DR. ABRAHAM RODRÍGUEZ
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Noviembre 16, 2009
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NR
Buenos días, tengo el gran placer de estar con uno de los personajes más distinguidos de El Salvador, mi buen amigo el Dr. Abraham Rodríguez.
Con Abraham somos amigos desde hace muchos años, allá a principios de los años 60, pero su trayectoria, su carrera empieza mucho tiempo antes y le pedí a Abraham que nos sentáramos a platicar, a platicar de él, de su carrera, como profesional como político, su juventud y qué es lo que lo ha motivado a él en esta vida y qué es lo que lo motiva todavía ahora. Abraham buenos días que gusto estar contigo en esta tu casa
AR
Neto, muchas gracias por invitarme, tú tan gentil siempre con tus opiniones sobre mi humilde persona, dime ¿de qué quieres que hablemos?
NR
Comencemos Abraham hablando sobre tu juventud, tus años en San Miguel, luego tus estudios y tu paso por la universidad.
AR
Mira Neto, yo soy migueleño, viví en San Miguel hasta que cumplí 18 años, estudié en mi primaria en una Escuela Pública de San Miguel la Dr. José Antonio Rosales, posteriormente estudié la secundaria en el colegio Marista de San Miguel, cuando terminé mis estudios secundarios vine a San Salvador a estudiar Derecho y fue una experiencia fabulosa, en el primer año de Derecho éramos 90 personas, cuando terminamos el séptimo terminamos 7.
Mi paso por la universidad fue una cosa verdaderamente interesante. Resulta que cuando llegué a la universidad encontré que la metodología de enseñanza era totalmente diferente a la que yo tenía en el colegio Marista. En el colegio Marista era todo muy estricto, todos los días teníamos que llevar lecciones aprendidas, llevar deberes, estudiar mucho y en la Universidad me encontré que llegaba un profesor daba una clase y se iba, no preguntaba, no indagaba si habíamos estudiado o no, no hacía ninguna prueba durante todo el año y al final del año teníamos que rendir un examen frente a tres abogados, oral, entonces la metodología era muy diferente, yo fui muy afortunado porque en mi primer año de Derecho eran 5 materias y obtuve 4 dieces y un nueve y eso me catapultó, al segundo año realmente yo encontré que me conocían mis compañeros y me conocían mis maestros, pero la inquietud de que ese shock que recibe uno al entrar a la universidad debía de ser tratado de alguna manera. Empezamos a trabajar por hacer una organización que pudiera orientar a los nuevos estudiantes, y la hicimos se llamó ACUS, se llamaba Asociación Cultural Universitaria Salvadoreña, tenía una base cristiana, no se te olvide que yo vengo del colegio Marista, yo tenía mi director espiritual, en aquel entonces el padre Valladares que llegó a ser Monseñor Valladares, Obispo Auxiliar de San Salvador y entonces el objetivo que teníamos en ACUS era darle una orientación a los nuevos muchachos que estaban entrando a la universidad para que supieran enfrentar de la mejor manera sus estudios.
NR
¿Quiénes fundaron ACUS contigo?
AR
Fíjate que cuando entro a ACUS, ya la base la habían arrancado Simón Basagoitia y otro grupo, pero no le habían dado vida, entonces cuando yo llego con Oscar Rodríguez Díaz.
NR
¿Memo Ungo?
AR
Memo Ungo entra después; ya te cuento después.
Lo importante es que nosotros montamos ACUS y hablamos con los profesores de primer año, en aquel entonces el Dr. José Antonio Rodríguez Porth, el Dr. Jorge Castro Peña que después era sacerdote, daba Derecho Romano, El Dr. Napoleón Rodríguez Ruiz, el Dr. Cuellar Milla, entonces hablamos con todos los profesores para que dieran un curso preparatorio en ACUS.
NR
¿Curso de qué?
AR
Curso de las materias que iban a recibir los muchachos. Lo que hacen ahora en todas las Universidades que hacen un curso previo antes de que empiecen los cursos normales, pero en aquel momento eso era raro, tenía buenos resultados, entonces lógicamente esta era una organización, cultural pero con espíritu católico, nosotros teníamos con el padre Iriarte que era un jesuita que dirigía el Seminario San José de la Montaña, teníamos conexiones con él, era nuestro asesor espiritual porque teníamos vida comunitaria cristiana, pero a los muchachos que ingresaban a los cursos no era orientación cristiana, lo que le dábamos, exclusivamente era orientación universitaria.
