Parte de la izquierda dispersa se desespera y la derecha ataca
Salvador Arias*
La revolución salvadoreña, como desde sus inicios, vive un momento coyuntural muy complejo, esto resultado de sus avances en la consolidación de un poder alternativo revolucionario, democrático que tiene como horizonte construir una sociedad socialista. En este proceso la derecha poco a poco va perdiendo control de su poder antes absoluto e incuestionable, ahora compartido y en un creciente proceso de pérdida de control del poder, que pasa crecientemente a manos del pueblo, a través de su vanguardia el FMLN.
El pueblo salvadoreño con su Partido el FMLN, por primera vez en la historia de nuestro país, le quitó la presidencia de la república a la burguesía oligárquica, lo cual sin duda significa una avance importante en el proceso revolucionario, en cuanto a que el pueblo por primera vez realizó que el poder de los ricos no es absoluto, que se puede, si el pueblo se decide, apartarlo del poder y comenzar a construir la sociedad de justicia, de paz, de un futuro bienestar para las inmensas mayorías hasta ahora históricamente excluidas y sometidas a la explotación, represión y dominación, casi sin límites, o sea comenzar a construir el futuro socialista.
Claro en este proceso hay momentos que como decía Lenin, dos pasos para adelante y uno hacia atrás, es la regla de consolidación de las revoluciones populares, de los trabajadores y los campesinos y sectores medios empobrecidos.
El Partido hasta ahora ha venido en ese proceso, dos pasos adelante y en coyunturas uno hacia atrás, pero siempre avanzando, esto está a la vista, los que no lo quieren ver es porque se desesperan, y quieren en un infantilismo de izquierda, correr, con el riesgo de tropezarse y no dar un paso para atrás, sino quedarse estancados y permitir que la derecha recupere el terreno perdido.
Otros personalmente corrieron directamente al proyecto de la derecha, por desesperación y ambiciones personales, o sea, la pérdida de la conciencia de clase revolucionaria proletaria y campesina, los atrapó el dulce en canto de la burguesía, su debilidad ideológica los traicionó.
Los que cayeron en el infantilismo de izquierda y los atrapados por el dulce encanto de la burguesía, terminan jugando al proyecto de la derecha, consciente o inconscientemente, pueden terminar con sus actos siendo contrarrevolucionarios. Esto se está expresando por diferentes medios de comunicación, con gran prepotencia a veces, con grandes desplantes de sabiduría y grandilocuentes, que más que aclarar confunde al pueblo; con la mano escondida en comunicaciones apócrifas.
Todo esto descalificando al FMLN, a sus dirigentes, y a la vez consciente o inconscientemente, tirándole cortinas de humo al proceso de desmoronamiento de los partidos de derecha, que en el marco de sus contradicciones secundarias, están desesperados por la pérdida de poder, y buscan recomponerse aún sacrificando estructuras políticas de la historia reciente como es el caso del partido ARENA.
En esta campaña contra la revolución del pueblo salvadoreño, revolución iniciada por el Indio Aquino en el Siglo XIX, continuada por Farabundo Martí entre los años 20’s y 30’s del Siglo pasado y consolidada por el pueblo bajo la vanguardia del FMLN, ahora se busca arreciar los ataques para debilitar al partido, aprovechándose de las contradicciones que estas coyunturas generan, estamos hablando de una coyuntura donde la burguesía salvadoreña ve que se acerca el momento en que se le puede ir el control del Estado, instrumento fundamental en la conservación de su poder político y por lo tanto económico, sus intereses de clase.
En este contexto con el objetivo de crear o hacer creer al pueblo, que el FMLN está divido o que se divide, que el FMLN no sabe gobernar, emulando lo sucedido en los partidos de derecha; la derecha y sus aliados, montan una campaña en los diferentes medios de comunicación, con el objetivo de proyectar con todos los medios posibles una imagen mediática, de un FMLN en división creciente.
