40 años del asesinato de Martin Luther King
“Tengo un sueño, que mis cuatro pequeños hijos vivirán un día en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel sino por el contenido de su carácter.
@DIN, 4 de abril de 2008 – Hoy se cumplen 40 años del asesinato de Martin Luther King cuando se asomó a la terraza de un hotel de Menphis. Su hijo Martin, que tenía sólo diez años cuando mataron a su padre, en una de sus entrevistas recientes contestó así:. – ¿Cuál es el mejor y peor de los recuerdos? – El mejor, diciembre de 1964, cuando le dieron el Nobel de la Paz, y en el 65, cuando se legisló el derecho al voto de los negros, y los preparativos de la Marcha sobre Washington, en los que le acompañé. El peor, las detenciones. Un día llegué de la escuela llorando. Un compañero me dijo que mi padre era criminal y le habían encarcelado. «Tu padre está en prisión por luchar por este mundo y por los niños de Dios», me dijo mi madre. Y me sentí orgulloso.
Martin Luther King es una gran referencia moral en Estados Unidos. Su figura se inscribe en la estela de Lincoln. Sin él, sería impensable que Barack Obama tenga muchas posibilidades de convertirse en presidente -afirmó su hijo.
Cuarenta años después de que Martin Luther King fuera asesinado, el líder de los derechos civiles está aún presente en la política estadounidense.
La aspirante a candidata presidencial demócrata Hillary Clinton y el candidato republicano John McCain han acudido a Memphis para conmemorar la muerte de King el 4 de abril de 1968 e intentar lograr apoyos entre los votantes negros más afines al demócrata Barack Obama.
McCain tiene un perfil dudoso en la opinión que de él tienen los votantes negros. El pasado septiembre no acudió a un debate de la campaña republicana que se centraba en temas afroamericanos.
Y los demócratas han señalado que el senador por Arizona, como miembro de la Cámara de Representantes, votó en 1983 en contra de crear una fiesta federal el día del nacimiento de King, que finalmente fue aprobada por 338 votos a favor y 90 en contra.
McCain dijo esta semana que había “aprendido que este individuo fue una figura trascendente en la historia estadounidense” y había de ser homenajeada.
Hijo de un ministro baptista, Martin Luther King (Atlanta, 1929 – Memphis, EE UU, 1968) estudió teología en la Universidad de Boston. Desde joven tomó conciencia de la situación de segregación social y racial que vivían los negros de su país, y en especial los de los estados sureños.
Convertido en pastor baptista, en 1954 se hizo cargo de una iglesia en la ciudad de Montgomery, Alabama. Muy pronto dio muestras de su carisma y de su firme decisión de luchar por la defensa de los derechos civiles con métodos pacíficos, inspirándose en la figura de Mahatma Gandhi y en la teoría de la desobediencia civil de Henry David Thoreau. Al poco de llegar a Montgomery organizó y dirigió un masivo boicot de casi un año contra la segregación en los autobuses municipales.
La fama de Martin Luther King se extendió rápidamente por todo el país y enseguida asumió la dirección del movimiento pacifista estadounidense, primero a través de la Southern Cristian Leadership Conference y más tarde del Congress of Racial Equality. Asimismo, como miembro de la Asociación para el Progreso de la Gente de Color, abrió otro frente para lograr mejoras en sus condiciones de vida.
En 1960 aprovechó una sentada espontánea de estudiantes negros en Birmingham, Alabama, para iniciar una campaña de alcance nacional. En esta ocasión, Martin Luther King fue encarcelado y posteriormente liberado por la intercesión de John Fitgerald Kennedy, entonces candidato a la presidencia de Estados Unidos, pero logró para los negros la igualdad de acceso a las bibliotecas, los comedores y los estacionamientos.
En el verano de 1963, su lucha alcanzó uno de sus momentos culminantes cuando encabezó una gigantesca marcha sobre Washington, en la que participaron unas doscientas cincuenta mil personas, ante las cuales pronunció uno de sus más bellos discursos por la paz y la igualdad entre los seres humanos. Él y otros representantes de organizaciones antirracistas fueron recibidos por el presidente Kennedy, quien se comprometió a agilizar su política contra el segregacionismo en las escuelas y en la cuestión del desempleo, que afectaba de modo especial a la comunidad negra.
No obstante, ni las buenas intenciones del presidente, quien moriría asesinado meses más tarde, ni el vigor ético del mensaje de King, Premio Nobel de la Paz en 1964, parecían suficientes para contener el avance de los grupos nacionalistas de color contrarios a la integración y favorables a la violencia, como Poder Negro, Panteras Negras y Musulmanes Negros. La permeabilidad de los colectivos de color, sobre todo de los que vivían en los guetos de Nueva York y de otros estados del norte, a la influencia de estos grupos violentos, ponía en peligro el núcleo del mensaje de King, el pacifismo.
En marzo de 1965 encabezó una manifestación de miles de defensores de los derechos civiles que recorrieron casi un centenar de kilómetros, desde Selma, donde se habían producido actos de violencia racial, hasta Montgomery. La lucha de Martin Luther King tuvo un final trágico: el 4 de abril de 1968 fue asesinado en Memphis por James Earl Ray. Mientras se celebraban sus funerales en la iglesia Edenhaëser de Atlanta, una ola de violencia se extendió por todo el país. Ray, detenido por la policía, se reconoció autor del asesinato y fue condenado con pruebas circunstanciales. Años más tarde se retractó de su declaración y, con el apoyo de la familia King, pidió la reapertura del caso y la vista de un nuevo juicio.