A medida que íbamos creciendo, cuando de repente un día la AGEUS que era la Asociación General de Estudiantes Universitarios Salvadoreños y la AEDE que era la Asociación de Estudiantes de Derecho, de repente comenzaron a hacer publicaciones al respecto de que la ACUS quería tomarse la Universidad y nos abrieron un juicio público en la Universidad. Roberto Carías Delgado era el presidente de la AGEUS y Salvador Larreynaga era el presidente de la AEDE y entonces por que había unas publicaciones de ellos y unas publicaciones nuestras, entonces nos emplazaron para que fuéramos al paraninfo a un juicio público frente a los estudiantes y aceptamos desde luego. Ahí ocurrió un incidente verdaderamente sorprendente. Resulta que el asesor espiritual de ACUS era Monseñor Castro Peña y Monseñor Castro Peña había invitado a Waldo Chávez Velasco, que en paz descanse y Waldo vino al seminario a los ejercicios espirituales y como era poeta escribió poemas sobre la Virgen María, la Eucaristía, unos poemas bonitos. El padre Castro Peña nos dijo – “yo les sugiero que Waldo entre a la directiva de ACUS” – y yo tenía mis reservas y hablando largo con él le dije: mire padre la única persona que me ha invitado a mí a entrar al Partido Comunista es Waldo, yo tengo francamente dudas y lo discutimos mucho pero finalmente perdí la discusión porque el padre Castro Peña me dijo una cosa importante – “y tú quién eres para negarle a otra persona el derecho a convertirse” – entonces yo cedí, ante un argumento de esos no tenía respuesta. Entonces Waldo entró a la directiva y teníamos discusiones normales, cuando íbamos en ese momento que aparece el emplazamiento de los estudiantes de derecho, vamos al paraninfo, entonces planeamos la sesión y convenimos en una cosa que una sesión de esas podía ser muy larga y que solo íbamos a hablar 3 personas, Oscar Rodríguez, Waldo Chávez y yo que en ese momento era el presidente de ACUS. Entonces planeamos que hablara primero Oscar, luego Waldo y después yo según las circunstancias y nos fuimos para allá.
Empezó la acusación. Carías Delgado y Salvador Larreynaga nos acusaron de que la ACUS era una conspiración de la Iglesia Católica para tomarse la Universidad. Resulta que en ese tiempo, más que la lucha comunismo – anti comunismo, era el liberalismo absoluto y el positivismo que veía en la Iglesia Católica, todo lo que sea retrógrado y absurdo y pensábamos que queríamos eso, y no era así, pero en fin, nos atacaron.
Cuando ellos terminan la acusación y nos van a dar la palabra me dice Waldo, “mira en vez de que vaya Oscar primero voy a ir yo primero, ¿te parece?” entonces que vaya Waldo. El paraninfo estaba lleno y la gente nos silbaba, le gritaba, era terrible, entonces Carías Delgado dijo – “No compañeros, escúchenlo” – entonces Waldo dice: “Yo soy Waldo Chávez Velasco, secretario de ACUS y les puedo decir que todas las acusaciones que han hecho Carías Delgado y Larreynaga son verdaderas… (Risas de ambos), yo entré al ACUS para averiguar eso” y todo el mundo le aplaudía.
NR
Un acto de traición.
AR
Una cosa impresionante aquella, entonces yo le dije a Oscar, no vale la pena seguir en esto, voy a hablar yo y nos vamos. Entonces me paré me silbaban y todo y yo le dije a la gente, – bueno hay una acusación y una persona que dice que es cierta la acusación y yo les digo que es completamente falso – les expliqué que hacía el padre Iriarte, que hacía el padre Castro Peña y que no había, en ningún momento, la menor intención de tomarse la Universidad. Ahí había en ese momento todos los jóvenes que iban a ingresara a las distintas facultades, entonces yo les dije, miren nosotros lo que hemos hecho es establecer institucionalmente unos cursos pre universitarios para ayudarles, los cursos van a empezar la otra semana, yo les digo a ustedes, en beneficio de ustedes vayan a los cursos, si alguien les pide que hagan algo por la Iglesia Católica, que entren a ACUS, que se inscriban a ACUS dejen de ir, pero vayan ustedes no confíen ustedes en la palabra de un “oreja” porque ese era un insulto terrible en esa época, los orejas eran los espías del Gobierno, porque él ha confesado que entró para ir a orejear, eso es lo que había hecho. Entonces ahí se paró y alguien pidió la palabra y dijo que yo tenía razón que había que ir a ver. ¿Quién era ese alguien? Memo Ungo.
Bueno la historia fue que tuvimos una avalancha, una cantidad de gente en ACUS, que ni cabían, no dábamos abasto y se inscribieron montones, la ACUS se desarrolló tanto que llegamos a ganar decanatos, llevamos a Tono Rodríguez de Decano y sirvió muchísimo.
NR
¿Decano de la facultad de Derecho?
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(Foto Dr. Rodríguez, 1972)
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Si y conseguimos decanos de otras facultades. Entonces la ACUS creció y empezamos a motivarnos y a pensar un poco en lo que es la Doctrina Social de la Iglesia, la gente comenzó a formarse y pasaron los años, yo salí de presidente y llegó primero Oscar Rodríguez, luego Memo Ungo. Cuando Memo Ungo cambiamos de cómo le llamábamos nosotros Asociación Cultural Universitario a Acción Católica, ya propiamente un movimiento de la Iglesia, pero yo en ese momento me estaba graduando y cuando nosotros nos graduábamos ya no podíamos pertenecer a ACUS porque era de estudiantes, yo me gradué y ya no era presidente.
