El golpe de estado del 15 de octubre de 1979 en El Salvador
Por Roberto Pineda 15 de octubre de 2014
Hace 35 años un golpe de estado contra el presidente Carlos Humberto Romero vino a modificar completamente el panorama político y abrió las puertas para la cuarta y última fase de la dictadura militar de derecha, que tuvo como característica principal el desarrollo de una prolongada Guerra Popular Revolucionaria, la cual concluyó con los Acuerdos de Paz de 1992, que modificaron el sistema político, permitiendo la incorporación de FMLN como partido político, como parte de un nuevo sistema basado en la democracia representativa, el cual lleva ya más de dos décadas de funcionamiento.
El golpe de estado del 15 de octubre de 1979, encabezado por los coroneles Jaime Abdul Gutiérrez y Adolfo Arnoldo Majano, estuvo precedido por masivas y combativas movilizaciones populares que incluyeron tomas de las embajadas de Costa Rica y Francia, tomas de iglesias y represión al BPR en mayo en las gradas de Catedral y otras acciones populares que desafiaron a la dictadura durante los meses de mayo y junio; por ataques contra la Iglesia Católica incluyendo el asesinato en junio del sexto sacerdote, Alirio Napoleón Macías; visitas reiteradas del diplomático estadounidense Viron Vaky y luego de William Bowdler para advertirle al General Romero del deterioro internacional del régimen; etc.
En septiembre había surgido el Foro Popular como la primera expresión de un proceso que pugnaba por la unidad de los sectores populares frente al régimen militar, incluyendo al partido UDN, al FAPU y a las Ligas Populares 28 de Febrero. Y uno de los principales dirigentes del Foro Popular, el socialdemócrata Guillermo Manuel Ungo, pasa a formar parte de la primera Junta de Gobierno, la cual era producto de una negociación y compromiso entre diversos sectores golpistas, incluyendo a militares fascistas y demócratas. A continuación nos trasladamos a este periodo, visto desde la óptica de los comunistas salvadoreños.
Plataforma Común del Foro Popular de El Salvador
En septiembre de 1979 se constituye el Foro Popular como una de las primeras expresiones de la unidad de sectores revolucionarios y populares. Coinciden en este esfuerzo los partidos que conformaron la desaparecida Unión Nacional Opositora, UNO, o sea el PDC ( democratacristianos), MNR (socialdemócratas) y UDN (comunistas) junto con dos fuerzas revolucionarias: FENASTRAS (conducida por la RN) y las LP*28 (dirigida por el ERP). Únicamente quedaba fuera de este esfuerzo unitario el BPR, influenciado por las FPL. El Foro Popular, creado el 4 de septiembre, fue un antecedente valioso de la unidad entre fuerzas revolucionarias y democráticas, que luego se expresarían en el FMLN y el FDR. A continuación presentamos el programa enarbolado por el Foro Popular
Documento de constitución del Foro Popular de El Salvador
Manifestamos que:
1. Existe en el país una aguda crisis política que se expresa en un proceso antidemocrático y represivo que el gobierno y sectores y clases reaccionarias están impulsando desde hace varios años, por medio del cual han venido marginando más y más a las mayorías populares de su participación en los asuntos económicos, sociales y políticos de la vida nacional. Como una consecuencia de esa situación, el ejercicio de los derechos humanos constitucionales por parte del pueblo y sus organizaciones, se consideran oficialmente como actividad “subversiva” contra el Estado, sólo porque así conviene a los intereses de una minoría que controla el poder político y económico del país.
2. Ese proceso represivo, autoritario y excluyente, afecta la vida y funcionamiento de todas las organizaciones e instituciones sindicales, gremiales, políticas, culturales y religiosas, las cuales son controladas, espiadas, hostigadas y reprimidas en sus actividades y miembros por los cuerpos de seguridad y las bandas asesinas bajo la jefatura de éstos. De ese modo, se violan los derechos individuales y sociales y se impide el cumplimiento de las funciones que dichas organizaciones e instituciones están llamadas a jugar.
3. Junto con la crisis política a la que hacemos referencia, existe un agravamiento de las condiciones de vida del pueblo salvadoreño, en el que ningún sector trabajador queda al margen, aunque son los sectores de menos ingresos los más afectados. El ingreso real de la familia salvadoreña ha disminuido; el desempleo se ha vuelto un mal crónico, la vida en el campo ha llegado a extremos de miseria.