Para así desviar la atención de su propio descalabro y por lo menos poder dejar la sensación de “un sistema político en descomposición”, en el cual ya no solo ella (la derecha), sino también la izquierda estaría descomponiéndose, abriéndole un escenario positivo para la recomposición del aparato político de la derecha y sus diferentes partidos.
En este contexto, se publicó un artículo en una página web del internet, que luego de manera irresponsable fue publicada en la web de la Tendencia Revolucionaria (TR), un artículo atacando a nuestro Coordinador camarada Milton Méndez o Medardo González, firmado por un tal Salvador Arias, señalando que era un aporte desde Canadá.
Lo curioso es que al siguiente día lo publica la TR en su web, sustrayendo del texto, que era un aporte desde Canadá y que no se trataba de mi nombre, o sea, la intención era clara, utilizar mi nombre para semejante ataque visceral al coordinador del FMLN, queriendo así hacer parecer que habría división en el FMLN. División que es un viejo anhelo de una parte de la izquierda dispersa, que habla de su deseo de montar una nueva vanguardia de la revolución, como que esto puede hacerse con voluntarismos.
El FMLN es vanguardia de nuestra revolución y seguirá siendo vanguardia, por la lucha de nuestro pueblo y su apego a los anhelo de libertad y construcción de una sociedad donde los intereses populares sean los hilos conductores del Estado, la economía y la sociedad como un todo. Ante una aclaración mía, hecha a través del compañero Jorge Sol, en la web donde se originó el artículo, dos días después, salió la aclaración que ese Salvador Arias, no era el que había sido Diputado del FMLN, o sea no era mi persona, sino otra persona con mi mismo nombre.
Sin duda los que me conocen dentro de la lucha revolucionaria, no podrían haber creído que mi persona, tomara una actitud contrarrevolucionaria y además que atacara personalmente a mi compañero, amigo y camarada Milton, que sin duda le ha tocado liderar a nuestro partido, en esta coyuntura histórica, terriblemente complicada por lo ya analizado anteriormente. La derecha ya escucha, como decía el camarada Schafik, “el rumor del poder del pueblo”.
Quizás mi última reflexión en este breve artículo, sería: nuestro Partido, igual que en todo el proceso revolucionario hasta ahora vivido, requiere mantener la unidad, como un factor estratégico para seguir avanzando en la toma del poder, esa unidad además de consolidarse en lo interno del Partido, este, igual debe, crecientemente, buscar la unidad con todo el movimiento social que busca crear una sociedad con justicia e igualdad, factor determinante en la construcción del nuevo poder revolucionario; así también la unidad debe buscarse con toda la izquierda que fuera de las estructuras del FMLN, busca igualmente derrotar el poder de la burguesía y construir el poder popular.
Este poder sólo será posible alcanzarlo, en una amplia alianza, un frente político, con todo el pueblo salvadoreño, con los campesinos, los obreros, trabajadores en general, los profesionales, intelectuales, los sectores medios, los micro, pequeños, medianos y grandes empresarios que buscan cambiar este país; para dejar atrás, esa lógica excluyente, empobrecedora de las mayorías y concentradora del poder económico y político en un reducido círculo de familias y empresarios, que sólo buscan la ganancia, en un egoísmo sin límites.
Es un momento, una coyuntura que puede marcar un avance más definitorio en los anhelos históricos de nuestro pueblo por su liberación, también es un momento que puede hacer retroceder la revolución. La burguesía acecha y ataca constantemente, por eso para todo revolucionario, todo militante del FMLN, de todo compañero de izquierda, nuestra tarea es: citando al Comandante Fidel Castro, “Hay que tomar siempre la delantera. Sorprender. Atacar dónde y cómo no se imaginan”.
En el FMLN venimos de donde asustan y tenemos experiencia acumulada, cohesión interna y ninguna duda, de quienes son los verdaderos contrincantes de las transformaciones que nuestro país necesita, para arrancar de raíz las leyes de este capitalismo salvaje que mata a nuestro pueblo de hambre y desesperación.
LA LUCHA CONTINÚA HASTA LA VICTORIA FINAL REVOLUCIÓN O MUERTE
- Militante del FMLN