosa experiencia de ir al campo, de organizar en el campo, íbamos estudiantes universitarios, obreros al campo, y nos fuimos ganando la confianza de los campesinos, gradualmente, sin acelerar las cosas, para que comprendieran nuestras ideas y no perder su confianza.

Recuerdo una experiencia en San Vicente, formamos un sindicato en la principal empresa lechera, y el patrón cuando se entero les echó la Guardia Nacional y los detuvieron para luego despedirlos, algunos llevaban más de 30 años de trabajar en la empresa y era un despido arbitrario, eran 20 los despedidos. Y me acuerdo que fue precisamente un estudiante de derecho, que estaba de alta en la Guardia nacional, fue el que asumió la defensa de estos trabajadores…así era de contradictoria la realidad.

A principios de los años 70, en el ejército, en los mismos cuerpos represivos, esta surgiendo una nueva conciencia…la lucha popular les impactaba. En marzo de 1972 hubo un esfuerzo desde el interior de la Fuerza Armada para golpear la dictadura. Hubo un golpe de estado, incluso capturaron al presidente que era Fide Sánchez Hernández, pero no se atrevieron a fusilarlo y esta fue la cusa de su derrota, porque cuando la Guardia nacional se entero de esto, decidió reaccionar y revirtió el golpe…Y esto revivió aun más la conciencia, la claridad que la dictadura militar solo se le derrotaba, con un esfuerzo militar y políticamente.

Y reviviendo la conciencia del esfuerzo insurreccional del 32, luego de diez años de lucha guerrillera, se logro darle forma a la creación del FMLN, que construyó un ejército popular que libró la guerra de los años ochenta, y que a partir de 1992 impulsa un proceso de democratización del país.

El 32, el 44, el 60, los años 70, 80 son referentes históricos. Nos corresponde hoy profundizar este proceso democratizador en los planos económico, social y cultural. Porque el proceso democrático tiene cuatro componentes, como las cuatro patas de una mesa, y además de lo político debemos de avanzar en lo económico, en lo social y en lo cultural. Esas son las tareas que tenemos hacia futuro como país.-

Celebran en El Salvador 12 años de Chávez en Venezuela

SAN SALVADOR, 2 de febrero de 2011 (SIEP) “En todos los rincones del mundo los pueblos en resistencia manifiestan este día su solidaridad con la gloriosa revolución bolivariana en Venezuela conducida por el Comandante Hugo Chávez…” expresó esta mañana el Rev. Roberto Pineda, pastor luterano de las Comunidades de fe y Vida, COFEVI de El Salvador.

Diversas comunidades del interior del país se concentraron en el Monumento al Salvador del Mundo respondiendo al llamado de conmemorar el 12 aniversario de la llegada del Comandante Hugo Chávez a la presidencia de Venezuela e iniciar así el proceso revolucionario de ese país.

Agregó el Rev. Pineda que “hace 12 años se encendió una luz en América Latina que hoy ilumina al mundo con su clara posición antiimperialista y de rescate de sus recursos naturales. Hace 12 años los sueños del Libertador Simón Bolívar empezaron a realizarse por sus herederos, los patriotas venezolanos.”

“Los que quieran patria, vengan conmigo…” ha dicho el Comandante Hugo Chávez y este pensamiento recorre los barios y campos latinoamericanos convocando a la resistencia y a la lucha y ha llegado también hasta este pueblo salvadoreño, luchador y solidario, el pueblo Farabundo martí, de Monseñor Romero y de Schafik Handal.”

Por su parte, el Rev. Ricardo Cornejo manifestó que “nos da una gran alegría llegar a este doce aniversario, y nos sentimos profundamente emocionados porque decir Venezuela es decir liberación y son doce años de lucha a favor de ese pueblo hermano y querido, el pueblo venezolano.”

“Nosotros hemos sido testigos del espíritu evangélico que guía la conducta del Presidente Chávez, porque darle de comer al hambriento, darle techo al excluido, darle salud a los enfermos, darle educación a los niños y niñas, vestir al que no tiene nada, eso es la esencia de la lucha de Jesús de Nazaret.”

“Le decimos al pueblo venezolano, a su gobierno, a su líder Hugo Chávez: gracias por su ayuda con la Misión Milagro, que ha dado la vista a miles de salvadoreños, gracias por su ayuda a nuestros jóvenes que estudian en esa tierra generosa, gracias por el ejemplo de dignidad frente al imperio, por el ejemplo de lucha sin claudicaciones por los intereses del pueblo venezolano y de todos los pueblos del mundo.”

Crisis del capitalismo: repensando alternativas desde América Latina

31-01-2011

Crisis del capitalismo: repensando alternativas desde América Latina

Fernando Martínez Heredia
La Ventana

¿En qué radica la esencia de la crisis, más allá de la fenomenología de sus manifestaciones? ¿Por qué integral, sistémica y civilizatoria? ¿Qué alternativas emancipatorias se debaten en las actuales condiciones históricas de América Latina y el Caribe? La tercera pregunta es la principal para nuestro encuentro, porque estamos reunidos aquí luchadores y personas comprometidas. Pero precisamente por eso es tan conveniente formular las dos primeras preguntas.

Comienzo recalcando que las alternativas no pueden existir apartadas del capitalismo, sino en el proceso de una verdadera guerra contra él. Esa afirmación mía parte de una posición intelectual que analiza las realidades desde la hipótesis de que ellas contienen un conjunto de conflictos cuyo control resulta decisivo para el funcionamiento del sistema, y de que esos conflictos son diferentes, pero tienen una articulación entre sí. Es decir, si se trata de la emancipación humana y social me guío por los conflictos, y no solamente por la descripción del sistema y su funcionamiento, o por la descripción de la emancipación. Considero que esta cuestión teórica tiene una enorme importancia práctica, que a veces es decisiva.

Paso a comentar la primera pregunta. La esencia de la crisis que confronta el capitalismo está en su naturaleza actual, no en un alto nivel de las luchas contra él. A mi juicio, esta es una premisa básica para los anticapitalistas.

¿Cuál es la naturaleza del capitalismo imperialista hoy? Sus cambios recientes, ¿son inevitables?, ¿son irreparables? No me toca desarrollar este punto, pero es imprescindible profundizar en su conocimiento. Solo añado que es necesario distinguir entre lo que es resultado de la maduración de tendencias inherentes al sistema capitalista y a más de un siglo de su fase imperialista, y los hechos y características de la etapa más reciente del capitalismo. Entre estas últimas, por ejemplo, el fin del concierto de naciones que rigió durante tanto tiempo las relaciones entre sus potencias y la suerte de ultraimperialismo de la actualidad, o el tránsito del neocolonialismo que caracterizó a la madurez mundial del sistema a un nuevo complejo neocolonialista selectivo.

Si atendemos al movimiento histórico, y no solo a la estructura económico-social y el funcionamiento del sistema, quisiera destacar cuatro de los instrumentos que el capitalismo utiliza en la actualidad: un desmontaje de gran parte de las conquistas obtenidas durante el siglo XX; un alto nivel de prevención antisubversiva ―junto a la represión pero más importante que ella―; el desarme o la neutralización de las alternativas que pretenden levantarse en su contra; y una gran guerra cultural mundial, que he tratado en numerosos trabajos, y que es la pieza clave de su estrategia. Todos estos son retos provenientes del sistema de dominación, para los revolucionarios y para las resistencias de los de abajo.

Paso al segundo aspecto de la esencia de la crisis del capitalismo: no es causada por el nivel y la fuerza de la actuación de los revolucionarios, ni de resistencias organizadas.

Hace cien años, la hegemonía burguesa europea de “la bella época” del imperialismo temprano se basaba en un gigantesco auge de las fuerzas económicas y las relaciones sociales del sistema, la explotación de las mayorías, más moderada en los centros y a través del más salvaje colonialismo o el intercambio desigual en el resto del mundo, y una larga paz entre las potencias.

Entre 1914 y 1945 esa hegemonía se rompió en pedazos y se desprestigió a fondo: la Primera Guerra Mundial, la Gran Depresión, el predominio del fascismo en aquel continente y la Segunda Guerra Mundial fueron los hitos principales de aquella crisis. Pero la Revolución bolchevique, los primeros años de la URSS y la Internacional Comunista crearon una nueva realidad fuera del capitalismo y opuesta a él, hubo grandes revoluciones en México y en China, se pasó de las resistencias culturales al nacionalismo político en Asia y África y hubo revoluciones por la liberación nacional en varios lugares. Se fueron extendiendo las ideas y las luchas socialistas.

No hablaré del período 1945-1989/91, porque es muy conocido, solo quiero recordar que durante esa época hubo grandes revoluciones e el Tercer Mundo, un gran número de conflictos y profundos cambios de las personas, entre otros eventos. El capitalismo fue negado o desafiado en muchísimos terrenos.

Hoy no estamos a ese nivel. Las luchas de clases y de liberación nacional han sufrido una profunda disminución a escala mundial en las últimas décadas. El capitalismo se recompuso y pasó a la ofensiva con una gran efectividad. Pero en América Latina estamos tratando de revertir la situación. ¿Cómo le podremos sacar provecho a la crisis que sufre el capitalismo a causa de su naturaleza actual?

Menciono entonces desafíos para los revolucionarios y para las resistencias de los de abajo, provenientes de sus propias realidades: dispersión de sus fuerzas, confusiones y divisiones, falta de claridad en las estrategias, escasez de organizaciones efectivas, poco desarrollo de un pensamiento creador que sirva como ayuda y guía, y pocas habilidades movilizadoras de la acción política. Pero todo eso y mucho más será discutido en este Taller.

Comento la segunda pregunta. La crisis integral, ¿lo es realmente? ¿Es indispensable que sea tan completa, o es un recurso subjetivo que acostumbramos a utilizar, causado por el peso tan tremendo que tiene el determinismo en las elaboraciones intelectuales correspondientes a la modernidad capitalista? Es muy comprensible que ese determinismo nos influya mucho, pero estamos obligados a liberarnos de él.

Ante todo, la crisis no es integral. Si atendemos a la financiera que se desató hace poco en 2008, se puede constatar que:

1- no disminuyó el poder de los Estados Unidos, y quizás reforzó la convicción entre los demás imperialistas de que es inevitable que ese país ostente el poder supremo;

2- demostró que el poder del Estado sigue siendo fundamental para mantener el dominio económico capitalista;

3- China, India, Brasil, Rusia y algunos otros países del Tercer Mundo no sufrieron la crisis;

4- América Latina no ha sido doblegada por esa crisis; y

5- el grupo constituido por numerosos países que son los más empobrecidos y abandonados del mundo viven su crisis permanente, ajena a la crisis financiera citada.

