CEM reproduce El Salvador: tres décadas de lucha, de Mauricio de la Selva. Enero de 1962

SAN SALVADOR, 7 de septiembre de 2010 (SIEP) “EL 2 de diciembre de 1961 cumple treinta años la dictadura militar que padece actualmente el pueblo salvadoreño; en enero de 1962 se cumplen treinta años del ametrallamiento de más de 30 mil campesinos; en febrero siguiente cumple treinta años el fusilamiento de Agustín Farabundo Martí y, siete meses después, también hará treinta años de la muerte de Alberto Masferrer” de esta forma inicia su artículo Mauricio de la Selva, escritor, poeta y militante comunista salvadoreño, desde el exilio en México, en 1962.

Nos explica de la Selva que “este trabajo pretende ser una verídica relación cronológica enfocada hacia cuatro aspectos: nacimiento de la dictadura militar, antecedentes al asesinato en masa de los 30 mil campesinos, participación de Martí en el movimiento revolucionario y participación de Masferrer.”

Es importante tomar en cuenta que la publicación de este artículo en la prestigiosa revista mexicana Cuadernos Americanos, en enero-febrero de 1962, es anterior a la edición de la Monografía de El Salvador de Roque Dalton, a las Memorias de Miguel Mármol, a la obra Farabundo Martí de Jorge Arias Gómez, y a la obra de David Luna.

Se considera como una verdad establecida el hecho que Agustín Farabundo Martí no nos dejó a sus seguidores ninguna herencia teórica, pero lo que no se toma en cuenta es que las clases dominantes salvadoreñas lograron ocultar o destruir los escritos de Martí, entre otras modalidades del anticomunismo que predomina todavía en nuestro país. Por eso es muy ilustrativo y desafiante lo que nos dice de la Selva sobre nuestro líder histórico:

“A la casa donde Farabundo arribaba su primera acción consistía en buscar una máquina de escribir, ya que ella le era útil de inmediato, tanto para dedicarse a su correspondencia como para escribir sus proclamas de Partido. En varios Departamentos de la República sus proclamas se esperaban con ansia y se recibían con beneplácito; algunos trabajadores, máxime si eran campesinos, se reunían alrededor del compañero que las leía; para ellos las proclamas eran origen de reuniones en las que participaban casi como en un culto religioso.”

“Ante esta situación de ocultamiento histórico, como CEM asumimos el compromiso de rescatar la obra dispersa de Martí y publicarla, divulgarla por medio del internet…” indicó Roberto Pineda, Coordinador de esta institución.

Considera de la Selva que “Masferrer es el maestro que desde principio de siglo ha dicho su preocupación por el campesino y el obrero salvadoreños; poeta, sociólogo, novelista, filósofo, humanista, periodista, ha manifestado su palabra en favor de los oprimidos; con titubeos entre el materialista y el metafísico, sus juicios han estado presididos siempre por la honradez; su primer libro le valió un destierro y su exposición constante de inconformidad ante la injusticia social le asegura el odio de los poderosos.”

Narra que “el 1 de febrero de 1932, entonces día de la madre los tres hombres fueron conducidos al costado norte del cementerio de San salvador, el pelotón los paró juntos a los tres; Agustín Farabundo Martí fue colocado entre Luna y Zapata. Al instante d e la última orden, Farabundo gritó: ¡Viva el socorro Rojo Internacional!” y uno de los compañeros alcanzó a responder con las tres primeras letras del “¡Viva!” que se le ahogo entre la emoción y la muerte. Ese mismo año, el 4 de septiembre, o catorce días de volver después del destierro ya paralítico y mudo, murió –otra forma de fusilamiento- víctima de la traición y la infamia el intelectual y apóstol de El Salvador,: Alberto Masferrer.”

“Recordemos en estos seis nombres simbólicamente mencionados uno de los movimientos más trascendentes en la lucha revolucionaria latinoamericana; recordémosles: Martí, Masferrer, Ama, Luna, Bondanza y Zapata” estima de la Selva.

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