DECLARATORIA DE CHILPANCINGO

En la cuna de los sentimientos de la nacin, en Chilpancingo de los Bravo, nos hemos reunido en el Foro en Defensa del Maz Nuestro Por una agricultura campesina sustentable, sin transgnicos, en Guerrero. Que viva el pozole! Los das 27 y 28 de septiembre de 2004.
 
Considerando que:
Mxico es uno de los grandes centros mundiales de origen de la agricultura, hace al menos 9000 aos.
Mxico es uno de los pases con mayor diversidad de plantas y animales en el planeta.
Mxico es centro de origen y de diversidad del maz y de usos del mismo. Se han encontrado vestigios de mazorcas de los valles centrales de Oaxaca y Tehuacan, con 7000 aos de antigedad, e incluso restos de maz con mayor antigedad en la Cuenca del Balsas (Michoacn y Guerrero).

El maz aliment a las grandes civilizaciones mesoamericanas durante milenios y, a partir de la invasin espaola, hace ms de 500 aos, se expandi al mundo entero, alimentando a los pobres.
El maz es una planta prodigiosa que ofrece la mayor capacidad de produccin de grano.
A travs de un trabajo milenario nuestros ancestros heredaron generosamente esta planta, nuestro hermano vegetal, con todos sus saberes tradicionales.

As, de generacin en generacin fuimos cuidando, seleccionando y mejorando una gran cantidad de razas y variedades de maz, que se adaptan a las condiciones ecolgicas de cada lugar y a los gustos de las familias campesinas.
En Guerrero, tenemos muchas variedades de maz criollo o nativo.
Guerrero es centro de diversidad del pozole!

Las comunidades indgenas guerrerenses siguen realizando ceremonias y sacrificios rituales de peticin de lluvias para las milpas.
Hoy en da el maz sigue siendo la base de la cultura y de la alimentacin de la poblacin mexicana y es uno de los tres principales granos cultivados a nivel mundial.
El maz es raz y razn de nuestra cultura, de nuestro pas.
Somos Gente de Maz!
 
Considerando que:
Las polticas neoliberales asentadas en la estructura econmica de la Nacin amenazan la calidad de vida de la poblacin mexicana, y en particular del campo mexicano. Con el abandono oficial hacia el campo, nuestros hermanos campesinos son obligados a malbaratar sus cosechas, ofrecer su fuerza de trabajo al mejor postor o migrar… La guerra comercial impuesta por los grandes centros de poder mundial est llevando al control monoplico de las semillas y de los alimentos, base del pasado, presente y futuro de la humanidad.

La dependencia alimentaria de Mxico ha crecido con el Tratado de Libre Comercio de Amrica del Norte (TLCAN) que entr en vigor en 1994, cuando indgenas del sureste mexicano gritaron Ya Basta! de olvido, marginacin y desprecio hacia las culturas originarias del pas. Hoy en da, Mxico depende en 95% de la soya, 58% del trigo, 49% del arroz, 50% del chile seco y 25% del maz que consumimos.

Mxico importa 6 millones de toneladas de maz al ao, de las cuales 40% es maz transgnico que ingresa y se distribuye sin ningn control en el territorio nacional y ha contaminado los maces criollos o nativos en comunidades de Oaxaca, Puebla y otros estados de la Repblica.
Nuestras autoridades no han tomado las medidas precautorias para cuidar nuestra diversidad de maz nativo.

Las empresas transnacionales pretenden acaparar y patentar nuestros recursos biolgicos.
Con sus transgnicos atentan contra la libertad de las familias campesinas de seguir reproduciendo e intercambiando sus semillas. Fabrican y promueven esos organismos genticamente transformados (OGTs), atentando contra la libertad de los consumidores de decidir qu queremos comer.
 
Las transnacionales no pueden vivir sin nosotros, nosotros s podemos vivir sin las transnacionales .
 
Considerando que:
El da 27 de septiembre se consum la Independencia de Mxico con la participacin activa de las fuerzas insurgentes comandadas por nuestro General Vicente Guerrero quien enarbol el lema La Patria es primero. Como deca el poeta Ramn Lpez Velarde: Patria tu superficie es el maz
Nosotros por ello decimos: El maz es primero Sin maz no hay pas Y Sin Proyecto de Nacin est can… (Juan Bauelos, poeta).
 
Considerando que:
El campo no aguanta ms. Y que el hambre no espera
 
Considerando que:
La soberana alimentaria es un anhelo y una necesidad para mantener a nuestro pueblo libre, digno y soberano. Existen muchas experiencias a lo largo y ancho del pas que demuestran que es posible respetar a la Madre Tierra, con suelos, productos y seres sanos. La sustentabilidad del planeta no es slo una utopa, es una realidad.
 
