SAN SALVADOR, 8 de mayo de 2010 (SIEP) “Prometo solemnemente la más firme lealtad a los intereses de la clase obrera y del pueblo salvadoreño y a los movimientos progresistas del mismo…”afirmaron decenas de luchadores sociales, hombres y mujeres, cuando juramentaron como militantes del Partido Comunista de El Salvador, PCS… explico el Lic. Roberto Pineda, del Centro de Estudios Marxistas “Sarbelio Navarrete.”
“Era un juramento que se hacia clandestinamente y significaba entregar la vida a la causa de la revolución y el socialismo, era un momento solemne, era recibir una bandera roja que había sido alzada en la insurrección de enero de 1932, era consagrarse a las luchas del pueblo por la democracia y la justicia social…”
“Estos Estatutos fueron discutidos y aprobados por el V Congreso del PCS, realizado en marzo de 1964, en el que también se aprobaron el Informe del Comité Central saliente y el Programa Agrario, que como CEM hemos ya publicado. Quedamos pendientes de publicar digitalmente el Programa General que también fue aprobado en esa reunión. En este V Congreso fue electo Saúl (Salvador Cayetano Carpio) como secretario General del PCS). El primer congreso fue el 30 de marzo de 1930. El segundo en 1946. El tercero en 1948. El cuarto en 1950. El sexto en 1970. El séptimo en 1979. El octavo en 1992. Y el noveno y último en1995. El PCS tuvo una existencia de 65 años.”
“De nuevo agradecemos como fuente de este documento al Archivo Histórico Revolucionario Salvadoreño y que fue digitalizado por el Centro de Información, Documentación, y Apoyo a la Investigación (C.I.D.A.I.), de la Universidad Centro Americana “José Simeón Cañas”
“Estos Estatutos del PCS fueron originalmente aprobados en el II Congreso en 1946, reformados en 1964. En 1979 fueron discutidos y aprobados nuevos Estatutos del PCS, los cuales publicaremos próximamente, que son los que llegaron hasta 1995.
Una de las reformas aprobadas por el V Congreso fue la de cambiar el lema del Partido, que era: “Por la liberación Nacional, Trabajadores Salvadoreños Uníos”, por el lema de la solidaridad internacional de los trabajadores: “PROLETARIOS DE TODOS LOS PAISES, UNIOS!”, palabras finales del Manifiesto Comunista de Marx y Engels de 1948, y que se mantuvo vigente en el PCS hasta su disolución en 1995.
Reproducimos para finalizar, y como un espejo en que debemos de vernos hoy en el FMLN, lo que se consideraba en aquella época como atributos de la personalidad de los comunistas:
“Los derechos y obligaciones son los fundamentos básicos de una buena militancia. El comunista debe ser un ejemplo en todos los órdenes de la vida, y no le es permisible empañar el prestigio del Partido. Los Estatutos le confieren el derecho de elegir y ser electo de acuerdo con sus capacidades y méritos, para cualquier cargo de dirección. Todos los militantes tienen que ser luchadores de primera línea por las reivindicaciones económicas y políticas del pueblo tienen el deber de salvaguardar por todos los medios la unidad ideológica y orgánica del Partido, que es la condición principal de su fuerza y poderío; tienen que mantener en alto vigilancia revolucionaria y proteger al Partido contra la penetración de los agentes del enemigo o de personas indignas de llevar el honroso título de comunistas; tienen que estrechar día a día sus vínculos con las masas; tienen que esforzarse por elevar continuamente su nivel ideológico y político, su grado de conciencia y por asimilar los fundamentos del marxismo-leninismo.”