CUADERNO No. 6
SOBRE EL CENTRALISMO DEMOCRÁTICO
Lenin encontró que para el funcionamiento interno de este Partido proletario es el Centralismo
Democrático la base de su funcionamiento.
Estaba diciendo que la proletarización del Partido es una práctica integral. Se trata de dominar la teoría
del Marxismo-Leninismo que es la teoría del proletariado. Pero además ponerla en práctica y tomar conciencia y
practica de su proletarización. Para esto no basta con sólo el elemento del porcentaje del proletariado dentro del
Partido, sino que además este Partido debe asumir las características principales del proletariado. Asumir los
objetivos fundamentales del proletariado como su causa propia. Proletarización significa no sólo la teoría
Marxista, sino que su práctica y además los intereses del proletariado por parte del partido y tomar las cualidades
fundamentales del proletariado.
Con ese concepto Lenin concibió la base del funcionamiento de este partido proletario revolucionario
en el Centralismo Democrático. Fíjense que Centralismo Democrático está integrado por la combinación de dos
elementos: el elemento de la Centralización férrea Leninista del Partido y el elemento de su funcionamiento
democrático, ambos aspectos dialécticamente combinados.
El Partido del proletariado tiene que ser estrictamente centralizado en todos los aspectos; en primer
lugar, una centralización que parte de su ideología, una sola centralización en ideología. En su línea general
estratégica, político-militar, en la aplicación práctica política y militar de esta línea, tiene que venir de un sólo
centro, es decir debe haber una Unidad Ideológica, una Unidad Política, basada en una sola línea estratégica
político-militar revolucionaría y eso permite cohesionar a todos los miembros y organismos del Partido en una
sola voluntad y en una sola dirección de acción. En ese sentido, dentro del partido del proletariado no se permite
la formación de fracciones ni de grupos que estén al margen de la Dirección Centralizada y en eso el Partido del
Proletariado se distingue de todos los Partidos pequeño-burgueses que están formados por agrupamientos
diferentes dentro de si. En el Partido hay una sola ideología, una única línea, que cohesionan en una sola
voluntad y en una sola dirección de acción de todos sus miembros.
Firme Centralización
En el Partido no se permiten fracciones ni grupos que puedan conformar corrientes y eso es lo que le
diferencia a los partidos pequeño burgueses. El Partido de la Clase Obrera no permite corrientes en su seno.
Los partidos pequeño-burgueses tienen un montón de corrientes. Son conjuntos formados por
pensamientos diversos. El partido del proletariado no admite corrientes, no admite grupos internos, ni admite
fracciones. Hay diferentes escalones en un proceso para llegar a formar fracción: primero se forman
pensamientos diversos y luego se forman agrupamientos pequeños o grandes y finalmente se forma la fracción,
que es ya convertir una corriente y grupo que surja en otro centro paralelo. Dotarlo de otra dirección, paralela a
la Dirección Central. Al margen de la Dirección Central, el agrupamiento fraccional se va formando por
individuos que coinciden en una corriente diferente del pensamiento y de la línea estratégica o táctica y van
coincidiendo, van formando un círculo y finalmente adquieren una dirección reaccionaria paralela a la dirección
central.
Elementos básicos del Centralismo del Partido es que ningún miembro de dirección ni de base puede,
dentro la centralización proletaria de la organización, hacer propaganda a sus propios puntos de vista que no
estén expresando los acuerdos, la línea y los puntos de vista y decisiones tomadas por el Comando Central y el
Consejo.
