Realizan charla de MPTIES en San Miguel sobre pensamiento político de Schafik Handal
SAN MIGUEL, 26 de julio de 2014 (SIEP) “Conocí a Schafik Handal siendo joven, hace cuarenta años y desde entonces le he dado seguimiento a su pensamiento político…” indicó el Lic. Roberto Pineda, de 55 años, director del Centro de Estudios Marxistas “Sarbelio Navarrete” en charla realizada esta mañana con integrantes en esta ciudad del Movimiento de Profesionales, Técnicos e Intelectuales, MPTIES.
Agregó que “hay un hecho fundante en la vida de Schafik que sucedió cuando él tenía 14 años y estudiaba bachillerato en el Colegio García Flamenco, y una tarde de mayo de 1944 un estudiante universitario pidió permiso en su aula al profesor para hablar y dijo: esta es la hora de derrocar al tirano, les hago un llamado a incorporarse a la huelga general. Y todos sus compañeros se pararon, tomaron sus libros y salieron del aula. Schafik nunca olvidaría esas palabras de ese estudiante que le marcaron su vida.”
“Vamos a estudiar el pensamiento político de Schafik desde su génesis hasta sus últimas intervenciones en la Asamblea Legislativa. Schafik fue el más grande pensador marxista de nuestro país, y uno de sus más grandes revolucionarios, constructor de la teoría, de la estrategia y la táctica de la revolución salvadoreña.”
Schafik pudo cumplir esta misión como teórico y como conductor revolucionario mediante tres elementos: en primer lugar, el estudio profundo de los perfiles históricos, económicos, sociales, políticos y culturales de la realidad salvadoreña junto con la participación en las luchas de los sectores populares.
En segundo lugar a través del estudio sistemático de la teoría marxista, de l economía política, del materialismo histórico y del materialismo dialéctico junto con el estudio de las experiencias de Cuba y la participación como militante desde 1950 del Partido Comunista de El Salvador.
Y en tercer lugar, el conocimiento de la experiencia del Partido Comunista de Chile. En 1953 sus padres lo sacan del país para evitar que cayera víctima de la ola represiva desatada por el gobierno dictatorial del Coronel Oscar Osario. En Chile a diferencia de El Salvador el Partido Comunita era legal. Cuenta Schafik en sus memorias que una vez vio en Santiago, en un quiosco de periódicos, el semanario del PC, llamado El Siglo, y que sigilosamente se lo pidió, lo pagó y lo guardó rápidamente ante la mirada sorprendida del vendedor. Seguía con los viejos hábitos de la clandestinidad interiorizados profundamente, en un país done los comunistas gozaban de legalidad. El punto es que su militancia en el PCCh por tres años lo marcó fuertemente.
Estos tres factores contribuyeron a la construcción del pensamiento político de Schafik. Y le sirvieron para enfrentar desde la conducción política los desafío del diseño de una estrategia revolucionaria que debería dar respuesta a los temas recurrentes de: la vía de la revolución ( como hacerla) , del carácter de la revolución (para que hacerla) de sus fuerzas motrices o el sujeto (quien la hace) de la política de alianzas ( con quienes se hace) y de su conducción ( quien la dirige). Es en estos territorios de la conducción revolucionaria que Schafik conduce a su organización, el PCS por 35 años,
Y en 1956 se entera que un nuevo gobierno, el del Coronel Chema Lemus ha decretado que pueden regresar todos los exilados. Y con una inmensa alegría se va para el consulado a sacar el pasaporte para poder regresar a la patria. Y lo hace, regresa y se incorpora de nuevo a las luchas populares. A las luchas contra el Coronel Lemus que fue adoptando actitudes represivas que al final condujeron a su derrocamiento.
En octubre de 1960 un golpe de estado establece un breve periodo de apertura democrática que es brutalmente cerrada en enero de 1961. Y frente a este nuevo golpe de estado represivo y reaccionario, Schafik se pone a la cabeza del Frente Unido de Acción Revolucionaria, el FUAR. Y empieza a pensar en las modalidades de la lucha armada en El Salvador. Y la visión, la tesis predominante que se prolonga por casi treinta años es la de una vía insurreccional.
Pero los momentos de flujo revolucionario no son permanentes. Y ya en 1963-1964 el momento, la situación de efervescencia había podido ser superada por el régimen militar. Y entonces Schafik asume la secretaría de educación y se dedica por meses al estudio de la estructura agraria del país, valiéndose de un censo del año 50. Y es de estos estudios, de estas reflexiones que surge el Programa Agraria que es aprobado por el V Congreso del PCS en 1964.
Posteriormente Schafik se dedica a la búsqueda de los mecanismos que permitan a los comunistas aprovechar los eventos electorales para impulsar procesos de organización, educación y movilización política. Y se encuentra un instrumento idóneo: el Partido Acción Renovadora, PAR. Y se decide llevar como candidato a la presidencia al Dr. Fabio Castillo, académico con mucho prestigio. Es la vez primera que los comunistas salen a la calle a disputarle terreno electoral a la dictadura desde 1932.