4. Asimismo, la economía nacional se ha vuelto más vulnerable a las influencias exteriores, dado su acentuada dependencia en relación a las potencias económicas capitalistas, lo que se ha traducido en una creciente penetración de compañías transnacionales que han venido no sólo a explotar más a los trabajadores salvadoreños, sino lo que es más grave, a seguir impidiendo las posibilidades de un desarrollo independiente de nuestro país.
5. Que en vista de esa situación, nuestras organizaciones consideran necesaria la concurrencia de sus esfuerzos, dentro de sus propias competencias, características, tácticas y modalidades de actuación, con pleno reconocimiento del pluralismo ideológico, para poner nuestra contribución en la búsqueda de una solución con iniciativa y contenido popular, a la crisis política que vive el país. Estamos absolutamente convencidos de que sólo la acción de las organizaciones populares es garantía de realización de un verdadero proceso de democratización del país. Está demostrado que quienes ahora hablan en nombre de la democracia desde las esferas oficiales, son quienes la han anulado y envilecido, incluso utilizando en los últimos años, esquemas fascistas de dominación.
6. La concurrencia de esfuerzos de nuestras organizaciones significa la inauguración de una nueva fase de lucha de nuestro pueblo, en la que hemos procurado colocar en primer plano los aspectos que nos permiten coincidir, y no las discrepancias que, como es natural, existen entre nosotros, como expresión de las diferencias ideológicas que sustentamos. De ese modo, con profundo convencimiento de la necesidad de la unidad de las fuerzas populares, creemos que debemos hacer los esfuerzos pertinentes para que luchemos por el objetivo común de conquistar la democracia y la libertad para nuestra patria, sin perder cada una de nuestras organizaciones su naturaleza e independencia. Se trata en una palabra, de superar los obstáculos que impiden la participación popular, masiva y amplia, en las acciones que definan el destino político del país.
7. La conquista de la libertad y la justicia, requiere la elaboración de un proyecto democrático y popular, el cual deberá irse elaborando con los aportes de todas las fuerzas que participen en esta concurrencia y en el proceso de lucha que ahora iniciamos juntos las organizaciones firmantes. Sin embargo nuestra coincidencia actual está basada en una plataforma de reivindicaciones políticas y económicas inmediatas que deberá servir de bandera de lucha a sectores cada vez más amplios y mayoritarios del pueblo salvadoreño. Ésta es la Plataforma para una salida democrática y popular a la actual crisis política, por la cual nos comprometemos a luchar:
1. El cese de la represión que desarrolla el gobierno y que afecta a las organizaciones gremiales, sindicales, políticas, culturales y a la Iglesia Católica, comprendidas todas sus formas de persecución, hostigamiento, control, vigilancia, cárcel, tortura, secuestro y asesinato. Para ello es necesario:
■ La disolución de los cuerpos especiales de policía política, de ORDEN, de las bandas paramilitares, tales como UGB, Falange, Mano Blanca, que son instrumentos de la política represiva del Estado y tienen por objetivo liquidar o controlar a todas las fuerzas sociales que se oponen al Gobierno y a los minoritarios sectores dominantes.
■ Respeto a la legalidad y cumplimiento de sus verdaderas funciones por parte de los cuerpos de seguridad, garantizando los Derechos Humanos y los preceptos constitucionales.
■ Amnistía general y libertad para todos los presos y desaparecidos políticos.
■ Retorno de todos los exiliados, expulsados de la Patria a partir de 1972, con garantía de seguridad y no para que sean víctimas de la represión.
2. La lucha por las libertades democráticas que signifique la participación de todos los sectores, clases y fuerzas sociales en la solución de la problemática nacional, dentro del respeto del pluralismo ideológico. Ello implica:
■ Libertad de organización sindical, gremial y política, sin la cual no es posible la participación organizada del pueblo en la decisión de los destinos nacionales en materia social, económica y política. Uno de los sectores de mayor conflictividad, el sector rural, requiere el establecimiento de instrumentos institucionales para que se expresen y diriman los conflictos; por consiguiente, la libre sindicalización y asociación de los trabajadores del campo, tiene carácter de urgencia y de necesidad, ya que el camino democrático no es compatible con la supresión de la conflictividad social por medio de la violencia represiva.