Entonces de repente apareció un conflicto entre la directiva y el padre Castro Peña que era el asesor nuestro, entonces llegaron conmigo y me dijeron que tenían ese conflicto y qué les sugería yo. Yo les dije ustedes han hecho ACUS Acción Católica y la Acción Católica es un movimiento de la Iglesia y está sujeto a las reglas de la Iglesia, la que yo tenía no, era una asociación de estudiantes, pero esta está regida por las reglas de la Iglesia así que vayan a hablar con el Arzobispo. Entonces me pidieron que yo les consiguiera la cita, les conseguí la cita y Monseñor Chávez delegó el problema en Monseñor Valladares que había sido y era mi director espiritual, no sé si conoces esas figura del director espiritual.
Monseñor Valladares me llamó, el penetró en el problema, entonces me dijo un día que la ACUS tenía un patronato que la financiaba, no era la Iglesia, era un patronato y este patronato estaba compuesto por la presidenta era doña Martita Dueñas de Regalado, el secretario era don Orlando Sagrera, era un grupo de gente muy respetable. Entonces me dijo Monseñor que lo habían invitado a una reunión en la casa de don Tomás Regalado, que quería que lo acompañara y yo lo acompañé y en la sesión lo que hice yo fue explicar lo que hacía ACUS, todas las labores que hacíamos, dije que ACUS necesitaba desarrollar proyectos más amplios, que debía tener un boletín, ya no teníamos capacidad para atender a tanta gente que estaba ahí, había que traer la gente que daba las charlas y organizar y eso ocupaba una institución alguien que se ocupara las 24 horas de eso, no como nosotros hacíamos con los pedazos de tiempo porque teníamos que estudiar. El resultado de la reunión fue, según me comentó Monseñor Valladares, que el patronato acordó, el Padre Castro les había pedido que ya no les ayudara, pero el patronato acordó dar el triple.
Pero en fin ACUS siguió, yo ya no tenía relación con ellos, yo estaba en mi vida profesional, eso era apenas el año 58 era el 5 de septiembre de 1958. Al año siguiente yo me fui 3 meses a Ginebra a una beca de la Cámara de Comercio para estudiar Organismos Internacionales, ahí aproveché para hacerme un chequeo que ya no iba a tener secuelas y después regresé incorporado a mi ejercicio profesional.
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(En la foto con su esposa María Gina)
El día 2 de abril del año 60 me casé, pero siempre tenía la inquietud del social cristianismo y en unos ejercicios espirituales, ya graduado, en el Seminario San José de la Montaña le pregunté a Roberto Lara Velado mire Dr. A usted que le gusta la historia y todas ese tipo de cosas, ¿se ha preocupado de la Doctrina Social de la Iglesia? Entonces me dijo Roberto “No”. ¿Le interesaría ver algo de eso?
Como no me dijo, entonces le di un libro de Van Hesteln sobre Doctrina Social de la Iglesia. Al día siguiente mientras paseábamos en la azotea después de la cena me dijo “mire Abraham usted me ha dado un gran fregada” ¿y eso? “No dormí anoche” ¿y por qué? Porque me pegué con el libro toda la noche, esto es maravilloso yo no lo había leído reunámonos para hacer algo” nos juntamos y pensamos que valía la pena que la gente estudiara Doctrina Social de la Iglesia, entonces hicimos un grupo que era el Dr. Guillermo Trigueros (Q.E.P.D) que fue el Rector y fundador de la Matías, Samuel Castro que era magistrado entonces, Enrique Mayorga Rivas que era un abogado joven trabajaba en un banco, Mario Luis Velasco que también era un abogado joven distinguido y Guillermo Manuel Ungo, Roberto Lara Velado y yo. Platicamos, dijeron que les gustaba la idea, compraron los libros y empezamos a leer Doctrina Social de la Iglesia, lo hacíamos dos veces por semana, religiosamente de 8 a 11 de la noche, pero dedicados de verdad a leer y dedicados al tema, no divagábamos. Entonces cualquiera que estudie Doctrina Social de la Iglesia ve con facilidad que ahí está la base de la solución de los problemas sociales de cualquier país; entonces comenzamos a pensar y todos pensamos que valía la pena trasladar aquellos pensamientos a una acción política, pero en ese tiempo el presidente era José María Lemus, entonces discutiendo llegamos a la conclusión, como era el tiempo de las dictaduras militares donde los presidentes se elegían en los cuarteles y una vez que estaba electo ahí ya se sabía quién era el próximo presidente y ya por rumores sabíamos que quien iba a suceder a Lemus era Fito Rubio Melhado, entonces dijimos que Lemus ponga a Fito Rubio Melhado y después hacemos un partido Social Demócrata, Demócrata Cristiano, solamente para buscar diputaciones y alcaldías para empezar a hacer conciencia cívica de lo que es la Doctrina Social de la Iglesia.
En eso estábamos cuando se vino el famoso octubre que botó a Lemus del poder.