El Salvador 2014: la lucha por la democracia y el enfrentamiento entre el Presidente Funes y el poder oligárquico Por Roberto Pineda
El actual e inédito enfrentamiento entre el presidente Funes y sectores del poder oligárquico, en su vertiente comercial importadora responde a la necesidad de las fuerzas democráticas de confirmar su presencia política, independientemente de los claramente previsibles resultados de la segunda ronda presidencial electoral del 9 de marzo, favorable al FMLN. Es el último capitulo de un relato que se extienda hasta las postrimerías del siglo XIX, y a la vez es un enfrentamiento que va a impactar hacia el futuro gobierno y sus políticas públicas.
Las fuerzas democráticas por más de un siglo se han enfrentado al poder oligárquico, y a sus diversas expresiones políticas de derecha, religiosas y laicas, civiles y militares, a la vez que han compartido con las fuerzas revolucionarias los desafíos de construir un país democrático, justo e independiente. Pero a la vez los sectores democráticos han disputado a las fuerzas revolucionarias la conducción del movimiento popular y social, y en la actualidad disputan la conducción de la administración del Estado.
Por lo general las fuerzas democráticas, que representan los intereses de sectores de capas medias, han gravitado alrededor de personalidades, mientras que las fuerzas revolucionarias, que representan los intereses de sectores populares, han girado alrededor de organizaciones. No siempre las relaciones entre fuerzas democráticas y fuerzas revolucionarias han sido armónicas, han existido momentos de tensión e incluso de ruptura.
En diversas ocasiones históricas, las conducciones políticas de uno o ambos sectores han expresado conductas sectarias y aislacionistas y esto ha favorecido por lo general al poder oligárquico y a la derecha. Otras veces se han logrado sellar importantes acuerdos políticos que han permitido avanzar en el proceso de avanzar en la construcción de un régimen político democrático. Estamos en uno de esos momentos, caminamos por el rumbo adecuado.
Las coincidencias programáticas básicas, históricas, actuales, entre fuerzas democráticas y revolucionarias han sido alrededor de la lucha contra el autoritarismo civil y militar y por la democracia, aunque casi siempre han existido diferencias sobre las temáticas vinculadas a la lucha contra la oligarquía, contra el imperialismo y fundamentalmente a la lucha por el socialismo. Hoy coincidimos en la lucha por la democracia y contra la oligarquía, aunque no en la visión antiimperialista y mucho menos en la visión socialista.
Pero es que precisamente las alianzas surgen entre actores sociales diferentes, pero con intereses momentáneos comunes. Hay unidad y hay lucha. Hay coincidencia temporal y diferencia permanente. El interés coyuntural común entre el FMLN y las fuerzas que rodean al presidente Funes y al expresidente Saca es la derrota de la oligarquía y el fortalecimiento de la democracia. Logrado este objetivo la alianza finaliza. Es un matrimonio con fecha de vencimiento.
1. La alianza del Presidente Funes y el FMLN
En el caso del Presidente Funes y el FMLN, es un matrimonio en el que han existido tres momentos claramente diferenciados. El primer momento, que va de principios del año 2007 al 15 de marzo de 2009 es el periodo del noviazgo. Es un momento en el cual se logró construir una gran alianza cívica que logró una amplia movilización popular que permitió derrotar a la derecha en su conjunto, incluyendo PDC, PCN y principalmente a su buque insignia, que había navegado invicto por veinte años, al partido oligárquico ARENA.
Un segundo momento es el de vivir juntos, o sea los primero cuatro años de gobierno en los que en diversas ocasiones se manifestaron diversas contradicciones, que respondían a intereses diversos. Al final el FMLN se dedicó principalmente a la gestión social (educación, salud, transporte) mientras que los Amigos de Mauricio se dedicaron principalmente a la gestión económica. Amplios sectores populares fueron beneficiados y a la vez se favoreció al capital transnacional.
Un tercer momento inicia en septiembre de 2013 cuando el presidente Funes, luego de comprobar el fracaso del proyecto político electoral de la coalición Unidad del expresidente Saca, decide comprometerse en respaldar un nuevo pacto político con el FMLN por la continuidad del proyecto iniciado en 2009. Es en este contexto que se lanza de cabeza a lograr causar el mayor daño y desgaste a sus adversarios políticos de ARENA, ANEP y FUSADES.
