Cómo definir a la «banda renovadora» de FMLN

SI ERASMO VIVIERA

¿Sabía usted que Erasmo de Rótterdam, cuyo pensamiento fuera afluente de ese caudaloso río denominado “Renacimiento”, publicó en París en 1511, Elogio de la Locura, pequeña obra, en dimensiones, pero grande por su contenido? Pienso que la importancia del libro se destaca especialmente, si meditamos sobre los personajes de que se ocupó Erasmo hace casi medio milenio. Elogio de la Locura, como dice Max Figueroa Esteva, “pone al desnudo, sin tapujos, el falso cristianismo de los monjes y de la Iglesia misma, la hipocresía, la gula, la avaricia, la concupiscencia, la envidia, el egoísmo, la mezquindad y la vanidad de todos aquellos falsos ‘intermediarios’ entre Dios y los hombres, y ni papas ni monarcas, como comprobará el lector, escapan al acerado puñal de su crítica sarcástica.”

Erasmo no incluyó, específica-mente, entre sus personajes a los políticos ni a prospectos de la variadísima fauna que pulula en nuestras sociedades, hasta convertirlas en un megazoológico. Si Erasmo viviera, pienso que la incluiría. A propósito de este vacío, explicable por razones históricas, opino que sería un buen ejercicio académico para estudiantes de letras y de filosofía, intentar seguir los pasos del inmortal humanista, quien decía del Elogio: “Es un divertimento literario”.

En un actual “divertimento literario”, no faltarían los “analistas políticos” o “todólogos”, los banqueros, los pastores-mercaderes, los contrabandistas, los y las proxenetas, los extranjeros que hacen de El Salvador su “tierra prometida”, los monopolistas de todo color, los cofrades del mutuo bombo de ese extraño mundo de “escritores” y “poetas”, de la mal llamada “clase política”, del “quinto poder” de los buseros, de los propietarios de los medios de comunicación masiva, etc., etc. Resulta claro que no faltarían los “renovadores” del FMLN, dirigidos por Facundo Guardado y su mano derecha, Francisco Jovel.

HAGAMOS UN POCO DE HISTORIA

Característica común que define a los renovadores (y a ciertas gentes de otras corrientes del FMLN), es su anticomunismo. Facundo Guardado, cuyas escasas luces culturales son una verdad cartesiana, por claras y evidentes, fue dirigente del Bloque Popular Revolucionario (BPR). Recuerdo, como si fuera ayer, que en una de las muchas manifestaciones en el ahora llamado “Centro Histórico de San Salvador”, una de las consignas que coreaba la masa, era la de “¡Mueran los comunistas!”, Lo cual estaba acorde con los recelos, y hasta odio visceral, que varias organizaciones político-militares de la época, cultivaban como expertos jardineros, contra el Partido Comunista de El Salvador (PCS). Ese “¡Mueran los comunistas!”, no era un antojadizo decir sino anhelo de verlos hechos cadáveres.

En lo que concierne al BPR, debemos recordar que era un ala de las FPL dirigidas por Salvador Cayetano Carpio. Este, un ex comunista de larga militancia, fundó las FPL inspirado en un anti partidismo comunista galopante, patológico, aunque años después, cuando se intentara dar un paso en el proceso de unificación (con vistas a su fusión) de las organizaciones político-militares en un solo partido, el PCS estuvo anuente. Sin embargo, lo percibible era que Carpio esperaba darse un hartazgo, engulléndose al PCS. Como éste advirtiera las intenciones de esa “unidad”, el proyecto se fue enfriando.

Además, las restantes organizaciones en armas (aunque integraban la Comandancia General del FMLN), tuvieron reticencias pues, “históricamente —como me decía Mario López, vilmente asesinado— cada una de las organizaciones no quiere perder su identidad.” De tal manera, que el camino para formar un partido unificado de la revolución se hizo humo en el primer quinquenio de los años ochenta. Debo recordar, asimismo, que durante la guerra, cualquier combatiente que pasara a territorio dominado por las FPL, era tomado como un espía y que hubo no pocos casos de fusilados por esta causa.

