Historias de muertes sin espectculo con espectadores.

Verano, un verano caliente y hmedo entre Tulkarem y Qalqyilia, ciudades encarceladas de los Territorios Palestinos Ocupados.
El sol era fuerte, pasamos todos el da bajo el sol, de comunidad en comunidad, de reunin en reunin. Hablando, escuchando, bebiendo t con hojas de menta y cantidades de azcar.
No se puede rechazar, el husped es sacro y sera una ofensa mayor rechazar la bebida o la comida ofrecida con el clsico fadale y temido, a decir verdad, por las cantidades que uno sabe les tocar beber y comer.
Eso es algo comn a todo el mundo pobre y marginado, la generosidad en ofrecer. Lo serbos como los albaneses, los palestinos como los indios de Amrica. Algo que ya no tenemos en nuestro occidente. 
En una ocasin me encontraba en una institucin de la Autoridad Nacional Palestina esperando empezar una reunin. El  palestino que me atendi me ofreci el clsico caf rabe y en perfecto espaol con un impresionante acento cubano me dijo que en la casa de un cubano no se puede rechazar un caf.  Es cierto en la casa de un cubano nunca falta un caf para los huspedes, exactamente como en Palestina…y los dos con mucho azcar.
 
A las cuatro de la tarde nos volvimos para Tulkarem, yo y una compaera palestina, dirigente de una organizacin de mujeres, unas de las pocas que se atreven a trabajar (y a vivir) en los campos de refugiados.
En el camino de regreso el argumento principal no poda que ser el check-point, ya era tarde, a saber como se encontraba, en estos das haba mucho trafico que haca an ms difcil cruzar.
Los israeles estn haciendo trabajos de construccin y han creado un verdadero desastre con el trafico de vehculos. Nadie sabe que estn arreglando, unos creen que harn un puente para que arriba pasen los palestinos y abajo los colonos israeles, otros dicen que quizs un tnel para los palestinos para que no utilicen las calles asignadas a los colonos israeles, otros creen que es un redondel lo que estn haciendo. Lo cierto es que en menos de una semana han botado una colina, han cambiado todo el paisaje, en una noche han removido y reinstalado el chek-point, y que ni siquiera los soldados de guardia saben en que terminarn los trabajos. Es parte de la guerra psicolgica, crear inseguridad. Un da abren las puertas el siguiente las cierran, un da pasan los hombres el otro da slo las mujeres, un da revisan los papeles por horas el otro da pasan todos sin mostrar papeles, y as, cada da en la inseguridad de llegar al trabajo, de cruzar el check-point, de ser detenido, de ser separado de la familia, de tener que mandar a avisar a la familia para que alguien llegue enseguida a reclamar quin ya se encuentra esposado y vendado bajo la amenaza de un fusil. Es parte de la guerra psicolgica y de la diversin de los soldados israeles que aburridos juegan al tiro al blanco, apuntan a la cabeza de la gente a medida que cruzan uno a uno, hombres y mujeres, nios y ancianos.
En fin a nadie le importa como terminar el check-point, lo que todos esperan es que no estn los soldados de guardia jams, que pongan tele cmaras, metal-detectors, que los separen de los colonos pero que no pongan ya soldados.
 