Y lo ha logrado, ha sido una campaña sui generis en la cual de nuevo el candidato ha sido el presidente Funes. Y esto tendrá necesariamente consecuencias a futuro. Ya no será esta vez, para este segundo gobierno, exclusivamente la alianza entre FMLN y el Movimiento El Salvador Cambia, sino será también con el partido GANA y el expresidente Saca.
Y no podía ser de otra forma, únicamente una acumulación política mayor a la lograda en 2009 podía garantizar la victoria sobre el poder oligárquico y su partido ARENA, y conste, que en segunda vuelta. No podemos subestimar la fuerza del poder oligárquico y su todavía poderosa influencia ideológica, mediante la iglesia, academia, espectáculos, deporte y medios de comunicación, entre otros. Hablar de la desaparición de ARENA es una ingenuidad que la realidad se encargara de refutar.
El FMLN por su parte, va necesitar de mucha madurez y habilidad para conducir este nuevo barco. Por una parte se va enfrentar a la oposición tenaz del poder oligárquico, el cual bloqueara cualquier esfuerzo que permita el fortalecimiento del proyecto de izquierda y por la otra, al manejo sutil pero contundente, privado pero tajante, tanto de los representantes de Fomilenio II como del Acuerdo de Asociación de la Unión Europea.
Son dos afiladas pinzas que trataran de hundirse en nuestra economía. La próxima definición legislativa acerca de reformas a la Ley de Asocio Público Privado, nos dará las coordenadas básicas acerca del rumbo que tomara este segundo gobierno: el de las concesiones al imperio o el de la defensa de los intereses populares. Acordémonos que el agua esta en la mira del imperio desde hace ya ratos.
El propósito de la derecha será convertir este segundo gobierno del FMLN en un gobierno paralizado e inútil. Y para lograrlo seguramente recurrirán al bloqueo económico y a incursionar en “la calle” como sus correligionarios venezolanos. El propósito de los viejos y nuevos aliados del FMLN e incluso de sectores a su interior, será convertirlo en un gobierno al servicio de las corporaciones y de la emergente burguesía no oligárquica.
El propósito del FMLN será el de administrar sus alianzas políticas para garantizar un crecimiento de la economía junto con el mantenimiento de los programas sociales, pero sin atreverse a impulsar transformaciones estructurales, en una clara visión socialdemócrata de reformas. Eso es lo que han prometido públicamente. Y cuentan para hacerlo con el respaldo de un sector importante de la población. Pero no es un problema de voluntad, sino que al final el resultado dependerá de la correlación de fuerzas, tanto interna como en el mundo. O sea de la influencia de diversos factores.
Entre estos el horizonte internacional. La reciente pérdida electoral por el presidente Correa de Guayaquil y Quito en Ecuador influye. E influye mucho más la continuidad y el desenlace de la situación en Venezuela, en donde la derecha esta en pie de lucha, desafiando en las calles el proyecto popular de Chávez hoy continuado por Maduro. Incluso influye la derrota sufrida por Rusia y particularmente por Putin y el avance de las fuerzas imperialistas y fascistas en Ucrania, lo cual podría incluso modificar las fronteras de Europa. Y seguramente influirán poderosamente los resultados de las próximas elecciones legislativas de otoño en “el Norte revuelto y brutal.”
Y puede, debería también influir el papel de movimiento popular y social en la medida que abandone su actitud conformista y plantee con fuerza en las calles, un claro programa antioligárquico y a la vez antiimperialista, que comprenda el ingreso al Alba, la desdolarización, una firme reforma tributaria, la desprivatización de los fondos de pensiones, de la electricidad y de la telefonía, la defensa del agua, la nacionalización del transporte público, en contra de la minería y a favor de un modelo de desarrollo independiente.
La debilidad y falta de autonomía del movimiento popular afecta fuertemente el rumbo del proceso, permite que sean los aliados de derecha del FMLN los que al final definan las reglas del juego. Pero de nuevo, es un problema no de voluntades, sino de realidades. Y la tarea sigue siendo la de organizar, politizar y movilizar a los sectores populares en al defensa de sus intereses inmediatos y de sus intereses mediatos, la lucha por el socialismo. Y en el cumplimiento de esta tareas, los sectores democráticos juegan un papel destacado, como se comprueba al revisar la historia, lo que hacemos a continuación.
