La extraña agonía del FMLN
Por Manuel Hinds
Dic 06, 2018- 06:56
La gráfica 1 muestra los cambios en las preferencias partidarias medidas por las encuestas de LPG Datos desde la primera vuelta de la última elección presidencial hasta el momento. Como puede verse, ARENA no se movió, de modo que el crecimiento de GANA más Nuevas Ideas (25% de los encuestados) se alimentó de una caída del FMLN de 16.0% y de Otros e Inciertos (los que no saben por quién van a votar, o si van a hacerlo, etc.), que cayeron 9.5%.
Pero, como se ve en la gráfica 2, ese 9.5% el FMLN ya lo había perdido al grupo de Otros e Inciertos entre 2009 (el momento máximo del FMLN) y el 2014. De este modo, la coalición de GANA + NI se ha alimentado casi exclusivamente de quitarle los votos que el FMLN había ganado de 2006 a 2009. Esto lo hizo en dos etapas: agarrando votos (9.5%) que el FMLN ya había perdido al grupo de Otros e Inciertos en 2014, y luego quitándole directamente 16% al FMLN en los últimos meses. Así, pues, GANA + NI le está robando el mandado al FMLN y, si tiene éxito, lo estaría reduciendo al 15% de los encuestados, un tamaño mucho más pequeño que GANA + NI y ARENA (cada uno con cerca de 26% de los encuestados). GANA + NI se convertiría en uno de los dos partidos principales y el FMLN se convertiría en un partido menor.
FUENTE: LPG Datos, encuesta publicada el 29 de noviembre de 2018 en las redes. Los datos de 2018 corresponden a noviembre de ese año.
De este modo las dos gráficas muestran una historia muy coherente: la migración de las bases de un partido a otro, efectuada en dos etapas—primero a través de un grupo grande de previos votantes del FMLN que prefiere no votar que votar por el FMLN, y luego un grupo de votantes más duros que se unen a los anteriores para votar por un nuevo partido.
FUENTE: LPG Datos, encuesta publicada el 29 de noviembre de 2018 en las redes. Los datos de 2018 corresponden a noviembre de ese año.
La estrategia de GANA + IN para extraerle los votantes al FMLN es muy clara. Busca convencer a éstos de que GANA + NI es el único que pueden ganarle a ARENA, de tal forma que los que voten por el FMLN están desperdiciando su voto. La cuchilla escondida debajo de este argumento es que mientras más gente se mueva en estas elecciones del FMLN a GANA + NI más se acercaría el FMLN al punto de no regreso—un nivel de votos tan pequeño que lo haría perder no solo una cantidad irrecuperable de los subsidios que da el gobierno a los partidos por voto obtenido sino también su credibilidad como factor de poder.
El poder de un partido y de sus partidarios y de sus cúpulas depende de que la gente crea que tienen poder. Eso es lo que atrae a nuevos partidarios y lo que hace que lo otros partidos y el país entero lo tomen en cuenta. Como toda reputación, es más fácil obtener la credibilidad del poder que recuperarla. Una vez que se ha tenido y se ha perdido, no se puede recuperar, ya que la imagen de decadencia permea todas las percepciones. Por esta razón, el FMLN no puede pensar que puede permitirle a GANA + IN que le quite sus votos pero que después los va a recuperar, sea que GANA + NI gane o pierda las elecciones.
El FMLN, que las encuestas dicen no llegará ni al 10% de los votos, pasaría a segunda categoría como partido. No sólo eso. Los votantes mismos, las estructuras y la base dura del FMLN que se pasen a GANA + NI se convertirían en ciudadanos de segunda clase en un partido que ya no sería de ellos.
Que esto esté pasando es bien extraño porque la cúpula y las estructuras del FMLN no están haciendo nada para detener el sangramiento excepto manejar una campaña presidencial que parece de entrada una aceptación de una derrota. Esto equivale a un abandono de sus propias bases, que no terminan de entender la diferencia entre perder unas elecciones y cometer un suicidio como partido. Es más extraño todavía porque ni siquiera hay convergencia ideológica entre el FMLN y GANA + NI, que si existiera podría pensarse que justificaría la negligencia con la que la cúpula del FMLN está dejando abandonado su partido. La transfusión de votantes se está dando de un partido que se definió como de izquierda hacia uno que nunca ha tenido el más mínimo trazo de una ideología y ha sido oportunista sin ambages desde que nació.
La única manera en la que el FMLN puede sobrevivir es mostrando una votación respetable, que indique que lo que está sufriendo no es un colapso total sino una fluctuación de un poder que se mantiene. Si saca sustancialmente menos que el 20% de los votos, el FMLN pasará a segunda categoría, asesinado no por otros partidos políticos, sino por la deserción de sus propios votantes. Quizás algunos se lamenten después de cómo se suicidaron políticamente.