Claman por derechos humanos salvadoreños

Demandan cierre de academias policiales

Rubén Moreno
ruben.moreno@laopinion.com
7 de noviembre de 2006

La ola se asesinatos ocurridos durante los últimos meses en El Salvador y atribuidos a los Escuadrones de la Muerte ha hecho poner en pie a activistas de ese país que residen en Los Ángeles para reclamar al gobierno del presidente Elías Antonio Saca el “alto a la militarización y al terrorismo de Estado”.

En una caravana que partirá hoy desde Los Ángeles y que se detendrá en otras siete ciudades a lo largo de todo el país, varias organizaciones planean llegar el próximo día 18 a la Escuela de las Américas, en Fort Benning, Georgia, para condenar la “represión de los jóvenes salvadoreños”, junto a la muerte de civiles, entre los que se encuentran varios miembros de comunidades religiosas.

“El gobierno de El Salvador no puede parar la violencia. Aquí [en Estados Unidos] nos empobrecen y en nuestro país nos asesinan. Nos volverán a llevar a una nueva guerra civil”, dijo Ricardo Cornejo, reverendo de la Iglesia Luterana Popular de ese país.

“Todo hombre y mujer que alza la voz a favor de los pobres antes era tildado de comunista y ahora es calificado de terrorista. No hay libertad de expresión porque cualquiera que hable es perseguido y asesinado”, añadió el religioso.

“Queremos denunciar las muertes de quienes se levantan para defender la voz del pueblo salvadoreño, porque seguimos torturados por la represión política del partido ARENA”, añadió Franki Flores, coordinador del Comité en Solidaridad con el Pueblo de El Salvador (CISPES).

La noche del 19 de noviembre CISPES planea mantener una vigilia a las afueras de la Escuela de las Américas, a la que esperan que asistan más de 20 mil personas de toda la nación.

Además, varias organizaciones exigen el cierre inmediato de dichas instalaciones junto a las de la Academia Internacional de Policía en El Salvador, por considerar que esa entidad “sólo entrenan a jóvenes para militarizarlos y matar a la población” en los países centroamericanos.

“No son más que campos de entrenamiento. En la Escuela de las Américas se han instruido a mas de 70 mil jóvenes latinoamericanos para matar con nuestros impuestos, porque el gobierno gasta 20 millones de dólares para entrenarlos, cuando ese dinero se podía emplear en educación, salud o en trabajo”, sostuvo Carlos Mauricio, fundador de la organización Alto a la Impunidad, de San Francisco.

Otra de las premisas que mantienen los organizadores de la caravana es que se detengan las deportaciones masivas de indocumentados a Centroamérica, y especialmente a El Salvador, basados en que “el récord criminal es enviado para que tengan acceso a él los Escuadrones de la Muerte”.

“No hay ninguna oportunidad para la gente deportada. Cuando a mí me regresaron en 1994, estaba perseguido y tenía que estar viviendo en la calle y escondiéndome en casas. Me regresé porque allí a los jóvenes los están asesinando y no hacen ninguna diferencia entre quien es un criminal y el que no lo es”, indicó Álex Sánchez, director ejecutivo de Homies Unidos.

“Lo único que están haciendo los escuadrones de la muerte es hacer más grave la situación en El Salvador, porque estos asesinatos lesionan toda posibilidad de construir un estado democrático”, dijo Mauricio.

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