2. Antecedentes históricos.
El conocimiento de los antecedentes históricos de las relaciones entre fuerzas democráticas y revolucionarias y su enfrentamiento con el poder oligárquico, nos permite evitar la desesperación, tan común en nuestras fuerzas influidas por el pensamiento pequeño burgués así como también el acomodamiento, orientado desde sectores de la anteriormente conocida como aristocracia obrera. A continuación haremos un breve recorrido por las diversas estaciones de este enfrentamiento tanto político como ideológico, así como de las diversas relaciones entre sectores democráticos y revolucionarios.
Las primeras décadas del siglo XX
La partida de nacimiento de la oligarquía cafetalera salvadoreña esta asentada en Santa Ana y en Santa Tecla. Surge a mediados del siglo XIX y asume la conducción del Estado a finales de esta centuria. Nace en 1881 con la Ley de extinción de Ejidos. En 1882 con la ley de extinción de Comunidades Indígenas. En 1886 aprueba su propia Constitución de la República. Ideológicamente es un liberalismo autoritario, surgido en las entrañas de las haciendas añileras y las fincas cafetaleras.
Durante la primera década (1900-1910) el enfrentamiento fue entre los sectores más avanzados del liberalismo, incluyendo a sectores de la masonería – la primera logia “Progreso” se funda en 1871-contra las fuerzas oscurantistas del clero y la oligarquía. Durante la segunda década (1910-1920) a nivel de historia de las ideas es un periodo muy fructífero, ya que registramos la aparición del pensamiento marxista,1913 con la publicación de El estado centroamericano del vicentino Sarbelio Navarrete, del pensamiento feminista, con la publicación en el Diario de Occidente de artículos de Prudencia Ayala, del pensamiento anarquista con la aparición del Centro Germinal, lo que motivó la realización de las primeras huelgas de sectores artesanales radicalizados, entre estas la de los sastres, así como del pensamiento unionista, heredero de los ideales de Morazán.
Ya para esta época, en julio de 1918, el pensador reformista Alberto Masferrer, autor de lo que después se llamó la doctrina del minimum-vitalismo, el docente universitario Dr. Salvador Ricardo Merlos y el político y cafetalero Arturo Araujo, fundador luego del Partido Laborista, realizan en Armenia un Congreso Obrero, para influir en este sector.
Presenciamos el aparecimiento de líderes de sectores democráticos, incluso de las filas oligárquicas, como el presidente Manuel Enrique Araujo (1911-1913), que incluso adoptó claras posiciones antiimperialistas, y que fue posteriormente asesinado. También surgen desde la academia los líderes populares, doctores Enrique Córdoba y Miguel Tomas Molina. Esto últimos se enfrentaron a la dictadura civil conocida como la “dinastía de los Meléndez.” Fueron maestros de los dirigentes estudiantiles José Luís Barrientos, Alfonso Luna y Mario Zapata.
En la tercera década (1920-1930) surgen ya sectores revolucionarios, diferenciados de los sectores democráticos, vinculados tanto al anarquismo como al marxismo. A partir de 1925, luego de un prolongado exilio de cinco años en Guatemala, Agustín Farabundo Martí se destaca como el líder de los sectores populares revolucionarios, vinculados a la Federación Regional de Trabajadores Salvadoreños, FRTS, formada en 1924, que aglutinaba a obreros artesanos, campesinos e indígenas y al Socorrro Rojo Internacional. En este periodo las relaciones entre estas dos fuerzas son tirantes. Y es precisamente esta división entre sectores revolucionarios, conducidos por Martí y sectores democráticos dirigidos por Araujo y Masferrer, lo que permite el posterior entronizamiento de una dictadura feroz.
En la cuarta década (1930-1940) surge en marzo de 1930 la organización política de la clase obrera, el Partido Comunista de El Salvador, PCS. En enero de 1931 los sectores democráticos dirigidos por Araujo y Masferrer ganan la presidencia y desplazan a los sectores oligárquicos del gobierno. Ya en el gobierno y en el marco de la crisis provocada por la crisis mundial de 1929, desatan una fuerte represión contra los sectores revolucionarios. En diciembre de 1931 los militares dan un golpe de estado, reprimen a los araujistas mientras los comunistas así como la oligarquía le dan al General Martínez el beneficio de la duda.