Lo fundamental del capitalismo contemporáneo ha seguido funcionando: la hipercentralización, la financiarización y el cobro de tributos, el saqueo sistemático y el necolonialismo selectivo, los mecanismos internacionales que son propiedad de ellos y una potencia que es suprema en lo militar y lo político, y predominante en lo cultural.

La crisis del medio en que vivimos es gravísima y es palpable que será cada vez peor. Pero también es, por lo mismo, un indicador serio de los datos esenciales del conflicto. Nosotros hemos avanzado en integrar esa crisis a nuestras luchas y a nuestras ideas, ellos no la integran a sus posiciones por dos razones básicas: no se lo permite la lógica depredadora de su sistema económico y de dominación, y no tenemos fuerzas suficientes para obligarlos a hacerlo. Desarrollamos los aspectos más creativos de nuestras ideas y sentimientos cuando integramos la conciencia ecológica hacia nuevas concepciones del mundo, el orden social y la vida; es decir, damos pasos creativos importantes que ya los capitalistas no pueden dar, nos adelantamos y nos vamos volviendo superiores a ellos.

Cuando tengamos fuerzas suficientes, podremos extender a cientos de millones de personas humildes esa conciencia ecológica y movilizarlos para luchar por ella, y se integrará en un complejo emancipador poderoso y opuesto al capitalismo, pero sobre todo creador de una nueva manera de vivir y de entender el mundo.

Considerar civilizatoria la crisis depende de la posición teórica que compartamos. A mi juicio, “civilización” es uno de los conceptos centrales del dominio cultural e ideológico capitalista surgido en Europa, que tuvo un aire científico sociológico con aquella clasificación colonialista de “salvajes, bárbaros y civilizados”, y una ideología abierta de colonialismo y racismo con la oposición “barbarie-civilización”, que tantos estragos ha hecho, pero que ya combatía José Martí hace un siglo y cuarto. “Civilización” está cargado de un sentido de clasificación de las personas, de dominación sobre las mayorías y destrucción del equilibrio con el medio natural, en nombre del dominio que el llamado “hombre civilizado” debía ejercer sobre la naturaleza.

Comparto totalmente lo que plantean los materiales del Taller, incluido el salto cultural necesario para vencer y superar al sistema hegemónico capitalista, pero prefiero calificar a ese salto de liberador.

Situados en un terreno diferente y opuesto, partimos de constatar que la cultura del capitalismo ha sido la única capaz de sustentar una dominación mundial, y que debemos aprovechar la debilidad que se está apoderando de sus fundamentos para combatirla a fondo, levantar la cultura nuestra y desarrollar sus instrumentos. Los lenguajes no son inocentes, pueden servir a la dominación o a la liberación. Necesitamos liberar el lenguaje, para pensar desde nosotros y para nosotros, identificarnos, apreciarnos y sentirnos capaces, y poder actuar eficazmente.

No comentaré nada sobre el carácter sistémico de la crisis, para continuar con los comentarios a la tercera pregunta, que ya inicié con esta última idea.

En América Latina y el Caribe se está dando un proceso que es favorable, en términos generales, a la conquista de alternativas emancipatorias. A los efectos del trabajo que llevaremos a cabo en el Taller, quisiera distinguir cuatro aspectos de esas alternativas. Es necesario analizarlos y profundizar en cada uno de ellos, pero sin olvidar nunca que no existen separados unos de otros, ni será posible, a mi juicio, obtener el logro de cada uno de ellos sin vincularlo en grados más o menos íntimos con los otros. Esos aspectos son: el mejoramiento humano; la justicia social; la liberación nacional; y avances tendientes a la integración continental de un bloque de revolucionarios y de aliados que estén dispuestos a pelear por su autonomía y sus intereses.

Considero que una victoria muy importante de los movimientos y las ideas emancipatorias actuales es que están logrando integrar cada vez más y con mayor profundidad los dos primeros aspectos. Ambos constituyen anhelos muy antiguos de los seres humanos y tienen una historia muy larga de sentimientos, ideas, luchas y sacrificios en todo el mundo.

Hace dos siglos, en nuestro continente se pusieron a la orden del día al mismo tiempo y se relacionaron la libertad, la justicia social y la integración continental, lo cual fue un acontecimiento trascendental a escala mundial. La gran revolución social victoriosa de Haití logró la independencia nacional del primer Estado de la región. La revolución fue la vía predominante para la creación de aquellos Estados soberanos, a través de procesos que combinaron la libertad y la justicia social, lo que les permitió movilizar a muchos miles de personas; la revolución puso su impronta a la época de la independencia. La nación y el nacionalismo tuvieron significados anticoloniales y populares, cuando en Europa apenas comenzaban a tener importancia, y ejércitos internacionalistas decidieron la suerte de la mayor parte de la América del Sur.

En las nuevas repúblicas la libertad fue muy recortada, la justicia social fue negada a las mayorías, las naciones se forjaron paulatinamente ―tanto que algunas no se han completado todavía― y el capitalismo mundial logró mantener vínculos favorables a él, que el imperialismo convirtió en neocolonialismo. Pero el resultado de conjunto fue un formidable avance, le dio singularidad a este continente en la universalización del capitalismo y constituyó un gran aporte cultural que mantiene vigencia y utilidad hasta hoy.

Ese aporte forma parte de una acumulación cultural continental que se desplegó en el curso del siglo XX: identidades, experiencias, ideas, resistencias, rebeldías, capacidades económicas, cultura política y social latinoamericanas. Esa acumulación es capaz, potencialmente, de enfrentar en mejores condiciones que otras regiones del mundo los males a los que ha sido sometido en las últimas décadas y la rapacidad y la agresividad del imperialismo. Es un punto de partida idóneo para las actividades y las ideas emancipatorias actuales, pero estas tendrán que ser, sin embargo, muy ambiciosas y profundamente creativas y originales.

En 2011, nuestro continente vive un tiempo que puede llegar a ser de cambios trascendentales. Después de un final de siglo desolador, la primera década de este registró avances muy notables en cuanto a la formación de un polo de logros y atracción de las causas populares, compuesto por movimientos sociales combativos y gobiernos populares muy consecuentes. Otros Estados buscan autonomía respecto al imperialismo, y crecen las coordinaciones latinoamericanas. Ganan terreno las iniciativas y la idea de la integración de los países de la región. Al mismo tiempo, ningún análisis serio podrá obviar los innumerables escollos, insuficiencias y enemigos que tiene este proceso.

El momento es incierto, y prefiero referirme a él mediante algunas preguntas. ¿Se levantarán en el continente nacionalismos enfrentados al imperialismo, capaces de formar gobiernos y bloques sociales fuertes, ganar legitimidad por sus actos y encontrar fuerza en la memoria y la cultura de rebeldía, de expresarse a través de políticas, acciones e ideologías en las que participen las colectividades? ¿Serán capaces esos nacionalismos de comprender la necesidad de establecer coordinaciones internacionales antiimperialistas como un requisito para ser factibles, poder luchar, triunfar, mantenerse y avanzar?

Y si eso sucede, ¿qué predominaría: los intereses de sectores minoritarios, pero con influencia decisiva en la economía y las instituciones, y hegemónicos en la sociedad; o los intereses de la sociedad, a través de las movilizaciones, la concientización y las organizaciones populares que luchen por sus objetivos y se opongan al imperialismo y a todos los sistemas de dominación? ¿O será que en la situación actual una o la otra opción solo podrán salir adelante coordinándose, o inclusive uniéndose? Pero, ¿es posible que sostengan ese tipo de relaciones, o una opción deberá gobernar a la otra?

La causa principal actual de las resistencias y las movilizaciones populares es la injusticia social, más que la cuestión nacional. Quizás la primera necesidad a resolver sea unir ambas culturas de rebeldía, la nacional y la social, en causas que se pongan al servicio de las necesidades y los anhelos de los pueblos. Esa tarea es sumamente difícil, y exigirá ―entre otras cosas― superar historias y prejuicios que separan las diversas vertientes y hacer análisis muy críticos de los propios proyectos, las organizaciones, los métodos, el alcance que se da a los objetivos, los lenguajes. Habrá que aprender bien en qué consiste el “rescate” de lo nacional, y qué demandas y creaciones resultan imprescindibles y no postergables en materia de justicia social.

Pero serán las prácticas lo decisivo, y como le sucede a todo el que entra en política en tiempos cruciales, las cuestiones trascendentales del poder y de la organización aparecerán en toda su centralidad. Y pronto se abrirá paso una exigencia del proceso: se trata de hacer realmente una nueva política, que deberá ser no solamente opuesta, sino muy diferente a la política que hacen los que dominan.

Una cosa es comprender que la política del campo popular comete muchos errores y quizás todavía se parece demasiado a la de sus adversarios, y otra es creer que toda política es perversa, porque eso a quienes conviene es a los dueños capitalistas de la política. Es como la idea de que todo poder es perverso: solo sirve a quienes tienen el poder, mientras los que nunca lo han tenido pierden la posibilidad de tomarlo, equivocarse y aprender ejerciéndolo, y crear poder popular.

El notable desarrollo de la cultura política de los pueblos de la región ha sido determinante para que las vías políticas del sistema ―diseñadas para ofrecer recambios electorales de la dominación― se hayan vuelto contra él. Hoy millones sienten que es posible luchar otra vez por la vida y el futuro en América, y se ponen en marcha. A mi juicio, el alcance, las victorias y la permanencia de los procesos de cambio dependerán en última instancia de la calidad y el peso de las luchas de los movimientos populares organizados, combativos y concientes. Su potencial de liberación de las personas y los grupos humanos es muy grande, sus propuestas alternativas son más capaces de expresar las complejidades, las necesidades y los sueños, y sus experiencias podrían ser aportes muy importantes a la nueva política necesaria.

Destaco dos rasgos muy positivos de esos movimientos populares en cuanto a la relación entre sus especificidades y el movimiento en su conjunto. Uno es su gran capacidad de comunicarse e intercambiar experiencias e ideas, apoyarse en asuntos concretos y, en situaciones cruciales para sus países, reunirse para emprender y sostener campañas. El otro es que muchos pertenecen a redes u organizaciones internacionales, sea de su tipo de movimiento o con un fin determinado. En la medida en que lo político vaya teniendo su lugar en los movimientos populares, será más factible armonizar sus necesidades y sus iniciativas con los principales problemas generales del continente. También es muy probable que entonces aparezcan otros problemas que todavía no se advierten bien.

