San Salvador 29 de abril de 2016.- La derecha parlamentaria se negó ayer a aprobar la necesaria y urgente reforma previsional impulsada por el gobierno.
Como buenos soldados de los intereses hegemónicos y fieles sirvientes de las grandes empresas, los diputados de ARENA, GANA, PCN y PDC acataron obedientes la orden dada por las administradoras privadas de fondos de pensiones (AFPs) a través de un campaña publicitaria que los grandes medios comerciales autoproclamados “libres e independientes” no tuvieron escrúpulos en difundir.
La reforma pretende modificar parcialmente el actual sistema privado que ha generado a las AFPs 280 millones de dólares en ganancias y al Estado deudas por más 3,400 millones. La propuesta es crear un sistema de reparto público privado que permita al gobierno pagar las pensiones de los jubilados que ya no cotizan y evitar un mayor endeudamiento público.
Esto, lógicamente, reduciría los márgenes de ganancias de las grandes empresas y daría un respiro presupuestario el gobierno de izquierda. Ésa es la verdadera razón de los hipócritas legisladores de la derecha oligárquica y de los que se dicen “derecha social y popular”, que no se diferencian y cierran filas cuando sienten amenazado el status quo neoliberal por propuestas de cambios estructurales.
Lo actuado ayer por los diputados AFPs es también un llamado al gobierno y al FMLN. Si quiere profundizar los cambios iniciados, la izquierda gobernante tendrá que volver a sus orígenes, aliarse con las organizaciones sociales y recuperar las mística de la movilización popular.
Gobierno y partido deberían revisar los conceptos de “gobernabilidad”, “realismo político” y otros con los que suelen justificar la actitud cómoda de negociar votos con la derecha gansteril en vez de aportarle a presionar y cambiar la correlación parlamentaria a través de la movilización social.
La izquierda oficialista debería tener claro que sus “aliados” de la derecha jamás van apoyar una reforma tributaria progresiva, una ley de agua que no sea privatizadora y otras medidas que beneficiarían al país pero afectarían los intereses empresariales. Estos “aliados”, incluso, en algún momento se pueden volver en su contra, como le sucedió al gobierno del PT en Brasil.
En conclusión, los diputados AFPs le han dado una oportuna lección política al gobierno y al FMLN. Ya veremos si esta lección es aprendida o no.