Corrientes y contracorrientes de libertad

Corrientes y contracorrientes de libertad

Oscar Ugarteche

ALAI AMLATINA, 18/05/2007, México DF.- Un rasgo de inicios del siglo XXI
ha sido la creciente ola de intolerancia expresada por el Vaticano y por
el Gobierno de Bush así como por los grupos radicales islámicos. Esto
quiere decir que en Occidente, de forma militante, los miembros de la
jerarquía de la Iglesia Católica y sus feligreses han estado dispuestos
a salir a las calles a defender su punto de vista y lo han hecho de
manera recurrente y, en algunos casos, violenta atemorizando a la
ciudadanía. Ser católico hoy no quiere decir ser pacifista ni amante de
la paz y el amor sino ser radical en la lucha contra el aborto y contra
las uniones del mismo sexo. Todo eso se hace en nombre de la vida
haciendo eco al llamado franquista de “que viva la muerte”. La igualdad
y la dignidad, que ocupa a San Agustín en sus reflexiones y a otros como
Santo Tomás, han perdido vigencia ante el oscurantismo erudito de la
iglesia contemporánea presidida ahora por Ratzinger (ex Tribunal del
Santo Oficio) y antes por Wojzila, sacerdote polaco radical de derechas,
anticomunista y muy intolerante. En el no va más de la erudición ahora
el Vaticano se distancia de los neoconservadores en que no ha regresado
al creacionismo sino que permanece en la defensa del evolucionismo.

¿Qué significa que el Vaticano haya adoptado la decisión de tomar otra
vez las calles en defensa de sus ideas? Primero, que en muchos países
hay discusiones sobre la naturaleza del Estado sobre si es laico o
secular ya que la Iglesia interviene en decisiones de Estado y en
política activa. Por ejemplo, en el Perú, en la decisión sobre la ley de
igualdad de oportunidades discutida en marzo del 2007 en el congreso de
la República, el cardenal pidió ser invitado para opinar en la comisión
respectiva y logró que se retractaran de incluir en la ley de igualdad
de oportunidades la discriminación por opción sexual, incluida en el
texto. En ninguna ley anti discriminatoria peruana existe la
incorporación de la discriminación por opción sexual, a pesar de los
numerosos intentos de incluirlos desde mediados de la década de los años
80. Es la única discriminación abierta desde el punto de vista jurídico
dentro del país, cortesía del conservadurismo nacional y del nefasto
papel político de la Iglesia en dicho país.

Resistencias, pese a todo…

En España, un sacerdote jesuita, insospechado de intolerancia por su
formación filosófica, fue quien lideró el año 2005 las marchas católicas
contra el matrimonio del mismo sexo. Estas marchas con sabor falangista
tienen el efecto de suscitar la violencia fóbica y los crímenes de odio,
pero, en su visión, es mejor estar muerto que contrariar la voluntad de
Dios. Afortunadamente en España la noción de estado laico es fuerte y la
presión eclesial fue felizmente resistida. La ley pasó, aunque luego
alcaldes del Partido Popular se opusieron a ponerla en práctica.

En Chile, en el 2004, se debatió finalmente la incorporación de la ley
de divorcio que estaba prohibida por intervención de la Iglesia y la ley
anti sodomía. Cuando se abrió la discusión para su reversión, la Iglesia
intervino públicamente en su contra y perdió, afortunadamente para las
fuerzas renovadoras.

En México, en las semanas de marzo del 2007, ha habido discusiones
primero sobre la ley de parejas del distrito federal y de cinco Estados.
Esta ley permite la unión de dos personas con derechos sucesorios en
cada lugar pero no brinda igualdad ante la ley federal. No obstante, fue
resistida militantemente por la iglesia y sus seguidores. Fue aprobada y
puesta en vigencia a mediados de abril cuando se abrió el debate sobre
el derecho de las mujeres sobre su cuerpo, lo que fue considerado como
la ley del aborto y atacado con campañas mediáticas de alto costo en las
calles, y los medios de comunicación masivos. El resultado fue una ley
controvertida a nivel de la ciudad de México. Ahora, ambas leyes deberán
discutirse en el Congreso federal para su promulgación como leyes
federales. La batalla será dura.

