Discurso de Schafik Handal en Chapultepec (16 de enero de 1992)

Seor Presidente de Mxico, Don Carlos Salinas de Gortari

Seor Secretario General de las Naciones Unidas, Don Boutros Ghali;

Seores Presidentes de Venezuela, Espaa y Colombia;

Seores Presidentes de Centroamrica;

Seor Secretario General de la organizacin de Estados Americanos,

Don Joao Baena Soares;

Seores Cancilleres y dems Representantes de los Gobiernos invitados;

Seoras y seores, Amigos y compaeros.

Es motivo de profunda satisfaccin para nosotros que la firma del Acuerdo de Paz se realice en el Castillo de Chapultepec, aqu donde los Nios Hroes demostraron la indomable voluntad de los mexicanos para defender su Patria, su dignidad y su soberana; lugar que evoca tambin la victoriosa lucha de Benito Jurez contra la impostura, por la Repblica y las reformas que dieron a Mxico su perfil definitivo como nacin soberana.

Estos valores que pertenecen a Mxico, estn integrados en los cimientos de la latinoamericanidad.

La firma del Acuerdo de Paz marca la culminacin de una etapa decisiva en la larga y heroica lucha del pueblo salvadoreo por sus ideales de libertado justicia, democracia, dignidad humana y progreso; ha sido la rebelda indomable de miles y miles de salvadoreos, en su mayora jvenes y tambin nios —como los de Chapultepec— la que ha conducido a que la Nacin pacte este nuevo consenso que asegura a todos sus hijos iguales derechos de participacin en la conduccin del pas.

Lo principal de este logro es el fin de la hegemona militar sobre la nacin civil, el final de una largusima poca durante la cual fueron ahogados los ideales liberales de los Prceres de nuestra Independencia, en beneficio de una minora opulenta, apoyada en la fuerza, que lleg a volverse insensible al clamor del pueblo laborioso y pobre.

Durante muchsimo tiempo, una y otra vez, los salvadoreos intentamos cambiar esta situacin por vas pacficas, incluso electorales, pero estas puertas fueron cerradas. Fue necesario que nos alzramos empuando las armas para abrirlas y no nos arrepentimos de ello; la lucha armada revolucionaria en las condiciones de El Salvador ha sido necesaria y legtima; la voluntad de llevarla inclaudicable hasta el final es el mrito de miles de combatientes del FMLN, apoyados en todos los momentos y circunstancias por el pueblo civil, a costa de inmensos sacrificios y sufrimientos; es el mrito del movimiento popular que mantuvo en alto su lucha y sus banderas reivindicativas, a pesar de todas las adversidades.

Rendimos un emocionado homenaje a todos los cados y a las vctimas, a todo el pueblo por su sacrificio y apoyo.

Lil Milagro Ramrez, Luis Daz, Rafael Arce Zablah, Felipe Pea, Rafael Aguiada Carranza ofrendaron sus vidas tempranamente por los ideales que hoy estn comenzando a realizarse, cuando era difcil siquiera imaginar este momento. Ellos simbolizan a todos nuestros cados y la unidad de las filas revolucionarias, sin la cual no estaramos ahora en esta solemne ceremonia de significacin internacional.

Monseor Oscar Arnulfo Romero, Enrique Alvarez Crdova y dems dirigentes del FDR, los Padres Jesuitas, los humildes campesinos desarmados cados en el Sumpul y El Mozote, Febe Elizabeth velsquez y sus compaeros, simbolizan el martirio del pueblo salvadoreo.

La Comandancia General del FMLN expresa su reconocimiento a nuestros combatientes y jefes, en su mayora surgidos del pueblo campesino, por haberse constituido en un formidable y excepcional ejrcito guerrillero, verdadero forjador de esta paz justa y transformadora que ahora comienza.

Esta ha sido y es una lucha cuyas motivaciones y causas estn fincadas muy hondamente en nuestra realidad nacional; su rebelda, determinacin y tenacidad, su conviccin libertaria y reformadora anduvieron desde mucho antes por los cuatro rumbos de nuestro continente en Simn Bolvar, Francisco Morazn, Benito Jurez, Jos Mart, Csar Augusto Sandino, Agustn Farabundo Mart , tantos otros venerados latinoamericanos, inquebrantables abanderados del futuro.

Los Acuerdos que hemos firmado contienen el diseo del nuevo pas que deseamos los salvadoreos, de la vida que queremos vivir los salvadoreos. Ahora se inicia la etapa de ejecucin de estos acuerdos, vale decir la conversin en vida diaria de este diseo que expresa el nuevo consenso de la nacin. El FMLN est consciente de los riesgos y dificultades, de los obstculos a vencer para que esta obra sea realizada, cumpliendo en letra y espritu los documentos firmados. De ello depender la estabilidad, la solidez de la paz y el futuro de la Patria. Por eso deseamos expresar nuestra voluntad de cumplir y de hacer los esfuerzos necesarios para que todos quienes estn comprometidos con los acuerdos, los cumplan tambin a cabalidad.

El cumplimiento de los acuerdos necesita de una constante atencin de la comunidad internacional, en trminos de apoyar fuertemente al Secretario General de las Naciones Unidas en su responsabilidad de vigilar y verificar este proceso, y aportar recursos en favor de la reconstruccin del pas.

El FMLN ingresa a la paz abriendo su mano, que ha sido puo y extendindola amistosamente a quienes hemos combatido, como corresponde a un desenlace sin vencedores ni vencidos, con el firme propsito de dar comienzo a la unificacin de la familia salvadorea- Deseamos extender tambin nuestr mano al Gobierno de Estados Unidos en busca de una nueva relacin basada en dignidad y cooperacin.