EL CASO DEL PRTC

En cuanto al Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos (PRTC), uno de cuyos fundadores fue Francisco Jovel, dejo constancia sólo parte de lo que conozco. Fue fundado por un congreso que duraría del 14 de diciembre de 1975 al 25 de enero de 1976.

La característica remarcable del PRTC era su centroamericanismo. Por eso el PRTC nació como partido istmeño. Sus ideólogos partían de estas tesis: 1a.) En Centroamérica existe una sola formación económico-social. 2a.) Las posibilidades de triunfo de un movimiento revolucionario confinado a un solo país, sin desarrollo paralelo y simultáneo en todos o en la mayoría de los cinco países, debe considerarse como nula. 3a.) El imperialismo norteamericano es el enemigo fundamental de la revolución en todas las etapas. Poco tiempo después, los ideólogos, entre ellos Francisco Jovel, se dieron cuenta de que las dos primeras tesis se daban de bofetadas con la realidad.

En efecto, en el proceso de desarrollo de los países centroamericanos, y de su incorporación al mercado capitalista mundial, se habían configurado formaciones económico-sociales específicas, con muchos puntos de semejanza y hasta idénticos, pero también con muchas diferencias. Esto contradecía la tesis de la supuesta necesidad del paralelismo y simultaneidad de los movimientos revolucionarios en la región.

Si me refiero a tales concepciones erróneas de los ideólogos del PRTC, y, concretamente a Francisco Jovel, es para refrescarles garrafales estupideces teóricas que los comunistas les señalaran en esa época.

En honor a la verdad, el PRTC, nació con pensamiento unitario de las fuerzas de izquierda y no era ni anticomunista ni anti PCS. Se trazó, como objetivo estratégico, la toma del poder, la construcción de un gobierno democrático revolucionario de obreros y campesinos dirigido por el proletariado, llegar a la revolución socialista e instaurar la dictadura del proletariado con vistas a crear la sociedad comunista.

Cabe recordar, que cuando fue creada la “Coordinadora Revolucionaria de Masas Político-Militar” (CR-PM), el 17 de diciembre de 1979, sólo fue integrada por el PCS, las FPL y la RN. El ERP quedó excluido por reiterada oposición de Eduardo Sancho, de la RN. El PRTC no fue invitado por sus traspiés organizativos, ya que no salía del laberinto centroamericanista.

Lo mismo sucedió cuando se creó la “Coordinadora Revolucionaria de Masas” (CRM), el 11 de enero de 1980, y, enseguida, el 22 de mayo de 1980, cuando nace la “Dirección Revolucionaria Unificada Político-Militar” (DRU-PM). El PRTC era presa de vacilaciones, no encontraba ni una veredita que le llevara de la mera teoría de cafetín a las acciones armadas. Cuando tiró sus primeros balazos en El Salvador, se desató una acalorada discusión interna sobre “lo correcto o incorrecto” de la decisión.

¿Qué dirá hoy Francisco Jovel de la línea estratégica general del PRTC de hace 26 años? ¿Cuál es la fuente de su anticomunismo visceral que en nada difiere del de los areneros y de la gente ignorante que, a pesar de sus andrajos y de ser “chuñas” creen que los comunistas comen niños estofados día a día? Si traemos a cuento lo anterior, es para señalar que Francisco Jovel nuevamente se equivoca en sus posiciones “renovadoras”.

¿QUÉ ES LO QUE IMPELE A LOS RENOVADORES?

Me resulta imposible dejar de expresar que Francisco Jovel y su banda de diputados, cuyo business manager es Facundo Guardado, saben que toda organización tiene normas que deben ser observadas fielmente, y que aún los mafiosos y salteadores de caminos, poseen las suyas; que la violación de tales normas acarrea sanciones.