■ Reconocimiento y respeto del funcionamiento de las organizaciones sindicales, gremiales, políticas, culturales y religiosas, sin controles ni vigilancias basados en razones de “Seguridad Nacional”, ateniéndose al cumplimiento de las disposiciones constitucionales.
■ Reconocimiento pleno del derecho de huelga de los trabajadores, sin adoptar políticas represivas que impiden y obstaculizan su ejercicio legítimo. En tal sentido, se hace necesaria la reforma del Código de Trabajo, para que dicho derecho adquiera plena vigencia como corresponde a un Estado democrático, y no sea ilusorio su ejercicio o considerado “subversivo”.
■ Cese de los despidos masivos de trabajadores y dirigentes sindicales, los que aun cuando se realicen con indemnización, atentan al derecho al trabajo, a la vida, a la seguridad de los trabajadores y sobre todo a la libertad de organización sindical.
■ Libertad efectiva de expresión del pensamiento, de reunión y de movilización tal como esas libertades se encuentran establecidas por la Constitución Política. En consecuencia, debe suprimirse todas las políticas y acciones destinadas a impedir, entorpecer y reprimir el libre ejercicio democrático de estas libertades; como por ejemplo los de varios procedimientos que vuelven inaccesibles los medios de comunicación social para el pueblo y sus organizaciones, o la destrucción de aquellos pocos que mantienen su compromiso popular; los métodos de toda clase para impedir la realización de mítines, manifestaciones y reuniones.
■ Cese del control autoritario y represivo sobre el sistema educativo y respeto efectivo a la Autonomía Universitaria.
3. El cumplimiento de las anteriores demandas políticas debe ir acompañado de medidas socioeconómicas que alivien la situación de las mayorías populares, entre las que demandamos:
a) Medidas económicas y administrativas urgentes para evitar que la inflación siga ejerciendo sus nocivos efectos sobre los hogares salvadoreños. Entre esas medidas deberán incluirse las siguientes:
■ Mejora general y sustancial de los salarios de los trabajadores en todas las áreas de la actividad económica y los servicios, sin faltar los empleados estatales; condición indispensable para que puedan aspirar a una vida digna.
■ Regular efectivamente los precios de los artículos de uso y consumo popular. Parte de estas medidas serían el riguroso control de precios tanto de los artículos de primera necesidad, medicina y vestuario, como de aquellos otros vinculados a importantes servicios públicos, tales como combustibles para transporte, energía eléctrica y agua.
■ Congelamiento real de las tasas de alquileres de viviendas y control efectivo que garanticen la aplicación de multas a los casatenientes que violen esta disposición.
b) El acceso efectivo y masivo de los campesinos y trabajadores agropecuarios al uso y propiedad de la tierra, encaminado a aliviar los problemas económicos, sociales y culturales de las masas del campo, que ayuden a promover el desarrollo integral del país y constituyan la base de la liberación social para las masas rurales. También deberá otorgarse beneficios a la pequeña producción agropecuaria, otorgándole créditos en condiciones favorables, proporcionándoles asistencia técnica y garantizando el desarrollo del mercado interno para la justa comercialización de sus productos. No creemos en soluciones superficiales, ni mucho menos en los ofrecimientos gubernamentales de apertura democrática y elecciones “libres”, cuando al mismo tiempo se incrementa la represión y los gastos militares para mantener el esquema de violencia y de terror.
Nuestras organizaciones son de la opinión de que el sufragio, que es uno de los instrumentos para garantizar la libre manifestación de la voluntad soberana del pueblo en la conquista y mantenimiento de su libertad y bienestar, únicamente podrá cumplir tal función en un régimen verdaderamente democrático, y no en el actual del país. La plataforma de demandas políticas y económicas que hoy presentamos, recoge las aspiraciones de la inmensa mayoría de nuestro pueblo y abarca los problemas más graves que aquejan al país en la actualidad, por ello estamos seguros que esta plataforma se convertirá en motivo de movilización de vastos y amplios sectores populares, los que más temprano que tarde harán triunfar los ideales de democracia y libertad que hoy inspiran nuestra lucha común. Creemos, como lo hemos dicho antes, que sólo la acción de las organizaciones populares es garantía para conquistar un proceso de democratización real y un régimen político nuevo, verdaderamente democrático, en donde la justicia social y la libertad sean elementos indispensables del mismo.