No hay que olvidar la larga historia de controles, cooptaciones y manipulaciones de los movimientos sociales por parte de los poderes en cada país, ni la de las presiones y negociaciones de aquellos para sacarles a los dominantes demandas o ventajas para sus sectores. Así se han reformulado también consensos y hegemonías. No se trata de un toma y daca entre iguales: el mango de la sartén casi siempre lo ha tenido el poder. Pero lo necesario hoy no es reformar esa historia, sino acabar con ella, crear un nuevo orden de relaciones y avanzar hacia una nueva política y un nuevo sistema.

Los poderes revolucionarios deben evitar la antigua tentación de mandar, y también abandonar las creencias en que la diversidad social actuante los debilita y lesiona la unidad. Los movimientos deben defender sus identidades y sus campos de actuación, aportar su riqueza, pero priorizar en las grandes luchas la liberación de todos y el poder popular, sin el cual nunca estarán seguros ni irán muy lejos los éxitos de cada uno.

Opino que si las alianzas autónomas se profundizan y los poderes populares se desarrollan y tienden a extenderse, será inevitable una escalada imperialista y sobrevendrán conflictos violentos. Ante esa situación, la radicalización de los procesos será imprescindible para su propia sobrevivencia. Serían suicidas los retrocesos y las concesiones desarmantes frente a un enemigo que sabe ser implacable, pero lo principal es que, dado el nivel que han alcanzado la cultura política de los pueblos y las esperanzas de libertad, justicia social y bienestar para todos, los movimientos, los poderes y los líderes prestigiosos y audaces podrán multiplicar las fuerzas populares, si ponen la liberación efectiva de los yugos del capitalismo en la balanza de sus convocatorias a luchar.

No será suficiente pelear de riposta. La palabra “alternativa” ha expresado muy bien lo más ambicioso del campo popular durante una época terrible. Hoy sigue siendo necesario ser alternativos, y más de una vez expresa lo que podemos lograr. Sin embargo, la política revolucionaria no podrá conformarse con ser alternativa, porque la naturaleza del sistema lo ha situado históricamente en un callejón sin salida, pero su poder y sus recursos actuales le permiten maniobrar, e inclusive dejarle un nicho de tolerancia a algunas alternativas, para que se “naturalicen” como parte de las realidades y se desgasten. En la medida en que vayamos obteniendo triunfos sobre los dominantes y cambios de nosotros mismos, convertiremos las alternativas en procesos de emancipación humana y social.

Nuestra política no puede ser moderada, porque ya aprendimos que ninguna evolución progresiva llevará a la humanidad a una liberación decretada y ninguna crisis ―por extensa o profunda que sea― será suficiente para acabar con el imperialismo. Por lo tanto, estamos obligados a ser muy creativos, a convocar todas las cosas espontáneas que puedan ponerse a nuestro favor, pero al mismo tiempo a hacer cada vez más intencionada nuestra actuación, más meditada, debatida y consensuada, más hija de un pensamiento que tenga puntos de partida diferentes, y no solo opuestos a las dominaciones, y que sea capaz de pensar y actuar en otro terreno. Un movimiento que comprenda que cada aparente lugar de “llegada” es solo un hito que señala el camino hacia nuevas y complejas creaciones. Solo así nos acercaremos a la victoria.

Orgullosos de nuestra historia revolucionaria…Síntesis de Ponencia de Roberto Cañas en Foro sobre el 32

SAN SALVADOR, 25 de enero de 2011 (SIEP) “La primera mitad del siglo XX en El Salvador estuvo marca por los sucesos de la insurrección de 1932 de los pueblos originarios… Sucedió en enero, un mes para los salvadoreños de una densidad histórica muy profunda…” dijo esta tarde Roberto Cañas, firmante de los Acuerdos de Paz, en Foro sobre 1932 organizado por COFEVI.

Agrego que “voy a mencionar algunas de estas fechas trascendentales: 10 de enero de 1980, acto publico anunciando la unidad de la izquierda luego de diez años de lucha armada, 22 de enero de 1980, manifestación gigantesca para celebrar la unidad, desde entonces n o he tenido otro baño de pueblo como ese; 16 de enero de 1992, la firma de los Acuerdos de Paz entre el FMLN y el GOES; y 22 de enero de 1932, el levantamiento indígena.”

“Estos acontecimientos forman parte de nuestra memoria histórica, nos ayudan en la construcción de nuestra identidad nacional, ya que el conocimiento de la historia forma parte del patrimonio de las nuevas generaciones, es lo que nos han heredado los que dieron su vida por este pueblo, es lo que le da sentido a nuestras vidas…”

“El FMLN lleva ese nombre porque enlaza las tradiciones de lucha de Farabundo Martí, Feliciano Ama, Francisco Sánchez con la lucha de la segunda mitad del siglo XX, de una nueva generación de revolucionarios…que confluyen en la lucha popular guerrillera que va de 1970 a 1992.”

¿Cómo se fue larvando el malestar social que generó el levantamiento de 1932? En el último cuarto del siglo XIX se realizó un despojo a los pueblos originarios de sus tierras. Irrumpe el desarrollo del cultivo del café que necesita de grandes extensiones de tierra. El gobierno de Zaldívar aprobó leyes orientadas a la desaparición de las comunidades indígenas y de los ejidos, así como leyes contra la vagancia para fundamentar jurídicamente el despojo a los pueblos originarios. Aquí se va creando un estado patrimonial de productores de café que luego se apoderan del estado. Las comunidades son despojadas de sus tierras…

Esto esta a la base de 1932, es una de las causas por las que se origina la insurrección. Y 1932 marca también la inserción de nuestra economía al mercado internacional.1932 es también cuando se inaugura la dictadura militar de Maximiliano Hernández Martínez, que comienza con la insurrección, con esa explosión social. Hay un antecedente importante en 1929 con la crisis mundial, la cual provoca situaciones de extrema miseria con fuerza extraordinaria.

La insurrección de enero de 1932 es una de las más importantes de América Latina ya que incluso se crearon soviets (concejos) en El Salvador. Debemos estar claros que no
podemos entender el presente sin estudiar el pasado. Así como que debemos recobrar ese sentido de la historia, en especial los jóvenes deben sentirse orgullosos que somos un pueblo con una extraordinaria tradición de lucha popular. Debemos sentirnos orgullosos de los acontecimientos del 32, somos hijos de Farabundo Martí…

Tensiones entre extractivismo y redistribución en los procesos de cambio de América Latina

Falta de debate sobre el modelo
Tensiones entre extractivismo y redistribución en los procesos de
cambio de América Latina

Raúl Zibechi
ALDEAH

Voy a tocar cuatro aspectos en relación al tema del vínculo que existe
entre el extractivismo y la redistribución de la riqueza, entendiendo
que este vínculo implica relaciones de poder.
Falta de debate sobre el modelo

Una primera tensión es la falta de debate que tenemos sobre el modelo.
En general, se ha aceptado, se ha asumido, por parte de los gobiernos,
de que éste es el modelo viable y posible; de que éste es el modelo
necesario para seguir adelante. Y no hay debate. Las izquierdas, nos
hemos fortalecido, los movimientos nos hemos fortalecido, en la
trayectoria, discutiendo, debatiendo, interpelando, confrontando. No
es necesario rebajar el nivel del debate, rehuir el debate para seguir
siendo de izquierda o para tener un cierto nivel de apoyo a los
gobiernos.

Si no discutimos, si no elevamos la temperatura de los debates, se va
a seguir haciendo lo mismo, se va a seguir continuando con un modelo
que ya tiene un camino hecho. Podría aceptar si los gobiernos
progresistas y de izquierda argumentaran “a fin de mes, el Estado
tiene que pagar a los funcionarios, a los maestros, a los médicos, a
las enfermeras, a los militares; pagar las obligaciones que tiene todo
Estado, pagar los salarios, como mínimo. Y para eso necesitamos
ingresos”. Pero no se argumenta así, se nos dice que éste es el modelo
bueno, cuando hay una mínima interpelación. Si aceptáramos ese debate,
entonces estaríamos en ese otro lugar para decir “hoy esto es lo que
hay, pero veamos de qué manera se puede intentar salir de este
modelo”. Hay un mínimo avance en ese sentido en el caso del proyecto
ITT. Es un espacio interesante pero absolutamente insuficiente. Lo que
predomina es la continuidad: la continuidad, sin debate. ¿Cómo vamos a
fortalecer alternativas al extractivismo? ¿Diciendo que el
extractivismo es bueno, que hay que hacer represas hidroeléctricas
gigantes, que hay que continuar con la minería, que hay que continuar
con la soja, que hay que continuar con la caña de azúcar para hacer
biocombustibles, con la forestación, etc.? Es necesario abrir un
debate profundo en los movimientos y entre los movimientos y los
gobiernos. Abriendo un debate, ya estaríamos en otro lugar, en otra
situación.

Difícil construcción de nuevos actores sociales

El secundo problema que veo, es que aún no hay actores sociales
suficientemente consolidados para combatir el modelo extractivista.
Voy a dar un ejemplo: durante la fase de privatizaciones del modelo
neoliberal, existían actores, por lo menos en el cono sur, en torno al
movimiento sindical. Lo que se privatizaba eran empresas estatales.
Entonces, los sindicatos y buena parte de los trabajadores del Estado
y de otros sectores – aunque no fueran del Estado – ya tenían una
clara consciencia de que esas empresas, si se privatizaban, iban a
implicar una perdida para los trabajadores y para el país. Y había una
consciencia de derechos que giraba en torno a esta propiedad estatal;
de las empresas de telecomunicaciones, de petróleo, de gas, de
electricidad, de correos y otras. Hoy en día es más complejo: los
emprendimientos extractivistas están lejos de la grandes ciudades, en
la cordillera andina, o en la Pampa, o en situaciones que no afectan,
o solo indirectamente, al grueso de la población; las poblaciones de
las grandes capitales (y hoy tenemos una población mayoritariamente
urbana en América Latina), no están inmediatamente afectadas por una
concesión minera a quinientos, a mil kilómetros de la cuidad, o porque
se abren campos para la soja o para la forestación. Y muchas de esas
áreas son territorios poco poblados. El año pasado, estaba en Ecuador.
Solamente yendo a las comunidades más afectadas por la contaminación
de las nacientes de los ríos, uno puede comprender esa dificultad para
que aquella comunidad, que está cerca de cuenca, le transmita a la
gente de la cuidad: “a nosotros ya nos llega el agua contaminada,
dentro de un tiempo Uds. van a tener un problema gravísimo”. Hay una
dificultad enorme que está trancando, trabando, enlenteciendo la
constitución de actores sociales.