En el caso de las organizaciones políticas, existen principios y objetivos por los cuales se lucha y, además, están las instancias respectivas que velan por su cumplimiento. Dejo constancia de que en un partido político (o en cualquier otra organización) deben caber variadas corrientes de pensamiento, menos aquellas que tiendan a la destrucción de la organización o que alimenten contradicciones irreconciliables. Es inconcebible, por ejemplo, que en el FMLN haya una corriente fascista o derechista por más camuflajes que use.

Además, existe un principio universal en los partidos políticos: El derecho a conservar la opinión una vez sea votada democráticamente una resolución. La resolución votada, será la que deba cumplirse por todos los miembros asociados. Sin embargo, si la práctica demuestra que la opinión reservada era la correcta, puede plantearse nuevamente.

Estas reglas elementales, las debe conocer Francisco Jovel y su banda, pero su virulento antico-munismo, a mi entender, hunde sus raíces en varios estratos que resumo así:

lo.) Protagonismo enfermizo. Siempre quieren aparecer en el proscenio del escenario político y público, como divinas garzas.

2o.) Oportunismo. “La oportunidad la pintan calva”, se dice popularmente. Ellos se agarran, aunque sea de un pelo de cualquier color que sea, para lograr sus inconfesables propósitos.

3o.) Pragmatismo. Los pragmáticos fundamentan sus concepciones en que el criterio de verdad de las doctrinas científicas, políticas o religiosas, es el resultado que ellas producen en la práctica.

Por ejemplo: “Si yo soy efemelista de pura cepa, no puedo llegar a integrar la mesa directiva de la Asamblea Legislativa; pero si soy renovador, y demuestro mi incondicionalidad con ARENA, entonces puedo. Los gringos tienen este apotegma: “Si yo veo que un animal camina como pato, nada como pato, come como pato y grazna como pato, no hay duda de que es un pato”. Los “renovadores” son, efectivamente, “patos”.

4o.) Abjuran del poder. Al observar ese protagonismo enfermizo, ese oportunismo y ese pragmatismo, la banda de los renovadores socavan conscientemente los cimientos del FMLN. De allí, es fácil deducir que los renovadores anhelan no llegar al poder ejecutivo ni tener mayoría absoluta en la Asamblea Legislativa. Los gritos estentóreos de Jovel acusando en este sentido a la Corriente Revolucionaria Socialista, no son sino una maloliente cortina de saliva.

¿SOLUCIÓN AL PROBLEMA?

Hay dos caminos para cortar de raíz la estulticia de los renovadores: Uno, su expulsión estatutaria; y otro, que voluntariamente renuncien al FMLN y levanten carpa en otra parte. Sin embargo, ellos hablan de quedarse dentro del FMLN. ¿Por qué? Porque es adentro como pueden llevar adelante su trabajo de división y de permanentes y desgastantes tensiones que, desgraciadamente, distraen al FMLN, de las cuales se aprovechan todos sus adversarios, incluidos los periodistas a sueldo que les pasan, debajo de mesa, cheques de la Presidencia de la República.

Es difícil evadir estas preguntas: ¿Por cuánto se habrán vendido Facundo, Jovel y su banda de diputados? ¿Qué privilegios o canonjías les han sido ofrecidos? Además, es muy importante decirlo, que los renovadores no se arriesgan a levantar su propia carpa política porque la praxis nos dice que tanto Joaquín Villalobos como Eduardo Sancho, quienes quisieron desde adentro destruir al FMLN y no lo lograron, levantaron las suyas las cuales, al primer pequeño ventarrón, se les cayeron. Esto confirma que fuera del FMLN los renovadores no serán sino aspirantes a “orejas” de la inteligencia estatal, como ha pasado con Villalobos, Ana Guadalupe Martínez y el ex Comandante “Chico”, Rabindranath Armijo y otros.

Si se opta por la expulsión, esta debe ser pronta. El tiempo para las próximas elecciones corre vertiginosamente lo cual sumado a las dificultades internas del FMLN, le será a éste muy difícil tratar, correcta y profundamente, la problemática nacional y su estrecha vinculación con el pueblo.

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