ILPES invita a conmemorar masacre de Col. San Francisco en Ayutuxtepeque, 1980.
AYUTUXTEPEQUE, 2 de diciembre de 2009 (SIEP) “Como Iglesia Luterana Popular los invitamos a que nos acompañen este sábado 5 a partir de las 3 p.m. a conmemorar la masacre realizada por escuadrones de la muerte contra nueve jóvenes de la Col. San Francisco de Ayutuxtepeque…” dijo el Rev. Roberto Pineda, pastor de esta iglesia.
“Nunca los olvidaremos y cada año que pasa su sacrificio es conmemorado por las nuevas generaciones. Son un ejemplo de heroísmo. Son mártires de nuestro pueblo. Es la herencia de un pueblo que lucha y avanza hacia el logro de sus derechos. Jorge, Hugo, aquí estamos para proclamar que sus sueños de justicia y democracia siguen vigentes.” Agregó.
Aquella era una época de mucho idealismo. Los jóvenes se organizaban para cambiar la sociedad injusta en que vivían. En los barrios populares surgía la unidad popular y la gente se preparaba par la insurrección.
La Colonia San Francisco, al norte de Ayutuxtepeque, era una pequeña población de una docena de viviendas y una calle de tierra. Con muchos jóvenes organizados y dispuestos a entregar su vida por la causa de la revolución. Ese año 1980 habían participado en muchas actividades: la marcha de la unidad del 22 de enero, en los funerales de Monseñor Romero el 30 de marzo, en la huelga general convocad en junio, y en muchas actividades de pinta y pega, de dar seguridad y otras.
Eran militantes del FAPU y de las LP-28 y algunos de la RN y del ERP. Y desde octubre con la creación del FMLN se estaban preparando para la ofensiva final. Estaban entusiasmados y habían conseguido algunas armas, fusiles y pistolas arrebatadas a serenos, y la comunidad había recibido en su seno a jóvenes de otros barrios, hasta d Apopa y de Antiguo Cuscatlan. Eran fuerzas milicianas y la Victoria estaba cerca, era cuestión de días…y cada noche se reunían cera de la pila comunal para intercambiar informaciones…
Pero una noche tuvieron una visita macabra…el 3 de diciembre una patrulla del escuadrón Maximiliano Hernández Martínez llegó a la comunidad fingiendo ser guerrilleros, peludos y con pañoletas, y llevaban información y hasta a un informante encapuchado, que se encargó de señalar casas y jóvenes que iban siendo capturados…lograron detener a nueve jóvenes.
Estos fueron capturados y conducidos a un paredón donde fueron fusilados…
destruyeron sus cuerpos pero no pudieron ni podan destruir sus espíritus rebeldes que nos siguen convocando a la alegría de la lucha, y por eso es que los invitamos a acompañar al Acto que la Municipalidad va realizar este sábado. ¡Porque el color de la sangre jamás se olvida…los masacrados seran siempre recordados!