Los acuerdos fundamentales de línea los toma el Consejo. Allí comienza la centralización. El Comando
Central los aplica, plasmándolos en las líneas políticas en cada momento determinado y la Comisión Política
ejecuta los acuerdos del Comando-Central. Ningún miembro de partido, ni de la Comisión Política, ni del
Comando Central, puede salirse de los acuerdos que toma en determinados momentos el Comando Central, ni
andar propagando su propio punto de vista que no esté de acuerdo con ellos. Sino que es el Comando Central en
su conjunto el que debe aprobar una línea y no cada miembro propagar su propio punto de vista: ya sea la
Comisión Política, ya sean Comisiones, o ya sean simples miembros, porque entonces esto conduce a una
fragmentación que debilita totalmente al Partido. La condición centralizada estrictamente del Partido es lo que le
da precisamente su potencia de fuerzas, porque une todas las voluntades en su torrente común de lucha contra el
Imperialismo y contra los enemigos internos. Eso es lo que hace precisamente que sea una organización de una
calidad superior, esta centralización, esta voluntad única: aún cuando algún compañero no esté convencido
totalmente digamos de la línea, de algún punto de esta línea. Eso es posible, pero lo que une es precisamente que
está comprometido a cumplir esa línea como los demás, con todo el entusiasmo. Por eso es importante el
conocimiento que se adquiere de la base, luego la discusión colectiva, luego la toma de determinaciones básicas
a través del CENTRALISMO DEMOCRÁTICO. Muchos acuerdos se toman por unanimidad, pero cuando no se
logra un acuerdo, se toma por votación y la minoría tiene que acatar ese acuerdo aunque no haya estado de
acuerdo con él. Por ejemplo, yo he sido el más abierto defensor de una propuesta y estoy seguro de que esa
propuesta es la correcta, entonces yo honestamente tengo la obligación de aportar todos los elementos necesarios
para que esa propuesta sea tomada como decisión y no haría bien si en forma liberal me plegara desde el
principio sin aportar los elementos que puedan ayudar a comprender que esa es la propuesta correcta. No haría
bien si me plegara en forma liberal para no contradecir a los compañeros. No haría bien en no defender con
argumentos, con análisis, con informes, la propuesta que yo considero honestamente correcta. Pero media vez se
tome la votación (y eso vale para todos los órganos del Partido), media vez se toma la votación, si mi propuesta
no ha sido aceptada, desde ese momento yo tengo que ser el más entusiasta aplicador de la decisión que ha sido
tomada. Esa es la condición de cohesión dentro del Partido, no importa que yo no esté convencido de que esa
propuesta ha sido correcta o no ha sido correcta, porque en el Partido del Proletariado se adopta el principio
dialéctico de que es la vida, la práctica la que demuestra cuáles cosas son correctas y cuáles cosas son
incorrectas. Desde ese momento que se ha tomado un acuerdo, los compañeros que tenían una propuesta que
quedó en minoría, tienen dos deberes fundamentales:
1. Aplicar aquella línea, con todo el entusiasmo; es decir no regatear la aplicación porque entonces sale
perjudicada la línea tomada, sino que aplicarla con entusiasmo como si yo hubiera estado convencido desde el
principio, como si yo hubiera hecho esa propuesta.
2. Ponerme “zipper” en la boca y no andar propagando mi propuesta anterior, sino dejar que sea la vida
la que demuestre que yo tenía la razón, o que no tenía razón y entonces el Partido sale ganado, ya sea en uno o
en otro caso.
Si yo tenía razón, es valioso que yo pueda precisamente en los balances exponer. Es decir, nuevamente
cuando se vuelva a hacer la síntesis; pero no estar fregando a cada momento, ni andar regando mi punto de vista
contrario a los acuerdos del Co-Cen o de los otros organismos, ni volviendo a pedir consideraciones en todas las
reuniones; sino que ya, cuando la vida ha demostrado la certeza o lo no justo. Entonces, cuando se llegan los
balances de la aplicación de las líneas, allí se ven las debilidades y los aciertos y entonces, allí les puedo decir yo
a los compañeros, “Miren, fíjense, que la propuesta que yo hice, era por esto y por esto y el acuerdo tomado no
ha marchado mucho y no es porque no hayamos puestos entusiasmo, sino que porque realmente lo que se acordó
tal vez no era lo más adecuado, sino que era esto y esto”. Entonces volver a exponer y eso es valioso, porque en
esa purificación de línea, como ya decíamos, de la masa hacia la dirección y luego, nuevamente de la dirección a
su aplicación en la masa, y en 1a vida, viene nuevamente su consideración, su balance, para poder sacar la línea
más depurada y luego otra vez se va a la práctica.
Entonces esa sabiduría que va adquiriendo la dirección, tiene como condición que se cumplan los
acuerdos y que no antojadizamente se anden propagando líneas que se consideran que para el futuro van a ser las
mejores, pero que en un momento determinado están vigentes los acuerdos del Comando Central en cuanto a la
aplicación de una línea determinada. Entonces el Centralismo-Democrático tiene ese elemento que es el de la
supeditación de la minoría a la mayoría.