En enero de 1932 el PCS participa en elecciones municipales, las cuales son fraudulentas pero permitieron al gobierno identificar la militancia y simpatizantes comunistas. El régimen militar da inicio a una masiva represión en el campo, particularmente en el occidente del país, ante lo cual el PCS llama a la insurrección. Martí es capturado el 19 de enero. La insurrección se realiza el 22 de enero en localidades de Ahuachapan y Sonsonate, pero es rápidamente derrotada. Martí es fusilado, junto con los estudiantes Luna y Zapata.
El régimen militar se consolida mediante una gigantesca matanza de campesinos indígenas, con la participación ya de una agradecida oligarquía convertida en Guardia Cívica. La oligarquía entonces le permite a Martínez y a los militares gobernar el país y se retira a administrar sus negocios. Luego de enero de 1932 y durante toda esta década tanto sectores democráticos como revolucionarios vivieron en la clandestinidad de la derrota, mientras el General Martínez formó el partido Pro Patria para consolidarse en el poder.
En la quinta década (1940-1950) al calor de la lucha internacional contra el nazifascismo se reorganizaron tanto sectores democráticos como revolucionarios. Y también se organizaron bajo el visto favorable del General Martínez las comunidades alemanas e italianas, en movimientos locales de apoyo a los gobiernos del Duce y del Fuhrer. Pero el ataque en l941 a Pearl Harbor obligó a Martínez a alinearse con Estados Unidos y permitir expresiones populares de apoyo a los aliados, que rápidamente se convirtieron en expresiones contra la misma dictadura militar martinista.
Los sectores democráticos civiles en alianza con algunos sectores de la oligarquía se nuclearon en el movimiento político Acción Democrática, y establecieron relaciones con sectores universitarios, e incluso con sectores democráticos al interior del ejército. Los sectores revolucionarios eran muy débiles.
El 2 de abril de 1944 se produce un golpe de estado de estos sectores democráticos, que fracasa. Martínez desencadena una fuerte represión que incluye el fusilamiento de civiles y militares, lo que provoca el repudio popular. La represión martinista incluye el ametrallamiento del periodista Jorge Pinto padre, que se encontraba en una celda de la Policía Nacional mientras el Dr. Arturo Romero fue capturado en la frontera y macheteado en la cara. El 1 de mayo se convoca a una huelga general “de brazos caídos”. El 8 de mayo se logra el derrocamiento del dictador, pero no de la dictadura. Se abre un periodo de apertura democrática. Los comunistas salen a la calle y regresan líderes comunistas exilados.
Los sectores democráticos se aglutinan alrededor de la figura del Dr. Arturo Romero, el “hombre símbolo” y el Partido Unión Democrática, que logra un impresionante arrastre popular, sus colores eran el rojo y el blanco. Los comunistas alrededor del Dr. Alejandro Dagoberto Marroquín y la Unión Nacional de Trabajadores, UNT. Hay diversos niveles de cooperación, pero a la vez hay conflictos, recelos, disputas.
El 21 de octubre la dictadura da un contragolpe. De nuevo la represión tanto contra fuerzas democráticas como contra fuerzas revolucionarias, la cárcel, el exilio. Luego en diciembre de 1948 fuerzas democráticas civiles y militares dan un golpe de estado. Y para consolidarse y mostrar sus credenciales ante Estados Unidos y la oligarquía, despliegan un ataque represivo contra el movimiento obrero y los comunistas del PCS. Gradualmente se van derechizando hasta convertirse en nueva expresión de la vieja dictadura militar.
A mediados del siglo XX
En la sexta década (1950-1960) durante la primera mitad continúa la represión contra los sectores populares y revolucionarios y la alianza entre sectores democráticos y sectores del poder oligárquico. En 1950 al ser prohibido la entrada del Dr. Romero al país, la oposición selecciona al militar demócrata Coronel José Asensio Menéndez que se enfrenta electoralmente con el Partido Acción Renovadora, PAR, al coronel golpista Oscar Osorio y su partido PRUD, pero es derrotado.
