SAN SALVADOR; 13 de noviembre de 2008 (SIEP) “La lucha de las mujeres por la igualdad política y económica pasa en El Salvador por la despenalización de aborto. Es una tarea de honor en la que debemos de derrotar a la derecha y sus expresiones políticas y religiosas…” expresó la Licda. María Isabel Villegas, feminista salvadoreña.
“Y este próximo 25 de noviembre, Día Internacional de la No Violencia Contra las Mujeres, vamos a levantar esta importante bandera de lucha, que debe ser parte de la plataforma reivindicativa del movimiento popular.”
“Hace once años, en 1997, la derecha política y religiosa pudo imponerse y aprobar una legislación represiva sobre el aborto. Manipulando a la opinión pública lograron derrotar nuestra propuesta democrática de legalizar el aborto. Pero la lucha continúa…Han ganado una batalla, no la guerra”
“Debemos de revertir esta derrota y lograr que la sociedad salvadoreña no sacrifique a sus hijas, a sus mujeres…No podemos permitir que se castigue, que se encarcele a una cipota, a una muchacha que peligra su vida por el embarazo, que haya sido violada o que el feto padezca malformaciones severas y previsibles. Se ha establecido el reinado de la crueldad contra las mujeres pobres, porque las mujeres ricas pueden resolver con su dinero. La culebra capitalista muerde de nuevo los vientres de las mujeres pobres.
Es triste como muchas iglesias hipócritamente dicen defender la vida y conciben el aborto como un gravísimo pecado pero no condenan a los grandes comerciantes del aborto que en sus clínicas privadas se enriquecen debido a que no tienen competencia. Es un negocio cautivo el que realizan. El capitalismo que vivimos en El Salvador niega el sagrado derecho que tenemos las mujeres para decidir sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas. Se nos convierte en criminales por defender nuestras vidas. Esas mismas iglesias que nos atacan son las mismas que se arrodillan ante los poderosos y celebran cultos en sus banquetes cuando nuestro pueblo se muere de hambre. Hablan de la muerte de los fetos y callan sobre la muerte de los miles de niños y niñas por hambre y enfermedad. Esas iglesias no defienden la vida, lo que defienden son sus privilegios egoístas. Y esa no fue la praxis de Jesús ni de María de Nazaret.
Y frente a esta situación la única respuesta es la lucha. Así como conquistamos en 1950 nuestro derecho al voto así debemos de conquistar en esta época nuestro derecho a decidir sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas. Así como derrotamos, si también las mujeres a la dictadura militar en 1992 debemos ahora impulsar la aprobación de una Ley de Salud Sexual y Reproductiva. Esta ley debe tener como centro la eliminación de las clínicas privadas clandestinas donde se realizan los abortos y garantizar abortos en instituciones públicas. Porque nos han privatizado la salud. Y terminaremos así con este negocio millonario de los ricos salvadoreños y de quienes los defienden. En defensa de la vida de nuestras mujeres y en memoria de las miles de mujeres que han muerto como resultado de abortos mal realizados debemos legalizar el aborto. El aborto es una necesidad en esta sociedad machista. Y debemos de conquistarlo. No debemos de permitir que ninguna mujer quede embarazada contra su voluntad, y mucho menos si es una joven campesina. Y para esto tenemos que organizarnos y marchar, como lo hicieron nuestras mujeres indígenas en enero de 1932…
En el espíritu victorioso de Fidelina Raimundo y Prudencia Ayala proclamamos este 25 de Noviembre como una jornada contra la impunidad y por el
derecho a decidir sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas. Estamos caminando…