Otro elemento que tiene el Centralismo es el que ya dije, que no permite direcciones paralelas. El que
abandera o fomenta una corriente o fracción dentro del Partido, está cometiendo traición. El Partido no permite
en lo absoluto que se formen direcciones paralelas, centros de dirección paralelo. El partido no puede permitir
dos direcciones. Debe realizarse la lucha ideológica que permita rescatar o hacer entrar el Centralismo
Democrático a aquellos que puedan inclinarse a formar una Fracción, y en último caso no se puede admitir que
funcione una fracción.
Y en un Partido en guerra, precisamente eso es un daño todavía mucho mayor que se le hace al Partido
y a la revolución.
Supeditación de los organismos inferiores a los superiores y de lo individual a lo colectivo
El otro elemento es la Supeditación de los organismos inferiores a los superiores. El Co-Cen, Comando
Central, está completamente supeditado a los acuerdos del Consejo, e incluso es el Consejo el que elige al
Comando Central. E1 Comando Central en el momento en que considere que es necesario.
Luego, la supeditación de la Comisión Política al Comando Central. La Comisión Política no puede
traspasar los acuerdos del Comando Central, sino que está supeditada a esos acuerdos. El Comando Central tiene
sus instrumentos de trabajo que son las Comisiones Nacionales. Las Comisiones Nacionales están supeditadas al
Comando Central y en su efecto, es decir cuando el Comando no está reunido, están supeditadas a la Comisión
Política. Luego; las direcciones de zonas, de subzonas, y los demás de localidad, etc. en su orden, y finalmente
las células, están supeditadas a sus direcciones inmediatas y a los órganos superiores.
Entonces la Centralización es una centralización que viene desde el órgano superior Consejo y Co-Cen,
que son la suprema dirección central; luego comisiones políticas, comisiones nacionales, que son instrumentos
de trabajo del Co-Cen, y luego direcciones zonales, direcciones subzonales y células. Dentro de las células a
veces se habla de formar células madres. Realmente las células no son órganos de dirección, son la base. A
veces, por necesidad, la célula comienza en un periodo provisional, tal vez como a crear otra célula, pero una
célula no es órgano de dirección interno de partido, sino que la célula o las células tienen que depender de sus
respectivos organismos, ya sea subzona, ya sea comisiones de población,
municipales, ya sea por dirección de Partido de barrio, o incluso una dirección de partido en una fábrica en
donde ya tengamos 5, 6, 7, 8 células. Entonces, si, pero una célula para otra no es órgano de dirección.
La Célula es la base del Partido. Así va la supeditación a los órganos superiores de los órganos
inferiores hacia los superiores y esto forma la centralización. Los acuerdos del Consejo, del Co-Cen, de la
Comisión Política en aplicaciones de los del Co-Cen, tienen que ser aplicados estricta mente por las direcciones
de zona, luego las direcciones de subzona tienen que acatar los acuerdos de las direcciones de zona y así
sucesivamente, y las células tienen que acatar los acuerdos de sus órganos de dirección central y de los órganos
de dirección intermedia.
Esa es la dinámica del funcionamiento del Centralismo en el aspecto orgánico. Luego viene otro
aspecto que es el siguiente: la supeditación del individuo al colectivo, ese es el otro aspecto del Centralismo
Democrático; es decir que no son los intereses del individuo los que tienen que primar sobre los intereses del
colectivo, sino que éste tiene que sujetarse a los intereses colectivos, los intereses personales tienen que
supeditarse a los intereses del Partido y a los intereses del colectivo. Es decir, el individuo está supeditado al
colectivo. Ese es otro aspecto del Centralismo Democrático.