Entonces es natural que la construcción de actores sociales para
enfrentar el extractivismo sea una tarea más compleja, más larga, más
dificultosas; porque salvo en el caso de unas cuantas comunidades
quienes combaten los efectos inmediatos del extractivismo, estos
efectos no son claramente perceptibles para el grueso de la población.
Y en este periodo, es imprescindible abrir un debate necesario para la
constitución de actores sociales. Los actores sociales no se
constituyen sino en conflicto. Y el papel del debate, de la
clarificación de ideas, es fundamental. Debate y conflicto van de la
mano.

Efecto domesticador de las políticas sociales

La tercera tensión que observo, por lo menos desde el cono Sur, es la
cuestión de las políticas sociales. Por un lado, las políticas
sociales alivian la pobreza. Han conseguido disminuir la población
bajo la línea de pobreza. Han conseguido que las personas tengan más
alimentación, más salud, etc. No han sido suficientes para disminuir
la desigualdad (en mi país, Uruguay, la desigualdad sigue creciendo,
aunque la pobreza bajó de la mitad), lo que es un indicador de que el
patrón de acumulación sigue siendo polarizador. Y lo mismo sucede en
Argentina, en Brasil y por supuesto en Chile.

Pero además, esas políticas sociales tienen otro problema, y ahí está
la tensión y la contradicción. Tienden, y lo voy a decir con todas las
letras, a domesticar a los actores sociales, a dificultar el
relanzamiento de los conflictos. Tienden a dividir, a cortar, a
fragmentar; ya no a dirigentes puntuales sino a organizaciones
enteras. Y a los que no se someten a esa domesticación, se los
criminaliza.

Entonces tenemos una necesidad de discutir las políticas sociales, que
por ahora no están en el debate. Se acepta que ayudan a mejorar la
situación de pobreza, pero no se ven los problemas que crean en el
debilitamiento de los movimientos. Las políticas del combate a la
pobreza no son nuevas; las inventó, a raíz de la derrota del Vietnam,
un señor que se llamaba Robert McNamara, que fue presidente de la Ford
y después fue ministro de defensa. Después de la guerra del Vietnam,
fue durante años presidente del Banco Mundial e inventó el combate a
la pobreza, diciendo: “si no combatimos ciertos niveles extremos de
pobreza, nunca ganaremos”. Pensaba como un militar.

Entonces, el Banco Mundial fue el pensamiento duro de las políticas
sociales; y los gobiernos de nuestra región, pienso sobre todo en el
cono Sur, han asumido el combate a la pobreza con algunos cambios. Las
políticas sociales siguen siendo políticas compensatorias y facilitan
la acumulación del extractivismo, acumulación por despojo, por robo de
los bienes comunes.

¿Hasta qué punto y de qué modo las políticas sociales desarticulan
movimientos? Conozco – porque he trabajado con ellos y mantenemos un
dialogo desde hace años – el caso del Cauca, de los Nasa, de Colombia.
Están siendo atenazados por un lado, por la guerra, feroz, terrible – todo los meses dirigentes indígenas muertos, asesinados – y por el
otro lado por políticas sociales. En algunos casos se trata
simplemente de repartir dineros y, en otros casos, crear
organizaciones sociales que se llaman indígenas que hablan de la
“pluri” y de la “multi”, pero que son creadas desde el Ministerio del
interior, y eso es política antisubversiva.

Entonces creo que aquí tenemos una contradicción, porque las políticas
sociales son duales: mejoran indicadores de pobreza pero domestican.
Tenemos un trabajo importantísimo por hacer con algunos de los
conductores de esas políticas que son o bien trabajadores y
trabajadoras sociales, o bien sociólogos y sociólogas, o bien
dirigentes sindicales o dirigentes sociales, ex piqueteros, ex
asambleístas o aún piqueteros que son incrustados en los movimientos y
que conducen las políticas sociales en el territorio.

En el cono Sur, las políticas sociales de última generación, que se
pretenden no compensatorias, son políticas territoriales. Y la usina
de pensamiento ya no es el Banco Mundial, sino la FLACSO (Facultad
Latinoamericana de Ciencias Sociales). Entonces cuando estamos
discutiendo de eso, estamos discutiendo para pelear, en parte, contra
nosotros mismos, porque esas políticas nos atraviesan y muchos y
muchas estamos implicados en esas políticas. Y creo que hay que tratar
de discutir para ver cómo hacemos para que esos flujos faciliten la
organización y el conflicto, sirvan para fortalecer a los movimientos,
no para debilitarlos. Es una batalla que algunos movimientos ya están
desarrollando, en la Argentina y en varios países más. Aquí hay un
escenario abierto, una tensión muy fuerte que no sabemos aún cómo
manejarla y que muchas veces nos maneja a nosotros.

Nueva élite en el poder

La cuarta y la última tensión es la más complicada de formular.
Sospecho que está surgiendo una nueva elite en el poder, que tal vez
sea una nueva clase, una nueva nomenclatura, integrada por algunos
sindicalistas (sobre todo los vinculados a los fondos de pensión, los
que han trabajado en la banca), por cuadros políticos de izquierda
(los que han hecho carrera en municipios, en ministerios, que están
allí dirigiendo políticas, dirigiendo empresas públicas, estatizadas
en el caso de que han sido privatizadas), y también por viejos
funcionarios del Estado, funcionarios de carrera del Estado, cómo
Samuel Pinheiro Guimarães que diseña estrategias en Brasil. En algunos
países también hay militares en esa nueva elite.

Entonces ahí está formándose algo, que como dice un pensador
brasileño, Chico da Ribeira, las categorías que teníamos antes –
cooptación, traición, clase dominante, burguesía – tal vez ya no son
tan útiles para pensar la nueva realidad que estamos viviendo. Pero
miremos la realidad de frente, y muchas veces nos vamos a encontrar
con partes nuestras en esa nueva elite. Quizá no nosotros
directamente, pero amigos, vecinos, familiares, y nosotros incluso
colaborando para eso.

Está surgiendo una elite dominante que maneja nuestro discurso, que
maneja nuestras palabras: derechos humanos, etc. Entonces, el
continente está transformándose. Radicalmente. En esa transformación,
los movimientos están debilitados, surge un nuevo sector dominante que
nos conoce muy bien porque viene de nosotros, de nuestros movimientos,
que sabe cómo manejarnos y cómo manejar los vínculos.

Hay un conjunto de tensiones que están fortaleciendo un modelo que en
sí mismo jamás podrá distribuir, y que en su costado más perverso
implica brutales niveles de acumulación. Nuestros países son
exportadores de oro, de plata, de materiales que son fundamentales
para la acumulación de riqueza. Y en el otro extremo del mismo modelo,
políticas sociales que nos debilitan, que hacen que para mucha gente
sea más interesante anotarse a un movimiento, ya no para combatir,
sino para hacer trámites en un ministerio y entrar en una rosca que
finalmente no aporta nada al conflicto social. El conflicto social, el
debate social, es lo único que nos puede sacar de este modelo
extractivista y abrir las puertas para que – quizá – haya en el futuro
un modelo que aún no tenemos claro, pero que sea más justo, más
horizontal, más redistribuidor.

Transcripción por Donatien Costa

Intervención de Raúl Zibechi, periodista e investigador uruguayo, en
el taller “Tensiones entre extractivismo y redistribución en los
procesos de cambio de América Latina”, Foro Social de las Américas,
Asunción, Paraguay, agosto 2010.

MANIFIESTO DE APOYO AL PROCESO BOLIVARIANO EN VENEZUELA

2 de febrero de 2011.

Al pueblo de Venezuela
Al Gobierno del Presidente Hugo Chavez
A los movimientos sociales de Venezuela

Estimados compañeros y compañeras,

Hace doce años, el pueblo venezolano decidió cambiar el rumbo de la historia de su país y romper con la larga noche neoliberal y décadas de manipulación de una oligarquía que se saciaba con los recursos del petróleo, sin beneficiar en nada al pueblo.

El pueblo venezolano pagó el precio de la pobreza y de las desigualdades sociales.

El día dos de febrero de 1999, resultado de muchas movilizaciones populares, y de una masacre en Caracas que costó la vida de millares de ciudadanos, finalmente tuvimos una elección democrática y el presidente venezolano Hugo Chávez asumió la Presidencia de Venezuela, con el compromiso popular de refundar el país por medio de un proceso de transformación social, basado en la participación popular y en el rescate del papel del Estado como gestor de políticas públicas en pro de la mayoria de la población.

A partir de entonces, se inició un programa de erradicación del analfabetismo, la universalización del sistema primario de salud, la apertura de nuevas universidades, la democratización de la propiedad de la tierra en el campo y en la ciudad, y la construcción de un proyecto económico que use los recursos del petróleo para resolver los problemas del pueblo de vivienda, educación, salud, y acceso a la energía. Y asumió una vocación internacionalista de ayuda a otros pueblos, a través del proyecto ALBA, siguiendo el ejemplo de Simón Bolívar.

No basta que bajo la mirada y las reglas de la democracia representativa, Chávez y su proyecto de gobierno haya salido victorioso en 14 procesos electorales realizados desde este período. No basta que este gobierno haya admitido derrotas electorales como en 2008, cuando fue rechazado en las urnas el proyecto de reforma constitucional propuesto por el gobierno. Las empresas transnacionales, las clases dominantes locales y los intereses del imperio de los Estados Unidos, no se conforman con la pérdida del control del petróleo venezolano y con la pérdida de poder político. Por esto, durante todos estos años, han organizado una campaña permanente, sistemática, para descalificar el proceso, agrediendo al pueblo venezolano y a su presidente, como nunca sucedió antes en la historia del país.