El Salvador, septiembre de 1979
Partido Unión Democrática Nacionalista (UDN Mario Aguiñada).– Partido Movimiento Nacional Revolucionario (MNR Guillermo Ungo).– Partido Demócrata Cristiano (PDC Julio Adolfo Rey Prendes ).– Ligas Populares 28 de Febrero (LP–28 Marisol Galindo).– Confederación Unitaria de Trabajadores Salvadoreños (CUTS Adán Chicas).– Federación Unitaria Sindical Salvadoreña (FUSS Santiago Hernández).– Federación Nacional de Trabajadores Salvadoreños (FENASTRAS Bernabé Recinos).– Federación de Sindicatos de Trabajadores de la Industria del Alimento, Vestido, Textil, Similares y Conexos de El Salvador (FESTIAVTSCES Alfonso Martínez).– Central de Trabajadores Salvadoreños (CTS).– Federación de Sindicatos de la Industria de la Construcción, el Transporte, Similares y Conexos (FESICONTRANS).– Asociación de Trabajadores Agropecuarios y Campesinos de El Salvador (ATACES Víctor Rivera).– Central Campesina Salvadoreña (CCS).– Sindicato Textil de Industrias Unidas S.A. (STIUSA).– Partido Unionista Centro Americano (PUCA)
Sobre el golpe de estado del 15 de octubre
En una publicación del Comité Exterior del PCS, realizada semanas después del golpe de estado, el secretario general del PCS, Schafik Handal hace una valoración sobre este acontecimiento, señalando que “para entender la coyuntura actual…es necesario pasar la mirada sobre el momento que precedió al golpe. Como es sabido, se viene desarrollando desee hace varios años, un proceso ascendente de lucha por la revolución, enfrentado a una sangrienta y creciente represión de parte de la dictadura militar derechista.”
Agrega que “en la base de este proceso hay una honda crisis estructural, agravada en los últimos tiempos por la profundización de la crisis económica nacional y por la influencia de la crisis política del país e el terreno de la actividad económica.”
La revolución sandinista estimula la creación de una coyuntura revolucionaria en El Salvador
Opina Schafik que “por el triunfo de la Revolución Popular Sandinista el proceso de lucha revolucionaria se aceleró grandemente, al tiempo que tuvo un brusco agravamiento la crisis “por arriba”, la crisis de las fuerzas “de arriba.” Es decir, se ahondaron las grietas y contradicciones dentro de las clases dominantes nacionales.”
Continúa diciendo que “dentro del imperialismo hay dos posiciones que han permanecido en un cierto impasse: una representada por al tendencia que procura darle una solución aperturista la situación crítica de Centroamérica, tendencia que busca una “apertura democrática” incorporando al gobierno “fuerzas moderadas” y la otra tendencia, defendida por el Consejo de Seguridad, el departamento de Defensa, el Pentágono, la CIA, se pronunciaba y se sigue pronunciando por una fórmula en que el papel fundamental lo juega el fortalecimiento militar, basado en el predominio del ejército dentro del Estado, con vistas al aplastamiento y a la liquidación física del movimiento popular y revolucionario.”
“para la primera tendencia la lección de Nicaragua era que no se había expulsado con la suficiente anticipación a Somoza del gobierno; que si se le hubiera expulsado en 1978, los sandinistas no hubieran triunfado en 1979. Para la otra tendencia, consistía en que no se había liquidado a tiempo el movimiento sandinista y se le había permitido pasar a la ofensiva.”
El auge de las luchas populares agrava la crisis del régimen y es el factor principal para explicar el rumbo de los acontecimientos
Plantea que “es un ero creer que lo único que actuaba en el escenario político nacional y sobre la crisis política de “arriba” , es decir del régimen, eran los EE. UU. Eso es simplificar todas las cosas. Ante todo y sobre todo, sobre la crisis política del régimen lo que ha venido actuando, antes y mucho más profundamente que los EE. UU es la grande y heroica lucha del pueblo salvadoreño, que llevó al fracaso la tentativa de instaurar un modelo fascista de dominación en el país.”
