“Y el presidente de los Estados Unidos es más presidente de mi país
que el presidente de mi país…”
Roque Dalton
El propósito fundamental de la visita del presidente Obama a El Salvador fue garantizar la seguridad del imperio en su frontera sur, Y El Salvador forma la parte sur de esa frontera. No vino por la amenaza del narcotráfico, o por las inversiones. Vino para asegurarse que El Salvador no formará parte del ALBA. Vino para asegurar una posición de hegemonía regional y lo logró. Misión cumplida. Y por esto el emperador regresó feliz a Washington.
El presidente Obama es el principal gerente, administrador, portavoz, operador de la principal potencia del sistema capitalista en su fase imperial. No decide, pero influye poderosamente. Y vino a bendecir a Funes. Se palabra tiene peso, genera confianza, brilla con la autoridad delegada por las corporaciones que dirigen los dos partidos del sistema político estadounidense, pero en este caso, también con el respaldo de sectores populares del Partido Demócrata, como son los sindicatos, organizaciones de mujeres y minorías étnicas, como afroamericanos y latinos.
La apuesta de Funes
La breve visita de Obama comprobó la existencia de una comunidad de intereses estratégicos entre el Gobierno Funes y el Gobierno USA. Hoy es claro que la apuesta principal del Gobierno Funes y quizás hasta del FMLN, consiste en fortalecer la “alianza igualitaria” con el Gobierno Obama para asegurar la continuidad del segundo capitulo de FOMILENIO así como la inclusión al selecto club de Asocio por el Crecimiento (junto con Tanzania, Ghana y Filipinas), y del programa BRIDGE para la utilización “productiva” de las remesas. En un comprensible juego de ganar–ganar: cambiar alineamiento político por respaldo financiero.
A través de estos tres programas, en sus cálculos, lograran “modernizar” el país: tanto la franja norte como la franja litoral, supuestamente eliminar la pobreza, rehabilitar la agricultura y la industria así como crear una emprendedora clase media. Y seremos como el Miami de CSI. Y para esto van a ampliar el Aeropuerto de Comalapa (y quizás también la Base Militar). Anuncian también un nuevo sistema público de transporte de pasajeros así como invertir en energía renovable.
Pretenden convertir a El Salvador en una gran “zona franca” con mano de obra barata, segura, y lo más importante, que sea un país atractivo para la “inversión extranjera y local.” Es una historia que ya conocíamos desde los tiempos del coronel Rivera y la Alianza para el Progreso. Y al final lo que tuvimos fue una larga guerra.
Y de esta manera asegurar el éxito de este gobierno para Funes y quizás hasta la victoria del 2014 para el FMLN. Y en ese marco, la solución a los problemas de seguridad, desarrollo, pobreza, emigración, energía, estarán vinculados al respaldo que se reciba del “socio” estratégico.
Y en este esquema Funes no se cansa de recordarle a la oligarquía que le corresponde invertir en el país y no fuera como lo están haciendo, pagar sus impuestos y no evadirlos. Si no lo hacen van a quedar fuera de este juego. Y la banca hoy internacional, debe abrir el crédito para los micro, pequeños y medianos empresarios. Y los trabajadores deben apretarse el cinturón, no salir a las calles y confiar en “el cambio.” Y todos algún día viviremos felices, dice la canción.
Y los más afectados por este proceso inevitable, son los sectores de la derecha política, que no encuentran el conjuro que les permita deshacer este hechizo. ¿Y cuándo fue que la izquierda se volvió amiga de los gringos? todavía se preguntan asombrados. El fuerte viento de la realidad les golpea en el rostro. Saben que el 2012 será otro trago amargo. Y no pueden detener la rueda de la historia. E incluso los sectores de la derecha económica se muestran preocupados. Y se lanzan al ruedo político exigiendo “consenso y reglas claras.”
Funes necesita respaldo empresarial y no lo esta logrando. Hay conflictos reales y ficticios. El viaje de Obama en vez de reducirlos, vino a ampliarlos. Es por esto que Funes convoca a los presidentes y secretarios generales de los partidos. Pero los presidentes de ARENA, a excepción de Saca, se niegan a posar para la foto de la unidad nacional. Obama se fue sin la foto. Cristiani, Calderón Sol y Flores le deben una foto a Obama. Y es una foto con factura. La embajadora se encargara de cobrárselas.