Pero todavía reclaman que falta derecho a la opinión y a la libertad de expresión. Estas fuerzas derechistas, que mantuvieron al continente latinoamericano precisamente al servicio de los intereses del capital de los Estados Unidos, como ahora, perdieron el poder político en la mayoría de los países, y se articulan a través del control que tienen sobre los medios de comunicación. Usan los medios de comunicación de masas como su arma permanente para mentir, manipular, y atacar.
Esto viene ocurriendo no sólo en Venezuela, sino también en Brasil, en Argentina, y en todos los países de América Latina.
Por confiar en el carácter popular y democrático de la revolución bolivariana, por defender el derecho soberano del pueblo venezolano y de todos los pueblos del mundo a decidir su destino, sin injerencia del capital y de las fuerzas del imperio, por considerar de fundamental importancia el proceso de integración regional que viene siendo impulsado en América Latina en los últimos diez años, y que se concreta a través de UNASUR, del CELAEC, y del proyecto de integración popular del ALBA, salimos públicamente a manifestar nuestra solidaridad con el pueblo hermano venezolano, con su gobierno, y con el proyecto de cambios sociales en curso en aquel país.
En el año del bicentenario de la independencia política de varios países de América Latina, reiteramos que a pesar de la campaña de odio orquestada a partir de los medios masivos de comunicación contra Venezuela, reiteramos nuestro compromiso de realizar todos los esfuerzos para construir la verdadera integración de nuestros pueblos, y apoyar el ejemplo del pueblo venezolano, que inspirado en Simón Bolivar y el Che Guevara, José Martí y tantos otros, nos impulsa en la necesidad de unirnos en América Latina, para ayudarnos a resolver juntos los problemas fundamentales de nuestros pueblos.
Defendemos que haya un proceso de democratización de todos los medios de comunicación de masas en nuestros países, para liberar a nuestros pueblos de la manipulación y de su uso por los intereses de la burguesía y de las empresas que quieren retomar el control de nuestros recursos económicos.
Los pueblos de América Latina precisan caminar con sus propios pies, abriendo un mismo camino de soberanía política, económica, de control de sus recursos naturales, para construir sociedades más justas, democráticas e igualitarias.
Defender al pueblo venezolano de las agresiones que sufre, es defender a los pueblos de todo el continente, es defender también los intereses del pueblo brasilero.

Atentamente

Rev. Ricardo Cornejo, coordinador de Comunidades de Fe y Vida de El Salvador
Rev. Roberto Pineda, coordinador de Comunidades de Fe y Vida de El Salvador

COFEVI CONVOCA A MOVILIZACIÓN EN SOLIDARIDAD CON VENEZUELA

Las Comunidades de Fe y Vida (COFEVI) de El Salvador por este medio convocamos al pueblo salvadoreño y sus organizaciones representativas, a expresar nuestro respaldo a la Revolución Bolivariana en Venezuela, conducida por el Comandante Hugo Chávez y a repudiar las campañas agresivas del imperialismo contra este ejemplar Y COMBATIVO proceso revolucionario latinoamericano.

Uhhh, Ahhh… Chávez no se va!
DIA. MIERCOLES 2 DE FEBRERO DE 2011
PUNTO DE SALIDA: PLAZA DEL SALVADOR DEL MUNDO
PUNTO DE LLEGADA: EMBAJADA DE VENEZUELA
INVITA. COMUNIDADES DE FE Y VIDA
REV. RICARDO CORNEJO REV. ROBERTO PINEDA

EL EZLN ANTE MUERTE DE DON SAMUEL RUIZ

ENERO DEL 2011. AL PUEBLO DE MÉXICO:

El Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional manifiesta su pesar por la muerte del Obispo Emérito Don Samuel Ruiz García.

En el EZLN militan personas con diferentes credos y sin creencia religiosa alguna, pero la estatura humana de este hombre (y la de quienes, como él, caminan del lado de los oprimidos, los despojados, los reprimidos, los despreciados), llama a nuestra palabra.

Aunque no fueron pocas ni superficiales las diferencias, desacuerdos y distancias, hoy queremos remarcar un compromiso y una trayectoria que no son sólo de un individuo, sino de toda una corriente dentro de la Iglesia Católica.

Don Samuel Ruiz García no sólo destacó en un catolicismo practicado en y con los desposeídos, con su equipo también formó toda una generación de cristianos comprometidos con esa práctica de la religión católica. No sólo se preocupó por la grave situación de miseria y marginación de los pueblos originarios de Chiapas, también trabajó, junto con heroico equipo de pastoral, por mejorar esas indignas condiciones de vida y muerte.

Lo que los gobiernos olvidaron propositivamente para cultivar la muerte, se hizo memoria de vida en la diócesis de San Cristóbal de Las Casas.
Don Samuel Ruiz García y su equipo no sólo se empeñaron en alcanzar la paz con justicia y dignidad para los indígenas de Chiapas, también arriesgaron y arriesgan su vida, libertad y bienes en ese camino truncado por la soberbia del poder político.

Incluso desde mucho antes de nuestro alzamiento en 1994, la Diócesis de San Cristóbal padeció el hostigamiento, los ataques y las calumnias del Ejército Federal y de los gobiernos estatales en turno.

Al menos desde Juan Sabines Gutiérrez (recordado por la masacre de Wolonchan en 1980) y pasando por el General Absalón Castellanos Domínguez, Patrocinio González Garrido, Elmar Setzer M., Eduardo Robledo Rincón, Julio César Ruiz Ferro (uno de los autores de la matanza de Acteal en 1997) y Roberto Albores Guillén (más conocido como “el croquetas”), los gobernadores de Chiapas hostigaron a quienes en la diócesis de San Cristóbal se opusieron a sus matanzas y al manejo del Estado como si fuera una hacienda porfirista.

Desde 1994, durante su trabajo en la Comisión Nacional de Intermediación (CONAI), en compañía de las mujeres y hombres que formaron esa instancia de paz, Don Samuel recibió presiones, hostigamientos y amenazas, incluyendo atentados contra su vida por parte del grupo paramilitar mal llamado “Paz y Justicia”.
Y siendo presidente de la CONAI Don Samuel sufrió también, en febrero de 1995, un amago de encarcelamiento.

Ernesto Zedillo Ponce de León, como parte de una estrategia de distracción (tal y como se hace ahora) para ocultar la grave crisis económica en la que él y Carlos Salinas de Gortari habían sumido al país, reactivó la guerra contra las comunidades indígenas zapatistas.
Al mismo tiempo que lanzaba una gran ofensiva militar en contra del EZLN (misma que fracasó), Zedillo atacó a la Comisión Nacional de Intermediación.
Obsesionado con la idea de acabar con Don Samuel, el entonces presidente de México, y ahora empleado de trasnacionales, aprovechó la alianza que, bajo la tutela de Carlos Salinas de Gortari y Diego Fernández de Cevallos, se había forjado entre el PRI y el PAN.
En esas fechas, en una reunión con la cúpula eclesial católica, el entonces Procurador General de la República, el panista y fanático del espiritismo y la brujería más chambones, Antonio Lozano Gracia, blandió frente a Don Samuel Ruiz García un documento con la orden de aprehensión en su contra.
Y cuentan que el procurador graduado en Ciencias Ocultas fue confrontado por los demás obispos, entre ellos Norberto Rivera, quienes salieron en la defensa del titular de la Diócesis de San Cristóbal.
La alianza PRI-PAN (a la que luego se unirían en Chiapas el PRD y el PT) en contra de la Iglesia Católica progresista no se detuvo ahí. Desde los gobiernos federal y estatal se apadrinaron ataques, calumnias y atentados en contra de los miembros de la Diócesis.
El Ejército Federal no se quedó atrás. Al mismo tiempo que financiaba, entrenaba y pertrechaba a grupos paramilitares, se promovía la especie de que la Diócesis sembraba la violencia.
La tesis de entonces (y que hoy es repetida por idiotas de la izquierda de escritorio) era que la Diócesis había formado a las bases y a los cuadros de dirección del EZLN.
Un botón de la amplia muestra de estos argumentos ridículos se dio cuando un general mostraba un libro como prueba de la liga de la Diócesis con los “transgresores de la ley”.
El título del libro incriminatorio es “El Evangelio según San Marcos”.
Hoy en día esos ataques no han cesado.
El Centro de Derechos Humanos “Fray Bartolomé de Las Casas” recibe continuamente amenazas y hostigamientos.
Además de ser haber sido fundado por Don Samuel Ruiz García y de tener una inspiración cristiana, el “Frayba” tiene como “delitos agravantes” el creer en la Integralidad e Indivisibilidad de los Derechos Humanos, el respeto a la diversidad cultural y al derecho a la Libre Determinación, la justicia integral como requisito para la paz, y el desarrollo de una cultura de diálogo, tolerancia y reconciliación, con respeto a la pluralidad cultural y religiosa.
Nada más molesto que esos principios.
Y esta molestia llega hasta el Vaticano, donde se maniobra para partir la diócesis de San Cristóbal de Las Casas en dos, de modo de diluir la alternativa en, por y con los pobres, en la acomodaticia que lava conciencias en dinero. Aprovechando el deceso de Don Samuel, se reactiva ese proyecto de control y división.
Porque allá arriba entienden que la opción por los pobres no muere con Don Samuel. Vive y actúa en todo ese sector de la Iglesia Católica que decidió ser consecuente con lo que se predica.
Mientras tanto, el equipo de pastoral, y especialmente los diáconos, ministros y catequistas (indígenas católicos de las comunidades) sufren las calumnias, insultos y ataques de los neo-amantes de la guerra. El Poder sigue añorando sus días de señorío y ven en el trabajo de la Diócesis un obstáculo para reinstaurar su régimen de horca y cuchillo.
El grotesco desfile de personajes de la vida política local y nacional frente al féretro de Don Samuel no es para honrarlo, sino para comprobar, con alivio, que ha muerto; y los medios de comunicación locales simulan lamentar lo que en realidad festinan.
Por encima de todos esos ataques y conspiraciones eclesiales, Don Samuel Ruiz García y l@s cristian@s como él, tuvieron, tienen y tendrán un lugar especial en el moreno corazón de las comunidades indígenas zapatistas.
Ahora que está de moda condenar a toda la Iglesia Católica por los crímenes, desmanes, comisiones y omisiones de algunos de sus prelados…
Ahora que el sector autodenominado “progresista” se solaza en hacer burla y escarnio de la Iglesia Católica toda…
Ahora que se alienta el ver en todo sacerdote a un pederasta en potencia o en activo…
Ahora sería bueno voltear a mirar hacia abajo y encontrar ahí a quienes, como antes Don Samuel, desafiaron y desafían al Poder.
Porque est@s cristianos creen firmemente en que la justicia debe reinar también en este mundo.
Y así lo viven, y mueren, en pensamiento, palabra y obra.
Porque si bien es cierto que hay Marciales y Onésimos en la Iglesia Católica, también hubo y hay Roncos, Ernestos, Samueles, Arturos, Raúles, Sergios, Bartolomés, Joeles, Heribertos, Raymundos, Salvadores, Santiagos, Diegos, Estelas, Victorias, y miles de religios@s y seglares que, estando del lado de la justicia y la libertad, están del lado de la vida.
En el EZLN, católicos y no católicos, creyentes y no creyentes, hoy no sólo honramos la memoria de Don Samuel Ruiz García.
También, y sobre todo, saludamos el compromiso consecuente de l@s cristian@s y creyentes que en Chiapas, en México y en el Mundo, no guardan un silencio cómplice frente a la injusticia, ni permanecen inmóviles frente a la guerra.
Se va Don Samuel, pero quedan muchas otras, muchos otros que, en y por la fe católica cristiana, luchan por un mundo terrenal más justo, más libre, más democrático, es decir, por un mundo mejor.
Salud a ellas y ellos, porque de sus desvelos también se nacerá el mañana.