En 1952 sectores democráticos logran conquistar la conducción de AGEUS con el entonces bachiller René Fortín Magaña. El 2 de abril de 1955 Jorge Pinto hijo funda el periódico de oposición El Independiente. En 1956 Roberto Edmundo Canessa, cafetalero de Santiago de María, forma el Partido de Acción Nacional, PAN, y se enfrenta al coronel José María Lemus del PRUD pero también es derrotado. Posteriormente en 1961 Canessa sería capturado y muere de la golpiza que recibió en la cárcel.
En 1956 la dictadura militar permitió el regreso de los exilados de 1952, en su mayoría comunistas. Esto vino a fortalecer al movimiento popular, el cual se expresaba en la CGTS, AGEUS y el Frente Nacional de Orientación Cívica. El dictador Lemus se lanza al camino de la represión y la respuesta popular crece. En 1959 asume la rectoría de la UES el Dr. Napoleón Rodríguez y juega papel destacado en el movimiento opositor a la dictadura. En octubre de 1960 sectores democráticos civiles y militares dan un golpe de estado. Se abre un periodo de apertura democrática. Los doctores René Fortín Magaña y Fabio Castillo forman parte de la Junta de Gobierno. En enero de 1961, igual que en 1944, viene el contragolpe derechista pro oligárquico.
En la séptima década (1960-1970) los sectores democráticos y revolucionarios se van consolidando y entran en disputa por los sectores populares. En 1960 el PAR con su candidato Dr. Gabriel Piloña Araujo le arrebatan la Alcaldía de San Salvador al PRUD. Se forma en 1960 el Partido Demócrata Cristiano, entre otros por los abogados Abraham Rodríguez y Roberto Lara Velado, y es conducido luego por el Ing. José Napoleón Duarte, que gana la Alcaldía de San Salvador, y que tiene un gran arrastre popular. A nivel de las fuerzas revolucionarias, el PCS impulsa la creación en 1961 del FUAR, con una visión de lucha armada insurreccionalista, influenciada por la Revolución Cubana.
En 1965 se fortalece el movimiento sindical con la fundación de la FUSS y FESTIAVTCES. En 1968 se realiza la primera huelga magisterial de ANDES 21 de Junio, arrebatando a este sector del control del PRUD y luego del PCN. Y a nivel político, se desarrolla en 1966-1967 la campaña presidencial del PAR Nueva Línea llevando como candidato al Dr. Fabio Castillo, exrector de la UES. Por primera vez desde el 32, el PCS –aunque de manera clandestina- participaba en una campaña electoral.
En la octava década (1970-1980) a nivel de fuerzas democráticas estas se unifican en una gran alianza conocida como Unión Nacional Opositora, UNO, integrada por democratacristianos (PDC), socialdemócratas (MNR) y comunistas(UDN), y se enfrentan en 1972 electoralmente a la dictadura militar llevando como candidato al Ing. José Napoleón Duarte. Logran derrotar al PCN y la dictadura militar recurre al fraude masivo. Frente a esto, sectores democráticos militares, dirigidos por el Coronel Benjamín Mejía, dan un golpe de estado que fracasa. Falto coordinación entre los sectores civiles y militares, y contactos con el movimiento popular.
En febrero de 1977 la UNO llevando como candidato al coronel Ernesto Claramount Roseville vuelve a derrotar electoralmente a la dictadura, la que responde con fraude y represión. En marzo de 1977 es nombrado en la Iglesia Católica un arzobispo, Monseñor Oscar Arnulfo Romero que se convertiría en una respetada personalidad democrática. En 1978 los sectores democráticos aglutinados en la UNO conforman una nueva alianza más amplia, el Foro Popular.
En 1979 sectores democráticos militares conducidos por el Coronal Adolfo Majano dan un nuevo golpe de estado, y se crea una Junta de Gobierno, con participación del Foro Popular, mediante la presencia del Dr. Guillermo Manuel Ungo. Pero la derecha logra apoderarse de este proyecto lo que provoca la renuncia de Ungo en enero de 1980 a la Junta de Gobierno y Majano es desplazado en agosto de ese mismo año.