El Partido del Proletariado tiene no sólo el carácter de Centralización estricta, de disciplina estricta, de
disciplina férrea conciente y voluntaria. A veces hay quienes no interpretan bien lo de voluntario; Es lo
siguiente: DESDE EL MOMENTO EN QUE ENTRA UNO AL PARTIDO, VOLUNTARIAMENTE TOMA
DETERMINADAS OBLIGACIONES, SUPEDITA SUS INTERESES AL COLECTIVO, LLEVA A CABO
ESTRICTAMENTE LA LÍNEA DE LA ORGANIZACIÓN, etc. Es decir toma todas esas obligaciones
voluntaria y conscientemente. De allí que la disciplina, aunque uno no está de acuerdo con algo, la disciplina
tiene que llevarla a cabo en forma estricta por conciencia, porque uno está conciente de que si no, se debilita el
partido. Si cada uno, cada persona dentro del Partido tuviera la posibilidad de llevar a cabo su propio punto de
vista, entonces aquí no hay partido. Por eso, la disciplina tiene que ser estricta, basada en la conciencia
revolucionaria, adquirida al entrar al Partido y en la voluntad que uno ha demostrado al entrar al Partido.
Disciplina basada en la conciencia, no significa que uno está escogiendo qué acuerdo aplicarla “porque no tengo
voluntad de aplicar esto o voluntad de aplicar este otro”. Eso seria prácticamente no tener partido, no haber
disciplina única para todos. Significaría tener tantas disciplinas cuantos individuos tiene el partido.
Disciplina Férrea y Única
Y hay otro elemento en cuanto a la conciencia y a la disposición: que esta disciplina es incondicional.
Incondicional, porque se basa en las normas de funcionamiento de los organismos. Eso es bien lógico, porque si
una persona pone condiciones, eso quiere decir que allí realmente no hay centralización, ni hay disciplina. Si yo
pongo condiciones, por ejemplo de que “este acuerdo lo voy a aplicar bien, pero éste otro lo voy a aplicar pero
con estas y estas condiciones o no lo voy a aplicar, o lo aplico si previamente se cumplen estas condiciones”,
realmente no habría centralización, ni habría partido verdadero. Por eso el Centralismo exige disciplina férrea,
incondicional, basada en la conciencia revolucionaria y en la voluntad revolucionaria y además se combinan
estas características de la centralización con el funcionamiento democrático.
Funcionamiento Democrático
¿Qué quiere decir funcionamiento democrático? Que los organismos y los miebbros así como tienen
deberes, tienen también determinados derechos democráticos. Por ejemplo, dentro de los estatutos se establece:
los miembros tienen derecho a ser electos para los distintos cargos, para los cuales muestran capacidad debida.
Según los estatutos, desde los dos años de ser miembro del Partido, puede ser electo para consejal y por
tanto, el Consejo puede elegirlo para miembro del Comando Central, Comisión Política, etc. Ese es un derecho
de los miembros, el derecho de que se le confía por parte del Partido los cargos de responsabilidad, de
comenzando por la célula y demás cargos de responsabilidad para los que hayan demostrado capacidad y
disposición efectiva en la práctica. Esto es una cosa de vital importancia para el Partido. El Partido sólo puede
tener una vida dinámica si se va vigorizando con los cuadros, con los miembros más concientes, activos y
entregados a los intereses de su pueblo; si se va vigorizando y fortaleciendo. Una de las características
principales de las FPL, por la cual el enemigo no la pudo destruir ni siquiera en sus primeros años, cuando era
apenas un pequeño grupo de compañeros, es que su Dirección se ha ido renovando con sangre extraída de la
propia lucha, con fuerzas nuevas con compañeros que se han ido forjando en el sacrificio de la guerra y se han
ido convirtiendo en jefes, en dirigentes.
Las FPL tuvo su gran vitalidad por eso, porque su núcleo inicial se fue renovando con los nuevos
compañeros, enriqueciéndose (no era un grupo cerrado), con los compañeros revolucionarios que se iban
forjando en la lucha. Así fue como el compañero Felipe Peña, compañera Eva, Chico, distintos compañeros,
fueron fortaleciendo los órganos, las comisiones de dirección, y de esa manera nuestra organización pudo
transpasar los ciclos más difíciles.
Ahora estamos en guerra, ahora ese proceso es bastante más difícil, porque la renovación tenemos que
hacerla a través de los estatutos que aún no preveen totalmente la situación en la cual el Consejo no pueda
reunirse. Pero esa situación si se prolonga mucho tiempo, puede conducir a aniquilar los órganos de dirección, a
que un pequeño número de compañeros tenga sobre si enormes responsabilidades e incluso que se vayan
desfazando de la situación, que se vayan burocratizando, sin tener el contacto vivificante de nuevos miembros
que la misma revolución ha ido dando.