Los colonos israeles son inmigrantes, recin llegados invitados por el gobierno de Israel para colonizar los Territorios Palestinos Ocupados, muchos no saben a lo que vienen pero se prestan al juego una vez que estn, es mucho lo que le ofrecen y no quieren perderlo: casa, trabajo, coche, escuela, diversin, dinero, comodidades, armas y poder. Armas para defenderse de los palestinos y poder para asesinarlos, cuando y como quieren. Cuando van a cosechar las aceitunas, cuando van a buscar el agua al pozo, cuando van a sembrar la tierra que ha quedado del otro lado de la colonia ocupada, cuando simplemente cruzan las calles. Los colonos son grupos paramilitares, no tienen reglas, son ms temidos que los mismos soldados. La mayora llega de la ex-Unin Sovitica, algunos de frica, otros pocos de Europa y de Amrica. Unos tienen races judas, otros simplemente se aprovechan de los privilegios que le ofrece el gobierno israeles para llegar a colonizar. En los primeros tres meses tratan de ensearle el idioma judo, la religin juda, los convierten y les asignan una casa en una colonia. Ni siquiera se entienden entre ellos, la mayora sigue hablando su propio idioma, ruso, ingls, francs, espaol. La conversin es ms aparente que real y as los rusos se encuentran tomando cerveza en las calles durante los Shabat (los sbados, das sagrados para los judos).
En las colonias de los rusos se puede encontrar cualquier cosa, droga, mujeres prostitutas voluntarias o forzadas tradas desde el este europeo en barcos clandestinos, trafico de armas de cualquier tipo, mercado de dlares falsos, coches robados, hospitales encubiertos, una verdadera organizacin mafiosa.
El estado de Israel ha pretendido basar su existencia sobre la identidad religiosa, se ha olvidado que la fe religiosa es algo que nadie puede controlar, y ahora el estado de Israel es un estado sin identidad, debatido entre derecha e izquierda, entre colonos privilegiados y pobres de Tel Aviv, entre el Antiguo Testamento y el ateismo. Es un estado que no se entiende entre s mismo, donde el colono ruso nada tiene a que ver con el judo de Jerusaln. Es un estado que podra explotar por su propias contradicciones internas, sera hasta auspicable si no fuera que es un estado que posee uno de los ms avanzados poderes biotecnolgico, qumico y nuclear del mundo. Es un estado peligroso, ms de lo que hubiera podido ser el Iraq de Saddam o el Afganistn de campesinos pobres. Es un estado ubicado en una tierra ocupada, compuesto de gente importada, es un estado sin pas que no obstante la amenaza que representa para todos su existencia conflictiva goza de la silenciosa complicidad mundial.
 
Llegamos al check-point y como previsto estaba repleto de coches, camiones y buses. Los coches de los colonos que quieren entrar en Israel, los taxis y los buses siempre en apuro que sobrepasan las filas y bloquean todos. Los camiones que fuertes de su tamao no respetan derechos. A los soldados hoy no le toca ms remedio que dirigir el trafico. La confusin es total y todos estamos inmovilizados. Ya llevamos ms de una hora tratando de cruzar y no se sabe por donde cruzar, ya nadie respeta su carril, colonos y palestinos lo mismo. Las categoras tnicas  no valen en este caso, valen ms las sociales, quin maneja un camin, un bus o un microbs pasa primero, no importa que placa lleva su vehculo (palestina o israeles).
De repente se nos para en frente un coche cerrado de vidrio polarizados, viene contrasentido, se bajan dos sujetos, vestidos de civiles con la kippa en la cabeza (gorra juda), se bajan y se ponen a dirigir el trfico tambin.
Me quedo mirndolos y pierdo el derecho a pasar, me pitan y me gritan todos los de atrs, solicitan que pase y yo me pregunto porqu nadie se pregunta nada. Porqu le importa slo cruzar la calle, porqu se hacen los ciegos? Porqu no corren adentro a avisar a todos los que estn buscados por los israeles de esconderse? Estn los cuerpos especiales israeles en el check point! Ser que me equivoco, que me dejo condicionar por experiencias de otros mundos?
Le digo a la compaera palestina que anda conmigo, son los cuerpos especiales, hoy asesinarn a alguien.
Al fin logramos entrar en Tulkarem, cansadas y con mucha tensin …por el trfico del check point. 
La ciudad se mueve como siempre, en el circulo encerrado.
 
Son casi las siete de la noche, salgo afuera, nadie en la calle, la gente est encima de las puertas. En la puerta de los vecinos hay mas mujeres de lo normal.
Algo grave ha ocurrido.
Las mujeres hablan entre ellas y se muestran desesperadas, se cubren las caras con las manos, miran la calle frente a la puerta, se llevan las manos a la cabeza, las levantan gritando All  ajbar.
Algo muy grave ha ocurrido.
Al rato llegan unos jvenes, cargados de mucha rabia, pegan con violencia con las manos a las puertas de la gente, los siguen otros, llevan un cadver cubierto por una bandera verde.
Pasan por las casas pegando en las puertas, gritando consignas e himnos a All.
No hay solidaridad que valga en estos casos, cerramos las rejas tambin, pasan enfrente de nosotros y nos gritan con rabia y violencia. No entendemos los que nos dicen, pero entendemos lo que piensan: extranjeros infieles culpables.
 