A nivel de fuerzas revolucionarias se da otro desarrollo durante esta década que inicialmente es polarizante pero finalmente resulta convergente. Surgen las organizaciones político-militares, con una táctica de guerrilla urbana y luego vinculadas a estas, surgen las organizaciones populares de masas, que adquieren una gran capacidad de movilización y de resistencia frente a la dictadura militar.
En abril de 1970 el PCS se divide y surge lo que luego serían las FPL, dirigidas por Salvador Cayetano Carpio.En marzo de 1972 surge el ERP, dirigido por Alejandro Rivas Mira. En mayo de 1975 la RN, dirigida por Ernesto Jovel. En enero de 1976 surge el PRTC dirigido por el Dr. Fabio Castillo. En 1974 el sector de la RN todavía dentro del ERP impulsa la creación del primer frente de masas llamado FAPU, en 1975 las FPL forman el BPR, en 1978 el ERP forman las LP-28. En 1979 el PRTC creo el MLP. En diciembre de 1979 y fuertemente influenciados por el triunfo de la revolución sandinista en Nicaragua, se inicia un proceso de unidad entre dos de estas organizaciones, las FPL y la RN, y el Partido Comunista, dirigido por Schafik Handal.
A finales del siglo XX
En la novena década (1980-1990) en enero de 1980 se crea la Coordinadora Revolucionaria de Masas, CRM integrada por el FAPU, BPR, LP-28 y el partido UDN. Posteriormente se integra el MLP. El 22 de enero la CRM convoca a una gigantesca demostración popular, que es reprimida. En mayo de 1980 se integra el ERP al proceso unitario de la izquierda, y en diciembre el PRTC. En octubre de 1980 se constituye el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, FMLN y en los sectores populares se espera el llamado a la insurrección.
A nivel de sectores democráticos, en enero de 1980 se decide retirarse como Foro Popular de la Junta de Gobierno y se crea en febrero el Frente Democrático, el cual se unifica en abril de ese año con la CRM, creando el Frente Democrático Revolucionario, FDR. El PDC, que pertenecía al Foro Popular decide mantenerse en la Junta de Gobierno y posteriormente realizaría una fatídica alianza con la Fuerza Armada, y con el Gobierno Norteamericano, mediante la cual el Ing. José Napoleón Duarte asume la conducción del gobierno. En 1984 Duarte gana las elecciones presidenciales al partido oligárquico ARENA.
El régimen anuncia en marzo de 1980 la realización de la reforma agraria, nacionalización de la banca y del comercio exterior, puntos principales de la plataforma del Foro Popular. El propósito era quitarle banderas a la izquierda. Pero lo hace en el marco de una ofensiva represiva gubernamental y del poder oligárquico, que incluyó el asesinato de Monseñor Romero. Duarte presenta la tesis que se enfrenta a dos extremas: la ultraderecha dirigida por Roberto DAubuisson y la ultraizquierda.
No obstante lo anterior, estas reformas modifican, cambian radicalmente la estructura económica del país y golpean fuertemente a los sectores oligárquicos. Cien años después de las reformas de 1880 se realizan las reformas estructurales de 1980, y en un contexto de lucha de contra insurgencia. La oligarquía se debilita.
El FMLN por su parte logra hasta enero de 1981 desplegar su ofensiva “final” que no logra el objetivo de conquistar el poder, pero que si marca el inicio de una larga guerra que duraría doce años, durante la cual el FMLN se convierte en un ejército popular y logra mantenerse militarmente en el norte del país. Cincuenta años después de enero de 1932, la izquierda de nuevo hoy como FMLN estaba en pie de guerra y esta vez no sería derrotada aunque tampoco conquistaría la victoria.
En 1984 se inicia en la población de La Palma, Chalatenango, un proceso de dialogo y negociación entre el FMLN y el GOES que concluiría en 1992 con un acuerdo de paz. Se inicia dialogando con el presidente Duarte del PDC y se concluye negociando con el presidente Cristiani de ARENA. En 1989 el FMLN lanza una segunda ofensiva “final al tope” la cual de nuevo no logra su propósito de hacerse del poder pero si logra acercar la salida política al conflicto armado.