Considerando que:
Otro mundo es posible. Otro Mxico, donde quepan muchos Mxicos, es posible. Un Guerrero sin transgnicos es posible. Bienvenida sea la ciencia que experimenta y propone pero no la prepotencia que avasallando erosione

Declaramos:
La defensa de la agricultura campesina e indgena y de la soberana alimentaria. Nuestro maz es la piedra angular de la civilizacin mesoamericana, la cultura viva del Mxico de nuestras races. El proceso civilizatorio de las Amricas nos indica la rutas de cmo el maz hizo brotar con gran rigor y resplandor las culturas olmeca, maya, teotihuacana, mexica, mixteca, amuzga, tlapaneca, zapoteca, entre otras.

Dio paso al desarrollo de sociedades agrcolas complejas, al surgimiento de ciudades y de una clase de gobernantes que impartan la justicia y al mismo tiempo organizaban los rituales y presentaban las ofrendas del pueblo a sus deidades, como Tlaloc para la lluvia, Cintotl para el maz. Esta lucha sigue viva en las regiones indgenas y campesinas, a pesar de las polticas etnocidas, los pueblos siguen reinventando mecanismos de defensa de sus races. La sociedad es como una mazorca y cuando sta se desgrana, se deshace la organizacin.
 
Los gobiernos en lugar de responder con una poltica social que privilegie a los trabajadores del campo, desmantelan las instituciones que velaban de algn modo por los intereses del pueblo; aplican la ley del embudo, imponen modelos empresariales donde el hambre sigue siendo la nica herencia y el nico bono. Guerrero y Mxico no podrn aspirar a un verdadero desarrollo porque siguen pisoteando nuestro propio modelo civilizatorio. Se sigue construyendo un modelo con pies de barro, ajeno, con visin colonizadora y etnocida.
 
Estamos viendo la ruina del campesinado en el mundo entero, particularmente en los pases del sur: Estn introduciendo en nuestros mercados productos agrcolas que llegan a precios de dumping, es decir a muy bajos precios, por los altos subsidios que reciben los grandes agricultores de los pases del norte. Y aqu sufrimos, sin apoyos al campo mexicano. Nosotros somos los descubridores y los guardianes histricos de las semillas de maz, y de muchas otras semillas, plantas, animales, de la biodiversidad que hay en nuestros territorios. Las semillas son patrimonio de los pueblos.
 
Estamos en contra del favoritismo de los gobiernos que benefician a las grandes corporaciones transnacionales, perjudicando a nuestros pueblos y a nuestro ambiente. Por eso estamos buscando un camino que integre la conciencia de un mundo multicultural, proponemos nuevas alternativas y construir entre los mltiples que somos, en los diferentes estados de la Repblica, queremos unir nuestros esfuerzos en la defensa del maz, en contra de los transgnicos y por la soberana alimentaria.
 
Defendemos todos nuestros derechos, derechos humanos, econmicos, sociales, culturales y ambientales: – Derecho a una vida digna en el campo. – Derecho a producir y consumir una comida segura, sana y diversa. – Derecho a reproducir e intercambiar nuestras semillas. – Derecho a la informacin y a la libre eleccin. – Derecho a la participacin en las decisiones. – Derecho a un ambiente sano para todos.

La tierra no es nuestra, nosotros somos de la tierra.- Para la defensa de nuestros derechos, necesitamos vincularnos entre investigadores, docentes, universitarios, organizaciones de la sociedad civil, as como productores y consumidores, que de una u otra forma estamos inmersos en este mundo de maz; y tambin con autoridades y funcionarios pblicos que estn al servicio del pueblo. Todos somos importantes en la construccin de un camino plural.
 
Nos quisieron vender la idea de que el maz hbrido era mejor que nuestros maces criollos o nativos. Ahora quieren imponer las semillas transgnicas. Dicen que resolvern el hambre en el mundo. Pero el hambre es resultado de un modelo socialmente injusto y ambientalmente depredador, en el que las corporaciones transnacionales acaparan y controlan el mercado de los alimentos y de las semillas, aprovechndose de los saberes y de las semillas de las familias campesinas.
 
Esto es un falso debate cuando hoy en da se producen suficientes alimentos para todos los seres humanos. El hambre no se resolver con las polticas neoliberales ni con los transgnicos, sino con la redistribucin equitativa de la riqueza. Hay ciencia comprometida o hay ciencia sin escrpulos al servicio de las corporaciones agrobiotecnolgicas. La biotecnologa debe estar al servicio de los pueblos y no de unos cuantos.

Con los transgnicos hay demasiadas incertidumbres. Son seres que no han pasado por la seleccin natural, nunca se han encontrado como tales en la naturaleza y como seres vivos, son inestables. Presentan muchos riesgos para el ambiente y la salud pblica. Para las trasnacionales es rentabilidad, uniformidad, produccin, mercanca, pero para los pueblos es identidad, races, cosmovisin, tradicin. Quieren utilizarnos y a nuestros campos como laboratorio. Los riesgos son para todos, los beneficios para ellos.
 