Lo que no puede discutirse, sin embargo, es que a pesar de la creciente
intolerancia, y la manifestación abiertamente política de la Iglesia
Católica, en América Latina, en estos temas, hay un movimiento de
liberación en marcha, sin discursos, que gana espacios día a día, con
muchachos y chicas asumiendo actitudes más libres de forma cotidiana y
con mayores niveles de naturalidad.

Eso no quiere decir que la homofobia interna se haya eliminado ni que
los/las jóvenes hayan asumido actitudes libres de manera uniforme. No
estamos ante 1968 sino ante cambios paulatinos dentro de un marco social
más amplio que se ve angostado por las presiones desde el Vaticano a
través de la iglesia católica de cada país.

Para acentuar los problemas hay los efectos de la administración
neoconservadora de EE.UU. que restringió algunos derechos civiles
adquiridos por la comunidad TLGB desde Stonewall El reciente despido de
Lord Browne, Presidente de British Petroleum en Londres por mantener
oculta una relación con su novio recordó la manera como Ted Heath debió
dejar el cargo de Primer Ministro británico en 1974 cuando se le
encontró en su velero en una tormenta, en la compañía de un agraciado
joven. La liberal Inglaterra tiene sus normas políticas bien puestas y
hay cosas que tampoco admite. Al otro lado, los alcaldes de París y
Berlín viven con sus compañeros o se han Pacseado (PACS es el contrato
matrimonial entre dos personas del mismo sexo en Francia). Las noticias
de negocios dicen que el Presidente de British Petroleum fue echado
porque mintió ante la corte por su relación con un compañero. Otros
decimos que si hubiera dicho que tenía un compañero, no le hubieran dado
el cargo. Tampoco en la liberal Inglaterra. La marcha atrás no sólo es
en los países católicos ni en Estados Unidos, sino que es un viento en
general.

La lucha legal

La lucha por avanzar está allí, abierta. Ante estas evidencias, las
actitudes naturales de libertad deben consolidarse y se debe buscar
cambios legales en todos aquellos países donde las izquierdas laicas
tienen mayoría gubernamental. Venezuela, Brasil, Chile, Nicaragua, Cuba
y Argentina son algunos donde el cambio de leyes nacionales se ve más
fácil si los/las interesados se mueven. Paradójicamente donde hay
movimiento fuerte por el cambio de leyes nacionales es allí donde
gobiernan partidos conservadores, como Colombia y México. En Colombia el
debate sobre una ley de matrimonios está en curso y en México está
próximo a abrirse. En el Perú, Paraguay, Bolivia y Uruguay no es tema de
agenda. La comunidad está aún abrumada por el retroceso y no muestra
impulso para rechazar la intervención religiosa que es asombrosamente
fuerte a pesar de la liberalidad social.

Quizás sea momento de hacer, como hizo el movimiento Act Up en la década
del 80 en Estados Unidos, y sacar del closet a los/las conservadores
gays y lesbianas, bi y trans que son personas públicas. Sería una
reivindicación para todos aquellos que estamos tratando de cambiar el
mundo por uno de igualdad y que nos vemos torpedeados por nuestros
propios hermanos y hermanas que, en el nombre de la homofobia interna,
se ocultan y nos traban, escudados por partidos políticos conservadores
y la Iglesia Católica.

Sacar del closet no es difamar, como lo hacen los heterosexuales, sino
señalar con pruebas. No se trata de victimizar a nadie sino de
enrostrarle a la sociedad la hipocresía de los sectores más
conservadores, desde presidentes de bancos centrales hasta senadores
social cristianos que no ayudan en la causa sino la traban. “Dios
perdona el pecado pero no el escándalo”. El escándalo es hablar, es
mostrarse. Hay que hacer escándalo para abrir la sociedad y liberar las
presiones de la discriminación, si esa es la definición. No existe
persona TLGB sin presencia pública. Ese es el closet. El escándalo real
es la falta de autenticidad, de naturalidad, la vergüenza de uno mismo,
la falta de dignidad.

Otro mundo es posible donde la indiferencia rija ante la forma como las
personas se unen sentimental y sexualmente Terminaré, parafraseando un
viejo lema recordado por un joven amigo epistolar, “Hasta la victoria
siempre”.

– Oscar Ugarteche, economista peruano y presidente de ALAI, trabaja en
el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, México, e integra
la Red Latinoamericana de Deuda, Desarrollo y Derechos (Latindadd).

  • Este texto es parte de la revista América Latina en Movimiento, No.

420. (http://alainet.org/publica/revista.phtml)

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