¡LIBERTAD!
¡JUSTICIA!
¡DEMOCRACIA!

Desde las montañas del Sureste Mexicano.
Por el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del EZLN.

Teniente Coronel Insurgente Moisés. Subcomandante Insurgente Marcos.

México, Enero del 2011.

CedoZ

SINTAMONOS PARTE DE LA CONSTRUCCION DEL CAMBIO

Transcripción: Discurso Salvador Sánchez Cerén, en ocasión de
Inauguración Plaza y Monumento en homenaje a Schafik Hándal. 24 enero
de 2011, Mejicanos, El Salvador.

Compañeros y amigos embajadores, compañeros y compañeras de la
Comisión Política, familia de Schafik, representantes de los partidos
hermanos de lucha de Schafik y de nuestro pueblo.

Sé que aquí está la mayoría de militantes de Mejicanos, en este acto
tan importante y que como Schafik utilizaba estos espacios nos servían
para nutrirnos de las orientaciones y de los compromisos para seguir
adelante, él no desperdiciaba ningún espacio para poder dar
orientaciones claras, precisas, sobre el momento y sobre lo que hay
que hacer

Esta obra, hermanos de Mejicanos, representa el triunfo de marzo del
2009 [APLAUSOS], esta obra representa que El Salvador está viviendo
una nueva etapa, y todas las nuevas etapas traen problemas nuevos y
compromisos nuevos. El mensaje y la consigna de Schafik de La Lucha
Continúa, es un mensaje de lucha permanente, no puede haber descanso,
no podemos ahora decir que llegamos al gobierno y cruzarnos de brazos,
la tarea es ahora más complicada, la derecha quiere regresar al
gobierno ¿Lo vamos a permitir?

No vamos a permitir veinte años en los que llevaron a este pueblo a la
miseria, los areneros se olvidan, este pueblo se olvida, que todas las
demandas que hay son demandas históricas que ellos no cumplieron y que
ahora este gobierno se ha comprometido a llevarlos adelante. Pero eso
no es responsabilidad solo del gobierno.

Desmontar el neoliberalismo en El Salvador es tarea de los
revolucionarios, es tarea del FMLN, no podemos nosotros abandonar ese
compromiso. [APLAUSOS]

Por eso yo quiero felicitar a la dirección de mi partido. Medardo, el
día sábado fue muy claro, yo no pude participar en esa reunión de la
comisión Política, y analizó la coyuntura actual, la coyuntura de
demandas justas. Son justas las demandas de los y las trabajadoras,
más las de los maestros. Imagínense que un maestro comienza ganando
475 dólares y después de treinta años, después de estar en el aula
treinta años dando su vida terminan con un salario de 850 dólares, eso
es injusto, eso hay que cambiarlo, de eso el Presidente está claro que
tenemos que terminar con esas injusticias. Pero eso es parte de este
proceso de cambios y transformaciones que tenemos que llevar adelante.

En dieciocho meses no podemos resolver esta situación. La destrucción
que produjeron los grupos oligárquicos de este país contra la inmensa
mayoría del pueblo, que lo volvieron pobre, que privilegiaron el
mercado y no a las personas. A las personas las mandaron a la pobreza
y la oligarquía se enriqueció. Todos conocemos esa historia, todos
conocemos las historias de las privatizaciones en nuestro país, cómo
quitaron la capacidad del Estado de poder responder ante las
necesidades de la gente.

Es un nuevo momento. Esta obra donde está el pensamiento de Schafik
nos exige a los revolucionarios saber pensar con cabeza propia. Pero
además de saber con cabeza propia, tenemos nosotros que construir las
ideas de estas transformaciones y de estos cambios, ¿O vamos a esperar
que los neoliberales nos den nuevamente la receta? ¿O vamos a ser
nosotros junto al pueblo, junto a todos los sectores quienes vamos a
construir este proceso? Eso está en marcha en este país.

Las aspiraciones del pueblo solo las puede resolver este partido.
Inspirado en el pensamiento de Schafik. Esta obra es expresión de que
esa hermandad de los pueblos, los pueblos con los que recientemente
establecimos relaciones diplomáticas. El primer paso del Presidente
Mauricio Funes fue re establecer relaciones diplomáticas con Cuba
[APLAUSOS] y esta es obra de esta inmensa solidaridad de los pueblos
por las que luchó, por las que aspiró Schafik.

Schafik sabía que otros pueblos nos pueden ayudar, nos pueden ayudar
en su inspiración artística, y junto con la mano salvadoreña hacer
esta obra grandiosa. Pero además junto a los pueblos podemos sacar del
analfabetismo al país, juntos con otros pueblos podemos terminar con
el atraso educativo, cultural, científico-técnico de nuestro país
[APLAUSOS]

Por ello Schafik fue un militante consecuente con ese pensamiento, por
eso Schafik es un hombre no solo de El Salvador, él es un hombre de
América Latina. Las ideas de Schafik contribuyeron a construir esa
izquierda latinoamericana que llevó al neoliberalismo a la sepultura,
esa es la obra de Schafik. [APLAUSOS]

Yo les quiero decir a los hermanos de Mejicanos, no de México sino de
Mejicanos – no te vayas a enojar Carvajal – México es nuestro
hermano, Schafik lo lleva en su corazón, nos ayudaron mucho a todo el
proceso de negociación.

Pero yo les decía, a nuestros compañeros que ya acá señalan que este
municipio es bastión del FMLN. Yo les decía que esto es la
continuidad, esta obra es la continuidad. Mejicanos no solo es
recordado por que rompió el temor y permitió al FMLN ser de las
primeras alcaldías gobernadas, sino si nos remontamos a la historia,
ahora que dentro de poco en la conmemoración de Monseñor Romero se van
a lanzar toda la actividades educativas culturales de nuestra
celebración del Bicentenario de la independencia, doscientos años de
Independencia vamos a comenzar a conmemorar.

Mejicanos desde la época de la independencia fue un baluarte de la
lucha por la independencia. En la historia de nuestro país los
levantamientos contra la corona sucedieron aquí en Mejicanos y San
Salvador, y no solo eso, Mejicanos es también la historia de la
dignidad soberana ante la lucha anexionista del imperio mejicano en
aquellas épocas, que quiso anexar Centroamérica a México, o sea pasar
de la dominación española a otro tipo de dominación, y aquí surgió esa
rebeldía.

Schafik es el ejemplo de la continuidad de la independencia. La
independencia es una lucha permanente, tenemos ahora que ser
independiente en lo económico. Tenemos que romper con esa dependencia
que tiene nuestro pueblo, que tiene El Salvador para poder desarrollar
un modelo económico que le dé respuesta a estos graves problemas que
tiene el país. Todo eso significa para nosotros y para ustedes, y para
El Salvador esta obra que expresa las ideas, el pensamiento y la
altura de la dirigencia y de la capacidad de liderazgo de Schafik.

Recordado por todo el pueblo, logró unir a todo el pueblo, y sus ideas
trascendieron El Salvador y llegaron a América Latina.

Yo quiero insistir mucho en que tenemos que comprender que en el 2009
abrimos una nueva etapa histórica en El Salvador. Ya Schafik lo
intuía, lo preparaba, decía que era importante ganar el gobierno, que
era necesario ganar el gobierno, pero no bastaba solo ganar el
gobierno. Teníamos que hacer las transformaciones y los cambios.

Por eso tiene que haber una preparación de condiciones. Tiene que
prepararse el país para que verdaderamente las transformaciones sean
sostenibles en el tiempo. Que este nuevo modelo económico que surja
sea verdaderamente un modelo económico que le genere al país volver a
reconstruir su planta productiva que fue destruida por la oligarquía
durante tantos años.

Rescatar nuestra identidad cultural, generar empleos, enfrentar la
pobreza, ese nuevo sistema que hay que crearlo. Lo que ahora tenemos
es un sistema dejado por veinte años de políticas neoliberales que
tenemos que desarmarlo, pero para ello se requiere la voluntad que
siempre tuvo Schafik de luchar, de luchar, de hacer realidad esa
consigna de: La Lucha Continúa.

Estaba releyendo los escritos de Schafik, porque hay que leerlos, eso
nos da pautas, nos da guía de cómo enfrentar estos momentos, y me
recuerdo que en los años ochentas, hace más de treinta años, nosotros
en El Salvador habíamos decidido lanzar, después de agotar todos los
espacios de lucha política electoral y de venir construyendo unidad
guerrillera desde los años setentas, y que los hermanos del Partido
Comunista llevaron a plenitud la lucha política electoral, logramos
triunfos por esa vía pero fueron arrebatados y el pueblo tomó la
decisión de irse a la lucha armada, allá en los años ochentas, en esa
década también se desmoronaba el campo socialista de la Europa del
Este y eso generó una gran confusión en la izquierda, y eso generó una
gran confusión al interior del FMLN, y allí la visión científica,
humana de Schafik, ayudó mucho no solo a orientar El Salvador sino
también a orientar a América latina, porque también en esos momentos,
aquí están hermanos que conformaron el Foro de Sao Paulo y la COPPPAL,
también se abrió un debate profundo sobre eso.

El abandono de la lucha armada como forma de lucha y de buscar otras
formas de lucha, pero en ese contexto el FMLN liderado por Schafik
logró plasmar sus ideas, su estrategia y el camino.