Al rato llega un amigo, estaba en el lugar del enfrentamiento, unos de sus primos ha sido asesinado tambin, nos cuenta los hechos.
Estaban reunidos en un patio baldo, en el centro de la ciudad, cerca de la oficina. An no haban cerrado las tiendas, haba un grupo de jvenes hablando. Llegaron otros armados, se quedaron a platicar tambin.
Cuestin de minutos, llega un coche cerrado de vidrio polarizados, la gente reunida empieza a correr, del coche se bajan y empiezan a disparar, a todos.
Pocos minutos dura el enfrentamiento, los seis jvenes armados estn todos a tierra heridos. En unos minutos llegan los soldados para apoyar la accin de los cuerpos especiales. Nadie se puede acercar, los jvenes estn a tierra vivos an, perdiendo sangre, mucha sangre. Los agentes especiales se vuelven, los soldados quedan a cargo y los jvenes en el piso desangrndose lentamente. Llegan las ambulancias y las jeeps militares le impiden acercarse. Se bajan los mdicos y los alejan a punta de fusil. La gente alrededor sigue escondida mirando y escuchando los lamentos de  los jvenes heridos en el piso sin apoyo. Unos han logrados alcanzar un nio que qued herido en el enfrentamiento, lo entran en el jardn de una casa, lo pasan a otra, le hacen subir el muro de otra y as, lo pasan de casa en casa hasta donde la ambulancia lo puede alcanzar y llevar de escondida al hospital.
Un anciano haba quedado en frente de la puerta de su casa, no haba entrado, no se haba escondido, no lo haban herido. Levanta su bastn, grita a los soldados, los jvenes estn muriendo desagrados, saca una piedra del piso y la tira a los soldados, recibe una bala y queda en el piso tambin.
Pasa una hora y vuelven los agentes especiales, revisan los jvenes, an estn vivos. Los matan a uno a uno con un golpe a la cabeza. Es una ejecucin fuera de todo derecho. Es una ejecucin que ninguna cmara filmar y ninguna televisin transmitir.
Los agentes especiales llevan la kippa puesta, es como llevar una bandera. Se acercan a los cuerpos casi desangrados y disparan. Es como llevar un cuchillo a la gola, es como decapitar a alguien. La diferencia quizs sea en los lamentos de quines estn desangrndose inermes en el piso, de las muertes que no generan espectculo y que tienen espectadores impotentes y asustados y de las razones que son exactamente opuestas.
 
Seis jvenes asesinados, cuatro de ellos estaban buscados, los otros simplemente estaban en los alrededores. Un nio herido, un anciano herido y detenido. Al finalizar la operacin se llevaron tambin al anciano de ochenta aos.
La ciudad est de luto. Las mosquitas estn cerradas. El imn pronuncia los nombres de los jvenes muertos por los parlantes y declara tres das de luto. Todos se juntan alrededor de las familias.
El da siguiente el funeral, la ciudad est desierta, en luto, nadie abre las tiendas, nadie abre las oficinas. Un grupo de jvenes anda vigilando y amenazando para que nadie rompa el luto declarado.
La ciudad desierta y, de hoy en adelante, mucho ms difcil circular por las calles.
 
Simonetta Rossi
 
Los asesinados de los heridos de la misma manera como se lo he contado se han vuelto practica constante de los soldados y cuerpos especiales israeles. Esta practica pretende alimentar el temor, el dolor y el odio entre los palestinos.
Hace dos das otros tantos jvenes han sido asesinados en Nablus de la misma manera.
La nica diferencia con las ejecuciones de los secuestrados en Iraq es la presencia de las tele cmaras y las opuestas razones.

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