SAN SALVADOR; 17 de marzo de 2006 (SIEP) Las principales organizaciones de mujeres se pronunciaron públicamente este día, por la elección de funcionarios judiciales que reúnan claros requisitos de honestidad y competencia notoria.
Mañana sábado 18 de marzo miles de abogados decidirán por votación pública sus candidatos para integrar la Corte Suprema de Justicia. Las organizaciones son la Asociación de Mujeres Melida Anaya Montes (LAS MELIDAS), Organización de Mujeres salvadoreñas por la Paz (ORMUSA), Concertación de Mujeres Salvadoreñas (CONAMUS).
También el Centro de Estudios e Investigación de la Mujer (CEMUJER), Asociación de Mujeres por la Dignidad y la Vida (LAS DIGNAS), Asociación Cristiana femenina (ACF), Asociación de Mujeres Salvadoreñas (AMS), Asociación de Mujeres FLOR DE PIEDRA, e Instituto de Investigación y Capacitación de la Mujer (IMU).
La Licda. María Isabel Villegas, consultora de ACF, exhortò a los abogados y abogadas “para que piensen su voto, que analicen si el candidato esta investido de moralidad notoria, valorar si con sus conductas en los privado y en lo público es digno de accesar al cargo y como aportara al fortalecimiento del estado de derecho e institucionalidad.”
Además que “estas nueva elección es una oportunidad para que más mujeres se incorporen a la Corte Suprema de Justicia, solo estan ahora Victoria y Mirna, es un coto cerrado machista que debemos de abrir, debemos de sensibilizar ante la discriminación existente. A votar por mujeres consecuentes con la lucha por nuestros derechos.”
Agregó que “a la vez hacemos un llamado al Consejo Nacional de la Judicatura para que garantice la institucionalidad y contribuya a la promoción de funcionarios consecuentes con un sistema de justicia verdaderamente democrático e independiente.”
Indicó que “es también importante que las organizaciones de la sociedad civil se pronuncien por funcionarios con moralidad notoria, y que denuncie a los agresores y ejecutores de violencia, exigiendo magistrados y magistradas con un fuerte compromiso en el cumplimiento de los derechos humanos de las mujeres y de nuestro pueblo.”
Reflexiono que “debemos de garantizar que las reformas que permiten la integración de la Corte Suprema de Justicia, aprobadas en 1994, se conviertan en un seguro mecanismo para garantizar la independencia e idoneidad de las personas electas.”
Denunció que “vemos con mucha preocupación e indignación que participan en el actual proceso abogados que han sido procesados dejando en evidencia la falta de cumplimiento al requisito de moralidad notoria.”
Finalmente hizo un llamado a “votar por las personas más idóneas, más comprometidas con la causa de la justicia, con más independencia de los poderes fàcticos, que se enfrenten a la impunidad y falta de credibilidad que sigue caracterizando al sistema de justicia salvadoreño.”