Culto de ILPES en Comunidad 16 de marzo de Soyapango

SOYAPANGO, 16 DE MARZO DE 2006 (SIEP) “Hace 15 años tomamos la decisión de meternos a estos cafetales y empezar a construir nuestras viviendas, con el apoyo del Comité Coordinador de Comunidades Marginales (CCM) dijo Julia López, residente de la Comunidad 16 de marzo, en la zona sur de esta ciudad.

Agregó que “hoy somos más de 150 familias las que vivimos en esta comunidad, y poco a poco hemos ido avanzando, por ejemplo tenemos ya luz y agua, y también esta casa comunal, y esta cancha de fútbol donde vienen a jugar nuestros hijos.”

Carlos Valle, promotor social de la Alcaldía indicó que “como gobierno municipal estamos comprometido con el desarrollo de nuestras comunidades y con que sea la misma gente la que asuma la responsabilidad de definir sus prioridades y contribuir a realizarlas.”

La actividad del 15 aniversario inicio con un Culto de Acción de Gracias realizado por los pastores Ricardo Cornejo y Roberto Pineda, pastores de la Iglesia Luterana Popular de El Salvador.

El Rev. Cornejo felicitó ala comunidad por este 15 aniversario y les hizo un llamado a “continuar caminando con la verdad y la justicia, acompañados de la oración y la acción, preocupados por lo más débiles porque ahí se encuentra Dios.”

Por su parte el Rev. Pineda reflexionó sobre Juan 2:1-12, las Bodas de Canà. Preciso que “es importante celebrar, que las comunidades no pierdan su memoria histórica, y comprender que los milagros surgen de la fe y de la acción de los pueblos, como hace 15 años que ustedes también transformaron el agua en vino.”

“La toma de este terreno obedeció a la necesidad de construir una comunidad, de tener casa, terreno, vida y hubo que hacerlo, hubo que organizarse, cuando la gente se une, se organiza, surge el milagro, y eso fue lo que pasó aquí, el agua se transformo en vino.”

“Lo mismo pasó en nuestro país esta semana, ustedes saben que los areneros trataron de arrebatarle el triunfo a Violeta Menjivar, que ganó las elecciones para ser Alcaldesa de San Salvador, y la gente se movilizó y logró al final transformar el agua en vino, lograr una nueva realidad, una nueva situación.”

“Hermanos y hermanas permitamos que nuestro Señor Jesucristo transforme nuestras vidas, fortalezcamos nuestra fe, nuestra organización comunal, para que siempre tengamos la alegría del vino nuevo en nuestros corazones. Que Dios siempre bendiga a esta comunidad!

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