El veto de Funes a la propuesta de los partidos
Últimamente la derecha económica y política (ANEP y ARENA) ha aplaudido el veto del presidente Funes al enfoque de los partidos (FMLN, GANA, PCN, PDC,) para cumplir con la resolución de la Corte Suprema de Justicia sobre las candidaturas independientes y las listas electorales. Le temen a una posible avalancha en el 2012 de las cuatro letras sobre fondo rojo. Y es por esto que la derecha esta hablando de listas abiertas y desbloqueadas. Nunca antes lo habían hecho. No es que hayan avanzado, es que están acorralados.
Hay una alianza de momento entre Funes y la oligarquía sobre este tema. No se trata de presiones. Se trata de intereses en común. A Funes le interesa disminuir la victoria del FMLN en el 2012 para conservar o ampliar sus márgenes de maniobra, mientras que a la oligarquía y también a los EE.UU. le interesa disminuir la segura derrota de ARENA. Funes le apuesta a una victoria “razonable” del FMLN, pero le teme a una victoria “aplastante.”
No debemos escandalizarnos por estas alianzas momentáneas entre Funes y la oligarquía o entre el FMLN y Arena, ni absolutizar interpretaciones, ya que son parte de la nueva dinámica de la lucha de clases, que es mucha más compleja y variada incluso que durante el conflicto armado, donde las posiciones eran claras y definidas. Hoy es más complicado y esto es positivo, aunque la izquierda se equivoque. Son errores de partido en el gobierno. Hemos avanzado. No es tampoco de extrañarse que la derecha hoy en la oposición, recurra a banderas, estrategias y lenguaje usados anteriormente por la izquierda.
Hay preocupación también entre los sectores populares. Parece ser que la gestión global, estratégica, la “modernización” de Funes, esta orientada a favorecer a los sectores oligárquicos y corporaciones internacionales. Y si bien hay medidas positivas, que pueden y deben celebrarse como los uniformes y el vaso de leche para los niños, el alto costo de la vida y el desempleo siguen golpeando a los barrios y cantones.
La oligarquía presiona y logra. Los sectores populares seguimos “paralizados” por la victoria del 2009. No estamos presionando lo suficiente. Aunque sea nuestro gobierno, hay que empujarlo a que actué a favor nuestro, sino lo hará mayormente a favor “de los inversionistas.”
La necesidad de un debate en la izquierda
A muchas personas el “regocijo” del FMLN ante la visita de Obama en su contraofensiva imperial, les pareció de un pragmatismo desproporcionado. Pretender que la naturaleza del sistema capitalista en su fase imperial se ha modificado porque es un presidente demócrata es un esfuerzo intelectual digamos arriesgado, para ser benévolos. Y la agresión a Libia lo comprueba. Para no mencionar el bloqueo a Cuba.
La peculiar vía de desarrollo de nuestro proceso revolucionario, a través de una amplia alianza y un triunfo electoral, nos impone la necesidad urgente de abrir un debate sobre el carácter antiimperialista de nuestra revolución. ¿O es una excepcional revolución acompañada por el imperio? Durante los años cuarenta del siglo pasado, la izquierda salvadoreña, es decir el PCS, estuvo influenciado en algún momento por las ideas browderistas de la conciliación de clases y del cambio de la naturaleza del imperialismo. Es interesante que setenta años después en la izquierda salvadoreña nos acerquemos a un debate similar, en el que tratemos sobre la relación entre los principios, las realidades del mundo y las estrategias y tácticas de lucha.
La visita de Obama a la cripta de Monseñor
Entre lo anecdótico de la visita de Obama se encuentra su visita a la cripta de Monseñor Romero. Hay cuatro personajes históricos que rebasan nuestras fronteras nacionales: Farabundo, Roque, Schafik y Monseñor. En ellos se retrata la salvadoreñidad. La visita del principal representante del imperio fue a la tumba de uno de estos y de su entorno: la Catedral Metropolitana. Obama rindió tributo a este gran luchador social y pastor. Fue un gesto de humildad. Son raras las veces en que la soberbia de los imperios se inclina ante la dignidad de los pueblos. Esta fue una de esas ocasiones. Obama visitó a la voz rebelde de este pueblo.
Los agrupamientos en disputa
En América Latina por primera vez en la historia, se han configurado con claridad tres grandes agrupamientos de fuerzas: los países que giran alrededor del ALBA que son Venezuela, Cuba, Nicaragua, Ecuador y Bolivia. Los países que gravitan alrededor de Washington: México, Panamá, Colombia, Perú y Chile. Y los países en disputa, con gobiernos independientes, democráticos o de “izquierda moderada”: Brasil, Uruguay, Argentina, Paraguay y El Salvador. Eppur si muove…
Roberto Pineda
San Salvador, 29 de marzo de 2011