El camino que había quedado como único en El Salvador para derrotar la
dictadura militar ya que se había experimentado años y años de lucha
política electoral, y también eso implicó para el FMLN hacer cambios
de sus visiones, hacer cambio de su estrategia, y se habló de la
necesidad de relacionar la democracia con el socialismo, se habló de
la necesidad de pensar con cabeza propia, se comenzó a construir ideas
a partir de esa nueva realidad que no contrastaban con las teorías
universales, y allí hubo que construir esa estrategia propia.

En esos momentos Schafik allá en los años ochentas en una reflexión
que hacía en el 60 aniversario del Partido Comunista de El Salvador,
decía: “Lo que nosotros reivindicamos de la tendencia actual del mundo
es la democratización, el derecho a la justicia, la posibilidad de
alcanzar esos cambios políticos y socioeconómicos por la vía de la
concertación popular y nacional”.

En aquellos momentos en donde había una diferencia entre cómo
desarrollar la lucha armada y la lucha diplomática y la lucha por la
concertación y el diálogo que generó profundos debates al interior del
FMLN. Se creyó que aplicar los instrumentos de la negociación y del
dialogo era desmontar la revolución, pero es que se había creado un
contexto internacional nuevo en el cual había que hacer comprender que
la lucha armada en El Salvador buscaba terminar con la dictadura para
abrir un proceso de construcción democrática, llevar justicia al país,
y eso fue una decisión acertada.

Schafik fue persistente en generar ese debate, como ustedes lo
conocieron, muy franco, muy directo y a veces muy fuerte para hacer
comprender sus ideas. Ustedes saben este proceso terminó en una
combinación de lucha armada y negociación y firmamos los acuerdos de
Paz, y a partir de esos Acuerdos de Paz desmontamos la dictadura
militar y se abrió este proceso nuevo que ya lleva más de 18 años de
construcción democrática.

Hubo otro momento después de que firmamos los acuerdos de Paz y
decidimos desarmar a nuestras estructuras militares y convertirnos en
partido político, y participar por primera vez el FMLN en elecciones
en 1994. Y claro dos años de preparación, sabíamos dominar la lucha
armada, nos habíamos hechos expertos en la lucha armada, conocíamos
todo lo que tiene que ver con la destreza de llevar adelante la lucha
militar en El Salvador.

En esos dos años tuvimos que convertir la estructura militar en
partido político, pero además en todas las elecciones, y se plantearon
las elecciones, claro la derecha hizo sus cálculos y dijo: “éste es un
escenario desconocido para el FMLN, y lo vamos a integrar al sistema.”

Tuvimos victorias importantes, victorias importantes a nivel municipal
y a nivel de la Asamblea Legislativa. Nos convertimos en la segunda
fuerza política pero no logramos el triunfo presidencial, y eso
promovió en la izquierda salvadoreña de que el FMLN había traicionado
al pueblo, y generó también confusión en la izquierda latinoamericana
que decían que el proceso salvadoreño había perdido su carácter
revolucionario y que se había integrado al sistema.

En ese momento también Schafik participó en un Foro de Sao Paulo en el
95 en Uruguay y comenzó a hacer reflexiones y él hablaba de que la vía
de la lucha política electoral abre posibilidades para el avance de la
izquierda, en el 95, y él trasladó estas reflexiones a ese foro y
dice: “Llegamos a dominar la lucha armada por ejemplo, nosotros en
esto hemos hecho procesos muy grandes, pero en la lucha electoral no,
la derecha tiene bastante más dominio y también más instrumentos que
nosotros, tienen una versatilidad muy fuerte, no solo en el terreno de
la propaganda sino en el aparato del Estado y con el empresariado
quien cada vez más, por lo menos en El Salvador, se le incorpora
orgánicamente a la derecha.

Tenemos que asumir la necesidad de hacer un gran esfuerzo para dominar
esta forma de lucha a partir de nuestra actuación en otras
condiciones, reconociendo cuales son los instrumentos y como los
utiliza la derecha y potencia de lo nuestro.”

Y en ese sentido Schafik comenzó a trabajar en nuestras bases, a
visitar los pueblos, los caseríos, a perfeccionar el uso del
instrumento, lo llegamos a dominar y a través de las elecciones
sacamos a ARENA del gobierno, a través del dominio de las elecciones
vencimos el miedo y derrotamos a la derecha a pesar del fraude, a
pesar de la campaña oprobiosa y de de temor que hizo. [APLAUSOS]

Hoy dominamos ese instrumento, sabemos que es un instrumento para el
avance de la lucha de la izquierda en El Salvador y de los pueblos en
El Salvador. Y que ahora el gran temor de la derecha es que el FMLN va
a llegar al gobierno y que va a llegar un presidente del FMLN,
[APLAUSOS], ese es el gran miedo de la derecha, porque sabe que el
FMLN ha logrado dominar esta forma de lucha, pero eso también implicó
para el FMLN nuevas ideas, construir nuevos instrumentos, educar a
toda nuestra base, educar que un partido como el FMLN no es solo para
las campañas, sino que es de trabajo constante, permanente, en el
seno del pueblo, en el corazón del pueblo, esos son nuestros comités
de base.

Nosotros trabajamos los 365 días, trabajamos y orientamos y estamos
junto a la gente. No solo dominamos esa forma, sino que también hemos
incorporado lo que somos. Nosotros antes de ser partido político
fuimos movimientos sociales, el FMLN está compuesto por campesinos,
obreros, estudiantes, gente humilde que saben hacer la lucha social,
no solo llamar a las elecciones. Saben cómo luchar porque su comunidad
tenga el agua, les mejoren sus calles y eso es parte de la obra de
Schafik.

Y también acá se ha señalado el viaje de Schafik a Bolivia para la
toma de posesión del compañero Evo Morales. Y allá en aquella época
sucedía algo acá, algo parecido aquí, de dudas de que sí esto es un
cambio y de que si son transformaciones y que gente de izquierda está
cuestionando al gobierno, que quiere sacar otra alternativa diferente
al gobierno y aún en estos momentos hay unos ilusos que creen que
pueden botar al presidente Funes, yo les quiero decir que están
equivocados, el pueblo del FMLN va a defender a este gobierno.
[APLAUSOS]

No se equivoquen señores de la derecha, no sueñen, estamos claros de
nuestros compromisos. Y Schafik en ese momento participó en una
reunión con la izquierda Boliviana y él decía, les voy a leer unos
párrafos del discurso que Schafik dio ahí: “Oímos ayer el discurso de
Evo, a quién conocemos desde hace unos años, nos impresionó su
claridad, su fuerza de voluntad, su convicción y no tenemos ninguna
duda de que pondrá en marcha un cambio realmente profundo en esto que
está ocurriendo en Bolivia. Hay otra lección, la izquierda
latinoamericana, como ya dijo alguien aquí, debe aprender a escuchar a
nuestro pueblo y no hay que ir al trabajo revolucionario con
prejuicios, con esquemas pres establecidos.

Si algo de positivo tiene el derrumbe de la Unión Soviética y de
aquel cambio socialista, porque de negativo tuvo mucho, al suprimir
uno de los dos polos que permitía que la lucha de los pueblos pudiera
avanzar en aquel tiempo con más soltura, si algo tuvo de positivo es
que nos obligó a pensar con cabeza propia y no con esquemas que
terminan siendo muy dañinos.

Aquí en Bolivia, dijo, por desgracia hay una de esas fuerzas que no
quieren apoyar a Evo y se siguen proclamando de izquierda. Con la
autoridad que me debe de haber sido militante y dirigente del Partido
Comunista de El Salvador, por mucho tiempo, puedo decir a la
dirigencia del Partido Comunista de Bolivia que está cometiendo una
estupidez, tampoco apoyaron al Che, lo que está pasando en Bolivia
confirma una vez más que los dogmas convertidos en principios son
dañinos. Afortunadamente nosotros en El Salvador nos deshicimos de
esos dogmas al examinar el recorrido de la revolución en América
Latina, ninguna de ellas, absolutamente ninguna, se realizó conforme a
esos dogmas, ninguna de ellas y ninguna de ellas fue encabezada por
esos dogmáticos, eso sería suficiente para reflexionar y sacudirse esa
herencia”.

¿Por qué habló de esta reflexión?, Si nos trasladamos a El Salvador,
hay muchas dudas sobre el cambio, hay muchas dudas sobre las
transformaciones, que son lógicas, que son correctas, pero estamos
obligados, obligados a interpretar este momento histórico, por ello
vuelvo a insistir, yo felicito a la Comisión Política, en su
comunicado donde fija posición con respecto a la lucha sindical, dejan
bien claro que ahora hay una nueva relación entre el movimiento social
y el FMLN. El FMLN es parte de este gobierno y tenemos una relación
diferente con las organizaciones sociales, queremos junto con las
organizaciones sociales cambiar, transformar este país, de eso que no
quepa y no quede ninguna duda y lo dice muy claramente el comunicado,
respaldamos las justas demandas de los trabajadores.

Pero también esta obra nos recuerda esta nueva época, es una nueva
época diferente a la que se vivió hace 30 años. Hace 30 años en una
parte de la Europa del Este, las ideas del socialismo se derrumbaron,
no estaban enraizadas en el pueblo, ahora después de 30 años lo que
está sucediendo en el mundo, que las ideas del capitalismo neoliberal
se están derrumbando y han llevado a una crisis profunda al mundo y a
los países que hemos aplicado las políticas neoliberales estamos
sufriendo las consecuencias, eso no lo podemos ignorar.

¿Qué podemos hacer…retomar las ideas de los neoliberales? ¡Jamás!,
esas ideas ustedes saben lo que hicieron en El Salvador, privatizaron
la banca, la banca quedó en manos de grupos económicos fuertes, a la
mayoría de trabajadores los sumieron en la pobreza, privatizaron la
energía eléctrica, querían privatizar la educación, la salud. ¿Vamos a
regresar a eso?

Schafik dice claramente, no solo necesitamos el instrumento del
gobierno, sino que tenemos que sentar y construir las bases de las
transformaciones y del cambio que permitan enfrentar la pobreza, que
permitan salir del atraso cultural en educación y en ciencia y
tecnología. Que permitan llevarle la salud al pueblo, de eso habla
Schafik, habla de las necesidades de nuestro pueblo, que retoma
nuestro comunicado, nuestro comunicado dice que tenemos que pensar en
ese salvadoreño que no tiene empleo, que no tiene de qué comer y
vivir, ese es el pobre en el que hay que pensar, ese es el pobre al
que hay que darle prioridad en este momento tan difícil económicamente
en el país [APLAUSOS] y eso es lo que está haciendo este gobierno.