Habían pasado 35 años de sostener una línea antielectoral. Y Schafik participa activamente en el diseño e implementación de esta nueva línea estratégica de disputarle a la dictadura en su propia cancha. Y la bandera de la reforma agraria es uno de los puntos programáticos que son presentados a los sectores campesinos. Y la oligarquía temblaba asustada al escuchar los discursos de campaña.
Esta experiencia permitió construir una gran alianza política a principios de los años setenta entre comunistas (por medio del UDN) socialdemócratas (a través del MNR) e incluso democratacristianos (el PDC). La alianza se llamó Unión Nacional Opositora, UNO, y llevó como candidato a la presidencia al Ing. José Napoleón Duarte. Y entonces pro vez primera se derrota a la dictadura en su propia cancha y se ven obligados a realizar un gigantesco fraude y hasta mandan al exilio a Duarte a Venezuela
Pero la UNO como alianza política subsiste y en 1977 desafía a la dictadura militar presentándole un militar como candidato opositor a la presidencia. Una cuña de su propio palo para que les doliera. Se trataba del Coronel retirado Ernesto Claramount, un prestigioso militar. Y en los mítines como se estaba seguro que iban a cometer fraude los amenazaba diciéndoles: si nos roban el triunfo, nos damos en la madre. Al final hubo fraude, y hubo resistencia popular, pero por diversas razones, no se estuvo en capacidad de garantizar una respuesta contundente. Pero si quedo definido el agotamiento de este camino electoral.
A la par de este esfuerzo por construir y fortalecer este instrumento electoral con aliados democráticos, durante la década de los setenta Shafik tuvo otras dos preocupaciones teóricas: la primera vinculada a identificar las características que estaba asumiendo la antigua dictadura militar y su transformación en una dictadura fascista. Y la segunda preocupación, la necesidad de ajustar cuentas en el plano teórico con las otras organizaciones de izquierda a las que se les calificaba como ultra-izquierdistas, pero que influenciaban diversos segmentos del movimiento popular a la vez que contaban con aparatos político-militares de conducción y que era urgente atraerlas a buscar construir procesos de unidad frente a la dictadura militar.
Este proceso adquiere una gran celeridad a partir de diciembre de 1979 con los primeros acuerdos unitarios entre el PCS, las FPL y la RN. Atrás quedaban diez años de dispersión política, ideológica y organizativa. Este proceso concluyó en octubre de 1980 con la creación del FMLN y quince años después con la disolución incluso de las cinco organizaciones fundantes, incluyendo el PCS, que le puso fina 65 años de existencia ininterrumpida.
Pro la unidad de la izquierda revolucionaria salvadoreña impuso la necesidad de diseñar un planteamiento estratégico conjunto de enfrentamiento político-militar y aquí el ingenio y la sabiduría de Schafik jugaron un papel crucial, porque era preciso enfrentarse no solo a la dictadura militar sino al involucramiento estadounidense. Y fue importante extraer las lecciones derivadas del fracaso de la ofensiva general de enero de 1981 y el diseño de resistir, desarrollarnos y avanzar.
Y la prolongación del conflicto originó los frentes guerrilleros y la construcción inicialmente de brigadas y posteriormente el viraje hacia pequeñas unidades militares que combatían en todo el territorio. Y luego el diseño de llevar la guerra a las ciudades y el uso del sabotaje económico. Y la necesidad de combinar lo militar, con lo conspirativo, con la lucha diplomática, con la solidaridad, con la lucha de masas. Y el pensamiento de Schafik contribuyó a la construcción de estos diversos planteamientos.
Y es por su amplia y probada visión y experiencia política que la Comandancia General del FMLN le otorga la tarea de conducir posteriormente el esfuerzo político-diplomático. Y pone su pensamiento en la lógica de proponer un nuevo sistema político en el marco de una profunda reforma legal. Y los Acuerdos de Paz de 1992 tienen el sello de Schafik, de su visión, de su voluntad, de sus ideas, de sus sueños democráticos.
“Y al concluir la guerra Schafik asume el desafío de construir a partir de las fuerzas guerrilleras un gran partido político que le dispute en el terreno electoral la conducción del país ala derecha oligárquica representada en ARENA. Y lo logra. Y ya en 1997 se conquista San Salvador. Y en 2004 asume la responsabilidad de lanzarse a la presidencia. Y centenares de miles de salvadoreños y salvadoreñas apoyaron con su voto una opción de izquierda, pero el miedo logró predominar y no se logró la victoria. Pro esta batalla electoral creo las condiciones para el triunfo de 2009 con Mauricio Funes. Y hoy estamos en un segundo gobierno de izquierda” concluyó el Lic. Roberto Pineda