Añade que “según nuestras informaciones, los fascistas se disponían a hacer alguna suerte de maniobras sobre la base de desplazar a Romero, pero sin ceder posiciones hegemónicas dentro del ejército y los cuerpos represivos. Replegarse un poco temporalmente, entregar incluso el gobierno a fuerzas reformistas civiles o militares y seguir adelante con la represión, seguir adelante con sus tentativas de liquidar el movimiento revolucionario y popular.”
El imperialismo se encuentra en una profunda crisis, y si bien participa en los acontecimientos no puede controlar todos los procesos ni todas las tendencias
Considera que “el factor principal del desarrollo de los acontecimientos no es la acción de tal o cual tendencia de los EE.UU., que el factor principal es la profunda crisis objetiva del sistema, llevada a ese punto por la acción revolucionaria en El Salvador, por el tremendo despliegue de la lucha popular y revolucionaria en todas sus formas,:política, militar, etc. Ese es el factor principal y no se pude peder de vista al interpretar los acontecimientos.”
“Como se demostró en Nicaragua, el imperialismo por un lado puede actuar, trata de actuar, mejor dicho, con la mayor agilidad; actúa cada vez más al descubierto; se lanza abiertamente hoy en una dirección y mañana en otra; abiertamente. Pero eso es una parte. La otra verdad es que cada día tiene menos posibilidades de que sus acciones, sus presiones, tengan en realidad los resultados exactos que se propone. Es decir, la acción norteamericana se ha vuelto mas desembozada en la medida en que tiene que realizar acciones desesperadas para atajar el curso de la revolución. Eso se vio en Nicaragua muy claramente.”
Varias conspiraciones se venían desenvolviendo independientemente; el golpe se da en torno a una mesa de negociaciones en que participan todas ellas
Subraya Schafik que “en la primera mitad de octubre tuvo lugar una intensa actividad conspirativa de distintas corrientes, variados propósitos y buscando distintas alternativas…Conspiraban los fascistas. Dos agrupamientos dentro de los fascistas en conspiraciones distintas; un particular del grupo de Romero que estaba dispuesto al desplazamiento de Romero pero no a perder las posiciones de privilegio que todos ellos ocupaban. La segunda conspiración, la fascista que excluía al grupo de Romero. Y además había otra conspiración: la conspiración de sectores democráticos del ejército, entre los cuales hay distintos matices.”
Añade que “unos días antes, el gobierno descubre actividad conspirativa en la fuerza armada, en al fuerza aérea; actividad conspirativa de ese sector democrático independiente de los fascistas y de Romero; aunque no podría afirmar que del todo independiente de la actividad norteamericana. Aunque lo más seguro es que también en las esferas de este movimiento dentro del ejército, también la embajada norteamericana tuviera contactos.”
Expresa que “se llega al 15 de octubre. El descubrimiento de la actividad conspirativa en la fuerza aérea precipita todo. Si era aplastada por Romero, entonces eso le iba a dar al grupo romerista una preeminencia muy grande, y todos los que conspiraban adelantan sus planes. Ya el día 15 es evidente que el golpe no puede ser detenido, que todos se lanzan en esa dirección, que el gobierno se cae. Los cables internacionales han dicho que Romero y su gente pasaron esperando el golpe toda la noche, Y es que no podían hacer otra cosa. Entonces el día 15 se produce la inesperado. En vez del enfrentamiento lo que viene es una negociación. Nuez horas de negociación. Un golpe alrededor de una mesa.”
Y plantea que de esa negociación “surge este nuevo gobierno que se establece sin duda sobre la base de compromisos, pero en el cual parece predominar ese sector democrático independiente de la oficialidad joven. Aunque nosotros no estamos seguros de si esto expresa una correlación de fuerzas real dentro de la fuerza armada, a favor de este sector.”
Pese a la represión el movimiento popular se ha fortalecido y desarrollado
Considera que “después del triunfo de la Revolución Sandinista el movimiento popular en El Salvador se encontraba visiblemente animado y estimulado. El proceso de lucha recibió un grande y nuevo impulso y alcanzó los niveles más altos a pesar d que, desde mayo para acá, el movimiento popular y especialmente el de orientación revolucionaria venía sufriendo un ataque sangriento y particularmente destructivo. Este es, sin duda, el período más doloroso, más duro de la represión y de la destrucción de fuerzas populares en los últimos años.”