Nos oponemos a que liberen al ambiente y en nuestros platillos productos que no han demostrado ser saludables, que no representan ninguna ventaja para Mxico. Manifestamos nuestro rechazo total a la actual Ley de Bioseguridad que fue aprobada por el Senado y est en discusin en la Cmara de Diputados. Demandamos una Ley de Bioseguridad a favor de la defensa de la cultura campesina, digna de un pas con megadiversidad biolgica y cultural, de un Mxico soberano. Que al menos contemple estos diez principios fundamentales:

1. Ley de orden pblico e inters general.
2. Principio de precaucin ante la falta de evidencias cientficas sobre los efectos de los transgnicos en el ambiente y en la salud.
3. Soberana y seguridad alimentaria.
4. Derecho a la informacin, a la libre eleccin y al etiquetado de los OGTs.
5. Participacin ciudadana y consulta pblica.
6. Reconocimiento del inters colectivo y del bien comn.
7. Prohibicin de la liberacin de transgnicos en centros de origen, zonas de diversidad y reas naturales protegidas.
8. Responsabilidad e indemnizacin.
9. El Protocolo de Cartagena sobre la Seguridad de la Biotecnologa como base mnima para la legislacin nacional.
10. Una visin integral de la bioseguridad.
 
Considerando que el maz es nuestra vida, nuestra sangre, nuestra carne y constituye la espiritualidad de las culturas indgenas y campesinas,
 
Declaramos y nos comprometemos en lo siguiente:
1. Trabajar para concientizar a la poblacin rural y urbana sobre el compromiso de todos en la defensa del maz criollo, la milpa y la cultura campesina e indgena.
2. Difundir la defensa de nuestro maz criollo frente a la invasin de maz transgnico, utilizando medios alternativos como video, radio, discos, medios impresos e internet, generando informacin en las diferentes lenguas indgenas.
3. Intercambiar valores entre el campo y la ciudad a travs de la capacitacin, el dilogo de saberes y la vinculacin, para acceder al comercio justo.
4. Hacer un directorio de organizaciones campesinas y productores orgnicos del Estado de Guerrero.
5. Reivindicar y tomar en cuenta el papel de la mujer en esta lucha y en la toma de decisiones.
6. Retomar el conocimiento agrcola de nuestros antepasados, impulsando proyectos de agricultura orgnica.
7. Capacitarnos en el uso de abonos orgnicos y organizarnos para impulsar y producir parcelas agroecolgicas.
8. Rescatar nuestras semillas criollas y crear fondos de semillas comunitarios y colectivos.
9. Intercambiar nuestras experiencias entre productores de maz.
10. Crear e impulsar mercados regionales, con nuestros maces criollos y otros productos.
11. Pronunciarnos por el respeto a los derechos econmicos, sociales, culturales, ambientales de todos los pueblos; y por el rescate y reconocimiento de los usos y costumbres de nuestros pueblos.
12. Rechazar la introduccin de maz transgnico por DICONSA ni por otras empresas.
13. Denunciar que al convertirse DICONSA en Sociedad Annima, se gener una competencia desleal que desestimula la produccin maicera nacional.
14. Demandar que DICONSA pase al control de las comunidades indgenas y campesinas.
15. Impulsar la formacin de profesionistas comprometidos con el campo, que desarrollen investigacin con y para las comunidades campesinas.
16. Que las universidades se pronuncien pblicamente en defensa del campo y para el cambio de las polticas pblicas, con mayor presupuesto para ciencia y tecnologa al servicio del pueblo.
17. Los estudiantes campesinos debemos apoyar a nuestras comunidades.
18. Asumir el compromiso de difundir en nuestras comunidades y ejidos, as como en las zonas urbanas, la informacin y los acuerdos a los que llegamos.
19. Hacer un desplegado estatal, en rechazo a la introduccin del maz transgnico en Guerrero.
20. Exigir la moratoria a la entrada de productos transgnicos a nuestro pas, en especial el maz.
21. Exigir la renegociacin del TLCAN.
22. Exigir subsidio real, precios de garanta y la revalorizacin de los productos del campo.
22. Exigir que los programas de apoyo al campo se construyan con las comunidades y ejidos, con tecnologas adecuadas basadas en el conocimiento campesino e indgena y a partir de las necesidades de las regiones.
23. Exigir un presupuesto estatal y nacional para fomentar la produccin campesina, as como incentivar la agricultura agroecolgica y la proteccin del maz.
24. Este Foro se constituye en defensa permanente del maz criollo y de nuestros recursos naturales. Pasaremos a la accin directa, nos comprometemos a sembrar nuestros maces criollos como una medida para frenar el embate de las polticas de globalizacin neoliberal.
 

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