Personajes:
Bolívar y Marx Liberación Nacional y Liberación Social Por: Práxedes Gorrirán
Las figuras de Carlos Marx y Simón Bolívar, sus respectivos legados revolucionarios y su reivindicación histórica, actualmente vuelven a ser parte fundamental del tipo de respuesta que los pueblos y las organizaciones que luchan y resisten en nuestra América dan a la explotación de las oligarquías y al neocolonialismo del imperialismo, ambos, elementos consustanciales del capitalismo en su fase neoliberal.
Lucha de clases y lucha antiimperialista son dos expresiones de una misma respuesta a la dominación imperial y oligárquica que se perpetra en contar de nuestras naciones y nuestra gente. La respuesta a la dominación imperialista la da Simón Bolívar. La respuesta a la explotación de una clase a otra, la da Carlos Marx.
Simón Bolívar denuncia los mecanismos de explotación que unos pueblos pueden imponer a otros, concretamente pensaba en la explotación del sistema colonial europeo del siglo XVI al XIX. Esta explotación esta en la base del sistema que surge con ella: el capitalismo. Bolívar, hombre de acción e ideólogo, pone en marcha y consigue la liberación de un conjunto de pueblos, que a la postre constituirían naciones: Venezuela, Colombia, Perú, Bolivia y Ecuador; pero además, se da cuenta de las pretensiones imperialistas de Inglaterra y del peligro que representa, para las recién independizadas naciones, el naciente imperialismo norteamericano. Es bien sabido que los Estados Unidos se opusieron en la reunión de Panamá en 1826 a la integración propuesta por el Libertador, ya que esto imposibilitaría su futura expansión.
Marx analiza y desnuda la injusticia fundamental en que se basa el sistema capitalista. Se trata de una forma de dominio de una clase social sobre otra, no se trata ya de la relación amo – esclavo, sino de la posesión o no, de los instrumentos de producción – explotación. Los miembros de una clase poseen los instrumentos de trabajo, mientras los otros, poseen únicamente la posibilidad de trabajar. En este sistema, supuestamente, nadie es obligado a trabajar para otro, “todo hombre es libre”, pero quien no trabaja para otro muere de hambre, por lo cual la capacidad de trabajo se convierte en una simple mercancía; consecuencia de lo anterior es que quienes no trabajan poseen mucho y quienes más trabajan no poseen nada. Los mejores esfuerzos de Marx se dirigieron a hacer conciencia de esta explotación y a ponerle fin.
Bolívar se enfrenta y derrota a las fuerzas coloniales españolas, pero también toma conciencia y alerta sobre la necesidad de la continuación de la lucha, ahora contra el imperialismo estadounidense. Carlos Marx puso todo su esfuerzo en la explicación pormenorizada del capitalismo y de la necesidad de la revolución social por medio de la lucha de clases. Ambos confluyen de maneras distintas en una lucha común: la lucha contra el capitalismo, la anticolonial y antiimperialista, y la lucha de clases y por el socialismo. Enfrentamiento doble que se prolonga hasta nuestros días.
Por lo dicho anteriormente, a los pueblos y organizaciones que enfrentan y resisten el embate del neoliberalismo no nos queda otra respuesta que subvertir el sistema capitalista, romper con los centros imperialistas de poder, emanciparse, liberarse y organizarse para la conformación de un orden social, económico, político y cultural más justo y más digno, y que sin duda es el socialismo. Es aquí en donde converge la revolución de liberación nacional con la revolución de liberación social.
Bolívar capto esa peculiar situación de los pueblos de nuestra América, en donde se entrelazan la lucha de clases y antioligárquica con la lucha anticolonial y antiimperialista. La emancipación ha de ser en todo caso frente al imperialismo y frente a los oligarcas.
Desde la perspectiva marxista la revolución social es valida para todos los pueblos del mundo, pero en el caso de los pueblos latinoamericanos y caribeños, hemos de realizar simultáneamente la revolución de liberación nacional. Esta relación dialéctica abreva del legado revolucionario y la vigencia histórica de Carlos Marx y Simón Bolívar.
Por esto, y no por puras consideraciones terminológicas, la adopción de un marxismo bolivariano comprende mejor la naturaleza peculiar del proceso revolucionario en nuestra América. Este proceso deberá combinar todas las formas de la lucha, desde la legal hasta la clandestina, desde la pacifica hasta la armada, todas ellas forman parte de un proceso único integrado. La importancia de cada una de ellas está condicionada por la relación de las fuerzas y por las particularidades de cada país y cada región. Ninguna de las tácticas de esas luchas puede ser elevada a principio estratégico; pero un hecho está confirmado por toda la experiencia histórica: no hay camino pacifico para la revolución.
Esa es la razón profunda de la adopción del marxismo bolivariano en las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC Ejército del Pueblo, quienes desde las selvas y montañas más guerrilleras, y las ciudades mas combativas del continente se aprestan día con día a lo construcción de la Nueva Colombia, con la paz que sólo la justicia social puede brindar. Y esa es también la razón que nos mueve a brindar nuestra solidaridad irrestricta y a llamar a todos los pueblos y organizaciones del continente y del mundo a solidarizarse también con esta lucha por la humanidad.
¡Contra el imperialismo… por la Patria!
¡Contra la oligarquía… por el Pueblo!
¡Hasta la victoria final… FARC-EP!