En el marco de esta ofensiva, es asesinado el pensador jesuita, rector de la UCA de origen español, Ignacio Ellacuría, quien desde algunos sectores democráticos planteaba la tesis de “una tercera vía.”Asimismo en marzo de 1989 el partido ARENA, representante del poder oligárquico, logra la presidencia. Habían pasado casi sesenta años desde la última vez que administraron directamente el estado.
En las elecciones presidenciales de 1989 participaron fuerzas democráticas por medio de la coalición Convergencia Democrática, formada en 1988 por los partidos MPSC, MNR, ambos fundadores del FDR en abril de 1980 y desde el que mantuvieron una alianza con el FMLN hasta 1988 y el recién creado PSD dirigido por el Dr. Reni Roldan. Posteriormente se sumó el UDN, expresión legal del PCS. Llevaron como candidato presidencial en esa ocasión al socialdemócrata Dr. Guillermo Manuel Ungo.
En 1999 la Convergencia Democrática se convirtió en Centro Democrático Unido, CDU y finalmente en 2005 en partido Cambio Democrático. Apoyaron al FMLN en 2009 y formaron parte del gobierno del presidente Funes. Pero para estas elecciones del 2014 no están apoyando a ningún partido.
En la décima década (1990-2000) en enero de 1992 se firman los Acuerdos de Paz entre el FMLN y el GOES que constituyen una profunda reforma política que resolvió el problema del militarismo y abrió las puertas para el inicio de un proceso democrático que lleva ya 22 años. Los Acuerdos de Paz desmilitarizaron y democratizaron la sociedad. Pero no resolvieron el problema de la pobreza y la injusticia estructural.
En 1994 el FMLN participa por primera vez en unas elecciones presidenciales llevando como candidato a la presidencia al democristiano Dr. Rubén Zamora, del ahora partido Convergencia Democrática. Y como candidato a la vicepresidencia al empresario Francisco Lima. Se enfrentaron a Armando Calderón Sol de ARENA y perdieron en segunda vuelta. Ese año el FMLN se divide y abandonan el partido sectores vinculados al ERP y la RN que crean el Partido Demócrata y se definen como socialdemócratas.
En 1997 las fuerzas democráticas aglutinadas en la CD, en alianza con el FMLN, llevan como candidato a Alcalde por San Salvador al democristiano Héctor Silva, gana y gobierna por dos periodos. En 1999 el FMLN lleva como candidato a la presidencia al excomandante guerrillero Facundo Guardado, quien es derrotado por el candidato de ARENA, Francisco Flores.
En la décimo primera década (2000-2010) en 2004 fuerzas democráticas y fuerzas revolucionarias coincidieron en apoyar la candidatura de Shafik Handal para la presidencia. No obstante que alcanzó los 800,000 votos fue derrotado por el candidato de ARENA, Antonio Saca. En el 2009 la candidatura del periodista Mauricio Funes logró por vez primera convocar a sectores democráticos y revolucionarios y desplazar a la derecha del ejecutivo. La izquierda, ochenta años después de su nacimiento en 1930, llegaba al gobierno. Como Vicepresidente asume el dirigente histórico del FMLN, Salvador Sánchez Ceren. Como Ministro de Economía asume el dirigente del CD, Héctor Dada Irezi. Esta victoria del 2009 provoca un crítico debilitamiento de ARENA.
En estos primeros cuatro años de la décimo segunda década (2010-2014) el FMLN en las elecciones presidenciales del 2014, llevando como candidato a la presidencia a Salvador Sánchez Ceren, logra imponerse en primera vuelta con una diferencia de diez puntos sobre ARENA. El Presidente Funes y su esposa Vanda juegan un papel destacado en la campaña, que es acompañada esta vez por sectores democráticos del Movimiento El Salvador Cambia. Y el FMLN ya para a segunda vuelta, hace un llamado a las fuerzas representadas por el expresidente Antonio Saca a incorporarse a este esfuerzo, por garantizar la continuidad del proyecto iniciado en marzo de 2009.
Concluimos este breve recorrido histórico confirmando el principio ampliamente comprobado que los principales avances han sido posibles en la medida que las fuerzas democráticas y revolucionarias han construido alianzas fuertes y por el contrario, el aislamiento y la derrota acompañan a las fuerzas revolucionarias cuando estas se separan de sus aliados. El Salvador vencerá.
San Salvador, 27 de febrero de 2014