Este gobierno está desmontando el neoliberalismo. ¿Por qué la derecha,
Por qué ARENA quiere recuperar el gobierno?, Porque perdieron el
gobierno, qué no entienden eso, que ARENA perdió el gobierno,
[APLAUSOS] ese gobierno que les ayudo a financiar sus empresas y que
ahora reclaman y no solo lo reclaman, sino que están entorpeciéndolo
y quitando la aplicación de las políticas económicas en este país.
No observar eso es perder quienes causan los males en este país, es
perder la visión de principios que debe tener un partido
revolucionario: la gente, pensar en la gente, eso es un cambio que
está haciendo este gobierno, que le duele a la derecha porque ellos
quisieran que los préstamos se invirtieran en las empresas, eso es lo
que reclaman, están molestos.

Porqué esta empresa privada nunca ha sido competitiva, porque ha
estado a las faldas del gobierno, a las faldas del Estado, ¿por qué
no han podido hacer efectivamente de este país un país productivo?,
porque el interés de ellos es enriquecer sus bolsillos, no es la
gente. [APLAUSOS] No podemos perder la orientación, no podemos perder
el rumbo.

¿Qué hace este gobierno?, se endeuda, si, y se endeuda para pagar
gastos corrientes, porque los gobiernos areneros saquearon el país y
han dejado un déficit fiscal de más de 200 millones de dólares, cada
mes hay que estar pensando cómo se van a buscar esos 200 millones de
dólares para pagarles a la gente. Y esos préstamos se están usando en
el calzado, en los uniformes. Yo les pregunto a ustedes ¿no tienen
hijos en las escuelas?, ¿no les ha ayudado que ya no van a sacar el
dinero de su bolsillo para comprar el calzado y los útiles escolares?
¿No les ha ayudado el programa de alimentación y que ahora van a tener
un vaso de leche?, ahí están 75 millones de dólares que se van a usar
para eso, [APLAUSOS] ahora lo decía el presidente, ya garantizamos el
2011 y vamos a garantizar el 2012 y en la salud, son más de 180
millones de dólares para la salud, ¿y para quién es? ¿Es para estos
grandes centros médicos?, no, es para mandar a los médicos a los
cantones más alejados de Chalatenango, de Morazán, de Cabañas, la
gente que nunca tuvo la salud, ahora están grupos de médicos
especialistas llegando a esos lugares. [APLAUSOS]

¿En qué se están invirtiendo los préstamos?, en las comunidades más
pobres, se les está subsidiando a las familias más pobres de este
país. No reconocer eso me parece que no es hacer una valoración
objetiva de la realidad. La inversión de este gobierno no es hacia el
capital, es hacia las personas, es hacia la gente más pobre para
sacarla de la pobreza, para que tengan educación, para que tengan
salud y con una visión nueva, una visión de inclusividad.

¿Qué quiere decir inclusividad?, nosotros estamos alfabetizando a los
niños sordos, a los niños que no pueden ver, a los niños que tienen
dificultades, a los discapacitados, a los niños discapacitados que han
estado abandonados, ahora les estamos dando oportunidad de que vayan a
la escuela, [APLAUSOS] Las personas adultas mayores que nunca pensaron
en ellas. Son los sectores excluidos eternamente los que ahora son
objeto de este gobierno, pero claro es difícil responder a la enorme
demanda dejada por los gobiernos anteriores.

Medardo señalaba un documento, que yo creo que cada militante del FMLN
debe de leerlo, para que vean ahí un recorrido histórico del
desarrollo económico del país y como la oligarquía salvadoreña
prefirieron el mercado y se alejaron de los pobres, de las personas y
son los causantes de esta enorme desigualdad que existe en este país.
¿La podemos resolver en 18 meses? ¿Creen qué la podemos resolver en 18
meses?, es un proceso y con ese proceso es al que yo les llamo a que
nos comprometamos.

Si queremos honrar la memoria de Schafik tenemos que ser abanderados
del cambio y las transformaciones en este país. [APLAUSOS]

Yo no digo que no se critique, al contrario se debe ser más fuerte con
la crítica, pero eso no nos debe de llevar a perder nuestro
compromiso. Sentar las bases de un nuevo modelo económico depende
como se incorporan los campesinos, como se incorporan los obreros,
como se incorporan los pequeños y medianos artesanos.

Se está generando empleo, los programas de educación están generando
empleo y hay un montón de analistas en La Prensa Gráfica y El Diario
de Hoy, todos los días sacan dos, tres páginas, hablando sobre la
educación. ¿Y quiénes son los que hablan?, son los asesores de la
política económica de ARENA, los que llevaron este país a que la
calidad de la educación sea una calidad que tiene mucho que desear.
Es de la calidad más bajas, ellos buscan que haya una mejor calidad de
educación en los colegios privados y les importa poco que en las
escuelas públicas, donde está la gente humilde pueda recibir educación
de calidad.

Este gobierno está dispuesto a garantizar y llevarles a los niños
educación de calidad. Por eso ahora el año escolar se inauguró en el
Distrito Italia, en el Centro Educativo, porque ahí se está educando
de una forma diferente. Hicimos un recorrido por todo y los
periodistas salieron corriendo, no fueron a ver todos los avances que
hay en esa escuela y eso es lo que queremos hacer en el país, cambiar
la escuela, cambiar el aula, darle la oportunidad al niño que tenga
acceso a las tecnologías educativas en función de su conocimiento, en
función de ser un hombre nuevo, esa es la transformación, eso es lo
que tenemos que ir sentando y en los cinco años este gobierno lo que
se propone es dejar sentadas, como decía Schafik, preparar las
condiciones para los cambios y las transformaciones.

Estamos seguros que no solo es necesario tener el gobierno, es
obligación generar las condiciones de cambio y de transformación en El
Salvador y en eso es que está comprometido este gobierno. Tenemos que
estar comprometidos todos los funcionarios, tanto del FMLN, como de
los partidos aliados que conformamos el gobierno.

Yo quiero finalizar diciéndoles compañeros y compañeras: tenemos que
entrar en la batalla de las ideas, tenemos que imbuirnos del
conocimiento de esta nueva realidad e ir nuevamente de casa en casa, a
platicar con las familias, sobre este cambio, sobre esta
transformación que se está llevando adelante en el país, tenemos que
llegar a los sindicatos, a los gremios para dialogar con ellos y
plantearles este camino que tenemos que construir juntos, si juntos
sacamos a ARENA del gobierno, juntos vamos hacer los cambios y las
transformaciones en este país. [APLAUSOS] Y el FMLN, como lo fue
Schafik es el único que puede unir al pueblo alrededor de estas ideas
de cambio y de transformación. [APLAUSOS]

Por ello es que no debemos de permitir que regrese ARENA al gobierno,
ese es el compromiso que hacemos ahora ante Schafik. Vamos a trabajar
para que este monumento ilumine a todo el país, ilumine a nuestro
partido, ilumine a nuestra dirección y nos de la sabiduría para saber
conducir a nuestro pueblo y dar las orientaciones claras y precisas
que este momento requiere. Ese es el llamado que les hago.

Están las elecciones de alcaldes y diputados próximas, tenemos que
trabajar, y están las elecciones presidenciales, yo no estoy llamando
a votar oyen señores de la prensa. [APLAUSOS] Estoy hablando de la
realidad. El regreso de ARENA es nefasto para El Salvador, yo creo que
nadie lo va a permitir. [APLAUSOS]

¡Viva Schafik!

¡Que viva el FMLN!

Foro de COFEVI sobre 22 de enero: la memoria subversiva del 32

SAN SALVADOR, 25 de enero de 2011 (SIEP) “Para nosotros como Iglesia Luterana Popular, es una responsabilidad evangélica el rescate de la memoria histórica de la lucha de nuestro pueblo y hablar sobre el levantamiento de 1932 es parte esencial de esa tarea…subrayó el Rev. Ricardo Cornejo, al inaugurar esta tarde el Foro “22 de enero: la memoria subversiva de 1932, realizado en el Centro Cultural Nuestra América.

El primer ponente fue Roberto Cañas, firmante de los Acuerdos de Paz de enero de 1992, quien explicó que “el FMLN lleva ese nombre porque enlaza las tradiciones de lucha de Farabundo Martí, Feliciano Ama, Francisco Sánchez con la lucha de la segunda mitad del siglo XX, de una nueva generación de revolucionarios…no podemos entender el presente sin estudiar el pasado.”

El segundo ponente fue Francisco Jovel, integrante de la Comandancia General del FMLN que dirigió la Guerra Popular Revolucionaria de 1980 a 1992. Indicó que “el 32 es una heroica y dolorosa pagina de la historia de nuestro país de principios del siglo veinte. En 1968-1969 un grupo de jóvenes estudiantes universitarios tuvimos un encuentro con estos acontecimientos por medio de platicas con Miguel Mármol.”

El economista Pedro Juan Hernández, Coordinador del Frente Social por un Nuevo País, dio un saludo al evento manifestando que “recuperar nuestra memoria histórica es clave, ya que a nuestra gente se le obligó luego del 32 a renunciar a su propia identidad, incluso a sus nombres y la tierra les fue arrebatada a nuestros antepasados, a nuestros abuelos y se fueron conformando aquellas haciendas de café….”

El tercer ponente fue el diputado del FMLN, Jorge Schafik Handal, quien dijo que “el antecedente del 32 fue el levantamiento de Anastasio Aquino en 1833, y el motivo fue la tierra. Surge un 1932 una política de ignorar nuestra cultura, se vuelve subversiva la cultura de los pueblos originales, los vuelven ilegales, los identifican con dos grandes levantamientos…Decía Schafik que del pasado surge la fortaleza del presente.”

El cuarto ponente fue Salvador Arias, destacado economista y teórico revolucionario, quien subrayó que “la lucha indígena y campesina es el factor determinante de la lucha de liberación del pueblo salvadoreño, primero en al colonia y luego en la post-colonia, esa línea, ese hilo es lo que explica la historia de este país, todo movimiento insurreccional ha estado sacudido por la lucha de indígenas y campesinos.”

Concluyó el evento el Rev. Roberto Pineda afirmando que “la reivindicación de nuestros mártires y héroes, de los hombres y mujeres que se levantaron en nuestra patria por la tierra y la democracia, es una tarea que debemos asumir para fortalecer nuestro espíritu de resistencia y de lucha en los nuevos momentos que vivimos que siguen requiriendo la organización, conciencia y movilización de los sectores populares.”