Este es verdaderamente un peligro para nuestra organización: el aniquilamiento de su dirección, el no
renovamiento con los nuevos revolucionarios que se han distinguido en las FAPL, en las FPL y entre las masas.
Entonces una cosa importante es el problema de los cuadros para el desarrollo del Centralismo Democrático,
para la misma aplicación de la Democracia, porque cada compañero tiene el derecho, no sólo la obligación
propia, sino el derecho de que el Partido le dé las condiciones para ir ampliando sus conocimientos,
preparándose práctica y teóricamente más y también con mayores responsabilidades que le permitan irse
desarrollando como cuadro.
Por eso, la política de cuadros es una de las cosas fundamentales para llevar a cabo los derechos
democráticos de los mismos.
Otro es el derecho a que no se cometan injusticias contra un miembro. Por eso, por ejemplo, en la escala
de penas, de sanciones se establece que cada compañero tiene derecho a defenderse de los cargos graves, por
ejemplo la suspención, pero más todavía la expulsión o sea quitarle el grado de miembro a un compañero, se ha
previsto dentro de los estatutos (precisamente para garantía de los derechos democráticos de los miembros), que
la expulsión como miembro, es decir bajarlo de calidad de miembro a aspirante o a colaborador sólo puede ser
puesto en práctica después de haber sido estudiado por la Comisión Política.
El grado de miembro se lo puede dar la Comisión de Organización e incluso el órgano superior de las
células en consulta con la Comisión de Organización: pero la separación de un miembro o sea la expulsión
temporal o definitiva de un miembro de la organización, eso tiene que ser sobre la base de un juicio, más bien
dicho, que se estudie el caso en forma seria, que se lo dé oportunidad al compañero o compañera de exponer su
defensa y de que sólo puede ser últimamente aprobado por una última instancia que es la Comisión Política; de
manera que cuando una célula puede llegar a determinar y decir “bueno este compañero no merece ser
miembro”, debe pasar el caso con su opinión a un organismo superior, digamos su subzona o su zona o la
Comisión que la dirige y esta Comisión también podría llegar a la conclusión de que la opinión colectiva de los
compañeros es correcta y pasarlo entonces a la Comisión de Organización. Pero la expulsión tiene un último
término: hay una instancia que es la Comisión Política. Eso es parte de los derechos democráticos.
Interrelación entre Dirección y Base
Pero en lo democrático también está la siguiente: la necesidad de la fluidez de los acuerdos; es decir que
como ya vimos, esto va en dos sentidos: que las direcciones tienen que conocer, tienen que tratar de consultar, de
recoger desde las raízes, desde las bases y de direcciones intermedias, la situación, su opinión sobre las
cuestiones modulares, para poder recogerlas en la elaboración de las decisiones básicas y al mismo tiempo hacer
llega éstas a las direcciones intermedias y bases. Esto significa una fluidez en la comunicación y funcionamiento.
Es decir, esto no es un embudo de abajo para arriba, que la dirección sólo recibe, sino que también a su vez es
una obligación de la dirección de mantener informada de los acuerdos medulares y de la situación a la base y a
sus órganos, a todos los órganos. Muchas cosas naturalmente tienen que ser informadas compartimentadamente,
de acuerdo con las tareas y misiones que tenga cada escalón. Pero la Dirección Central, tiene la obligación de
estar manteniendo informado de la situación política, de la situación general, a las bases y a los organismos
intermedios, para que éstos pueden cumplir mejor sus tareas, porque por ejemplo: Aparece Radio Venceremos
diciendo que se van a hacer negociaciones dentro de 8 días o que estamos dispuestos a hacer una negociación,
inmediata sin condiciones, etc. Entonces, ¿Cómo van a aplicar la línea de nuestra organización o saber si nuestra
organización tiene exacta ese pensamiento como organización, cómo van a aplicar nuestra línea los miembros,
los cuadros, si no tienen la argumentación, los elementos que la organización tiene para toma determinada línea?