Concluye que “el cuadro era este: una profunda crisis “por arriba” que pone más y más en desventaja a las clases dominantes, y por otro, un gran ascenso de la lucha popular que más y más deja atrás sus propias debilidades, sus propios obstáculos y se va colocando en posiciones de mayor ventaja.”
La debilidad del nuevo gobierno es que es un híbrido basado en los compromisos
Estima que “del golpe surgió un híbrido., un gobierno de “mezclas” en el que hay compromisos. Efectivamente fue desplazado Romero y su equipo más cercano, más visible, pero eso está muy lejos de ser el alejamiento de los fascistas de todo el aparato militar. Parece que uno de los compromisos fue ese: no pasar a la limpieza de ellos. Todo esto pone de manifiesto que los fascistas pueden seguir actuando espaldas del nuevo gobierno, o dentro del nuevo gobierno, desde sus posiciones.”
Valora que “Majano y algunos otros militares que ocupan puestos importantes no están haciendo demagogia. Pero existe una realidad innegable: ahí están los fascistas que tienen bien agarrada la maquina por dentro y realizan sus propias operaciones. De manera que este problema de la libertad de los presos ha dejado de ser un asunto puramente humanitario y se ha convertido en un punto muy sensible. Hoy por hoy es el problema clave. Este híbrido comenzara a desarmarse alrededor de este punto: a descomponerse en un dirección o en otra; a favor o en contra de los fascistas.”
Para los comunistas y el movimiento popular no se trata de apoyar o no a la Junta sino de aprovechar a presente coyuntura para profundizar la lucha hasta liquidar a los fascistas
“¿Cómo caracterizamos nosotros este acontecimiento del golpe, entonces? Se pregunta Schafik. Y responde que “como un episodio más de la crisis del régimen. Un episodio del que pude salir fortalecido o del que puede salir aún más en crisis, lo cual dependerá en buena medida de la política que lleven adelante las organizaciones populares. El desarrollo del movimiento popular en los últimos tiempos puede “pincharse”, puede haber un reflujo en la actividad política de las masas sin necesidad d que se aumente la represión., sino mediante una apertura democrática real , pero también la crisis puede agravarse habida cuenta de que el resultado de este golpe es una mezcla de todas las posibilidades planteadas frente a la alternativa popular, sin que se elimine ninguna de ellas.”
Piensa que “la acción debe estar dirigida a romper este híbrido y a presionar en favor de que se apliquen las medidas que l Junta anunció y que se orientan objetivamente contra los fascistas y la represión. Por ejemplo la liberación de los presos y el dar cuenta de los desaparecidos, la disolución d e ORDEN , el desmantelamiento de las bandas asesinas como la Unión Guerrera Blanca y la reestructuración de los cuerpos de seguridad. Este conjunto de medidas es el área más sensitiva del programa de la Junta, el área que precisamente tiene que ver con el rompimiento del compromiso, del nudo que hay en el nuevo gobierno. Pensamos que la acción debe estar dirigida a romper ese híbrido.”
Nuestra orientación no es participar en este gobierno sino crear una correlación de fuerzas dentro de él favorable a las posiciones democráticas
Aclara que “el Foro (Popular) ha participado en el proceso de integración del gabinete influyendo con sus opiniones y propuestas propias, aunque es claro que el gabinete no es el que el Foro ha propuesto en todos su términos porque allí están participando otras fuerzas.¿se trata de involucrarnos así para gobernar? No. No es eso lo que se busca, sino crear una correlación e fuerzas en al aparato civil, a niveles del gabinete, que permita aislar las posiciones fascistas y reaccionarias en general. Esto esta al servicio del aspecto principal de la táctica, que consiste en proseguir la ofensiva contra los fascistas y debilitarlos hasta liquidarlos.”
Agrega que “un aspecto de nuestra táctica consiste en ganar a un sector de los que participan con posiciones democráticas en esta coyuntura y lograr de ellos, un grado mayor de compromiso con el pueblo y de menor compromiso con el imperialismo y la oligarquía. Y consideramos que influir en la composición del gobierno ayuda a realizar este objetivo, porque ese es un punto de trabajo estrecho con esas fuerzas, que facilita realizar ese trabajo.”
