SUCHITOTO, CUSCATLAN, 30 de junio de 2007 (SIEP) Centenares de personas se congregaron esta mañana en esta ciudad para rendir homenaje a los esposos Francisco y Juanita Manzanares Monjaras que fueron salvajemente asesinados hace un año, el 2 de julio del 2006.
La jornada de homenaje inicio con un culto de desagravio en el lugar donde fueron asesinados, a la entrada del pueblo, prosiguió con una procesión y luego otra Misa Ecuménica en la Casa de la Cultura Popular y continuará en la tarde con actividades culturales que incluyen la presentación del grupo venezolano Lloviznando Cantos.
El acto religioso de desagravio fue presidido por el sacerdote católico Rogelio Ponseele y el pastor luterano Ricardo Cornejo, participando también la sacerdotisa indígena Sihuat Tutut, los pastores Roberto Pineda, Efraín Cerna, Alex Orantes, Luís Guzmán, Antonio Rodríguez y el sacerdote Miguel Ángel Ventura.
Al Culto Ecuménico se incorporaron los sacerdotes católicos Gabriel Orellana de Lourdes, La Libertad y Luís Quintanilla de Victoria, Cabañas.
El sacerdote Ponseele, párroco de Torola, Morazán, indicó que “nos reunimos para expresar nuestro dolor y nuestra denuncia por este abominable crimen y también nuestra esperanza que un día las cosas cambiaran y podremos vivir como hermanos…”
Por su parte, el Rev. Roberto Pineda, de la Iglesia Luterana Popular, expresó que “la derecha, los que pensaban que con este horrendo asesinato de Francisco y de Juanita, de Paco Cutumay iban a atemorizarnos, fracasaron…aqui estamos dispuestos a seguir luchando, rindiendo homenaje a estos mártires de la fe, nuestro mártires, en pie de lucha, siempre en pie de lucha…”
La legendaria Mariposa de Radio Venceremos, Marina Manzanares, hija de los ancianos asesinados, hermana de Paco Cutumay, dijo que “le agradezco a mi pueblo por esta demostración de cariño y solidaridad y denuncio que hasta este día el asesinato de mis padres continua en la impunidad, po lo que exijo que se haga justicia.”
Asimismo la sacerdotisa indígena Sihuat Tutut, dijo que “los asesinos nos han ofendido como pueblo al masacrar a estos dos ancianos, pero en nuestra cosmovisión ellos no están muertos, nos acompañan en el viento que susurra en los árboles, en todo lo que nos rodea, ellos siguen presentes convocándonos a luchar por la justicia. Tata Francisco y Nana Juanita, presentes! ¡Ahora y siempre!