Allí está obligada la Dirección Nacional a dar aquellos elementos que no sean secretos, secretos de guerra, y sin
descompartimentar, para dar todos aquellos elementos para que los compañeros dinámicamente cumplan la línea
correcta de la organización, para que no se dejen confundir por determinados compañeros que vienen de otras
corrientes, que expresen puntos de vista que no son de nuestra organización.
Los órganos internos deben de tener el sello de la Organización y que deben tener los canales de orientación de
la Dirección, para mantener las propias características y la propia imagen y la orientación cómo organización,
como el Partido del Proletariado.
La Identidad de Partido
Es vital que la gente de nuestra Organización, cuando lea algo que es de la Organización, vea que es de
la Organización del Proletariado, de nosotros, que se está guiando por nuestra línea, de su dirección, porque
todavía no nos hemos fundido 5 direcciones en una sola, sino que todavía para nosotros el Centralismo es el
Consejo, el Comando Central, la Comisión Política de las FPL. No es la Comisión Política del PRTC, del ERP.
Ellos tienen su comisión política propia, su propia centralización y la obligación de acatar los acuerdos de “su”
dirección, mientras todavía tengan funcionamiento como Partido.
Mientras nosotros tengamos funcionamiento como Partido, y precisamente la tarea más grande es que
ese funcionamiento sea del verdadero Partido Marxista-Leninista, para nosotros la voz que vale es la voz de
nuestros órganos de dirección y entonces mal haríamos nosotros por ejemplo, si en un documento del Comando
Central o del Consejo o de la Comisión Política para nuestros miembros y como parte de nuestra vida interna,
mal haríamos con comenzar diciendo: “El FMLN-FDR ha acordado tal cosa y, por tanto,”etc., y solo referirse a
los argumentos y acuerdos del FMLN-FDR, eludiendo la obligación de orientar como Partido a su membresía.
Con tal método despersonalizaríamos totalmente por dentro a nuestra organización, disminuiríamos la mística de
nuestra organización y desacostumbraríamos la obligación de nuestros miembros de acatar sólo las órdenes de
nuestra Comisión Política y del Comando Central. La misma Comisión Política estaría despersonalizándose ante
sus miembros porque es Comisión Política de las FPL, no es un conducto político general. Todavía,
lamentablemente, no se ha podido, ni se podrá formar por ejemplo en pocos meses, el Partido Único de la
Revolución. Tenemos la situación de que hay cinco comisiones políticas diferentes, cinco direcciones nacionales
diferentes y no sabemos si también hay cinco consejos o congresos diferentes. Entonces tenemos que ser serios
en cuanto a dar la personalidad de nuestra propia dirección y de nuestra propia organización.
Y nuestros miembros lo que tienen que acatar son los acuerdos de nuestra Organización y no los
acuerdos genéricos que nos vengan por los distintos radios, sino que es nuestra Organización la que va a decir si
tales acuerdos del FMLN son correctos y si nosotros nos hemos comprometidos, y sólo cuando nuestra dirección
diga que esos acuerdos han sido ya tomados como propios por nuestro partido, por nuestra organización, sólo
entonces nuestros compañeros saben que están cumpliendo bien. Por esto debe de haber una interrelación, la
fluidez de las comunicaciones de abajo hacia arriba para capacitar a nuestra dirección de tomar buenas
decisiones y la fluidez también en sentido contrario: de que nuestra dirección tiene la obligación de mantener
informado de sus enfoques, de sus acuerdos y de sus razones a la base, a las direcciones intermedias, a las
comisiones, etc. Omitiendo, naturalmente lo secreto y compartimentado. Pero dotando a los organismos, cuadros
y miembros de los elementos y argumentos necesarios que les permitan aplicar, defender y llevar a las masas la
orientación del partido. Ese es parte del funcionamiento democrático.
Entonces como ven, ya vamos a agotar los elementos fundamentales de Centralización, ya vimos
también algunos elementos fundamentales de lo democrático. Faltaría aquí expresar lo siguiente: en lo
democrático el Partido debe funcionar de tal manera que dé la posibilidad de que todos los miembros participen
en la elaboración de los acuerdos fundamentales. Todavía, nosotros no hemos llegado a tener Congreso.