Una correlación de fuerzas favorable es importante no sólo para el gobierno de pasos positivos sino para prepararnos adecuadamente para el enfrentamiento que ha de venir
Establece que “la posibilidad de que este gobierno pueda llevar adelante un programa avanzado depende de la correlación de fuerzas. Además del punto sensible de la liberación de los presos y la desmantelación del aparato represivo, hay otros puntos cuyo cumplimiento es muy importante para el debilitamiento de las posiciones reaccionarias y para atraernos a las fuerzas democráticas y progresistas del ejército y otros sectores. Uno es el de la realización de la reforma agraria, que forma parte del programa de nuestro Partido. La Junta se ha comprometido a realizar la reforma agraria. Esa es una cuestión muy importante en El Salvador.”
Opina que “estos pasos se encaminan a alistarnos para la confrontación que va a venir seguramente. Ya he dicho que, en la mecánica de los golpes y contragolpes en El Salvador, después de los golpes democráticos viene la réplica reaccionaria. Con todas esta medidas nosotros queremos llegar a ese momento en las mejores condiciones, para poder enfrentarla adecuadamente, y hacer que esa replica sea el final de esta vieja dictadura, que se logre una salida revolucionaria ala crisis. En la lucha por derrotar el contragolpe de la reacción, pretendemos que se liquide, se destruya este viejo aparato de poder.”
En este momento las elecciones no son importantes y pueden desviar la atención de los problemas centrales
“Nosotros planteamos –señala Schafik- que las elecciones no son importantes. No porque estemos en contra de las elecciones en general, porque en el futuro podría ser un forma de enfrentamiento; pero nuestra posición es que en este momento lo importante no son las elecciones sino el cumplimiento de los puntos que dijimos: que se ponga en libertad a los presos, que cese la represión, que se castigue a los fascistas.”
Agrega que “con respecto a los sectores burguesas aperturistas, en tanto que sea un sector opuesto a los fascistas, seguiremos concertando pactos con ellos en contra del enemigo principal y más peligroso. Mientras tengamos coincidencias, aunque difiramos en nuestros objetivos, podremos trabajar juntos en puntos concretos como la libertad de los presos y al disolución de ORDEN y de las bandas paramilitares.”
Esta es una política leninista que no debería entorpecer las relaciones con otras fuerzas revolucionarias
Sostiene que “haremos el mayor esfuerzo porque quienes no hayan comprendido nuestra posición comprenda, pero la mayor fuerza de convicción estará en los hechos prácticos. Serán estos los que demuestren al servicio de que política está este trabajo. Si tenemos una política sectaria, cerrada, mecánica en relación con el nuevo gobierno, donde hay fuerzas de tan distintos tipos, no podríamos realizar una política internacional que conjugara todas estas condiciones favorables en Centroamérica y América Latina contra el imperialismo y contra las oligarquías.”
La legalización del Partido no es ahora una cuestión primordial y no desistiremos por ella de nuestras consignas
Plantea que “con respecto la legalización del Partido Comunista anunciada por la junta, no vamos a rechazarla pero no aceptaremos que sirva para desviar la atención de las consignas centrales de nuestro Partido y de todo el movimiento revolucionario. Ahora estamos actuando más abiertamente y sabemos que la legalidad del Partido está orientada a enfatizar la cuestión de una participación electoral. Pero tenemos que dar la lucha en la calle, a la par de las masas, y para eso estamos actuando con audacia. Eso forma parte de nuestra tara. Debemos organizar y crecer, aprovechando a nueva coyuntura.”
La violencia revolucionaria en El Salvador un respuesta absolutamente justificada ante la brutalidad represiva de la dictadura
Considera que “la historia de la violencia de los últimos años es la historia de la violencia fascista en toda su brutalidad. Y es frente a esta violencia que surge la violencia contestataria, revolucionaria. Una violencia absolutamente justificad no sólo desde u punto de vista moral y de principio, sino que era imposible que fuera de otro modo. Objetivamente ese es el curso de la lucha del pueblo salvadoreño por su liberación. Intima e indisolublemente ligado a ala lucha contra violencia está el ejercicio de la violencia revolucionaria.”
Concluye Schafik que “este golpe, en definitiva, no va a aplazar al revolución; en definitiva va a replantear la lucha por al revolución en el marco de un nuevo reagrupamiento de fuerzas. Las fuerzas revolucionarias tienen hoy la posibilidad de rodearse de una amplia alianza de fuerzas democráticas nacional e internacionalmente. Dependerá de su política y de la suerte en la aplicación de esa política.”