Nos encaminamos por la ruta de los Acuerdos de Paz a modernizar el Estado y la economa, a conformar un pas pluralista poltica, ideolgica, econmica y socialmente, como fundamento de una democracia participativa y representativa, de una paz estable y de una reinsercin en el mundo, abierta y plural, que permita a los salvadoreos; emplear a fondo su proverbial laboriosidad y creatividad para hacer despegar el desarrollo, asegurarle cauces anchos y variados y altos ritmos.

Deseamos vivir en paz entre los salvadoreos; deseamos vivir en paz con los hermanos pases de Centroamrica y establecer con ellos una activa y estrecha cooperacin. Estamos decididamente a favor de la total y pronta desmilitarizacin de Centroamrica, que la convierta en una zona de paz, integracin y progreso constante.

El FMLN tiene conciencia de que la solucin negociada de la guerra civil salvadorea constituye una innovacin observada en este y otros continentes, con ojos cargados de esperanza y a la vez cruzados por dudas e interrogantes. El cumplimiento de los Acuerdos es lo nico que puede despejar las incertidumbres y convertirlos en un aporte til para otros pueblos. Queremos que as sea.

Nosotros no estamos llegando a este momento como ovejas descarriadas que vuelven al redil, sino como maduros y enrgicos impulsores de los cambios hace mucho tiempo anhelados por la inmensa mayora de los salvadoreos. El FMLN se enorgullece de prestar este servicio a la Patria y a su prestigio internacional; pero esto nunca hubiera sido posible sin la participacin y la brega de las fuerzas democrticas otrora agrupadas en el FDR, que tanto enriquecieron nuestro pensamiento y abrieran a esta lucha tanto espacio por todos los caminos del mundo.

A Guillermo Manuel Ungo, como hombre sntesis de ese pensamiento y de esos trajines mundiales, dedicamos nuestro recuerdo y homenaje.

Tampoco habra sido posible alcanzar estos logros sin la solidaridad popular con nuestra lucha, literalmente en todos los continentes del Planeta.

Deseamos asimismo expresar nuestro reconocimiento a la sabia y certera visin de largo alcance expresada por Mxico y Francia en su declaracin conjunta de Agosto de 1981. Esa declaracin demandaba solucionar el conflicto salvadoreo por la va poltica de la negociacin y reconoca al FMLN y al FDR como fuerzas polticas representativas cuya participacin en dicha solucin era indispensable. La declaracin memorable de Mxico y Francia est presente y triunfal este da en el Castillo de Chapultepec.

Queremos agradecer a Mxico su constante y cotidiano apoyo a la negociacin salvadorea y al pueblo mexicano su calor y simpatas.

Deseamos expresar nuestro reconocimiento a Cuba por su desinteresado, siempre seguro y respetuoso apoyo; en particular deseamos agradecerle la esmerada atencin a cientos de combatientes del FMLN lisiados de guerra, que han recibido sofisticados tratamientos mdicos, educacin y condiciones decorosas para vivir, recuperarse y prepararse para su reincorporacin al trabajo productivo.

Agradecemos de todo corazn su solidaridad al pueblo de Nicaragua, al Frente Sandinista y su gobierno, as como tambin al actual gobierno de Doa Violeta Barrios de Chamorro por su comprensin y estmulo en favor de la negociacin.

Nuestro emocionado reconocimiento a don Javier Prez de Cullar, a su Representante Personal Alvaro de Soto, a su esforzado y, creativo equipo, al seor Marrack Goulding por el tesonero trabajo de todos ellos para lograr que los salvadoreos nos entendiramos y pactaramos la paz. Saludamos la forma gil y decidida con la que el seor Boutros Ghali, nuevo Secretario General de las Naciones Unidas, le est dando continuidad al esfuerzo por la construccin de la paz en El Salvador.

Nuestro agradecimiento a los gobiernos de Mxico, Venezuela, Espaa y Colombia por su activa participacin como amigos del Secretario General, animndonos y ayudndonos a los salvadoreos a lograr el acuerdo que hemos firmado.

El FMLN desea reconocer al Gobierno de Estados Unidos su cooperacin para que la negociacin alcanzara sus frutos, particularmente desde la ronda de negociaciones en septiembre del ao pasado en Nueva York.

Agradecemos a tantos otros gobiernos y a las ONGs de Europa y Norteamrica, lo mismo que a todas las Iglesias, por su apoyo a los refugiados salvadoreos, a los desplazados por la guerra a sus repoblaciones, por su ayuda a distintos sectores de nuestro pueblo durante estos aos largos de sufrimientos.

A todos les pedimos mantener el inters por El Salvador ayudarnos a reconstruir nuestro pas y consolidar la paz que hemos ganado.

Los acuerdos han abierto el camino y el mtodo de la concertacin econmica social para encontrar y pactar soluciones que permitan compartir los costos de la guerra y de la posible crisis del inicio de la paz; han creado la COPAZ, que ya se encuentra funcionando y otros mecanismos y conductos participativos en la ejecucin y supervisin del cumplimiento de los compromisos firmados. Las Partes en la negociacin hemos terminado nuestro trabajo, desde ahora la Nacin entera asume el protagonismo de su propia transformacin.

Viva la Paz ! Viva El Salvador! Viva Mxico!

Mxico, 16 de Enero de 1992.

DISCURSO DEL COMANDANTE SCHAFIK JORGE HANDAL

Miembro de la Comandancia General del FMLN

y Jefe de su Comisin Negociadora,

Durante la Ceremonia de la Firma del Acuerdo de Paz

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