Congreso es diferente que Consejo. Nosotros tuvimos que formar Consejo porque no había posibilidad de
Congreso, además posiblemente ya va a ser posible en una reestructuración de Estatutos, porque el Congreso le
da un carácter más democrático a la voluntad, a la opinión de sus miembros.
Consejo Revolucionario y Congreso
El Consejo Revolucionario es electo por el mismo Consejo. ¿En que sentido? Al consejo todos los
consejales tienen derecho a presentar candidaturas para nuevos consejales y el mismo consejo elige a los
consejales, después de la valoración de los candidatos presentados.
El Congreso es diferente. En el Congreso las condiciones son más democráticas; el Consejo es más
centralizado, sus elecciones también. Pero el Congreso es centralizado con mayores elementos democráticos.
¿Qué quiere decir eso? Al Congreso tienen que asistir naturalmente los miembros del Comando Central con
derecho propio. Pero no es el Congreso el que elige, sino que son los órganos y las bases las que eligen sus
representantes al Congreso.
Por ejemplo cada número determinado de células eligen a un congresal. La elección es en la base. Este
Congreso está formado por congresistas electos en las bases y no electos allá arriba, sino que van enviados de
aquí.
Las Direcciones de Zona tiene derecho a elegir uno o dos y en la elección en la base tienen que
aquilatarse cuál es el mejor compañero que se va al Congreso. Así es como se forma el Congreso.
Nuestra organización posiblemente necesite ya, que los que tengan honor de ser congresales, sean
escogidos por sus propios compañeros en elección. Así los que pasen a ser miembros del Co-Cen (o Comité
Central), y de la Comisión Política han sido previamente aquilatados por los organismos y las bases.
Esto es una ampliación del elemento democrático dentro de lo que se llama Centralismo Democrático.
Como vemos, el Centralismo Democrático es una combinación que lleva dos elementos lo más dialécticamente
posible y armónicamente posible combinados: los elementos de centralización estricta y los elementos
democráticos que permiten a la membresía expresar también su voluntad a través de las decisiones tomadas por
los órganos supremos.
En este sistema, esa expresión de la voluntad de las bases es mucho más clara, mucho más fresca: pero
además deben de darse mecanismos para que las células y los organismos intermedios hagan propuestas, que
puedan hacer llegar sus opiniones, sus sugerencias y sus criticas hasta los órganos que correspondan. Eso no es
sólo un deber, sino también un derecho y por tanto deben de establecerse los mecanismos que puedan conducir la
opinión de las células y de los organismos a la Dirección. De lo contrario si no se lleva a cabo esta regla
democrática, la dirección se convierte en algo enquistado en sí mismo, en una dirección separada digamos del
pensamiento de la membresía y de los problemas reales que existen.
El Partido en Guerra Popular
Aquí es necesario tomar en cuenta un elemento que no es antojadizo, sino que es de la propia realidad
de la lucha y del propio proceso: nuestro Partido, las FPL, y en su conversión en el Partido Marxista-Leninista,
es un Partido en guerra, es un Partido que tiene que dirigir lo militar, lo político y lo externo, pero dentro de una
guerra popular, encarnizada, cruel. Que tiene que conducir hasta la victoria dentro de las situaciones sumamente
complejas de la zona y de nuestro proceso. Esto hace que algunos aspectos democráticos se vean limitados y no
es posible cumplirlos con toda amplitud, pero es que no es lo mismo en un momento en que hay bastante
posibilidad de moverse libremente de salir a plazas publicas, de organizarse en lo abierto bastante ampliamente,
que cuando los escuadrones fascistas andan tratando de adivinarlo hasta en los ojos a la gente, que si esta gente
es progresista para matarla. No es lo mismo.
En tales condiciones, algunos elementos básicos de la vida del Partido tienen que acentuarse más: la
clandestinidad tiene que ser muchísmo más estricta, la secretividad tiene que ser muchisimo más estricta, las
reglas de seguridad y compartimentación tienen que ser más estrictas que en tiempos que podría llamar
“normales”. No es la mismo como se manifiesta y se mueve un Partido abierto y legal.
No es lo mismo como se puede mover un Partido Marxista de la clase obrera en donde muchas de las
reglas de compartimentación no son tan necesarias, que lo que debe hacerse por ejemplo en El Salvador. Es una
distancia como de la luna a la tierra, o quizás mayor de la luna, la del sol, una distancia enorme.
