SAN SALVADOR, 24 de septiembre de 2009 (SIEP) “Salvador Cayetano Carpio fue uno de los principales dirigentes revolucionarios salvadoreños, durante 35 años, desde 1948 hasta su suicidio en 1983” aseguró el Lic. Roberto Pineda, Coordinador del Centro de Estudios Marxistas “Sarbelio Navarrete.”
“Las circunstancias de su trágica muerte no pueden ni deben ocultar este servicio rendido a los intereses de la clase obrera y el pueblo salvadoreño, esta entrega sacrificada a los ideales de la democracia y el socialismo.”
“Tampoco podemos negar que su celo obrerista no le permitió comprender la necesidad de la unidad de la izquierda, lo que le llevó a actitudes sectarias y hegemonistas al interior del FMLN, las que afectaron la consolidación inicial de este proyecto de liberación.”
“La historia se encargara de juzgar en el futuro sus aciertos y desaciertos, sus contribuciones y errores, pero reitero la necesidad de rescatar su legado histórico, su trayectoria admirable como dirigente obrero y como dirigente comunista del pueblo salvadoreño, como probado amigo de la ex Unión Soviética, de Vietnam y de Cuba. Su rol en el CROSS, en la CGTS, en la FUSS, en el PCS y en las FPL, de las que fue su fundador.”
“En ese espíritu publicamos una de las obras clásicas del pensamiento revolucionario salvadoreño, que recoge una experiencia unitaria y combativa de la clase obrera, de mediados de la década del sesenta del siglo pasado, las inolvidables y gloriosas jornadas de la Huelga de los trabajadores de Acero, en abril de 1967.”
“Esa experiencia, que marcó profundamente a esa generación de revolucionarios, de impulsar una sabia política de alianzas, y de combatividad, tiene mucha vigencia en la actualidad, nos enseña la necesidad de definir al enemigo principal y unificar fuerzas para derrotarlo así como del papel de la lucha como escuela de la solidaridad y del aprendizaje político, de la necesidad de solidarizarnos con la resistencia del pueblo hondureño, del desafío histórico de vincular la lucha del FMLN desde el ejecutivo, el legislativo, las alcaldías, con la creciente lucha popular…” concluyó el Lic. Pineda.