La guerra obliga y la guerra es un hecho objetivo que no le estamos inventando. Ya no estamos en
teoría, por suerte, en la cuestión de la guerra; sino que es una verdadera guerra popular. Algunos aspectos
democráticos tienen que limitarse y al mismo tiempo tiene que ampliarse la COMPARTIMENTACION,
CLANDESTINIDAD, SECRETIVIDAD, REGLAS DE SEGURIDAD para todos los organismos, adentro y
fuera. Porque son organismos de este partido, de esta Organización en guerra; son células de un partido en
guerra. Esto hay que tomarlo en cuenta para su funcionamiento.
De lo contrario, este partido sin esas células de partido en guerra, no podría dirigir el proceso de la
guerra y no sólo las células, sino que todos los organismos tienen que considerarse organismos de un Partido en
guerra. No sólo las escuadras, las UV, las FES y todos estos miembros de un partido en guerra, sino que todos
los miembros del partido en las masas o en cualquier tarea que tienen y todos los organismos y sus bases, es
decir, sus células tienen que considerarse que son parte de un partido en Guerra, que tiene que dirigir el proceso
político de lo interno del país en condiciones de una guerra dura, que tiene que dirigir el proceso militar, que
tiene que organizar sus células en el Ejército, entre las milicias en la población en guerra y que tienen que dirigir
el trabajo de un Partido en guerra, en lo externo, en el exterior. Por tanto, las células y miembros de Partido que
se encuentran en el exterior no pueden considerarse en otra situación diferente, que la de un Partido en Guerra, y
por tanto aún cuando el ambiente no sea exactamente igual el de San Salvador sin embargo tienen la obligación
de llevar a cabo las normas estrictas de clandestinidad en su funcionamiento, de compartimentación, etc. Aunque
ellos sientan que actúan “más libremente”.
La compartimentación, las reglas de la clandestinidad, de seguridad, tienen que llevarse a cabo también
en el sector del Partido del exterior. Les voy a poner un ejemplo: Un “pequeño deslize” en cuanto a cuestiones de
seguridad puede costar vida a saber cuantos compañeros. Por ejemplo, uno sabe que un compañero va a salir
mañana de aquí, y le dice a un fulano, “mi compa va a salir mañana para allá”, y esto se riega donde no debe
regarse. ¿Quien garantiza que eso no llegue a los oidos de alguien que esté en infiltración, quién garantiza eso, y
que este compañero al llegar allá inmediatamente lo apartan, lo hagan a un lado y le comiencen un chequeo
mucho mayor, de sus papeles, de sus bolsillos, de todo, y luego lo hagan desaparecer?
Estas, aunque estén en el exterior, son células de un partido en guerra porque la guerra no es sólo contra
los títeres del Imperialismo y los servicios la CIA. Y estos están en todas partes y están bajo el seguimiento, es
espionaje de querer saber, de oír para poder darnos golpes adentro y afuera, donde más nos duela. Por eso es más
necesario que afuera y adentro se lleven a cabo bien las reglas de secretividad. No tenemos derecho a exponer la
vida de compañeros en lo interno y en lo externo y no tenemos derecho en circunscribir nuestra guerra
exclusivamente a los 21.000 km2. Estamos en guerra contra el imperialismo en todo el mundo.
La CIA nos sigue a nosotros en todas partes y el Imperialismo sabe quién es su principal enemigo, cuál
es la fuerza más consecuente, el Imperialismo fundamentalmente considera que las FPL es el enemigo principal
para él, dentro del pueblo.
Las FPL son la Organización a la que considera irreconciliable y como enemigo a muerte. Y lo dice a
cada rato. Porque saben que las FPL-Farabundo Martí están total e indisolublemente comprometidas con la clase
obrera y el campesinado pobre y con los intereses fundamentales del pueblo. Y que aspiran, luchan y lograrán el
honor de convertirse en el verdadero Partido Marxista-Leninista del Proletariado Salvadoreño.
¡REVOLUCIÓN 0 MUERTE!
¡EL PUEBLO ARMADO VENCERÁ!
MARCIAL
Primer Responsable del Comando Central de
las Fuerzas Populares de Liberación FPL – Farabundo Marti